Esta fue la consagración hace 90 años. Creo que es muy importante esto que se hará en España el 21 de junio, será un hecho muy trascendente la renovación al corazón de Jesús que tanta devoción profesó España. Sobre todo los carlistas.
Consagracion de España al Sagrado Corazón de Jesús
(I)
Consagración leída por el rey Alfonso XIII, el 30 de mayo de 1919, en el Cerro de los Angeles
El rey Alfonso XIII leyendo la Consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús, el 30 de mayo de 1919, en el Cerro de los Angeles. El 30 de Mayo de 1919 el rey Alfonso XIII leyó la consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús. Esta consagración se realizó en el Cerro de los Angeles, cerca de Madrid, ante un gran monumento e imagen de piedra del Sagrado Corazón de Jesús situada en lo alto del cerro. El rey leyó la consagración de pie ante el Altar del Monumento con el Santísimo Sacramento expuesto. Al acto asistieron la Familia real, el Gobierno en pleno, otras autoridades civiles, autoridades religiosas y militares, y muchísima gente. Este es el texto de la consagración, leído por el rey: Consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús
"Corazón de Jesús Sacramentado, Corazón del Dios Hombre, Redentor del Mundo, Rey de Reyes y Señor de los que dominan:
España, pueblo de tu herencia y de tus predilecciones, se postra hoy reverente ante este trono de tus bondades que para Tí se alza en el centro de la península. Todas las razas que la habitan, todas las regiones que la integran, han constituido en la sucesión de los siglos y a través de comunes azares y mutuas lealtades esta gran patria española, fuerte y constante en el amor a la Religión y en su adhesión a la Monarquía.
Sintiendo la tradición católica de la realeza española y continuando gozosos la historia de su fe y de su devoción a Vuestra Divina Persona, confesamos que Vos vinisteis a la tierra a establecer el reino de Dios en la paz de las almas, redimidas por Vuestra Sangre y en la dicha de los pueblos que se rijan por vuestra santa Ley; reconocemos que tenéis por blasón de Vuestra Divinidad conceder participación de Vuestro Poder a los Príncipes de la tierra y que de Vos reciben eficacia y sanción todas las leyes justas, en cuyo cumplimiento estriba el imperio del orden y de la paz.
Vos sois el camino seguro que conduce a la posesión de la vida eterna: luz inextinguible que alumbra los entendimientos para que conozcan la verdad y principio propulsor de toda vida y de todo legítimo progreso social, afianzándose en Vos y en el poderío y suavidad de vuestra gracia, todas las virtudes y heroísmos que elevan y hermosean el alma.
Venga, pues, a nosotros tu Santísimo Reino, que es Reino de justicia y de amor. Reinad en los corazones de los hombres, en el seno de los hogares, en la inteligencia de los sabios, en las aulas de la Ciencia y de las Letras, y en nuestras leyes e instituciones patrias.
Gracias, Señor, por habernos librado misericordiosamente de la común desgracia de la guerra, que tantos pueblos ha desangrado; continuad con nosotros la obra de vuestra amorosa providencia.
Desde estas alturas que para Vos hemos escogido, como símbolo del deseo que nos anima de que presidáis todas nuestras empresas, bendecid a los pobres, a los obreros, a los proletarios todos para que en la pacifica armonía de todas las clases sociales, encuentren justicia y caridad que haga más suave su vida, mas llevadero su trabajo.
Bendecid al Ejército y a la Marina, brazos armados de la Patria, para que en la lealtad de su disciplina y en el valor de sus armas sean siempre salvaguardia de la Nación y defensa del Derecho. Bendecidnos a todos los que aquí reunidos en la cordialidad de unos mismos santos amores de la Religión y de la Patria, queremos consagraros nuestra vida, pidiéndoos como premio de ella el morir en la seguridad de Vuestro Amor y en el regalado seno de Vuestro Corazón Adorable. Así sea."
El Señor Nuncio de Su Santidad revestido de Pontificial, bendiciendo el monumento dedicado al Sagrado Corazón de Jesús.
Fotografía del Monumento al Sagrado Corazón de Jesús y el Cerro de los Angeles, durante la Santa Misa celebrada en el Altar del Monumento por el Obispo de Madrid-Alcalá.
Debajo de la imagen del Corazón de Jesús, unas letras de gran tamaño grabadas en la piedra dicen: "REINO EN ESPAÑA". También hay un bajorrelieve con la imagen de la Inmaculada Concepción
La citada inscripción "Reino en España", hace referencia a las palabras del Sagrado Corazón de Jesús a Bernardo de Hoyos en 1733: "Reinaré en España y con más veneración que en otras muchas partes". ( www.bernardo-francisco-de-hoyos.info/vida_libro3c1.htm )
Entre las figuras en piedra que hay a los pies del Monumento, a la izquierda en la fotografía están Santa Margarita María de Alacoque, San Agustín, San Francisco de Asís, Santa Teresa de Jesús, Santa Gertrudis, Venerable P. Bernardo de Hoyos y San Juan Evangelista. El Obispo de Madrid-Alcalá celebrando la Santa Misa en el Altar del Monumento.
En la piedra del Monumento está escrito "ESPAÑA AL SAGRADO CORAZON DE JESUS"
Miembros del Gobierno durante la celebración de la Santa Misa.
Asistieron el Presidente del Consejo D. Antonio Maura y todos los Ministros, menos uno que estaba enfermo.
Terminada la Misa, se dio la bendición papal que concedía el Santo Padre.
El rey Alfonso XIII subiendo hasta cerca del Altar del Monumento.
El rey Alfonso XIII, poco antes de leer el documento de consagración.
El rey Alfonso XIII, arrodillado ante el Altar del Monumento, momentos antes de leer la Consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús. El rey Alfonso XIII leyendo la Consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús, ante el Altar con el Santísimo Sacramento.
La Familia real, autoridades y fieles escuchando de rodillas la Consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús.
Terminada la Consagración de España al Sagrado Corazón, procesión con el Santísimo Sacramento hasta la ermita de Nuestra Señora de los Angeles. El Rey, la Reina y autoridades, acompañando al Santísimo Sacramento en la procesión.
La procesión con el Santísimo Sacramento, llegando cerca de la ermita de Nuestra Señora de los Angeles. Los Reyes van unos metros detrás del Santísimo Sacramento.
El Rey y la Reina arrodillados ante el Santísimo Sacramento.
El Cardenal, dando la bendición con el Santísimo Sacramento. El Rey y la Reina, después de la consagración y la procesión.
Los Reyes, despedidos por la gente al terminar los actos.
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