Principales operaciones de la Armada de Vizcaya en el siglo XV
Estas fueron las principales operaciones marítimas de la Armada de Vizcaya durante el siglo XV:
FLOTA DE LA GUARDA DEL ESTRECHO DE 1407
La participación vasca en las armadas que actuaban o tenían su base en Andalucía comenzó en 1407, año en que se organizó una flota para guardar el Estrecho, era la Flota de la guarda del Estrecho de Gibraltar de 1407. El objetivo era impedir las relaciones entre el Reinos de Granada y el Reino Fez, una entidad africana justo al lado sur del estrecho de Gibraltar.
Su composición era de 39 navíos, en los que alternaban las embarcaciones cantábricas y andaluzas. Entre las primeras predominaban los veleros (naos, barcos, balleneres), mientras que las segundas eran embarcaciones mixtas (galeras y leños).
La Armada del mar Cantábrico reunía un total de 24 unidades, siendo mayoritarias las procedentes de puertos de Vizcaya. Las naos de Vizcaya estaban al mando de Robín de Braquemont, antiguo embajador francés, y de Fernán López de Estúñiga consejero del rey; mientras que las galeras de Vizcaya eran capitaneadas por Juan Rodríguez Sarmiento.
El enfrentamiento entre las flotas cristiana y musulmana se planteó, por temor a la ausencia de viento, como un choque de galeras. Esto obligó a los cristianos a repartir parte de las tripulaciones de las naos en sus galeras, que eran pocas. Paradójicamente, en el momento de iniciarse el combate fue el recio viento de Levante el que impidió el concurso de los veleros, empujados hacia Tarifa, aunque finalmente pudieron participar en él.
El resultado final fue favorable a los castellanos: se apoderaron de 8 galeras y obligaron a sus enemigos a incendiar otras 13, además de un número indeterminado de cárabos, leños y zambras. Tras el combate, parte de la flota continuó las labores de vigilancia.
Tres años después, en 1410, se reeditó la Flota del Estrecho, constituida por 15 galeras, 5 leños, 6 naos y 20 balleneres. Según la Crónica de Juan II, la participación vizcaína fue de 3 galeras y un número indeterminado de balleneres, al mando de Ruy Gutiérrez de Escalante. La composición debió de ser similar a la de su antecesora, con predominio de veleros norteños y embarcaciones mixtas del sur.
Su intervención fue realizada tanto en Sevilla como en Cádiz, limitándose a diversos apresamientos, sin existir enfrentamientos de envergadura.
EXVOTO DE LA IGLESIA DE SAN PEDRO DE ZUMAYA QUE REPRESENTA LA VICTORIA DE LAS NAVES DE JUAN MARTÍNEZ DE MENDARO SOBRE LAS ARMADAS PORTUGUESA Y GENOVESA EN 1475, EN EL ESTRECHO DE GIBRALTAR
ARMADA CONTRA ARAGÓN Y GRANADA
En 1430 se organizó en Sevilla una Armada contra la Corona de Aragón y el Reino de Granada. En ella participaron nuevamente los marinos vascongados, aunque resulta difícil establecer su aportación.
En esta armada, dos de los capitanes de las naos y balleneres eran de Bilbao y que otro era de Bermeo, aunque abundaban los apellidos vascos.
En cuanto a las galeras, 15 constan como sevillanas y 5 de Santander, aunque parte de estas últimas estaban tripuladas por marinos vascongados, planteando una dicotomía entre el lugar de custodia de las embarcaciones y la procedencia de sus tripulaciones.
NAVE REPRESENTADA EN EL DINTEL DE LA PUERTA DEL ASTILLERO URAZANDI (MOTRICO)
FLOTA DE LA GUARDA DEL ESTRECHO DE 1482
La vigilancia del estrecho desde 1482 fue considerada como parte de la operación que se organizó para el asalto final al Reino de Granada. La flota para la guarda del Estrecho fue una armada mixta de galeras y veleros, en el cual se encontraban numerosos navíos vascos, como demuestra el nombre de sus capitanes y diversos documentos del Registro del Sello.
La contribución de la provincia de Guipúzcoa fue de 3 embarcaciones, que mantenía a su costa. Este hecho le valió el finiquito de los 1.250.000 maravedís que se le habían repartido para la formación de la armada contra los turcos. La participación vizcaína debió de ser superior, aunque sólo existe constancia fehaciente de marinos de Tavira de Durango.
La participación vasca en dicha empresa se mantuvo activa en 1486, 1487 y 1488, años en que Díaz Mena y López de Arriarán seguían siendo capitanes de los veleros castellanos. Y, en 1490, la Flota para la guarda del Estrecho contó con la participación de Garci López de Arriarán y de Juan de Lazcano como almirantes.
LA NAVE CAPITANA
ZUMAYA DE LA FLOTA VIZCAÍNA DE JUAN MARTÍNEZ DE MENDARO
OPERACIONES EN EL NORTE DE ÁFRICA
Tras el final de la Reconquista, en 1493, el secretario real Hernando de Zafra propuso a los Reyes Católicos que la Armada de Vizcaya debía estar destinada a atacar los puertos sarracenos del norte de África. Aquella flota debía de estar compuesta por las galeotas de Lazcano y Arriarán, con 240 hombres; cinco galeotas menores o fustas, con 300 efectivos; y dos carabelas largas, equipadas de remos, con 110 hombres.
Lazcano y de un sobrino de Arriarán, junto a Lorenzo de Zafra, realizaron una expedición al reino de Tremecén, que terminaría con la rendición de varias villas, incluida la ciudad de Melilla. Para muchos de los capitanes que actuaban en estos actos de violencia era ya una manera de vivir, como el caso de Martín de Zarauz y Ochoa de Asua, que repitieron ataque en 1483 y 1484. Y es que, los marinos vascos, tanto los enrolados en armadas reales como los ocupados en acciones de corso-piratería, colaboraron en ocasiones con marinos andaluces.
El servidor real Hernando de Zafra dispuso la Armada de Vizcaya para la guerra en el norte de África, agregándole 6 galeotas y 6 tafureras, con 2.000 o 3.000 hombres. La flota resultante podría financiarse con los fletes de la carraca de Artieta, unos 3.000 o 4.000 ducados, que aportarían mantenimientos para 60 días. Esto permitiría llegar hasta Túnez para transportar moros e intentar la ocupación de la costa, lo que se traduciría además en un freno para las armadas turcas, que llegaban entonces hasta Orán.
En marzo de 1494 se envió una carabela y una fusta para que, con el pretexto de comercializar cierta fruta, Lazcano y otros capitanes continuasen la inspección de las costas.
En 1495 se abandonaron las operaciones tendentes a la ocupación del norte de África, debido a la intervención militar en el Reino de Nápoles. Por el contrario, se reactivó la defensa de la costa granadina, así una flota de galeotas al mando de García López de Arriarán y Juan de Lazcano, patrullaron durante este año el litoral entre Vera y Guadiaro y cada capitán contaba con dos embarcaciones, una de 18 remos y otra de 14, que embarcaban 80 y 60 hombres respectivamente.
En la cuenta de la Armada a Levante al mando de Gonzalo Fernández de Córdoba, fechada en Málaga en 1500, se encontraban numerosos marinos vascos, deducible por los apellidos de los capitanes (Ochoa, Rentería, Larrauri, Madariaga, Marquina, Bilbao, Fagaza, etc.) y por el origen vizcaíno y guipuzcoano de sus navíos.
Los esfuerzos sobre el norte de África no reaparecen hasta 1502. En dicho año, Zafra dió noticias sobre el mandato regio para organizar una flota, cuyo capitán general sería Iñigo Manrique. En su análisis de los medios disponibles cita las galeotas de Lazcano y Arriarán, con 240 hombres, que tardarían mes y medio en estar preparadas. Dos años más tarde, la correspondencia de Tendilla recoge que se hallaba presta en Málaga una armada compuesta por tres galeras reales, dos zambras de 50 codos y ocho galeotas, con 1500 hombres de equipaje. Su objetivo era doble: defensa del reino de Granada y ataques contra las tierras de allende. En sus planes estaba la ocupación de Mazalquivir, que no pudo ser conquistada dicho año y hubo de dejarse para el siguiente, dentro de un nuevo proyecto.
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