Lo hemos podido ver en la televisión durante esta semana con el pelo cano de tanto pensar -después de décadas de inactividad neuronal cuando militaba en ETA. El psicópata Txapapote ha acabado comportándose como Copito de Nieve golpeando los cristales cada vez que quería llamar la atención de las personas allí presentes.
Su perfomance cansina de gudari-sicario de calimotxo, viene a certificar que el cargo de cobrador de la muerte en esa sociedad limitada
llamada ETA-PNV-HB y que daba licencia para matar a diestro y siniestro, perjudica seriamente la salud mental de los usuarios al tiro en la nuca y coche bomba contra civiles desarmados.
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