... IV GLORIFICACIÓN MASÓNICA DE FERRER
Volvamos al hecho que motiva la presente narración ("Semana Trágica" de Barcelona), para señalar que hasta la madrugada del 1º de septiembre de 1909, Ferrer Guardia no cayó en poder de la justicia. Ocurrió la cosa en Alella, donde había sido montada una guardia especial, en previsión de que allí tratara de refugiarse, y poco después de medianoche, la patrulla del Somatén, formada por Rosendo Colomé, Jaime Flo y Joaquín Aloma, avistó a un individuo que les inspiró sospechas y al que abordaron preguntándole el punto a donde se dirigía. Hábilmente, el interrogado, que no era otro que Ferrer, consiguió despistar a los somatenistas, uno de los cuales se dirigió al jefe de las patrullas para darle cuenta de lo ocurrido.
Era más de la una cuando volvió a aparecer el sospechoso en las proximidades de la ‘Coma Clara’, a un kilómetro de la población. Mandaba el grupo el cabo del Somatén don José Colomer, figurando el alcalde de Alella y subcabo de la Institución don José Aymar y el individuo Mariano Bernadas. Diéronle el alto, y el desconocido replicó en catalán que no necesitaba compañía. Pero el cabo le dijo resueltamente: ‘Es que li manén que’s ditinga’. Ante lo cual Ferrer obedeció, acercándose la patrulla, a la que, con razonamientos y evasivas, trató de confundir, llegando a explicar que se hallaba comprometido el honor de una señora de la localidad si no le dejaban marchar a Barcelona. Dio, por último, una referencia de cierto vecino como garantía; pero éste, al saberlo, replicó que era un honor para el Somatén la detención.
Trasladado al Ayuntamiento, allí quedó bajo vigilancia, hasta que a la mañana siguiente se verificó el traslado a Barcelona, custodiado por los que le aprehendieron.
A disposición del juez de la causa, comandante de Infantería don Valerio Raso, el sumario alcanzó 600 folios, invirtiéndose cuarenta y cinco días en la totalidad de las tramitaciones. La sentencia condenándole a muerte por rebelión lleva fecha de 9 de octubre de 1909; y, aprobada por las autoridades superiores, fue ejecutada en el castillo de Montjuich el día 13.
Creemos que Ferrer confió hasta los últimos instantes en que la sentencia no sería ejecutada. Aún más: en carta escrita a Soledad Villafranca el día antes del fusilamiento, apuntaba una secreta confianza respecto de sus juzgadores. El, personalidad importante de la Francmasonería, ignoraba que a ésta solamente le interesaba ya como pretexto de una fortísima campaña de agitación, que si bien no llegaría a dar al traste con el régimen, sí determinaría el apartamiento del Poder de uno de los españoles más leales de aquel tiempo: don Antonio Maura y Montaner.
Fue la Francmasonería la que se preocupó de hacer campaña en contra de España. Ferrer había de servirles de bandera, como años más tarde efectuaría la misma organización internacional con Galán y García Hernández. Principal cabeza de toda la agitación era el Grande Oriente de Francia, que supo utilizar concienzudamente a la entidad filial de la Liga de los Derechos del Hombre para promover mítines y manifestaciones, que en París y Bruselas tuvieron su máxima expresión. En la capital de Bélgica, los librepensadores levantaron un monumento a Ferrer, que los alemanes, al invadir el territorio en la guerra de 1914-18, demolieron.
Entre las soflamas publicadas por el masonismo figura una sencillamente reveladora. Es:
“Ferrer, uno de los nuestros, vio que en la obra masónica se contenía el más alto ideal que haya sido dado al hombre realizar, y afirmó nuestros principios hasta el fin. Lo que se ha querido perseguir en él es el ideal masónico. Se opone al progreso de la Humanidad una fuerza que quiere arrojarnos en las tinieblas de la Edad Media”.
Efectivamente, Ferrer era masón de pro. Cuando la Policía registró ‘Mas Germinal’, la finca de su propiedad en Mongat, encontró, entre numerosas cartas cruzadas con revolucionarios:
Un estuche con cuatro insignias o condecoraciones masónicas. Otro estuche con mandil y banda color rojo, bordada en oro y plata. Otro con los títulos masónicos a favor de Francisco Ferrer y Guardia, fechados en 12 de abril de 1883, con el Símbol…”Cero”; en Alella, a 27 de abril de 1890. Otro de la Liga anticlerical de aquel grupo nombrándole presidente honorario y fechado, además, en París. Barcelona, 15 de abril de 1890. Otro del Grand Orient de France concediéndosele patente de Ché. Kad.’, en 15 fev.’. 1893. Otro del mismo Grand Orient de France nombrándosele Bref de Rose-croix en 8 de junio de 1891. Otro nombrándosele miembro activo, con la investidura de maestro masón, en 11 de junio de 1884… Una carta invitándosele a Paris para la asistencia a una logia, y una banda de raso blanco con galones dorados, dos espadas bordadas en oro y el número 31 en rojo. Otro estuche que contiene el título de Gr.’. Collège des Rites, fechado en París el 20 de marzo de 1898…
Dos títulos iguales de la logia Les Vrais Experts (París) a favor de las hijas del señor Ferrer, Trinidad y Luz, fechados, respectivamente, en 30 de julio de 1882 y 13 de septiembre de 1884.
Todo lo subrayado figura en el acta del registro practicado por funcionarios del Cuerpo de Vigilancia el 27 de agosto de 1909, cuando Ferrer andaba huido.
Resulta interesante fijarse en un detalle altamente significativo, estrechamente ligado con Ferrer y producido por la Masonería: la semana anterior a la ejecución, diferentes entidades de Bélgica cursaron telegramas a Don Alfonso XIII interesándose por la suerte del procesado. Esta conducta la siguieron otras organizaciones, francmasónicas de origen, pero encubiertas con pomposos títulos “intelectuales” y “democráticos”. Era, precisamente, en momentos en que Ferrer anunciaba sus esperanzas de salir bien librado. Por esto, conociendo los métodos del francmasonismo, nos atrevemos a preguntar: ¿Por qué se llamaba tanto la atención sobre Ferrer? ¿No sería un medio de acción inverso, es decir, que en último término, acreditara la calidad de promotor de los sucesos? La Masonería, como todas las agrupaciones de izquierda, ha necesitado siempre, para sus campañas, víctimas que pasear entre plañideros y sensibleras. Francisco Ferrer estaba demasiado bien colocado para que las logias, dispuestas a emprender un rudo ataque a la católica España, desperdiciaran la ocasión.
Porque, además, se daba la circunstancia de que en 1908 París fue escenario de un convento masónico, que, entre otros acuerdos, adoptó el de implantar la República, como hija de la Masonería, en España y Portugal. Como dato muy importante anotaremos que, en aquellos días, Segismundo Moret, conocido entre las gentes del mandil por “hermano Cobden” –que cooperó con Sagasta y otros personajes a la pérdida del resto del Imperio español-, hizo un viaje a la capital de Francia para entrevistarse con Clemenceau, entrevista que, en nuestra Patria, además de otras importantes consecuencias, dio lugar a la formación del ‘Bloque anticlerical’, integrado por liberales y republicanos, en sospechosa comunidad.
Los planes entonces estipulados fallaron rotundamente. Cuando se quiso intentar otro segundo golpe, ocurrió la misma maniobra de entrecortinas que cuando Jaca, en 1930. O sea que mientras el contubernio político señalaba una fecha, la Masonería aceptaba el adelanto de los acontecimientos, consciente de que se produciría el fracaso, pero se tendría motivo para mayores empresas.
El diario francés ‘L’Autorité’ nos procura, de entre cuantos de tal país defendieron la verdad española, una referencia concreta y exacta. Dice así:
“La manifestación en favor de Ferrer no ha sido más que un pretexto buscado y premiado, al servicio del cual se alistaron todos los imbéciles y canallas crapulosos de que dispone la maffia internacional, con la ayuda, dirección y complicidad de la Masonería. El objeto de los tiros no es Ferrer. ¿Qué les importa Ferrer? Es el reinado de Alfonso XIII, y, por encima de su corona, el Papado. Ese, ese es el objeto. Lo demás, una farsa para reclutar asesinos de infelices guardias, que ganan el pan de sus hijos trabajando, mientras los jefes de los asesinos embaúlan millones.”
‘Le Gaulois’ (14de octubre de 1909) publicó, entre otros comentarios:
“El rey de España ha cumplido su deber de rey. La Francmasonería registra, con este motivo, la derrota más ruidosa que desde hace mucho tiempo ha sufrido.”
‘Le Peuple Français’ insertaba:
“Ferrer no es más que un pretexto… Intelectualmente, era nulo. No pasaba de ser propagandista rutinario. Si se ha tomado su nombre es porque ocupaba un alto puesto en el directorio de la Masonería universal. El acuerdo de todos los políticos, ciegos servidores de la repugnante secta, el de numerosos periódicos, que de ella reciben millares de francos, explican las cosas y van abriendo los ojos de las gentes.”
* * *
Formado en París un ‘Comité de defensa de las víctimas de la represión española’, se organizó una manifestación que no alcanzó desarrollo pacífico, por cuanto algunos de los que la formaban apedreó el edificio de la Embajada de España y asesinaron a un policía, hiriendo a otros varios.
Lo más curioso de todo fue la pretensión de elevar a Ferrer a la categoría de intelectual y a la de mártir por sus ideas. El antropólogo César Lombroso dijo que era “il nuovo martire del libero pensiero e della liberta umana”, y otros significados políticos franceses y belgas hicieron correr la especie de su gran cultura. No obstante, don Rafael Salillas, notable antropólogo y director de la Cárcel Modelo de Madrid en 1907, cuando Ferrer estuvo preso por el atentado cometido por Mateo Morral, hizo una notable disección psicológica del revolucionario y replicó agudamente a Lombroso en sus apreciaciones, por medio de una carta inserta en la ‘Revista Penitenciaria’. Comunicaba al destinatario y a Colajanni que Ferrer había dejado en las paredes de la celda que ocupó muestras de su profunda intelectualidad. Eran unos versos, de los que recogemos muestra, empezando por los que explicaban la doctrina racionalista.
He aquí dos de las cuartetas:
“No esperes nada de los otros,
por bellas cosas que te ofrezcan
ciertos sabios y los poderosos,
porque, si dan, también esclavizan.”
Y otro, demostrativo de la doctrina:
“Buscar el acuerdo de los hombres
en el amor y fraternidad,
sin distinción de sexos ni clases,
es la gran labor de la Humanidad.”
Bajo el título ‘En acción’, dijo:
“Mi ideal es la enseñanza,
pero racional y científica,
cual la de la Escuela Moderna
que humaniza y dignifica.”
Estos, entre otros, fueron los “grandes pensamientos” que dejó Ferrer en la pared de su celda. Colajanni había dicho, en un trabajo de antropología, que “las paredes son el papel de los locos”.
* * *
La revisión del proceso de Ferrer Guardia constituyó durante algunos años tema favorito de las izquierdas españolas. En 1911 tuvo estado pleno en el Congreso de los Diputados aquella pretensión y se editaron gruesos volúmenes conteniendo todas las incidencias del sumario. La devolución de los bienes a Soledad Villafranca y familiares del anarco-masón es otra de las banderas que se agitan obstinadamente. El “¡Maura, no!”, como consigna de los extremistas, salta a “slogan” de los republicanos y liberales. Pablo Iglesias Posse, presidente del partido socialista y diputado dice en el Congreso que contra Maura es lícito el atentado, y, efectivamente, el insigne político mallorquín sufre el ataque de Manuel Possa, cuyo brazo fue armado por el anarco-masonismo.
El caos político no puede ser mayor. Por algo dijo don Antonio Maura que la normalidad constitucional había sido rota en 1909, y no por el grupo que representaba, sino por el de los liberales. Pero es que en éstos, el masonismo era también muy fuerte.
Por cierto que hemos aludido a los bienes de Ferrer, y bueno será que dejemos bien sentado que si la expoliación de la señora Meunier le procuró fondos y la estafa a Leopoldina Bonnard también le rindió pingües ganancias, nada más cierto que tras el “hermano Cero” hubo un eficaz y permanente financiamiento: el de la Masonería.
Indudablemente, esta organización internacional y secreta le entregó la mayor parte de las riquezas que manejó Ferrer para la instalación de su Escuela Moderna. El dinero de aquellas dos desdichadas mujeres no hubiera nunca alcanzado ni para pagar la cuarta parte de los derechos de las obras encargadas principalmente a autores extranjeros, a los que remuneraba con notoria esplendidez. El legado de la Meunier empezó a disfrutarlo en 1901; pero antes de esa fecha ya daba señales ostensibles de la existencia de unas poderosas ayudas, que no deben adjudicarse a fortuna personal, pues se conoció sobradamente que su esposa legítima, Teresa Sanmartí, al reunirse con él en Francia, hubo de trabajar con todo ahínco, mientras el marido daba lecciones de español en el Grande Oriente parisiense.
Porque no limitó su acción de mecenas del librepensamiento a España, sino que costeó publicaciones en el extranjero con la excusa de su nueva pedagogía; pero, en realidad, de propaganda anarcoide. En Bruselas lanzó ‘La Nueva Escuela’; en Roma, ‘La Scuola laica’, y en Perú, ‘La razón’. En París tenía ‘L’Ecole renovée’. La fundación y arranque de la ‘Ligue internationale pour l’education rationelle de l’enfance’ se debió a su esfuerzo económico, ya que pretendía, por medio de tal entidad, llevar la Escuela Moderna al mayor número posible de países.
Ferrer prefería realizar su labor proselitista entre cortinas. Así lo hizo en los atentados contra el rey de España en París y Madrid y en infinidad de hechos más relacionados con la Solidaridad Obrera. Fanático revolucionario, cuando conspiraba rehuía la popularidad, demostrando un especial temple de agitador. Odón de Buen, en cierta ocasión (abril de 1903), solicitó su firma para acompañar a otras más, organizadoras de un mitin político. Ferrer negó rotundamente lo que le pedían, expresando en la carta que prefería guardar su libertad de acción “para seguir trabajando en la oscuridad”.
Su trabajo en el primersemestre de 1909 demuestra el fondo de todo su revolucionarismo. Estuvo en Barcelona hasta marzo; de aquí se trasladó a Londres, y de la capital de la Gran Bretaña marchó a Paris, donde permaneció un día, emprendiendo viaje a Mongat, residiendo allí los días que precedieron a la Revolución.
Un testimonio especialísimo acerca de la personalidad de Ferrer, en relación con las logias, lo aporta Copin-Albancelli en su libro ‘Le pouvoir occulte contre la France’ (pág. 85):
“El H.·. Ferrer es una personalidad importante de la Masonería: negocia con el Grande Oriente de Francia en nombre de la Gran Logia Regional de Cataluña y es, al propio tiempo, director de un centro anarquista, del que formó parte el asesino del rey (alude a Mateo Morral). Los proyectos de establecimiento de una República española han sido votados en el convento del Grande Oriente, y, por último, la Gran Logia Regional de Cataluña tiene por programa político el derrumbamiento de la Monarquía española”.
Y todavía hay más: Ferrer, como explica don Pedro Sangró y Ros de Olano (‘La sombra de Ferrer. De la Semana trágica a la guerra europea’, pág. 193), “fue uno de los miembros más activos de la Federación masónica revolucionaria de la raza latina, constituida en Paris con el fin de trabajar por el establecimiento de una República federativa de las naciones latinas”.
A no precipitarse los acontecimientos, Ferrer, en unión de José Nakens, Alejandro Lerroux y Anselmo Lorenzo, hubieran producido una escisión en el Grande Oriente Español, calificado por ellos –en tales momentos- de aburguesado y conservador. Proponíase fundar la logia ‘Los siete amigos’, que hubiera sido, en cuanto a participación en movimientos insurreccionales, tan importante como aquella de ‘Las nueve hermanas’, de París, durante la Revolución francesa de 1789.
En uno de los registros policiales verificados en la Casa del Pueblo se encontraron documentos sobre este “taller”, que había de auspiciar el Grande Oriente de Francia.
Vamos a cerrar estos comentarios mencionando que el Grande Oriente Español, dirigido por Miguel Morayta, como gran maestre, dirigió a todas las potencias masónicas con quienes mantenía relaciones una carta explicativa, fechada en 23 de octubrede 1909, de la que entresacamos estos significativos párrafos:
“La Mas.·. mundial se dirigió a este Gran Oriente Español antes de la ejecución de Ferrer invitándola a procurar su indulto. España conoció su sentencia casi a la vez que su ejecución. La Mas.·., sin embargo, pidió a tiempo, por conducto de hh.·. muy queridos, su perdón… Como pieza de convicción se presentó ante el Consejo de guerra que le sentenció su mandil y banda del Gran Or.·. de Francia, a que pertenecía…”
Terminaba explicando la lucha entablada entre los clericales y las fuerzas de izquierda, y luego de ponderar lo difícil que se presentaba, consignaba:
“Os aseguramos, queridos hh.·., que en tal trance la Mas.·. cumplirá su deber.”
V LA PROTESTA DE UN GRAN ESPAÑOL
Y para que el lector se percate de la feroz campaña desencadenada por el masonismo internacional contra España, vamos a transcribir el telegrama publicado el 17 de octubre (1909) por don Torcuato Luca de Tena en el diario ‘A B C’, del que era director y propietario. He aquí su texto:
“Señores directores de ‘Le Matin’, ‘Le Journal’, ‘Le Figaro’, ‘Le Gaulois’, ‘Le Temps’ y ‘Le Petit Journal’, de París; ‘Berliner Tageblat’, de Berlín; ‘O Seculo’, de Lisboa, y ‘The Times’, ‘The Daily Telegraph’ y ‘The Daily Mirror’, de Londres:
“He visto con profundo dolor la calumniosa cruzada dirigida contra mi Patria por la pasión de algunos y el desconocimiento de la verdad por parte de otros.
“Ferrer ha sido juzgado por un Tribunal legalmente constituido, que ha obrado de acuerdo con las leyes y que ha dado al acusado cuantas garantías dan los Tribunales de los pueblos cultos y civilizados.
“No se le ha juzgado por sus ideas, y sí como complicado en los actos que realizaron los revolucionarios que se entregaron en Barcelona al incendio, al saqueo, a la violación de religiosas y al asesinato de mujeres y niños.
“Ferrer resultó complicado en esos crímenes, según han declarado republicanos y radicales. La sesión del Consejo de guerra fue pública. Ferrer eligió libremente su defensor, que cumplió su misión con entera libertad. No prendieron a ese defensor como se ha dicho.
“Ferrer pudo, durante muchos años, publicar sus libros, enseñar en la Escuela Moderna, desarrollar doctrinas anarquistas, excitando al incendio y al asesinato. Eso demuestra que no lo han condenado por sus ideas. Los que quieren calumniar a España ante Europa ocultan esta verdad.
“Los fusilamientos de Montjuich, de que todo el mundo habla ahora como si se tratara de centenares de vidas, se reducen a cuatro en el espacio de dos meses y medio. Cuanto se ha dicho de tormentos es una mentira infame.
“Permita usted, señor director, que un español que ama a su Patria y que ha dedicado su vida, su fortuna y su inteligencia al periodismo se dirija a usted en la esperanza de que dará hospitalidad en su periódico a esta declaración, hecha con el objeto de que se conozcan en el mundo entero las verdaderas causas de la condena de Ferrer, que tanto empeño tiene en falsear el anarquismo internacional, que de ese modo quiere deshonrar a mi amada Patria.-
Luca de Tena, director-propietario del periódico ‘A B C’.
VI BIBLIOGRAFÍA
-Atentado de 31 de mayo de 1906. Causa por regicidio frustrado.-1906-1909.- Cinco tomos con un total de 2.890 págs.-Madrid, 1911.
-BRISSA (JOSÉ): La revolución de julio en Barcelona. Su represión, sus víctimas. Proceso de Ferrer.- 352páginas.-Barcelona, 1910.
-CANALS (SALVADOR): Los sucesos de España en 1909.-Dos tomos de 290 y 488 páginas, respectivamente.-Madrid, 1911.
-Causa contra Francisco Ferrer Guardia, instruida y fallada por la Jurisdicción de Guerra en Barcelona.-Año1909.-720 páginas.-Madrid, 1911.
-COMAS (CASIMIRO): Francisco Ferrer. Su vida, su obra destructora. Justicia de su condena.-134 páginas.-Barcelona, 1910.
-Comité de défense des victimes de la repression espagnole: Un martyr des prétres. Francisco Ferrer. Sa vie. Son oeuvre.-80 págs.-Paris, s. a.
-FERRER GUARDIA, FRANCISCO: La Escuela Moderna.-256 págs.-Barcelona, s. a.
-Juicio ordinario seguido ante los tribunales militares en la plaza de Barcelona contra Francisco Ferrer Guardia.-72págs.-Madrid, 1909
-LEROY (CONSTANT): Los secretos del anarquismo, asesinato de Canalejas y el caso Ferrer.-Méjico,1913.-272 páginas.
-OSSORIO (ANGEL): Barcelona. Julio de 1909. (Declaración de un testigo).-72 páginas.-Madrid, 1910.
-RIERA (AUGUSTO): La semana trágica. Relato de la sedición e incendios en Barcelona y Cataluña.-290págs.-Barcelona, 1909.
-Semana Sangrienta (La). Sucesos de Barcelona. Historia, descripciones, documentos, retratos, vistas, etc.-Sin autor.-192 págs.-Barcelona, s. a.
-SANGRO Y ROS DE OLANO (PEDRO): La sombra de Ferrer. De la “Semana Trágica” a la guerra europea.-Madrid,1917.
-SIMARRO(LUIS): El proceso Ferrer y la opinión europea.-Volumen I (único publicado): El proceso.-656 páginas.-Madrid, 1910.
-Sucesos en Barcelona en julio de 1909. Causa por el delito de rebelión militar. 1909-1910.-Dos tomos de 584 y 260 páginas.-Madrid, 1911.
-VILLAESCUSA (Modesto H.): La revolución de julio en Barcelona.-Hechos, causas, remedios.-174 págs.-Barcelona, 1909.
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