Sobre la carta de marras:
"Se nos insistió hasta la saciedad que retirásemos la bandera que nosotros portábamos con el Sagrado Corazón en el centro. Nos negamos a ello a pesar de habernos quedado solos en la resistencia."
Absurdo y ridículo discurso épico. Parecería que se enfrentaban a antidisturbios. Pues no, el servicio de seguridad estaba formado niñas de parroquia de 16-18 años.
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" El resto de banderas que ondeaban fueron rendidas incluso por orden de aquellos jefes cuyos antecesores las habían custodiado, a sangre y fuego, en las calles, las plazas y los montes de España. Al ultraje se unía la traición, salvo aquellos que tomaron su bandera y se marcharon a escuchar la Santa Misa donde no fueran rechazados, cumpliendo con la consigna aprendida de ser incapaces de pactar con sacrificio del Ideal."
Esto es muy grave: acusa de traidores a todos los que tuvieron dos dedos de frente para entender que, efectivamente, durante la Misa las banderas privadas no pueden estar ondeando.
Acusa de traidores a la directiva de la CTC.
Y que conste que no me afecta personalmente: ni llevaba bandera ni soy de la CTC.
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