3Víctor
Technica Impendi Nationi
Bueno, hasta cierto punto es un problema menor, ya que España existe con con un Estado, con muchos o con ninguno, y por cuestión de lógica e historia se terminaría reimponiendo la unidad política en no mucho tiempo.
Es más preocupante la desaparición definitiva de toda referencia (exterior e interior)a aquello que para nuestros padres era verdaderamente importante. Aunque la unidad política sobreviva, España sólamente será una cáscara sin más interés.
Aquí corresponde hablar de aquella horrible y nunca bastante execrada y detestable libertad de la prensa, [...] la cual tienen algunos el atrevimiento de pedir y promover con gran clamoreo. Nos horrorizamos, Venerables Hermanos, al considerar cuánta extravagancia de doctrinas, o mejor, cuán estupenda monstruosidad de errores se difunden y siembran en todas partes por medio de innumerable muchedumbre de libros, opúsculos y escritos pequeños en verdad por razón del tamaño, pero grandes por su enormísima maldad, de los cuales vemos no sin muchas lágrimas que sale la maldición y que inunda toda la faz de la tierra.
Encíclica Mirari Vos, Gregorio XVI
Miembro graduado
Donoso, creo que tienes razón, pero hay un matiz importante, hay que presentar batalla, no podemos parecer dormidos ni resignados. La situación de España es la que es por que han fallado todas aquellas fuerzas que en otros tiempos la sostuvieron, La Iglesia, la Familia, el espiritu de la milicia, todo ello está en crisis permanente, y sus esencias en retirada ante el dogmatismo y el totalitarismo de la actual democracía. Tenemos que luchar por restablecer, poco a poco, condiciones que permitan el resugir de las Españas, por eso desde ya es importante organizarnos y presentar combate
Un saludo en Xto. Rey
Technica Impendi Nationi
Totalmente de acuerdo Sixtino, simplemente lo decía por recordar (hay que hacerlo de vez en cuando) que la Patria es importante pero no es lo más importante de todo.
En efecto, la lucha para tratar de devolver las cosas a su esencia existe, con discrección pero sin pausa.
Aquí corresponde hablar de aquella horrible y nunca bastante execrada y detestable libertad de la prensa, [...] la cual tienen algunos el atrevimiento de pedir y promover con gran clamoreo. Nos horrorizamos, Venerables Hermanos, al considerar cuánta extravagancia de doctrinas, o mejor, cuán estupenda monstruosidad de errores se difunden y siembran en todas partes por medio de innumerable muchedumbre de libros, opúsculos y escritos pequeños en verdad por razón del tamaño, pero grandes por su enormísima maldad, de los cuales vemos no sin muchas lágrimas que sale la maldición y que inunda toda la faz de la tierra.
Encíclica Mirari Vos, Gregorio XVI
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