NOSTALGIAS MERIDIONALES DEL SOMONTANO DE HUESCA
VISIÓN DEL SOMONTANO OSCENSE
Las blancuras de la nieve
Los ojos me ofuscaron
En el Somontano de Huesca,
Mientras oía extasiado
Nombres vascuences
Que apellidan despoblados.
Perpetuas nieves
Como ausencia de años...
Las tristezas habrán de ser leves
En esos recios caseríos maños.
El manto de la nieve,
Cobertor del Somontano,
Es un firmamento de estrellas
Cuando al pormenor lo miramos.
Nieve...
Cayendo de nubes bajeles,
Grandes como borrascas montesas...
Montañas nevadas que cubren la yerba,
cara al sol con la camisa vieja.
Considerando mis días,
He ignorado hasta hoy
Que al día aciago
El feliz le sucede,
Como el trueno rompe y cede
A la zaga del relámpago.
Nieve y frío van de la mano
por los barrancos blancos
del Somontano.
Nieve blanda en la mano,
Geometría gélida,
Oculta a los ojos laicos.
Secretas galaxias
De microscópicos palacios
Por ángeles habitados.
Y es una divina geometría
La que se nos oculta en el evento,
Y bajo la crónica que de él,
Torpes, nosotros glosamos.
Ningún día es bueno,
Ningún día es malo.
Del mortal depende
Hacer sus días propicios,
Benditos o emponzoñados;
Cuando bendices el almíbar
Puesto en tus labios,
Y bendices también el acíbar
Que de los necios hace sabios...
Todos los días son la obra de Dios,
de un Dios que endereza el hierro
sirviéndose de nuestras febles manos.
Panorámica del Somontano.
Más frías que tú, mis manos
Toman porción de tu nieve.
Mis manos negadas a todo calor humano.
Nieve y frío van de la mano
flotando sobre los níveos mantos
del Somontano.
Yo voy solo,
frotándome mis solas manos.
Cuando mis ojos en tus albas nieves
Se graduaron
Volví a ver las veredas
que pisan tus paisanos,
con pies sosegados.
Yo te camino y mis pies
huellan en la nieve,
Somontano de Huesca...
Cuando la nieve celebra sus bodas
Con el frío de las laderas.
Maestro Gelimer
LIBRO DE HORAS Y HORA DE LIBROS
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