Aunque esa porquería de los pasadores de pelo hechos con condones la venden en China. (¡Qué co-chinos!) No sé si se atreverían a vender algo así en Occidente, pero también hay que tener cuidado. En todo caso, han inundado el mundo de productos baratos de mediocre o mala calidad producidos por mano de obra que trabaja en condiciones de esclavitud, y eso ya es motivo suficiente para evitar los productos chinos.