Un paseo con Josep Pla por la Costa Brava


Dolça Catalunya, plena de belleses de mar i llumors apaivagades.

“En uno de sus más bellos parajes sobre el Cap Roig, están los jardines del Castillo a que da nombre el cabo, una de las creaciones más encantadoras que el entero litoral ofrece. Calella, Llafranc, Tamariu, son los tres centros más concurridos que tienen a Palafrugell como centro: Calella, por su pueblo de pescadores; Llafranc por la curva elegante de su playa resguardada por el cabo de San Sebastián, sobre el cual está una de las ermitas más inolvidables del país, y Tamariu, por su curiosa mezcla de distinción y de popularismo. Estos incomparables rincones, que hemos visto pasar, en tan pocos años, de crepuscular veraneo familiar al auge cosmopolita que hoy tienen, son de una gracia vivísima. Begur es el centro de otro arco de litoral que comprende Aiguablava, Fornells, Sa Tuna, Aiguafreda y Sa Riera. Las dos primeras calas rodeadas del paisaje más prestigioso de la costa entera -olivos, algarrobos, almendros- tienen un renombre internacional muy merecido. La personalidad de Sa Tuna y Sa Riera es de orden distinto, más abrupto, más escueto. En toda esta parte de la costa, la naturaleza parece complacerse en ofrecer sus más auténticas e inolvidables combinaciones de tierra y mar, de bravura y delicadeza, de geología y de sensibilidad”. (José Pla: Cataluña, 1961)

Un paseo con Josep Pla por la Costa Brava. «