Re: Una duda sobre la predestinación.

Iniciado por
Valmadian
Hay otra cuestión que me produce verdadera perplejidad, o sea, ¿se está insinuando que Cristo no quiere la salvación de todos los hombres? Entonces ¿para qué se encarnó? ¿para qué trajo la Verdad? ¿para qué se dejo crucificar? No me estoy refiriendo al hecho de que muchos hombres renunciasen voluntariamente a la salvación, ni a que hoy en día siga sucediendo lo mismo y ocurra hasta con premeditación y alevosía, ¡no! No me refiero a eso, sino al hecho de que el Hijo se encarnó buscando la redención del género humano y eso significa todos los hombres. Y cuidado, porque negar lo que manifiestamente nos dicen Los Evangelios se puede llegar a entender como jansenista, una herejía.
......
¿Quién ha insinuado eso, hombre? Una cosa es que Dios quiera que todos nos salvemos, otra muy distinta es que eso vaya ha ocurrir.
No es que se tenga que creer que tal o cual persona se va a salvar, porque ya sabe que está predestinada, no; para salvarse hay que estar dentro de la Iglesia (estar bautizado), tener fe y hacer buenas obras, así que quien está fuera no se salva y Dios ya sabe quién se va a salvar y quién no...
Claro, NO hay que caer en el janseísmo ni mucho menos en el calvinismo, pero así como usas toda esa energía para condenar dichas herejías, condena también al pelagianismo, a los blandos que piensan que todos van a ser salvados, a los luteranos que piensan que sólo con tener fe ya basta, a los tibios que serán vomitados...A los modernistas ecumenistas que piensan que todas las religiones son iguales...
Tengo entendido que los herejes que más abundan hoy en día, son estos últimos, no los primeros.
“Es ésta nuestra finalidad, nuestro gran ideal. Caminamos para la civilización católica que podrá nacer de los escombros del mundo de hoy, como de los escombros del mundo romano nació la civilización medieval. Caminamos para la conquista de este ideal, con el coraje, la perseverancia, la resolución de enfrentar y vencer todos los obstáculos, con que los Cruzados marcharon sobre Jerusalén. Porque si nuestros mayores supieron morir para reconquistar el Sepulcro de Cristo, ¿cómo no vamos a querer nosotros —hijos de la Iglesia como ellos— luchar y morir para restaurar algo que vale infinitamente más que el preciosísimo Sepulcro del Salvador, es decir, su reinado sobre las almas y sobre la sociedad, que Él creó y salvó para amarlo eternamente?”.
Plinio Corrêa de Oliveira.
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