Efectivamente este es un "imbécil de baba", él si que es un traidor, él si que es un mercenario, él si que es un apátrida. Pero babea su veneno en medio de su impotencia y su rechinar de dientes. Afortunadamente es un "don nada", y el mejor favor que se podría hacer a sí mismo sería el cerrar sus maletas y tomar el camino de la frontera más próxima para no volver a España "jamás de los jamases". Mientras tanto, esperemos que le dé un "jamacuco" que lo deje listo para jugar en alguna selección de petanca.