¿Ah, sí? Pues en apoyo a los Conguitos, que nunca nos parecieron despectivos sino simpáticos, traigo la canción (que cantaba nada menos que Antonio Machín) anunciando por la radio el Cola-cao con que desayunábamos y merendábamos los niños allá por los años sesenta:
Y sigamos diciendo negro sin ningún reparo y pasemos de esos eufemismos estúpidos como "de color" o "afroamericano" (aunque hace ya muchas generaciones que salieron de África), eufemismos que han surgido en EE.UU. por la mala conciencia que tienen de siglos de esclavismo, discriminación y Ku Klux Klan. Para nosotros decir negro o blanco es como decir rubio o moreno, alto o bajo, sin ninguna connotación de superioridad o de inferioridad. Cómo será que en Hispanoamérica apelativos cariñosos como "negro" o "negra" se utilizan con toda naturalidad entre marido y mujer o en las parejas de novios, sin que necesariamente se trate de una persona de esa raza.
Marcadores