Deportes “extremos”: ¿podrían considerarse tentativas de suicidio?; la Iglesia no sabe nada
De unos años acá, con la facilidad en viajes e imitación de extravagancias foráneas, se han puesto de moda diversas formas de “descargar adrenalina”, como dicen, que constituyen lo que llaman “deportes extremos” o de riesgo extremo, en que el daño que puede acontecer por un fallo acaba inexorablemente con la vida del imbécil (o imbécilas, que también son legión) que lo practica.
El riesgo, además, aumenta con el tiempo y la práctica del especialista ya que, las "sensaciones fuertes" se acentúan con el mayor avance en la temeridad (abrir el paracaídas cada vez más tarde, tirarse cada vez a mayor altura, cada vez con menor protección, etc). Por eso es mayor el riesgo en los veteranos que en los principiantes. Casi todos la acabarán palmando antes o después.
Tales “deportes” son, los siguientes, más o menos:
https://cuidateplus.marca.com/ejercicio-fisico/2016/08/28/deportes-riesgo-quien-hacerlos-114167.htmlSobre tierra podemos encontrar ejercicios adecuados a cada tipo de medio: esquí fuera de pista o heliesquí, esquí con parapente o snowkitting, skateboarding, espeleología, descenso de barrancos o cañones, escalada libre, alpinismo, escalada en hielo e, incluso, el popular parkour. Por mar existen algunos tan dispares como surf con tiburones, practicado en Durban, Sudáfrica, o en Australia; esquíacuático, kitesurf, kayak, buceo en cuevas y rafting.
Y por aire encontramos: ala delta, paracaidismo desde un punto base, un edificio o un avión, puenting, vuelo libre con alas o wingfly.
Todos los deportes extremos conllevan cierto riesgo e, incluso, pueden propiciar accidentes, mortales o no. El boxeo, la escalada libre y el alpinismo están entre los diez deportes de riesgo más peligrosos. Los porcentajes de mortalidad sobre cada una de las disciplinas denotan su nivel de peligrosidad.:
- Deportes de riesgo en aire: el ala delta cifra una muerte cada 550 vuelos; el salto base, una muerte cada 2.300 saltos, lo que representan 200 personas en los últimos 30 años y el paracaidismo causa una muerte cada 75.000 saltos. “La escalada libre o integral tiene una tasa de una muerte cada 27.000 ascensos”, apunta el experto.
- Deportes de riesgo en agua: el rafting en aguas blancas con rápidos de grado 5 o superior es una de las prácticas con mayores tasas de mortalidad, según señala el experto.
El surf y kitesurf llevado a condiciones extremas de viento o tormenta alcanza porcentajes mayores de mortalidad, al igual que el buceo en cuevas.
- Deportes de riesgo en tierra: en palabras del experto, las montañas suponen el mayor peligro de entre todos los demás entornos para los deportes extremos. “De cada 6 intentos de escalar el Everest una persona fallece por hipotermia, edema de pulmón, ceguera por quemaduras corneales, congelación o neumonía”, añade.
No es el único, ya que la cima de la montaña Annapurna, el primer ochomil, tiene una mortalidad de casi el 40 por ciento, es decir, por cada dos ascensiones se produce una muerte.
Estas cifras no solo abarcan a deportistas principiantes, ya que los expedicionarios de Nepal, denominados himalayistas, se calcula que presenten una muerte de cada 170 subidas. En definitiva, las tasas de muerte en deportes de montaña son de una de cada 1.750, es decir, que cada año mueren en la alta montaña más de 40 personas. Superan la mortalidad por accidentes de tráfico.
Como es de esperar, a la página aquí consultada le parece magnífico practicarlos; solo pone reparo en que "no son aptos para todos" y que debe tenerse cuidado.
Cuando algún cretino de ésos la palma, estrellándose en el fondo del precipicio por fallo de cálculo o de precisión, quedan, como puede imaginarse, hechos puré; a continuación ha de ir la Guardia Civil, ambulancias, etc a recoger sus menudillos (por cierto, ¿quién paga esos servicios de rescate? ¿es que la Guardia Civil ha de estar disponible para semejantes irresponsabilidades, desatendiendo otras urgencias?, la cosa sucede a menudo rescatando aventureros espeleólogos).
Muere el presentador y aventurero X (Europa Press)
El cocinero X fallece practicando salto base
Muere X a los 51 años mientras practicaba «Wingfly»
Cuando la prensa normal da la noticia del saltador hecho puré entre los peñascos (no esperemos jamás leer tal cosa), edulcora el hecho sistemáticamente (el famoso manual de estilo correctísimo) indicando que Fulano “murió (o falleció) practicando su deporte”, induciendo a alguien que no esté al tanto a que Fulano debió fallecer de algo así como infarto, insolación...
O bien dicen que Fulano falleció en “accidente”. Lo que entraña una mentira, pues los accidentes no se practican por afición, como en el caso de esta gente.
Lo correcto refiriéndose a muerte violenta es usar el verbo matar, y cuando es resultado de la acción imprudente de uno, el verbo es "matarse": Fulano "se mató" en accidente (no: "murió" en accidente), etc. Pero no esperemos que usen el verbo matar, les suena muy duro y tienen que minimizar los impactos verbales.
Así pues; se mataron temerariamente por su exclusiva culpa, habiéndose expuesto a algo semejante o equiparable a suicidio.
Y a todo esto, se supone que alguno de estos descerebrados irá de católico o al menos tendrá algún resabio de catolicismo.
Estaría bien que aparte de aparte de suicidios, abortos y eutanasias la jerarquía que se dice católica condenara este tipo de deportes que contra el aburrimiento procuran “subidones de adrenalina”, como dicen, que no pasan de ser moralmente tentativas de suicidio.
Ni se conoce haber denegado funerales a este tipo de deportistas "suicidas", ni es imaginable esperar que en las homilías haya la menor reprimenda del cura al respecto, nada menos que a gente tan "maja" y tan "sana" como los deportistas. ¿Verdad que no?
Y lo mismo, las autoridades civiles, que ya que no prohibirlo, al menos, deberían obligar a esta gente a tener seguros privados para que, caso de tenerlos que recoger hechos papilla en sitios dificultosísimos e inaccesibles, los gastos de transporte del puré orgánico y limpieza y adecuación de la zona, corran a costa suya.
Y eso, aparte de que al precipitarse al abismo no maten de pasada a algún infeliz paseante desprevenido de lo que le cae encima.
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Última edición por ALACRAN; 11/03/2021 a las 20:39
"... Los siglos de los argumentadores son los siglos de los sofistas, y los siglos de los sofistas son los siglos de las grandes decadencias.
Detrás de los sofistas vienen siempre los bárbaros, enviados por Dios para cortar con su espada el hilo del argumento." (Donoso Cortés)
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