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About LinkBacksCaríssimo Hyeronimus, as minhas mais sinceras desculpas por abrir um tema que já tinha sido explorado.Iniciado por Hyeronimus
Fica para os leitores de língua portuguesa.
Miembro graduado
Caríssimo Hyeronimus, as minhas mais sinceras desculpas por abrir um tema que já tinha sido explorado.
Fica para os leitores de língua portuguesa.
"Tudo lhes pertence e nos cabe, porque a Pátria não se escolhe, acontece. Para além de aprovar ou reprovar cada um dos elementos do inventário secular, a única alternativa é amá-la ou renegá-la. Mas ninguém pode ser autorizado a tentar a sua destruição, e a colocar o partido, a ideologia, o serviço de imperialismos estranhos, a ambição pessoal, acima dela. A Pátria não é um estribo. A Pátria não é um acidente. A Pátria não é uma ocasião. A Pátria não é um estorvo. A Pátria não é um peso. A Pátria é um dever entre o berço e o caixão, as duas formas de total amor que tem para nos receber."Cidade do Santo Nome de Deus de Macau, Não Há Outra Mais Leal
Miembro Respetado
Sempre é bom ter uma versão para os leitores de língua portuguesa entenderem melhor. Além disso, complementa o otro artigo.
Miembro Respetado
Este tipo de hilos me encantan como ejercicio intelectual, pero la discusión en la calle para un Tradicionalista Católico, no sería sobre la existencia o no de Dios, sino sobre si Jesucristo es el hijo de Dios.
Y mientras que lo primero puede llevarse racionalmente cuando menos hasta "las tablas", lo segundo sólo es cuestión de FE.
Technica Impendi Nationi
Esa cuestión también puede aproximarse desde un punto de vista racional. Como en el caso de la existencia de Dios también hay un momento final que es un salto de fe, pero todo lo demás es muy razonable, incluída la pretensión de Cristo de ser hijo de Dios.
La colgaré un día que ande menos apurado.
Aquí corresponde hablar de aquella horrible y nunca bastante execrada y detestable libertad de la prensa, [...] la cual tienen algunos el atrevimiento de pedir y promover con gran clamoreo. Nos horrorizamos, Venerables Hermanos, al considerar cuánta extravagancia de doctrinas, o mejor, cuán estupenda monstruosidad de errores se difunden y siembran en todas partes por medio de innumerable muchedumbre de libros, opúsculos y escritos pequeños en verdad por razón del tamaño, pero grandes por su enormísima maldad, de los cuales vemos no sin muchas lágrimas que sale la maldición y que inunda toda la faz de la tierra.
Encíclica Mirari Vos, Gregorio XVI
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