Cita Iniciado por UltraTradicionalista Ver mensaje

De todas maneras, pienso que quizá les estoy molestando, viendo ya tantas quejas, les ruego sinceras disculpas y dejaré de postear.
Adios.
Perdonen que tal vez me meta donde no me llaman, pero me gustaría comentar que en mi muy humilde parecer no hay necesidad de reaccionar de una manera tan sensible a los comentarios de los demás foristas, no creo que alguien haya hecho un comentario ofensivo en absoluto y me digo pues bueno se está aquí para dialogar y compartir opiniones y atender en la medida de lo posible las opiniones y comentarios del resto de foristas (siempre que no sean simples trolls); te invito estimable Ultratradicionalista con todo respeto a tratar de tomar por el lado amable los comentarios que se te han hecho los hermanos foristas, te aseguro por lo leído que ninguno lo ha hecho con dolo ni ganas de molestar u ofender.

Respecto al tema, creo que todos nos sentimos atraídos por las heroicas hazañas de los caballeros de los cuentos épicos y soñamos con portar igualmente una resplandeciente armadura, salvando a una damisela en desgracia y sobre todo defender con honor la fe y la tradición cristiana, pero se puntualiza un hecho innegable y es que los caballeros templarios fueron extintos hace ya varios cientos de años y por tanto hay que mirar con no poca precaución por no decir desconfianza estos personajes que se autoproclaman a sí mismos "caballeros templarios" sin importar que uno dos o cuantos sacerdotes gusten darles el visto bueno, acompañarlos o festejarles sus reuniones creo que de sobra conocemos que la situación actual de la Santa Iglesia nos impide confiar aún de lo que diga el Papa; no por nada se dice que el enemigo se ha infiltrado en el mismo Vaticano.

Y bueno de manera personal por mucho romanticismo, ilusión y admiración que pueda despertarme la figura teatral del caballero templario, palidece cuando reflexiono en aquél piadoso carpintero "hijo" de carpintero que siendo inocente sufrió brutal martirio para darnos a conocer la realidad del Amor del Padre celestial, lo miro clavado en la cruz y no puedo mas que pensar: ése es el rostro del verdadero héroe de la humanidad, ése es mi ejemplo a seguir...