Por lo visto, los vecinos de la zona llevan tiempo reclamando que el Ayuntamiento se haga cargo del antiguo colegio y lo utilice para dotar de servicios al barrio, que buena falta le hace. Por ahora el Ayuntamiento ha hecho oídos sordos a esa demanda vecinal. A ver cuanto tarda en arrodillarse ante las exigencias musulmanas.
Sobre el islam en Aragón, en la prensa regional venía estos días también que son ya más de mil los alumnos que solicitan clases de religión musulmana en los centros escolares aragoneses. Vaya futuro inmediato que nos espera.
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