De la situación actual en España no sé mucho, así que no puedo comparar. Lo que sí puedo decir que afortunadamente blasfemias de esa clase han sido relativamente raras. Normalmente los ataques a la religión (y hay muchos) son más indirectos y sutiles. Muchas veces insinúan, sin decirlo abiertamente, que todos los curas son pederastas, homosexuales, reprimidos sexuales, etc. También pintan la Iglesia Católica como un institución retrógrada y medieval. Todo eso pasa con frecuencia - pero lo del Playboy me sorprendío por su manera tan abierta y directa.
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