Re: Sobre los fastos democráticos.
"Por la boca muere el pez", y es que todo lo que no sea Historia es Demagogia. A estas alturas el presente Jefe de este Estado ha caído finalmente en las redes de los enemigos de España, redes a las que van todos los besugos o sardinas, pues al condenar el Régimen de Franco, ha validado la Segunda república, esa misma que empujó a su bisabuelo al exilio junto con toda su familia. Y olvida el actual Jefe de "este" Estado "vigente", que ese mismo "dictador", haciendo encaje de bolillos con las leyes y con la Historia trajo la actual "secuencia" dinástica de esta "pseudomonarquía, la cual él personalmente encarna, y es que si bien las intenciones eran las opuestas, el tejido no lo pudo escoger de peor calidad. Olvida el actual Jefe de "este" Estado que la II República llegó mediante dos fraudes electorales consecutivos, una toma del poder civil, instaurando un Estado fallido, violentando la constitución vigente en aquél malhadado año, e instaurando un régimen clasista, revolucionario y criminal, tal como en poco más de cinco años quedó suficiente y sobradamente demostrado.
Ignora el actual Jefe de "este" Estado que "su régimen", el vigente, el cual él preside, ha vuelto a dividir a España de forma enconada, tanto que en su discurso olvidó que una gran parte del pueblo no lo quiere, unos por una razón y otros por otra, y que entre los que lo aplauden y rechazan, hay ya tres Españas. Olvida el mencionado señor que "su régimen" se ha mostrado incapaz de generar un régimen sostenido por una verdadera sociedad civil, la misma que si generó la "Dictadura", al unificarla por el centro y dando la estabilidad rota desde el nefasto reinado de Fernando VII, el traidor. Así pues, claro que quien cría cuervos acaba quedándose sin ojos, como quien siembra tempestades, el anterior Jefe de este Estado y su pandilla de traidores y renegados, acaba recogiendo huracanes. Ahora sólo hay vientos todavía, vientos que añaden todos estos picatotes parasitarios políticos que tenemos la desgracia de soportar y sostener, como quien mantiene a un hijo idiota perdido y una fulana como querindonga, pero a nadie se le escapa que todo lo que empieza, acaba, que todo lo que sube, baja, que todo lo humano tiene límites, y que la copa está rebosando ya. Al final, la Historia se encargará de poner realmente a cada uno en su sitio, y el de todos éstos está en los retretes y las alcantarillas.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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