En ningún momento ha rechazado la Hermandad la autoridad pontificia. Es más, es la única orden aparte los jesuitas que tiene un cuarto voto, igualmente relativo al Papa. En este caso, no de obediencia ciega, sino de rezar por él todos los días. En sus casas, iglesias y páginas web nunca falta el retrato del Papa que esté reinando en el momento. Y siempre han predicado contra el sedevacantismo y sus males. ¿Que Lefebvre ordenó obispos y sacerdotes sin permiso del Vaticano? También lo hizo San Atanasio, y está en los altares. Y en efecto, Benedicto levantó las excomuniones, y desde entonces la HSSPX mantiene conversaciones con la Santa Sede para llegar a un acuerdo? ¿Eso es rebeldía? Más bien es buena voluntad, digo yo. Lo que pasa es que hay mucha ignorancia con respecto a la HSSPX. No podemos fiarnos de lo que dicen los medios de difusión en general ni de los rumores que circulan por ahí. Hay muchísimos católicos sinceros pero mal informados que creen que la Hermandad está contra la Iglesia, que no quiere nada con el Papa y muchas otras cosas así. La HSSPX no es una iglesia paralela ni ha querido serlo nunca. El propio Benedicto reconoció que cuando era prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe no estaba bien informado, lo cual influyó en la excomunión. Y consta que reconoció la validez de los sacramentos impartidos por la HSSPX. Por desgracia, muchos buenos católicos (entre ellos algunos buenos sacerdotes) siguen convencidos de que la existencia de un supuesto cisma lefebvriano. No hay tal. Y cualquiera que lea los escritos de Marcel Lefebvre y otros miembros de su congregación constatará la gran profundidad teológica y humildad con que están redactados.