Pues en el "servicio" religioso al que asistí por curiosidad en la catedral no había guitarras, sinó un órgano y canto coral; pero lo decadente era la total falta de signos litúrgicos, de sacralidad...todo se movía en una falta de "PRESENCIA", me daba como la sensación de un rito seco, muerto. El pastor sin ornamentos (solo un alba), sin ninguna genuflexión en todo el acto, ningún gesto litúrgico. Y eso que el altar sigue pegado a la pared, la gente se acerca a "tomar el pan y el vino" de rodillas, y el pastor predicó desde el púlpito elevado (recuerdo que era la catedral); pero con todo se percibía un culto muerto, plano, SIN MISTERIO. La asistencia era ridícula, muy escasa.
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