Búsqueda avanzada de temas en el foro

Resultados 1 al 2 de 2

Tema: Antonio Torró Sansalvador

  1. #1
    Avatar de Ordóñez
    Ordóñez está desconectado Puerto y Puerta D Yndias
    Fecha de ingreso
    14 mar, 05
    Ubicación
    España
    Edad
    43
    Mensajes
    10,255
    Post Thanks / Like

    Antonio Torró Sansalvador

    Antonio Torró Sansalvador OFM 1887-1937


    Franciscano español nacido en Cocentaina en 1887 y asesinado por republicanos que le detuvieron en Alcoy el 7 de marzo de 1937, donde permanecía oculto en casa de unos familiares, tras sorprenderle el inicio de la guerra civil en Onteniente, donde era profesor del Colegio de la Concepción. En 1905 ingresó en la orden de los frailes menores, fue ordenado presbítero en 1913, estudió durante dos años en Roma, en el Colegio Internacional de San Antonio, y se dedicó a la enseñanza de la filosofía en colegios de la provincia franciscana de Valencia. Estudioso de la mística franciscana (en 1924 representó a su orden en el Congreso Ascético-Místico que se celebró en Valladolid y publicó dos volúmenes sobre Fr. Juan de los Ángeles, místico-psicólogo), se interesó después por la figura de Luis Vives, a quien consagró su tesis doctoral (Universidad Central, Madrid, septiembre 1929). Frente al europeísmo que Bonilla encontraba en el pensamiento de Vives, Torró defiende el carácter nacional español de la filosofía del gran polígrafo valenciano:
    «Que el eminente polígrafo valenciano constituye uno de los más altos valores culturales del Renacimiento, es una verdad que nadie discute. Nosotros, además, vemos en él la expresión genuina del pensamiento y del espíritu nacional. Humanista y pedagogo singular, Luis Vives representa las más bellas cualidades de la patria, según las cuales plasmó su enseñanza católica y humana. Lo que los teólogos españoles proclamaron en el Concilio de Trento, conviene a saber: que todos los hombres indistintamente son llamados a la verdad y a la justicia del reino de Dios, lo proclamó por igual Luis Vives desde la cumbre de su pensamiento filosófico cristiano. Su ciencia y su espíritu fueron juntamente humanas y universales y, por ende, españolas por esencia y cumbre del españolismo. Sin embargo, Bonilla San Martín, que se prendó felizmente del ingenio de Vives, como lo demuestra la magna obra que escribió sobre el mismo, creía que el gran pedagogo fue un espíritu forastero, extraño a la madre patria, que le vio nacer, y formado según la inspiración y el temple del renacimiento del norte de Europa. Y cuando en la discusión de mi tesis de doctorado probé hasta la evidencia que Vives era hijo espiritual de España y la mejor obra de su genio nacional, el señor Besteiro se resistió tenazmente a reconocerlo, chocando con mi aserto inconmovible. También a los otros jueces del tribunal de examen causó alguna extrañeza mi punto de vista científico, sin duda porque habían asentido a lo contrario. ¡Y cuantos profesionales de la ciencia y del magisterio, sin reflexión ni examen, creyeron lo mismo!» (Antonio Torró, Filosofía de la Hispanidad, Barcelona 1936, páginas 10-11.)
    Al proclamarse la República dirigió el semanario católico social Paz y Bien, que se publicaba en Valencia. Tras la Defensa de la Hispanidad realizada por Maeztu durante 1932 y 1933, publicada como libro en la primavera de 1934, y la conferencia Apología de la Hispanidad pronunciada por el arzobispo Gomá el doce de octubre de 1934, publicó el franciscano Antonio Torró una Filosofía de la Hispanidad, que recibió la aprobación de su orden en junio de 1935 y el nihil obstat del obispo de Barcelona el 30 de marzo de 1936, apareciendo inmediatamente, con una presentación de Ramiro de Maeztu, pues ya en el número de mayo de Acción Española nos encontramos con un comentario de José Corts, por cierto no demasiado laudatorio, que se corresponde también, sin duda, con la opinión del director de esa revista, quien había tenido que presentar ese libro con el siguiente texto:
    «Presentación. Ha querido honrarme el Reverendo Padre don Antonio Torró pidiéndome cuatro líneas que sirvan de Prólogo a su Filosofía de la Hispanidad. Lector de su Fray Juan de los Angeles, de La Pedagogía científica según Luis Vives y de su Filosofía del espíritu franciscano, no podía sustraerme a decir que el Padre Torró aporta a la Filosofía de la Hispanidad tres contribuciones valiosas: la de su catolicismo, la de su valencianismo y la de su franciscanismo.
    Ve el Padre Torró que el espíritu de la Hispanidad es 'espiritual' y no racista. Parece una redundancia. No lo es. En el 'alma' de una nacionalidad entran elementos 'ónticos' como la sangre y la tierra y elementos espirituales. Pueblos hay que subrayan los elementos 'ónticos': Francia, la tierra; Inglaterra y Alemania, la raza. España, por el contrario, subrayó siempre, mientras fue fiel a sí misma, los valores del espíritu. Ello lo debió a la intensidad de su catolicismo. El Padre Torró la explica por la epopeya de la Reconquista. Hubiera podido alegar igualmente, por lo menos como factor complementario, la lucha contra los judíos, ya comenzada en tiempo de los godos.
    Su valencianismo le hace aportar otro elemento igualmente interesante. Las regiones de Levante, no obstante sus diferencias geográficas, han dado sus genios al común espíritu de la Hispanidad. Luis Vives una de sus cumbres, pero la obra de Luis Vives, como la de Raimundo Lulio o la de San Vicente Ferrer, confluye a la misma dirección que toma el Renacimiento español, cuando prefiere el estudio del hombre y de su espíritu al cultivo de las ciencias naturales, que es donde desemboca, en contraste que el Padre Torró realza en su debida importancia, el Renacimiento italiano.
    Pero es su franciscanismo lo que da principalmente a esta contribución del Padre Torró su valor seminal. En el franciscanismo va implícito lo que los actuales filósofos alemanes llaman el 'decisionismo', es decir, una filosofía de la voluntad. Si la Hispanidad se funda en el espíritu y no en la naturaleza, ello se debe a una decisión de la voluntad de los mejores españoles. Y si hemos de resucitar o no el espíritu de la Hispanidad, ello se deberá también a otra decisión de la voluntad. Será lo que decidan los hombres superiores de las nuevas generaciones. En este punto esencialísimo todos somos voluntaristas, escotistas y franciscanos. Está claro que esa decisión de la voluntad dependerá también de que se haya esclarecido lo bastante la cuestión que se debate y mostrado a las inteligencias cultivadas que en punto a las ciencias morales, el espíritu de la Hispanidad era superior a cualquier otro; con lo que acaso podamos conciliar la primacía de la buena voluntad de la Orden de San Francisco y de la Compañía de Jesús, con la de la verdad que han mantenido generalmente las de San Agustín y Santo Domingo.
    Pero aquí estoy entrando en terreno que el Padre Torró conoce mucho mejor que yo, por lo que pongo punto final a estas líneas, felicitándole de todo corazón por su valiosísima intervención en este asunto de la Hispanidad, que creo debiera interesar a todos los hombres cultos de nuestra habla y de los idiomas de Cámoens y Ausias March. Ramiro de Maeztu.» (págs. i-iii de Antonio Torró, Filosofía de la Hispanidad, Barcelona 1936.)
    Ramiro de Maeztu fue asesinado en octubre de 1936, en una saca de la madrileña cárcel de las Ventas, donde la República le mantenía preso. Antonio Torró fue asesinado, «víctima del furor marxista», tras permanecer oculto en casas de familiares en Cocentaina y Alcoy, donde fue detenido por los rojos el 7 de marzo de 1937, ignorándose detalles de su desaparición.
    «Antonio Torró. Biografía. Escritor y religioso franciscano, español, nacido en Cocentaina (Alicante) en 1887. Profesó en la orden Franciscana en 1905 y en 1913 fue ordenado de presbítero. Inmediatamente fue enviado a Roma para que se perfeccionase en las ciencias filosóficas, permaneciendo en el Colegio Internacional de San Antonio por espacio de dos años. Actualmente es prefecto de estudios de la Provincia Franciscana de Valencia y profesor de Filosofía. En 1924 representó a su Orden en el Congreso Ascético-Místico que se celebró en Valladolid, en el cual pronunció un notable discurso acerca de la mística hispanofranciscana. Sus escritor se distinguen por la profundidad de las ideas y la pureza del lenguaje. Ha publicado las obras siguientes: Progreso Armónico (1ª ed., Buenos Aires 1923, 2ª ed., Barcelona 1923), Síntesis de la Teoría del Arte (Buenos Aires 1923), la misma ampliada con el título Teoría del Arte (Barcelona 1927), Fr. Juan de los Ángeles, místico-psicólogo (Barcelona 1924), Teoría ascético mística franciscana (Valladolid 1925) y San Francisco de Asís, comentarios espirituales a una serie de cuadros pintados por José Benlliure (Valencia 1926).» (Enciclopedia universal ilustrada europeo-americana, Espasa-Calpe, Madrid 1928, tomo 62, páginas 1473-1474.)
    «Antonio Torró Sansalvador. Este profundo filósofo y escritor franciscano de la Seráfica Provincia de Valencia, del que nos ocupamos en el tomo LXII de la Enciclopedia, pág. 1473, fue una de las víctimas del furor marxista. El Movimiento Nacional le sorprendió en Onteniente, de cuyo Colegio de la Concepción era profesor, y no teniendo garantizada su vida en dicha ciudad, marchó primero a su pueblo natal, Cocentaina, y luego a Alcoy, donde permaneció oculto en casa de familiares, pero el 7 de marzo de 1937 fue detenido por los rojos en Alcoy, sin que se sepa la fecha y lugar de su muerte. Cuantas pesquisas se han practicado para encontrar el cadáver y conocer detalles del crimen han resultado infructuosas. Ampliando su biografía podemos decir que el Padre Torró se doctoró en Filosofía y Letras en la Universidad Central en septiembre de 1929. Como miembro de la Asociación Amigos de Luis Vives dio cinco conferencias en la Universidad de Valencia; la primera, el 28 de enero de 1928, publicada íntegra en la revista Cultura Valenciana (IV, 54-80), y las otras cuatro, en el curso 1929-30, sobre el tema: El pensamiento pedagógico de Luis Vives, haciendo el mismo P. Torró un resumen de estas últimas conferencias, publicado en Annales (1930, 37-47). Durante los años 1931-32 y 33 dirigió el semanario católico social Paz y Bien, que se publicaba en Valencia. Explicó dos cursillos de conferencias sobre pedagogía moderna en el Liceo Pedagógico de Valencia en los cursos 1934-35, además de tomar parte en los cursos de verano organizados por El Debate en Santander. Desde 1926 hasta su muerte escribió las obras siguientes: El espíritu de Luis Vives (Cultura Valenciana, 1927), La pedagogía científica según Luis Vives (Tesis doctoral, Barcelona 1932), El progreso material y la felicidad del hombre (Barcelona 1933), Filosofía del espíritu franciscano (Barcelona 1934), Filosofía de la hispanidad (Barcelona 1935). J. G. P. [José García Pardo]» (Enciclopedia universal ilustrada europeo-americana, Espasa-Calpe, Madrid 1944, suplemento anual 1936-1939, primera parte, página 564.)


    Bibliografía cronológica de Antonio Torró Sansalvador:
    • Progreso armónico (estudio social), Buenos Aires 1923; 2ª ed., Barcelona 1923; 3ª edición.
    • Síntesis de la Teoría del Arte, Buenos Aires 1923. Ampliada con el título Teoría del Arte, Barcelona 1927.
    • Estudios sobre los místicos españoles. Fr. Juan de los Ángeles, místico-psicólogo, 2 tomos, Barcelona 1924.
    • La mística franciscana (conferencia), Valladolid 1925, 2ª ed.
    • San Francisco de Asís (obra monumental, comentarios espirituales a los 66 cuadros del pintor José Benlliure que ilustran la obra), Valencia 1926.
    • Los caminos del amor en las almas (estudio sobre San Juan de la Cruz), 2ª ed.
    • Luis Vives, pedagogo (conferencia), Cultura Valenciana, 1927.
    • La pedagogía científica según Luis Vives (tesis doctoral), Barcelona 1932.
    • El progreso material y la felicidad del hombre (Barcelona 1933)
    • Filosofía del espíritu franciscano, Barcelona 1934.
    • Filosofía de la Hispanidad, Tipografía Católica Casals (Biblioteca «Paz y Bien» dirigida por los PP. Franciscanos de Valencia), Barcelona 1936, 2h. + 207 págs. Contiene: i-iii: Presentación por Ramiro de Maeztu. 5-18: Prólogo, Vuelta al espíritu de España. 19-32: I, Naturaleza y espíritu. 33-44: II, Raíces telúricas. 45-51: III, Contrastes y armonías. 52-61: IV, Psicología histórica: leyes. 62-66: V, La España primitiva: preferencia de lo humano. 67-70: VI, Roma en España: sentido unitario. 71-88: VII, La España que nace. 89-109: VII, Las constantes del alma nacional. 110-125: IX, Ley y libertad. 126-139: X, Epopeya cristiana. 140-160: XI, El espíritu teológico de España. 161-169: XII, Las causas permanentes de la decadencia de España: ingenios flotantes... 170-182: XIII, La nueva educación de España. 183-193: XIV, La inversión del sentido católico. 194-203: XV, ¡Presente y adelante! 205: Índice. 206: Licencia de la Orden (Valencia y junio de 1935), Licencia del Obispado (Barcelona 30 marzo 1936). 207: Obras del mismo autor.
    Sobre Antonio Torró Sansalvador en el Proyecto filosofía en español:

  2. #2
    Avatar de Ordóñez
    Ordóñez está desconectado Puerto y Puerta D Yndias
    Fecha de ingreso
    14 mar, 05
    Ubicación
    España
    Edad
    43
    Mensajes
    10,255
    Post Thanks / Like

    Re: Antonio Torró Sansalvador

    Libros antiguos y de colección en IberLibro
    Lecturas

    José Corts

    Filosofía de la Hispanidad,
    por el Dr. P. Antonio Torró, Valencia 1936


    El autor de la Filosofía del espíritu franciscano nos ofrece este ensayo sobre la Filosofía de la Hispanidad. Ya al hablar de aquél encomiaba el estilo de su autor, fondo y forma, embebido de clasicismo, que, aun empalagando alguna vez de pura dulcedumbre, subyuga y lleva muy suavemente de la idea y logra, casi siempre, contener la emoción sin párrafos grandilocuentes. Cuando surgen estos conatos de elocuencia, dijérase que están incrustados violentamente en la serenidad del libro.
    Desde las primeras páginas se advierte que el estudio está emprendido en serio, y queda vencida la natural prevención contra esta índole de ensayos, así como la desgana que a uno le produce la pobrísima presentación, por lo demás muy franciscana tal vez, aunque San Francisco amaba los lujos de la naturaleza, los pájaros y las flores. Luego, a lo último, es cuando parece que el autor deriva por derroteros más angostos. ¿Se enfadará el P. Torró si pienso que planeó y comenzó su libro en Onteniente o en Santo Espíritu del Monte, y lo terminó en la ciudad acuciado por las prensas? Lo pienso con pena, y no sabría decir más. Que no desvirtúe este reparo el valor del libro. Quizá la Filosofía del espíritu franciscano deja tan excelente sabor en el ánimo que luego cualquier otro viene a perder al contrastarlo.
    Comienza el P. Torró exponiendo sobre el Renacimiento español ideas [413] ya maduradas en libros anteriores, y las bases psicológicas para inquirir el curso del alma española, libres de la concepción materialista, pero bien aquilatadas la influencia del temperamento y las que el autor denomina «raíces telúricas».
    En España el medio físico fomenta el individualismo. Compárense los conjuntos sensoriales del castellano, el levantino, el gallego, &c. Así va diferenciándose Castilla de la circunferencia litoral, y marcándose el espíritu introspectivo de aquélla y la dispersión de ésta. Castilla es el centro de unidad convergente, concentrada, y la fusión de los pueblos litorales con Castilla prepara el alma rica y universal de España. Porque en estos pueblos, cuando son muchos los excitantes exteriores y el hombre no se deja dominar por ellos, sino que los valora y depura, entonces su espíritu es universal de modo positivo y no por sola negación de los motivos particulares.

    Ahora bien; es preciso superar los esquemas empíricos y remontarnos por vías del espíritu para concebir la esencia de España y conciliar a fondo el individualismo y el catolicismo. Muy encumbrado ha tenido que ser ese espíritu y muy acendrado ese catolicismo para lograr la fusión de las individualidades y de tan varios temperamentos en un fin superior. Todas las tendencias individualistas han tenido que acordarse a este empuje y aliento del alma universal de España: «Siempre la unidad de España ha sido fruto del espíritu, no del peso abrumador de la materia ni de la fuerza.»
    Entre los factores de la unidad hispánica, huelga decir que el primero es el cristianismo, de feliz arraigo en aquellas gentes de hondo sentido humano y austero, hasta llegar a esa magnífica expresión de la unidad de la conciencia ibérica, que son los Concilios toledanos. Esta unidad constructiva queda destrozada en el Guadalete, y la Patria se ve en el trance de una reconstrucción. Una reconstrucción a fuerza de espíritu, de heroísmo y de dolor. Reconquista material y reconquista espiritual bajo este móvil supremo de la fe cristiana. No fue el motivo religioso un recurso al que apelaran los jefes para sus fines políticos, sino la religión el primero de los fines nacionales. El romancero acusa, por donde quiera que lo abrimos, esta verdad. Cúmplese entonces a maravilla la ley psicológica del contraste: la oposición destruye los elementos débiles de la conciencia, pero refuerza y eleva al primer plano los de arraigado valor sustantivo. Esta manera de brotar y correr la Reconquista demuestra la diversidad de formas y la unidad de espíritu españolas. [414]

    En esta parte adviértese la influencia de Vázquez de Mella. Visión tradicional de la Reconquista. Visión más nueva la de ese espíritu universal abriéndose por Levante: Raimundo Lulio en el siglo XIII, San Vicente Ferrer en el siglo XIV, el obispo Ximenis en el XV, Luis Vives en el XVI.

    En esta comunidad de las regiones españolas no ha habido una que absorbiera a las otras. Castilla, la preponderante como factor unitivo, es la menos individualista y apegada a la materia. Por donde la conciencia de España no es la de una región que se generaliza e impone, sino la conciencia universal que a todas las abraza. Lo individual no queda anulado, sino superado. Junto con ciertas consideraciones que no son específicamente hispánicas, y otras que debieron elaborarse más rigurosamente, por ejemplo, la supremacía de las instituciones sobre las personas en la vida española, destaca el autor el humanismo de nuestro derecho nacional e internacional y de toda nuestra cultura: Séneca, Luis Vives, Cervantes, el Greco, Teresa de Jesús. Humanismo cristiano que en Trento crea el más alto y dilatado reino que vieron los siglos. El catolicismo, sin destruir los valores singulares, los concierta y renueva y encumbra. En ese ápice está España.

    Todo esto, expuesto aquí en resumen, lo expone el P. Torró con probidad científica, en un intento de darle base y método a tantas afirmaciones hechas por intuición o por simple entusiasmo. Filosofía, no dilettantismo patriótico. Aunque, como era de temer, haya pasajes en que la filosofía de la hispanidad cede a la filosofía de un pueblo ideal, y perdemos un poco el contacto con la realidad. La realidad es rebelde al esquema.
    Entre las causas de la decadencia española, señálase, en primer término, el extranjerismo, el haber pasado el genio de España de pensamiento modelo a pensamiento reflejo. Este es uno de los puntos más felices de este ensayo. A partir de aquí es donde pienso que el autor mudó de ambiente. Exactas algunas consideraciones fundamentales, se pasa del estilo doctrinal al anecdótico con cierto nerviosismo: por ejemplo, la alusión a determinados grupos políticos, por ejemplo, esa referencia de tipo periodístico a la llamada justicia social. Y así llegamos a las últimas páginas, en que el libro se empequeñece y el lector padece violencia. La nostalgia que nos despertaba no se satisface con esas conclusiones.
    Insisto en que la Filosofía del espíritu franciscano, magnífico libro desde la primera a la última línea, obliga a mucho al autor. Estos dos capítulos últimos, ¿no se decidirá el P. Torró a volverlos a escribir en su [415] celda, sin diatriba ni anécdota, para que sus lectores nos quedemos sosegados?

    José Corts

Información de tema

Usuarios viendo este tema

Actualmente hay 1 usuarios viendo este tema. (0 miembros y 1 visitantes)

Temas similares

  1. Integralismo Lusitano - uma síntese
    Por Cavaleiro en el foro Portugal
    Respuestas: 23
    Último mensaje: 23/10/2009, 18:05
  2. Felipe II, la leyenda negra y el caso de Antonio Pérez
    Por Lo ferrer en el foro Historia y Antropología
    Respuestas: 0
    Último mensaje: 18/01/2006, 15:06
  3. Epistolario de José Antonio Primo de Rivera / 1925-1936
    Por Ordóñez en el foro Historiografía y Bibliografía
    Respuestas: 0
    Último mensaje: 03/11/2005, 20:01
  4. La falsificación de Antonio Lupián Zapata y el documento del pacto de Gipuzkoa con...
    Por vascongado en el foro Historiografía y Bibliografía
    Respuestas: 0
    Último mensaje: 14/08/2005, 20:40
  5. Honor a los héroes de las Malvinas
    Por Ordóñez en el foro Historiografía y Bibliografía
    Respuestas: 0
    Último mensaje: 07/04/2005, 14:40

Permisos de publicación

  • No puedes crear nuevos temas
  • No puedes responder temas
  • No puedes subir archivos adjuntos
  • No puedes editar tus mensajes
  •