El Duce debió fundar la RSI, por la traición de parte de los fascistas, incluido su propio yerno el Conde Ciano, del Rey y la monarquía, de gran parte del ejercito, de lo que podríamos denominar la democracia cristiana, y de los conservadores, todos de la "derecha".
Cuando ya todo estaba perdido, el sector de la Iglesia que pudo salvarlo, lo abandono a su suerte, es decir lo dejaron en manos de los partisanos, que dependían de Londres y Moscú que eran aliados.
"Yo no lo conozco", y El Duce comenzó su calvario final.