Mas allá de las blasfemias que suponen muchos de estos comentarios, hay detrás de todo ello una notable mala intención y supina ignorancia.
Se pretende revivir las teorías gnósticas, que provienen de los escritos y "evangelios gnósticos" que ya fueron tratados entre otros por los Santos Padres.
Para peor, los comentaristas no tienen la menor idea de las tesis gnósticas, y tampoco van a sus fuentes.
Tan sólo repiten los "refritos" de los "refritos" y ni siquiera eso lo hacen bien.
Toda la "cultura" de estos pasquineros que en realidad son cagatintas, proviene de obras tales como "El Código Da Vinci",
Lo lamentable es que no encuentren la debida respuesta del lado católico, que -si nos descuidamos- en determinados sectores modernistas está empezando a ser aceptadas.
En el mamarrachento libro, "El Código Da Vinci", se habla de la unión entre Jesús y María Magdalena, acotándose que, "esto proviene del Evangelio de María Magdalena" y se le atribuye que de ese "matrimonio" nacieron hijos.
En realidad, esto supuestamente provendría, de los libros gnósticos hallados contemporáneamente en Egipto, que son el "Evangelio de María" y el "Evangelio según Felipe".
Pues bien, del tan cacareado y poco leído "Evangelio de María", en rigor no se desprende que Jesús se haya unido, ni que tuviera hijos, ni que hubiera amado a María Magdalena con amor concupiscible.
A su vez, es indispensable meritar que se trata de un escrito gnóstico, con todo lo que ello implica dentro del esoterismo y las herejías, que a su vez, no esta completo y del cual solo se desprende que:
"El Salvador amaba más a María que a las otras mujeres"; y más adelante se indica que Levi, menciona que por encontrarla más digna: "el Salvador... la amó más a ella que a nosotros" ; por lo que propone -Levi- que esta actitud los debe avergonzar y hacerlos revestir "del ser humano perfecto".
En cuanto al evangelio gnóstico de Felipe, el autor relata que Cristo amaba a Magdalena mas que a todos los otros discípulos, a lo que el Señor responde:
"Porqué no los amo como ella? -Si un hombre ciego y uno que ve están juntos en la oscuridad, no se diferencian unos del otro. Cuando llega la luz, entonces aquél que ve, verá la luz y el ciego permanecerá en la oscuridad" (Evangelio de Felipe 64, 1-10).
En definitiva, según este texto gnóstico, se señalaría una mejor disposición espiritual de María Magdalena para "ver la luz", que los discípulos.
Esto en todo caso, solo supondría una invitación a los discípulos para que "vean", cómo María Magdalena.
En el mentado Evangelio de Felipe se indica que María Magdalena fue llamada la "Compañera de Jesús"; junto con María, la madre de Jesús; y que siempre se encontraba con El.
En un pasaje se indica que "solía besarla..." (Evangelio de Felipe 63,34-35).
Aquí está el tema del significado del beso.
En primer lugar, debe aclararse que el texto del Código Nag Hammadi, no indica dónde la besaba.
Es decir que Jesús puede haber besado a María Magdalena en la frente o en la mejilla.
Sin embargo, se le suple en las traducciones lo que no está en el texto, y se sostiene que la besaba en la boca.
Sin perjuicio de ello, aún cuando así hubiere sido; este "beso" no debe ser entendido en sentido sexual, sino espiritual, (el beso santo o sacro).
A propósito de ello se puede citar a modo de ejemplo, el beso en el Cantar de los Cantares, que comienza con:
"Oh! si El me besara con besos de su boca".
También se debe tener en cuenta la Epístola de San Pablo en la que recalca:
"Las iglesias de la provincia de Asia les envían saludos. También los saludan en el Señor, Aquila y Priscila, junto con los hermanos que se congregan en su casa. Todos los hermanos les envían saludos. Salúdense los unos a los otros con el beso santo. Este es mi saludo" (1 Corintios 19-21);
Asimismo en Romanos 16 16:
"Salúdense los unos a los otros con un beso santo.
Todas las iglesias de Cristo les mandan saludos".
De allí proviene el ósculo de la paz tan usado en la Iglesia primitiva.
Finalmente podemos recordar el beso de Judas Iscariote a Jesús, con el cual lo va a entregar, y que hará exclamar a Jesús: "Traicionas al Hijo del Hombre con un beso?" (Lucas 22-48).
En fin, ya me he extendido en demasía.
Cordiales saludos.
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