Cita Iniciado por Duque de Cádiz Ver mensaje
Sin ningún ánimo de polémica;

Si son tan minoritarios ¿por qué no los dejan hacer? Mientras no dañen los monumentos yo no veo ningún problema.

Además, si estamos seguros de la indiscutible existencia de Dios Nuestro Señor, si sabemos que estamos en el camino correcto ¿Por qué dar esas señales -un poco histéricas- de miedo? ¿Miedo a qué? ¿a que unos pocos se disfracen (por cierto, sin ningún criterio histórico) de griegos? Mientras, repito, no causen ningún daño ni falten el respeto a nadie, déjenlos hacer.
Creo que le hacemos un flaco favor a todos estos pobres bobos con la política del dejar hacer. El relativismo moral del que habla el Papa ya ha llegado a casos extremos. Pasa en casi toda las facetas que te puedas imaginar.
Hace un siglo Sabino Arana se inventó una nación. Seguramente la gente se reiría mucho. Hoy la gente muere por esas ideas.
Pasa con la homosexualidad. Siempre se ha considerado como un comportamiento antisocial, porque la vida en pareja estaba dirigida a la procreación de la especie, que es un bien necesario para la sociedad. Se ha llegado a calificar como enfermedad. Hoy en día se les aplaude. Los medios de comunicación transmiten diariamente un mensaje de apología de la homosexualidad, del travestismo y de cosas similares. No te digo que haya que fusilarlos a todos, pero de ese extremo al extremo que estamos viviendo, hay mucha distancia.
Es preocupante lo de estos tarados de la religión griega, pero más preocupante es que nos lo tomemos como una simple anécdota. Tan culpable es el que hace como el que permite hacer. ¿Crees que Hitler era alguien?Hitler no era nadie. Hitler y sus colaboradores hicieron lo que hicieron porque hubo gente que lo permitió, que se quedó mirando.
Es nuestro deber como cristianos oponernos a estas creencias absurdas y anunciar La Verdad. Si no conseguimos nada, ya será Dios quien nos juzgue a todos(a los locos y a los cuerdos). No hay que ponerse en pie de guerra, ni organizar una cruzada contra los infieles, pero tampoco podemos mirar para otro lado.