Buenas,

Impresión inicial para alguien que por primera vez acude a uno de estos actos: lleno hasta la bandera; el sitio se quedó pequeño y mucha gente de pie. Bastantes jóvenes.
Si podéis ir a alguna otra, estad allí una media hora antes. Además os recibe el mismo Señor Ayuso.

-Barraycoa inició los turnos, centrándose en el proceso histórico/sociológico que llevó poco a poco a un pueblo, explicándolo utilizando el símil de una enfermedad mental colectiva: narcisismo.

-La intervención de Gambra en torno a las últimas menciones en medios de masas que dan a entender el carlismo como supuesto antecedente del separatismo.

-De Prada fue a la raiz filosófica del problema, exponiendo que lo que ocurre hoy en Cataluña es simplemente el hecho de que esa región es la que más consecuente y eficazmente ha llevado a sus últimas consecuencias las doctrinas de la modernidad y la autonomía del Hombre.

Tras una síntesis de las intervenciones de Ayuso, se pasó a la segunda ronda/debate:

En el coloquio posterior surgieron los temas de :
-Ciudadanos como trampa para el patriota que quiera ver en ellos solución al problema catalán en su forma actual,
-el posible resentimiento de la pérdida de los fueros como acicate para la postura actual, y como la modernidad fue anulando la oposición católica con la técnica del palo del desmontaje de la sociedad tradicional y la zanahoria de compensación económica para ablandar a las élites que debían liderar la oposición a esos cambios
-la jerarquía de la Iglesia en la región (y en el resto del país) y la confusión que sus mensajes fueron provocando en las masas católicas.

El debate se alargó un poco y la ronda de preguntas se limitó a sólo un par.

Lamentablemente para los que no pudieron acudir o para los que estamos interesados en la divulgación de estas charlas por internet, Miguel Ayuso recordó que para poder ofrecer sus opiniones con total libertad, a pesar de las solicitudes, piden no grabar las conferencias.
Así que quien no pueda ir se lo perderá o deberá depender, hasta que alguien digno aparezca, de lamentables crónicas como la mía.