Es que seguimos en lo mismo. La "intelectualidad" judía que dirigen automáticamente los rabinos (que son los que mandan en Israel y en Nueva York "Jew York") no perdonan que el mundo cristiano y gentil en general, no se postre ante su linaje sine conditione. Hay que llorar con ellos, lamentarse con ellos, arrodillarse ante ellos y perdír perdón por todo, desde la destrucción de Jerusalén por Tito, pasando por los progroms medievales y también zaristas, hasta la persecución nazi, para llegar a nuestros días, cuando cualquier crítica a la política israelí es inmediatamente tachada de antisemitismo. Todo el mundo es culpable y todo el mundo tiene que pedirles perdón, sea como sea, aprovechando el caso para engrosar sus arcas con indemnizaciones millonarias por las cosas más peregrinas. La verdad es que no entiendo como el mundo tiene tanta paciencia con esta grillera de circuncisos, con este gallinero de persistentes quejicas, con este coro de lamentaciones perpetuas.
Conste que el pueblo judío no es el responsable de tanta infamia vertida contra todo y contra todos (ahora le toca al gran Pontífice que fue Pio XII) De hecho la mayor parte de los judíos son personas normales, más o menos religiosas y muchos de ellos condenan estos circos mediáticos. Por eso ni yo ni nadie, mentalmente sano, odia a los judíos como tales. Son sus dirigentes, sus consejos de rabinos, sus políticos sionistas, sus dirgentes intelectuales enfermos de odio y resentimiento los que fomentan y reiteran tanta insidia. Están hinchando un globo que algún día explotará. Dios tenga misericorida de ellos.