Por si te sirve de algo, en los últimos meses de la Cruzada 1936-1939 la aviación Nacional lanzaba octavillas sobre la retaguardia roja intentando la capitulación de sus miembros. A los rojos se les decía que, si no tenían delitos de sangre, nada habían de temer de la justicia del Caudillo; a los anarcos, que la mayoría de sus reivindicaciones estaban recogidas en el programa de la Falange...
Ahora, que algún anarco documentado me lo desmienta.
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