Eso de que me comporté de modo ejemplar ¿incluye mis lloros y desesperos durante el camino?
Como se explica en la crónica, ha sido un maravilloso fin de semana que no olvidaré en la vida por las sensaciones vividas: las vistas, el silencio, el miedo, el frío, el viento, los ríos, los animales, lo cerca que sientes a Dios alli arriba, y muchas otras cosas que seguro olvido, han hecho de estos dos días algo muy especial. Pero sobretodo,y con mucha diferencia, quedará en mi mente y en mi corazón para siempre el compañerismo, ánimo y ayuda recibidos por el resto del grupo.
Miles y miles de gracias de corazón. Que Dios os bendiga,y os de fuerzas para aguantarme el resto de excursiones,porqué seguro que volveré.
De nuevo gracias.