Re: ¿Es el universo infinito?.

Iniciado por
el cura y el barbero
Infinito el universo ¿cómo? ¿en extensión? o ¿en tiempo? ¿o en los dos a la vez?
Primero: infinito solo puede serlo Dios, nada material puede ser infinito,
Segundo: El universo tiene una causa, que sabemos que es Dios por la Revelación bíblica y porque está demostrado científicamente que existió un comienzo. Pero Dios pudo haber creado el Universo desde toda la eternidad, si así lo hubiese querido. Pero no lo quiso así. Y eso nos lo dice Santo Tomás.
Comienzo pero no final solo tienen los espíritus angélicos y las almas de los hombres, y a eso no se le llama infinito sino perpetuidad.
El infinito considerado en el tiempo y en la inmensidad solo corresponde a Dios.
Con estas frases es suficiente.
La admon.
Lo positivo empieza por no sacar las frases de contexto, pues entonces pierden su verdadero significado y significante. Nuestras propias limitaciones nos impiden alcanzar expresiones omnicomprensivas, de ahí que tanto la filosofía, en cualquiera de sus campos de conocimiento, como las ciencias, busquen sintetizar los conceptos al máximo, uno se evita así estar dando extensas o prolijas explicaciones que acaban por desviar el verdadero núcleo de lo que se expone o debate.
El concepto de infinito envuelve la negación de límites, es decir que carece de límites en relación a determinadas propiedades o perfecciones. Para Aristóteles y también para la escolástica la materia prima es infinita , en cuanto que no está determinada por forma alguna.
Frente a la infinitud de lo material se encuentra la infinitud de la forma con respecto a los sujetos individuales que no pueden agotarla de ninguna manera. La escolástica distingue entre el infinito potencial o indefinido, finito en sí , pero potencialmente infinito, porque puede aumentarse o disminuirse sin fin (por ejemplo la multiplicabilidad o la divisibilidad de cualquier número) y el infinito actual o infinito propiamente dicho que excluye todo límite y nada más allá del cual nada puede haber. Por tanto, y a tenor de esto y sabiendo que el Universo tuvo un comienzo en la cada vez más confirmada teoría de la Gran Explosión, deberíamos intuir que también tiene fin, por tanto no es infinito.
Ahora bien, y retomando lo anterior, pero desde el tomismo, la forma y el acto puros poseen esa infinitud. Y la infinitud con respecto al espacio y al tiempo, indica la existencia de una multiplicidad ilimitada de objetos o cuerpos extensos, así como de acontecimientos. En función de esto, se trata de una infinitud potencial nada más.
Pero la infinitud de Dios es infinitud actual cuyo significado es la plenitud ilimitada del Ser Divino, que es expresión de la infinitud absoluta, o perfección suprema de Dios.
Así que, al expresar que infinito supone "a priori", en el lenguaje cotidiano, vulgar, que es algo que tiene principio (está en Dios, pues sólo Él puede otorgarlo), pero no tiene fin (nada posible hay más allá de ello) resulta perfectamente correcto para iniciar una exposición. Otra cuestión es que parte del lenguaje bíblico, teológico, ontológico..., etc., se haya filtrado a los usos comunes del habla cotidiana, perdiendo así parte de su verdadero y profundo significado: "la creación del artista", "fulanito tiene una paciencia infinita", "te encuentro guapísima, estás divina"..., son ejemplos de la simplificación moral y de la frivolización de una sociedad que no quiere pensar más que en sí misma y mirarse el ombligo contínuamente.
Por otra parte, podemos oponer a infinitud la eternidad, pues ésta excluye todo comienzo, fin, mutación o sucesión. Sólo conviene a Dios y no admite comparación alguna con ningún acontecimiento temporal. Pues Dios está presente en todas las cosas y tiempos, así cuando se dice que Dios juzgará el mundo, indica que éste será juzgado por Dios.
La escolástica denomina como aevum la duración propia de los espíritus puros, que puede tener un principio, pero queda excluída la mutación de la esencia.
Por otro lado, perpetuo es sinónimo de infinito. El alma humana es creada por Dios y es infinita en cuanto a que su duración no tiene fin, y no lo tiene porque su existencia se fundamenta en el Amor y la Voluntad de Dios, al igual que todas sus criaturas espíritus puros.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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