Coincido contigo. Es verdad que es complicado por el tema del apego que tenemos a las costumbres (yo el primero), pero lo veo positivo y me atrevería a decir que hasta necesario para la iglesia modernizarse un poco en estos aspectos, sin renunciar a sus bases obviamente. Más en estos días que la iglesia pierde fuerza y recibe ataques por todas partes.

Un saludo