
Iniciado por
Pasiego
.....del tipo este,de ahora en adelante Mclintock ,que me parece adecuado aunque este sea un foro hispanista y el citado un requete,se muchas historias y os puedo contar algunas mas ,si os`parece bien.
Una de locos...era en Eibar y hacia buen dia,ya no eran los años que llovia tanto y el asunto se estaba desinflando por momentos,era evidente, se notaba en el aire.. hara ya diez o doce años...estaba Mclintock esperando en la puerta de un recinto cuando se acercaron a la acera de en frente unas treintaiuna o cuarentaiuna personas ataviadas con los tipicos disfraces de neovascos, digase colores acidos,rayitas horizontales cuando lo que les va de verdad son las verticales,pelillos extraños en los mentones en fin, su rollete alternativo de marca...y como no, la pancartita de plastico de marras muy ecologicos siempre ellos
como decia eran treintaiuna o cuarentaiuna, que esa una, era una beltza,ciertamente un bello ejemplar de hembra de raza negroide,que llamo la atencion de los agudos
sentidos de Mclintock..conforme se dispusieron en falange,para aumentar el volumen de su exiguo numero...empezaron las consignas...el dia seguia bueno y de ir todo bien
Mclintock comeria en casa del ama.. pensaba...en el marmitako que se meteria entre pecho y espalda.
Mientras, clamaba la microrepresentacion de neovascos...kampora,kampora,kampora¡ iros a vuestra casa,supongo que lo diran por los chicos que fueron con la ministra pensaba Mclintock ,pero lo cierto es que la negra, que chillaba bastante, al que miraba era a nuestro amigo..Este ,seguia pensando en la comida y los boronos seguian chillando como locos,para hacer alboroto y parecer mas ,supongo, pero sin cruzar la calle que eran pocos..los chicos de madrid seguian calladitos y formales que no les conocian..en fin,todo muy soso en un dia tan bonito ,y aquello que debia ser breve, se estaba alargando… pero como el marmitako recalentado como que gana,no era mayor problema.Los cuatro comandos de incopetentes tampoco y su jefe,el de los taldes,menos que ya se arrugo ante nuestro requete antes de dar el saltito a la banda
Cuando tras un atentado,no recuerdo exactamente a quienes asesinaron, el entonces jarraichu llamaba a los asesinos gudaris y patriotas en una conversacion arropado por dos individuos mas de la secta..y Mclintock le aclaro que eran ASESINOS…como se puso el tontito de el,le hervia la sangreLos ojos se le inyectaban en sangre jajaja lo recuerdo como si fuese ayer,se le inflamaba el rostro y las venas del cuello parecia que explosionarian jeje los dos coleguillas le sujetaban con fuerza para que no se lanzase contra Mclinton..no como un acto civico de convivencia sino porque sabian lo que iba a suceder y es que el unico que no lo sabia era Gorka, hasta que uno de sus amiguetes le susurro algo al oido y el susodicho entro en un estado de paz y sosiego asombroso...
Que hicieron pensar a nuestro carlista que este chico como actor no tenia precio pero como guerrero si, uno muy bajo..en fin se de buena tinta que Mclintock se arrepentira toda la vida de no haberle arrancado los dientes para facilitar su posterior identificacion.
Como decia que me disperso..Mclintock se aburria pues su amigo estaba en el coche,los cuatro comandos que quedaban eran unos aficionadillos y el sol brillaba con mas fuerza pero ...la negra seguia con el vete a tu casa y Mclinton pensaba..que si mujer,que ahora mismo voy...si lo estoy deseando…tardare veinte minutos…ahora que, fijo tu tardas mas jeje ya empezaba a asomarle la sonrisilla de lo surrealista del eslogan cuando les dijo a los chicos de madrid en alta voz asegurandose que oyesen su tremendo acento desde la otra acera..por que estamos tan callados?que nos van a hacer?tirar una lanza?o que?la carcajada fue general y entablaron una animada conversacion haciendo chistes al respecto...y mirando a la enmudecida y diria tambien avergonzada,cuadrilla de borregos...el efecto del cometario fue pavoroso entre las filas de la beltza y entre que se hacia la hora de ir a comer, que el fervor nacionalista se lleva mal con las penalidades, y el cachondeo, risas y animada charla de la acera de Mclinton,los neovascos se diluyeron entre las calles de la empinada y armera villa.
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