Esas manchas en las paredes están puestas por media docena de descerebrados. Posiblemente no pasen de una edad de quince o dieciséis años, serán parte del fracaso escolar y de Historia no saben más que aquello que les hayan lobotomizado en sus débiles mentes. No obstante, la situación se está agravando por días y mucho me temo que vayamos a asistir a acontecimientos que no nos van a gustar nada. La cuestión también radica en qué tipo de reacciones puedan llegar a producirse y es que nunca se sabe como se reacciona hasta que se llega a situaciones límites. Llevamos ya muchos años de panzismo, de "bondad" económica que ha permitido a mucha gente hacerse con propiedades con las que antaño ni soñaban, y ahora hay nubarrones cada vez más negros. La llamada CASTA es uno de esos nubarrones, pero en la izquierda hay otros igual de perversos. Y es que cuando un tiparraco afirma que "España necesita una pasada por el leninismo", y ese tiparraco encabeza una formación política cada vea más peligrosa y amenazante, significa que la hora de engrasar el trabuco del abuelo, cuando estaba en la partida de la montaña, para ¡pim, pam, pum! está cada vez más cerca.