La Reina Juana I de Castilla:
Mujer fatal, mujer leal



Juana de Trastamara fue la segunda hija de los 5 hijos que tuvieron los Reyes Católicos: el infante D. Juan, heredero de las Coronas de Castilla y de Aragón, y las infantas Isabel, Juana, María y Catalina de Trastamara.


Sin duda, los RRCC han pasado a la Gran Historia Universal como los unificadores de los distintos reinos que configuraban las Españas, constituyendo de facto la primera unificación nacional de Europa, bajo la forma monárquica, además de por otros acontecimientos históricos que cambiaron la Historia de la Humanidad: el descubrimiento de América, la expulsión de los musulmanes y de los judíos no conversos de la Península Ibérica, la implantación en Castilla y Aragón del Tribunal del Santo Oficio, más conocido como Tribunal de la Inquisición, para luchar contra la herejía, por la expansión del cristianismo al continente africano, .... Todo lo cual, les hizo los reyes más universalistas de la Historia, al patrocinar, promover e impulsar empresas pioneras en tres de los grandes continentes de nuestro planeta.

Sin embargo, parece evidente que su vida, a semejanza de la de sus súbditos, no fue nada fácil: su matrimonio y su ascenso a las respectivas Coronas no fueron procesos normales y ordinarios. Mas al contrario, tuvieron que conquistar los respectivos derechos al trono, haciendo una serie de capitulaciones, gracias a las cuales se pudo conseguir la unificación de la mayor parte de los reinos ibéricos -decimos la mayor parte, porque los reinos de Portugal y de Navarra seguían sin adherirse a la Corona "unificada", en el momento de las capitulaciones, junto al Reino nazarí de Granada-, lo cual fueron consiguiendo a lo largo de su reinado mediante métodos diversos: conquista, política matrimonial, ... Sin embargo, en el asunto del reino lusitano no pudieron alcanzar el objetivo, por unas u otras circunstancias.

Tampoco la vida familiar tuvo que ser nada placentera: si observamos la Historia, resulta sencillo percibir las vicisitudes familiares que tuvieron que soportar y superar, especialmente, en el cuatrienio que va desde 1497 a 1500, año de nacimiento de su nieto el Príncipe Carlos de Gante, futuro Carlos I de España y V de Alemania.


En el año 1490, justo dos años antes de la Conquista de Granada y del Descubrimiento de América, la familia real de Castilla y de Aragón estaba ya configurada con 1 hijo varón y sucesor de ambas Coronas, el infante D. Juan y 4 hijas: Isabel, Juana, María y Catalina que eran unos "activos fabulosos" para establecer las relaciones oportunas con las distintas casas reales europeas de la época.

Efectivamente, la infanta Isabel, la primogénita, se casó en 1490 con el príncipe heredero de la Corona de Portugal. Sorpresivamente, el infante portugués falleció por lo que los Reyes Católicos no tuvieron ningún empacho, en que su joven hija se casara en 1497 con el que hasta entonces había sido su suegro, que también estaba viudo, el Rey de Portugal D. Manuel, que también tenía un grave problema: no tenía sucesor.

Para no alargarnos demasiado, diremos que la Infanta Isabel de Trastamara consiguió darle un hijo varón a D. Manuel, muriendo en el empeño, puesto que falleció en 1498. Al infante portugués le llamaron D. Miguel. Curiosamente, cuando nació el infante D. Miguel, el infante D. Juan, único hijo varón de los RRCC, había fallecido 6 meses después de su boda con la infanta María de Austria, hija del emperador Maximiliano de Austria, lo cual significaba que la nueva heredera de las Coronas de Castilla y de Aragón fuera la infanta Isabel, con las reticencias de las Cortes de Aragón que no contemplaban que la sucesión de su Corona recayera en una mujer. Pero la infanta Isabel murió poco después del parto y sus derechos sucesorios a ambas monarquías se trasladaron a su hijo el infante D. Miguel de Portugal. Ello supuso que todos los reinos ibéricos se unificaban en la cabeza de dicho infante, consiguiendo uno de los objetivos más ambiciosos de la política interior de los RRCC, a pesar de que el Reino de Navarra, aún estaba desgajado, puesto que tenía su propia soberanía, estando más próximo a la Corona Francesa que a sus convecinas de Castilla y de Aragón.

Da la impresión que los designios históricos no estaban por la labor de tamaña empresa unificadora, puesto que el infante D. Miguel de Portugal, nieto de los RRCC, fallecería en el año de 1500, poco tiempo después de su nacimiento, y proclamación como príncipe heredero de las Coronas de Castilla, Aragón y Portugal. Este suceso obligó a los RRCC a pensar en otra alternativa, no cejando en su empeño de unir Portugal a sus reinos. Nuevamente, no les debió temblar el pulso para arreglar la boda de la tercera de sus hijas, la Infanta María, con su consuegro, primero y yerno después, el rey viudo de Portugal.

Es entonces, cuando sin comerlo ni beberlo, entra en escena nuestra protagonista: desaparecidas todas las soluciones posibles articuladas y amparadas por las legislaciones correspondientes, le cayó en suerte a la infanta Juana, la "ventura" de la sucesión de los RRCC.

La infanta Dª Juana ya estaba casada antes del cuatrienio maldito de la familia real castellano-aragonesa (1497-1500) porque en 1496 había contraído matrimonio, en la ciudad de Lila (Lille) con el primogénito del emperador Maximiliano de Austria, de nombre Felipe apodado "El Hermoso", a la sazón, soberano de los Países Bajos, después que se había quedado huérfano de madre en 1482.

En cuanto a la cuarta hija, la infanta Catalina, la menor de todos los hijos de los RRCC casó en 1501 con el infante inglés Arturo, príncipe de Gales, que también murió prematuramente. Catalina volvió a casarse en segundas nupcias con el nuevo príncipe de Gales (recuérdese que el príncipe de Gales es el heredero de la Corona británica), Enrique, coronado rey de Inglaterra en 1509, que provocó la ruptura con la Iglesia, precisamente, porque el Papa no reconoció el repudio de la infanta Catalina para poder contraer matrimonio con su cortesana, Ana Bolena, iniciándose la historia del Anglicanismo, que hoy perdura.

Curiosamente, el 12 de octubre de 1504, en el duodécimo aniversario del descubrimiento de América por Cristóbal Colón y los que le acompañaron, la Reina Isabel La Católica otorgó testamento, después de una vida bastante penosa, y no sintiéndose muy satisfecha con lo que había de venir, al contemplar la enajenación mental, desarreglo, y deterioro personal de su desdichada hija. Ante este panorama, mediante el testamento otorgado se formalizaba la condición de Dª Juana de heredera de Castilla, ordenando a su yerno y marido de la infanta, Felipe el Hermoso, que respetase la leyes, fueros y costumbres de la Corona de Castilla. Parece obvio la escasa confianza que le inspiraba a la Reina el marido de su hija.

Pero en el mismo documento testamentario, la Reina nombraba Regente al Rey Fernando El Católico, hasta que el nieto de ambos- el infante Carlos de Gante, hijo primogénito de Felipe y de Juana- cumpliera la edad de 20 años y viniese a Castilla para regirla y gobernarla.


DOÑA JUANA REINA DE CASTILLA Y DE ARAGON

Por mor del destino la infanta Juana fue Reina de Castilla y de Aragón, de Granada y de Navarra. En realidad, bajo su cabeza sí se unificaron todos los reinos de las Españas, siendo, desde el punto de vista jurídico la primera Reina de España.

Efectivamente, los RRCC, cada uno por su lado, tuvieron que recurrir a su hija "maldita" como auténtica heredera y sucesora de ambas monarquías. En definitiva, fue la primera reina, única. Con ella se acabó la bicefalia de todos los territorios de Castilla y de Aragón, más los de Granada y Navarra.

Sin embargo, la fatalidad volvió a cruzarse en su camino, porque no pudo ejercer de Reina. Debido a sus problemas psicológicos, la declararon incapaz para regir Castilla, "de facto" pero no "de iure", y tanto su madre la Reina Isabel como su padre el Rey Fernando, instituyeron sendos regentes en sus reinos hasta que el nieto de ambos, el príncipe Carlos alcanzara la edad de 20 años.

Veamos algunos datos biográficos de Dª Juana para constatar de qué forma y en qué medida influyó el devenir de los acontecimientos vitales, para verificar nuestra tesis de que la nota dominante en la vida de Juana La Loca fueron la lealtad y la fatalidad en que se tradujo su coherencia personal.

Ø Nace en Toledo en 1479 y muere en Tordesillas en 1555. Es decir, que tuvo una vida muy longeva para la esperanza de la vida de la época. A modo de referencia, considerar que la Reina Isabel la Católica murió cuando tenía 59 años de edad, que también era una edad bastante superior a la esperanza de vida media en aquellos tiempos; y su padre el Rey Fernando el Católico murió cuando tenía 64 años de edad.

Este dato de la longevidad, consideramos, a nuestro parecer, que es la primera connotación fatal de su existencia, porque si bien aparentemente no dice nada acerca de tal aserto, ciertamente su supervivencia la hizo merecedora de ser la heredera forzosa de las Españas, y sus padres pudieron legitimar tal herencia en la figura de su hijo y nieto de aquéllos, el príncipe Carlos de Gante, futuro Carlos I de España y V de Alemania.

Ø Se casó, o mejor dicho, "fue casada" con el Archiduque de Austria Felipe de Aubsburgo, más conocido como Felipe el Hermoso, hijo del emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Maximiliano I de Austria y de María de Borgoña (hoy región de Francia, pero entonces ducado independiente). Los esponsales se celebraron en la ciudad de Lila (quizás es la castellanización de la ciudad del Norte de Francia, casi limitando con Bélgica, Lille?) el 24-06-1496, día de San Juan. Como quiera que su marido, el Archiduque, se quedó huérfano de madre en 1482, se convirtió en el soberano de Flandes, lo que significó que Juana tuviera que residir en aquel territorio, junto a su marido. Estaba claro, que los RRCC nunca vieron en su hija Juana la solución última a sus problemas sucesorios. Precisamente, en Flandes, en la ciudad de Gante, el 24-06-1500, justo cuando se cumplía el cuarto aniversario de su boda, dio a luz a su primer hijo, que ni de lejos pudiera pensarse fuera el verdadero heredero de lo que heredó, estando en vida su madre.

En cualquier caso, fue proclamada y reconocida heredera de los Reinos de Castilla y de Aragón por las Cortes de Castilla, celebradas en Toledo, recibiendo ambos esposos el mismo homenaje en Zaragoza por las Cortes de Aragón. Una vez cumplidos con estos actos simbólicos, pero necesarios para la legitimación de las monarquías ante los súbditos, el Archiduque no dudo en dejar a su mujer embarazada junto a sus padres, los RRCC, en la ciudad de Alcalá de Henares, trasladándose a Flandes sin esperar al alumbramiento del segundo de sus hijos. En efecto, el día 10-05-1503, poco antes de la muerte de su madre la Reina Católica, vino al mundo su segundo hijo, Fernando, que luego se convertiría en Fernando I de Alemania, al abdicar su hermano, el Emperador Carlos V, en él.

Fijémonos, que Juana fue madre de 2 emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico, el mayor de los honores en la época, sucesores y continuadores de la obra carolingia, iniciada por Carlomagno en el año 800 cuando fue coronado por el Papa como rector y continuador del Imperio Romano arrumbado en el siglo V de nuestra era.¿Qué mayor orgullo: Reina de las Españas, dos hijos emperadores, 6 hijos?

Desde este momento, quizás por sufrir lo que ahora se tipifica como depresión posparto, su vida inició una singladura hacia la desgracia:
· Según los cronistas de la época, parece que empezaron a manifestarse síntomas de enajenación mental provocadas y agravadas por las ausencias prolongadas e infidelidades de su marido Felipe Hermoso, que ya eran de dominio público.
Parece que las razones básicas de la caída en esa situación depresiva no eran otras que el gran apasionamiento que sentía por su marido y el desprecio correlativo que éste sentía por la princesa castellana, sumiéndola en una impotencia personal absorbente, posesiva y obsesiva, en donde los celos debían jugar un papel primordial.

· Cuentan que su única obsesión era regresar a Flandes al lado de Felipe (cosa harto razonable y nada irracional) pero su madre, sin duda para protegerla, la persuadió para que no viajara, fundamentalmente por el estado de deterioro físico y mental en que parecía encontrarse, convenciéndola para que se refugiara en Medina del Campo.

· Sin embargo, parece que su comportamiento actuaba en su contra, desde la mirada de los "cuerdos": Cuentan que una noche del duro invierno mesetario, intentó huir de la ciudad medinense a pie, sola y desabrigada, pero fue alcanzada a tiempo por sus servidores antes de abandonar el núcleo urbano de Medina del Campo. Mas no pudieron conseguir que volviera a entrar en palacio, pasando toda la noche a la intemperie y a pie firme, temblando de frío y de cólera, por la aventura frustrada. (cosa hasta cierto punto razonable, pero, al mismo tiempo negativa para ella, porque los demás tuvieron otro motivo para reafirmarse en su idea de que estaba absolutamente loca, por su comportamiento errático, intempestuoso e irracional. La decisión a tomar resultaba fácil: debía seguir recluida, para curar ese mal de amores que la anulaba y la descomponía. No obstante, las crónicas no cuentan que su negativa a recibir alimentos, -hoy denominadas huelgas de hambre- lo utilizaba como medida de presión para conseguir sus objetivos, como medida de protesta).

· En los días siguientes, a esa noche de perros que debió pasar, se negó a tomar alimento así como a descansar en su lecho, lo que obligó a sus cuidadores a avisar a su madre, la Reina Isabel, a fin de que acudiera al lado de su hija, porque no conseguían hacer carrera de la princesa. En este caso, la Reina dejó por un momento sus funciones de tal y acudió al lado de su hija, a pesar de encontrarse enferma y anciana, (le quedaba menos de 1 año de vida) y, a la postre, permitió que su afligida hija viajara a Flandes, para que se topara con el comportamiento desleal del Archiduque para con su esposa y sus hijos.

· El 01-03-1504 partió para Flandes, dejando a su madre casi en la agonía. Conseguido su objetivo vital: regresar junto a su marido, las cosas no le fueron nada fáciles. A la infeliz princesa no se le acabaron los disgustos, sinsabores e insatisfacciones personales. Ahora los celos eran más intensos y complejos, consecuencia de los devaneos de su marido y cuando estaba en ese "sinvivir", murió su madre el día 27-11-1504, casi 9 meses después de su partida de Medina del Campo.

· Muerta la Reina, los castellanos gritarían ¡VIVA LA REINA!, al ascender Juana I de Castilla al trono. Es el sino de los reyes, pierden un ser querido, el más querido, pero no tienen un segundo para asimilar su ausencia. De inmediato han de pensar en el reino. Así sucedió con Juana. En la ciudad de Toro se reunieron las Cortes de Castilla el 11-05-1505 a los efectos de proclamarla Reina de Castilla, tal y como había decidido su madre en su testamento. Excelente noticia, sin duda, desde el punto de vista institucional y representativo: ser la nueva Reina de Castilla.

· Nuevamente, la fatalidad se cruzaba en su camino: acto seguido a ratificarla como Reina de Castilla, se iniciaba el período de Regencia de su padre, Fernando el Católico, tal y como estipulaba el testamento real de su madre. Es decir, nadie le podía usurpar su derecho al trono de Castilla pero, al mismo tiempo, tampoco nadie le quería reconocer capaz de llevarlo a cabo. Mas al contrario, había al menos dos pretendientes, dos de las personas más queridas por nuestro personaje, junto a su madre ya muerta: Su marido y su padre, contendiendo por lo que a ella solo le correspondía, pero ambos no cejaron en su empeño hasta la Concordia de la Alquería en Zamora, pugnando por algo que, en absoluto, les correspondía. Parece penoso, para cualquiera, comprobar las disputas entre el padre y el cónyuge por algo que no les corresponde ni a uno ni a otro, por muchas razones que se puedan argüir en el asunto, teniendo en cuenta, además, la poca confianza que mantenía su propia madre en su curación y en su capacidad para llevar a cabo los buenos oficios de Reina. Volvía a repetirse la historia de ponerle el caramelo en la boca y acto seguido quitárselo. ¿Acaso eso no es la tortura más mezquina hacia un ser humano?

· Las Cortes de Castilla cometieron un craso error: Por supuesto admitieron taxativamente, al pie de la letra, el testamento de la Reina Isabel, permitiendo la Regencia del padre de la Reina Juana, pero también consintieron la usurpación de la Regencia por el Archiduque Felipe, cuando en ningún momento Isabel I dispuso que pudiera ser el regente, sino que lo que estableció fue que respetara las leyes, fueros y costumbres de Castilla. Este hecho, que puede calificarse de golpe de mano del Archiduque, fue un acto de prevaricación de las Cortes de Castilla al consentirlo. Pero entonces, primaron dos hechos, a nuestro juicio, fundamentales para que se produjera tamaño dislate:

§ En primer lugar, la animadversión de los grandes de Castilla hacia el Rey Fernando, y con el Pacto de la Concordia, mantenía a la Reina Doña Juana en Castilla y al padre lejos de los intereses castellanos.

§ Y en segundo lugar, los asuntos político-amorosos que éste se traía entre manos, con la sobrina del Rey de Francia-Germana de Foix- con la que se casó en segundas nupcias, y así resolvía un asunto que para su querido reino de Aragón era cuestión capital: la cuestión del reino de Nápoles. Así por el Tratado de Blois, firmado el 12-10-1505, Fernando V de Aragón, el Rey Católico, traiciona el mandato de su mujer y los intereses de su propia hija y se casa con Germana de Foix.

Este nuevo escenario pudo ser traumático para España, porque existió la posibilidad de que el Reino de Aragón pasara a heredero distinto de Dª Juana, si la nueva Reina de Aragón hubiese tenido descendencia con Fernando el Católico. Tal cosa ocurrió, porque Fernando y Germana tuvieron un hijo, el infante D. Juan de Aragón, pero murió prematuramente, adquiriendo de nuevo virtualidad jurídica la proclamación de Juana como heredera en las Cortes de Aragón celebradas en Zaragoza, en los primeros años del siglo XVI.


Muerto el Rey Fernando el Católico el 23-01-1516, en el pueblecito de Madrigalejo, cuando se dirigía al Monasterio de Guadalupe, se convirtió de iure en Reina de la Corona de Aragón. También su propio padre desconfió de la capacidad de su hija, ya viuda, y actuó como lo hizo su primera mujer, la Reina Católica, designándola Reina de los territorios de Aragón bajo la regencia del Arzobispo de Zaragoza, hasta que su nieto, el príncipe Carlos de Gante, alcanzara la edad de 20 años.

Diez años antes de convertirse en la primera Reina de las Españas, el 25-09-1506, el regente usurpador, Felipe el Hermoso, cuando se encontraba en Burgos, enfermó por causas aún desconocidas, falleciendo pocos días después, el 30-09-1506, dejando una Reina viuda sin Reino y con 6 hijos, repartidos por toda Europa, ajenos a los problemas de su madre.

Lo verdaderamente cierto es que, tanto en la enfermedad, como después de muerto, Juana siguió al lado de Felipe, impertérrita. Hizo embalsamar su cadáver, le vistió con las mejores galas y con la mayor pompa que supo, se situó a su lado, en la cabecera del féretro, contemplándole.

Esta escena sucedía en la ciudad de Burgos, en la Cartuja de Miraflores, donde en un principio se depositaron los restos de Felipe el Hermoso. Pasado el tiempo, se intentó hacerle ver que el cuerpo yacente debía ser inhumado en la ciudad de Granada, donde radicaba la sepultura de la familia real de Castilla, y en la que descansaba, desde hacía ya más de una década, los restos de su madre la Reina Isabel. Parece ser, que al oír tal recomendación debió encolerizarse tanto que la Corte no tuvo más remedio que acceder a sus peticiones:

1. Acompañar la comitiva fúnebre hasta Granada
2. Que se viajara de noche
3. Que se custodiara el féretro por guardia armada en los descansos al objeto de impedir que mujer alguna se acercara al ataúd de D. Felipe.


El camino hacia Granada debió hacerse interminable, y cuando se encontraba en Tórtoles (pudiera ser Tortoles de Esgueva) recibió a su padre en agosto de 1507, para iniciar el segundo período de Regencia (1507-1516), admitiendo sus escasos deseos de ejercer de Reina de Castilla, y acompañándola hasta Santa María del Campo. En 1509, por consejo de su padre se dirigió a Tordesillas, eso sí, yendo siempre Juana al lado de los restos de D. Felipe. El féretro fue depositado en el Monasterio de Santa Clara, ubicándole de tal forma que la Reina viuda pudiera verlo desde una ventana de su palacio. Posiblemente, ya no se movió de Tordesillas, viviendo retirada, mientras su padre regentaba por 2ª vez el Reino de Castilla, si bien, en co-regencia con el Cardenal Cisneros, hasta la llegada del príncipe Carlos, su hijo, que tampoco tuvo ningún gesto de adhesión hacia la posibilidad de que su madre fuera la auténtica Reina de Castilla.

Un último hecho, hasta cierto punto sorprendente, a destacar en su larga vida fue la pretensión del Rey de Inglaterra, Enrique VII, sobre su persona, ya que tuvo la idea de pedir la mano de Juana. Pero ni ella estaba por la labor, porque no quiso recibir al embajador británico que traía tal petición, ni, por supuesto, su padre, que temía le ocurriera, de nuevo, lo que ya le sucedió con Felipe el Hermoso. Por unas causas o por otras, lo cierto, es que se consiguió que la negativa durara hasta la muerte de Enrique VII, que ya era un anciano, resolviéndose un nuevo problema, sin tener en cuenta la capacidad personal de Doña Juana.

Esta fue la constante de su vida: Siempre y en todo momento habían pensado y actuado por ella. Todo el mundo la consideraba incapaz pero nadie daba el paso de incapacitarla, y cuando así ocurría, aparecía un grupo de notables que se oponía, lo que es la prueba demostrativa de que su incapacidad era más transitoria que permanente.

A veces, su rebeldía enloquecida, violenta y colérica fue confundida con accesos de locura. No obstante, desde nuestro punto de vista, podría tratarse de una rebeldía incurable, legítima, indomable, inerme, indeleble, irresistible, impotente. Podría ser una "rabia" desmesurada, descompuesta. Mas en cualquier caso, a nuestro parecer y después del análisis efectuado, nos induce a pensar que era una rebeldía humana y no divina, porque si la Reina, en aquel tiempo, tenía que ser la imagen de Dios en el Reino de Castilla, obviamente no tenía nada de comportamiento divino, pues todas sus reacciones eran absolutamente humanas, las positivas y las negativas, los momentos felices y los momentos desgraciados. Quizás, la tormenta de sentimientos contrapuestos y encontrados no podía admitirse por los prebostes de la época: Amor y odio, reacciones incontroladas, falta de discreción, escándalo público, comportamientos rayanos en la inmadurez, .....

Es decir, la futura Reina de Castilla no podía ser humana, y sobre todo, no podía entregarse del modo como se entregaba con su marido, aunque fuera el hombre de su vida, y, a pesar de no ser correspondida. Incomprendida por sus padres, abandonada por su marido, ¿y sus hijos? ¿no le preocupaban? Y sus 4 hijas casadas con monarcas o con herederos de otras monarquías europeas, ¿sentirían vergüenza del comportamiento descontrolado de su "alocada" madre? y de su arrogante y petulante padre, ¿que pensarían?


Sorprende que nadie hable de estos asuntos. Seguramente, porque son asuntos de menor cuantía. Son asuntos humanos. No son asuntos de Estado. Probablemente, sus hijos, como dicen algunos, hoy día, educados para ser mandatarios en una u otra institución, para ser "profesionales", no debían distraerse con cosas mundanas, cotidianas, aún cuando se tratara de sus padres.

Juana vivió los últimos 47 años de su vida recluida voluntariamente en su palacio de Tordesillas, probablemente fue el último acto de amor hacia su marido muerto, no le preocupaban mucho los asuntos de la Corona, incluso, tuvo un intento de enfrentamiento con su propio hijo, el Rey Carlos, en el problema de las Comunidades, al recibir a los instigadores de tal movimiento, ante las decisiones del nuevo Rey de Castilla, su propio hijo, un auténtico desconocido para ella.

La Reina Juana, hoy tan en boga por la película de Vicente Aranda, fue una persona desquiciada, marcada por el destino, Reina de los Reinos más grandes del planeta, sin esperarlo, sin desearlo, posiblemente, sin estar preparada para ello, madre de 6 hijos, 4 mujeres: Isabel, reina de Dinamarca; Leonor, reina de Portugal y de Francia; María, reina de Hungría y después gobernadora de los Países Bajos, -verdadera consejera maternal y monárquica de su sobrino el Emperador y Rey Carlos-, y, por último, Catalina, reina de Portugal; y 2 varones que fueron reyes y emperadores de las potencias más importantes del mundo conocido: Carlos y Fernando.

En resumen, resulta complicado para un ser humano, incluso para la Reina de los Reinos más poderosos del planeta, vivir en un ambiente personal dominado por el desprecio, la traición, el abandono sentimental, el olvido, la amistad o enemistad interesadas, y mantener un principio de lealtad a otro ser humano, a pesar del daño moral que éste pudiera haberle causado con sus actuaciones y decisiones. Esta es la nota que nos parece destacable en la Primera Reina de las Españas que no pudo reinar por imponderables del destino que la convirtieron en una mujer fatal en el más amplio sentido de la palabra.

BIBLIOGRAFIA
DOMÍNGUEZ ORTÍZ, A.: Historia de España Alfaguara III. El Antiguo Régimen: Los Reyes Católicos y los Austrias. Alianza Universal Madrid. 1973 488
HILLGARTH, J. N.: Los Reyes Católicos, 1474-1516. Los reinos hispánicos 3 Grijalbo Barcelona. 1983 330
CEN: Sociedad y Política Social en la España de los Reyes Católicos cen Madrid. 1984 32
SEGURA GRAIÑO, C.: Cuadernos de Historia 16 nº 65. Así nacio Andalucía: "La Granada de los Reyes Católicos". Grupo 16 Madrid. 1985 pp 23-31
PENELLA, C.: Isabel La Católica Urbión/Hyspamérica Madrid. 1983 237


anexo 1: La Familia Real de los Reyes Católicos

Árbol genealógico de Carlos V.
[FORONDA Y AGUILERA, M. Estancias y viajes del Emperador Carlos V, p.4]
http://cervantesvirtual.com/historia/CarlosV/

anexo 2
notas documentales


NOTA 1: Cuestión de fechas
Según Ana Carabias, aquel 25 de febrero no equivale a nuestro actual 25 de febrero, porque nosotros contamos ahora según la reforma del calendario establecida por el papa Gregorio XIII, en el año 1582. En el año 1500, se contaba en Europa de acuerdo con la reforma del calendario ordenada por Julio César (elaborada por el astrónomo alejandrino Sosígenes) en el año 45 antes de C. Esta ordenación, provocaba un adelanto lento del tiempo del calendario respecto del ritmo «real» del Sol, de forma que en 1582 la reforma gregoriana se vio obligada a eliminar 10 días completos, de forma que el día 5 de octubre, aquel año sucedió el 15 del mismo mes. Por eso cabe pensar que, en función de nuestra forma de contar hoy los días, Carlos nació el equivalente a un 15 de enero, por lo que, el verdadero centenario en términos matemáticos habría que haberlo celebrado el 15 de enero de 2000.


NOTA 2ª: Europa el día que nació Carlos I de España y V de Alemania, hijo de Juana "La Loca"

2. Nació en Gante Carlos, hijo de Felipe Archiduque de Austria, e de Doña Juana Princesa de Castilla a 25 de hebrero que fue bisexto y dia de San Mathias. Las cosas de cuyo tiempo acontecidas en diversas partes del mundo especial en España desde su nacimiento hasta que renuncio a todos sus Reinos y señorios en su hijo Don Felipe nuestro Señor escrivo aqui en suma por años cuento solamente de los años de nuestro Redentor Jesus Christo, por que assi como es mejor contar, tambien es mas cierto, Y no pongo mas del año sino pocas vezes, por que hasta para sumario, y ansi por que allo gran diferencia, y contrariedad en los dias, y aun en los mezes de los mas negocios.

Era Papa entonces, Alexandro sexto que celebro Jubileo con pocos peregrinos a causa de las guerras, y pestilencias de Italia.
Estavan los cavalleros de san Juan en la cumbre de sus fuerças y oficio, siendo gran maestre Pedro de Abuson, mas despues que perdieron a Rhodas, y lo que tenian en Grecia, en Inglaterra, y Alemania decayeron mucho.

Era Emperador y Rey de Romanos Maximiliano, Abuelo de Carlos, floreciendo entonces Alemaña en letras y christiandad, la qual ha perdido quasi del todo despues aca con las heregias de Lutero, y de otro falços y viciosos Doctores.

Reinava en Castilla, y en Aragon Los Catholicos Reyes Don Fernando, y Doña Isabel Abuelos de Carlos que sin duda entendieron bien el arte de Reinar. Tenian pas a la sason en toda Hispaña sino en Granada que se Alborotaron algunos moros, por lo qual les mandaron los Reyes que se christianassen, ose fuessen de sus Reinos aconsejo de Frai Hernando de Talavera primer Arçobispo de Granada y de Fray Francisco Ximenez de Cisneros Arzobispo de Toledo, confesores de la Reyna, continuavan la guerra de Berberia, y el descubrimiento, conquista y conversion de los yndios, y ayudaron a los venecianos contra turcos, que todo era loable, y santo, florecian en España entonces las armas, la justicia la religion, y otras buenas cosas justamente con letras, todo lo qual haido de bien en mejor pro gracia de Dios, y bondad del emperador, y assy tambien yra de aqui adelante por verdad del Rey Don Phelippe nuestro Señor. Ay empero gran diferencia de aquel tiempo aeste en muchas cosas, como es en gasto, y precio de cosas, de causa, sigun mi huizio de la mucha plata, y oro que de las yndias anos han venido.

Muere en Granada el Principe Don Miguel hijo del Rey Don Manuel Rey de Portugal, y de la Reyna Princesa Doña Isabel, que avia Ser Rey de Portugal, y Castilla.

Casa Doña Maria infanta de Castilla con Don Manuel Rey de Portugal, los quales engendraron seis hijos que fueron Juana, Luis, Fernando, Alonso, Enrique, Duarte, y Doña Isabel, que fue nuestra Emperatris, y a Doña Beatris Duquesa que fue de Saboja.
Gonçalo Hernandes de Cordoba que merecio renombre de gran capitan fue a ganar la çefalonia con armada española en compania de la veneçiana que llevo Benito de Pessaro capitan tambien excelente.

Reynaba en Cusco y Quito y otras infinitas provinçias del Peru Guayna Capa Rey riquissimo guerrero, y ydolatra.

Era Rey de Navarra Don Juan que perdio despues el Reino por Schismatico el qual vino a Sevilla estando alli este año los Reyes catholicos, y en Portugal, y Guinea Don Manuel que hizo por sus Capitanes grandes cosas en Assia por traer a Lisboa la especiaria.
Reinaba en Francia Luis XIJ, el qual teniendo pacifico su Reyno hazia guerra en Italia contra el Duque de Milan, y amenazava al Rey de Napoles.

Estava Inglaterra bien adelante Reinando Enrique VIII empero ha recevido aquella Isla muchos vanezes despues aca por dexarla verdadera Religion christiana, bien que la han restaurado nuestro Rey Don Phelipe, y la Reyna Doña Maria Su muger, y nuestra Señora.

Era Rey de Ungria, y de Boemia Vladislao, y tenia paz con el Turco, que no era poco, y de Polonia Alexandro que no tuvo hijos.
Y de Moscovia vasallo que acresento la Religion christiana tomando la costumbre y ritos de Roma.

Y de Dinamarca, y Noruega, Juan Padre de Christierno que perdio sus Reinos en los quales son ya lutheranos.

Y de Escosia Jacques el qual nombre han servido cinco Reyes uno tras otro.

Reinava en Napoles Fadrique que perdio el Reyno partiendolo entre si Luis, y Fernando, venecianos cuyo Duque a la sazon era Agustin Barbarrico favorecian al Rey de Francia, contra el Duque de Milan, y tenian guerra en Grecia con Baiazer que les puso en gran miedo y gasto.

El Duque de Milan Luis Sforza, perdio y cobro su estado, y fue preso aquel mismo avia, y llevado a Francia, donde murio despues que fue su pago por aver muerto a su sobrino Juan Galeaço, Mario Esforça, el qual era verdadero Duque.

Estava Genova por Françia, y avia muchos bandos en ella, pero despues ha mudado muchas vezes unas de Françeses y otras de Españoles, que como importa mucho de entrar en Ytalia, y para las cosas de mar todos la quieren, Ha enriquesido sobre manera con la amistad del Emperador nuestro Señor, Rey, aun que tambien ha perdido a Bonifacio con gran parte de Corcega.

Florençia era libre agora tiene Señor por soberbia de sus ciudadanos que se preciaron de françeses no estimando al Papa Leon, ni al Papa Clemente, sus vesinos, ni al Emperador Carlos V. Su superior sera que se governava por si, no esta libre agora.
Era Duque de Savoya Philiberto mas ya es deshecho aquel estado que tenia cinco ciudades principales y ...no tales y villas cercadas.
Reynava en Tunes Mahumet el qual tuvo muchos hijos en diferentes mugeres, que fue causa de grandes guerras.

Biblioteca Nacional de Madrid. Francisco López de Gomara, Anales del Emperador Carlos V. ( Ms. 1751. Papeles tocantes al emperador Carlos 5º, fol. 1-42).



Fuente: http://www.revcyl.com/personajes%20h...la%20loca.html