Reseña: Carod Rovira: un colonialista depredador.
» por Nikolai Bulganin en: Internacional
Vemos con mucha simpatía los movimientos indigenistas que luchan por liberarse del yugo del opresor estado espanyol, aunque somos conscientes de que el padre fundador Lenin puso a sus equivalentes rusos como no digan dueñas y nuestro faro y luz, el Padrecito Stalin, los puso en otro sitio, más concretamente en el paredón. Pero el análisis de la situación concreta del estado aquí y ahora nos hace simpatizar con ellos por su incansable lucha en contra de las libertades y por su labor de destrucción del estado espanyol, ya que cuando consigan sus objetivos habrán destruido de paso la democracia formal burguesa, momento en que apareceremos nosotros a aplicarles la doctrina del Padrecito.
En este contexto cualquier crítica al indigenismo de cualquier identidad nacional del territorio estadoespanyoles, debe ser calificado sin más discusión como facha. Pero ¿qué ocurre si la crítica procede de gente de progreso, de leninistas como Stalin manda? Es lo que nos hemos encontrado en El Revolucionario (hacia la séptima generación de izquierda), “diario global de la izquierda revolucionaria en lengua española” y cuyos editores se definen como herederos de la izquierda jacobina de la Revolución Francesa, de la izquierda liberal de las Cortes españolas de Cádiz y de los revolucionarios de la independencia de las naciones iberoamericanas (Bolivar, San Martín, O’ Higgins, Martí, entre otros), y de la izquierda comunista de Lenin.
Pues bien, los camaradas de El Revolucionario dedican no uno, sino una multitud de artículos a hacer una severa autocrítica al camarada indigenista catalán Pérez Carod. De entre todos ellos, el que más nos ha llamado la atención es el titulado “Carod Rovira: un colonialista depredador”, pues ¿puede ser colonialista una víctima del colonialismo? Hemos de advertir que en los párrafos que siguen hemos preferido conservar la pintoresca ortografía de El Revolucionario, que utiliza la letra fascista que no queremos ni nombrar.
El artículo se centra en la generosa donación que ha hecho Pérez Carod a las tribus indias ecuatorianas para fomentar el bilingüismo. Dice de nuestro aborigen cataláunico:
El español secesionista José Luis Pérez Carod (oriundo de Aragón, hijo de un Guarcia Civil -cuerpo militar español- aragonés y de madre catalana), que cambió su nombre a “Josep Lluis Carod Rovira” en cuanto se convirtió en un secesionista catalanista enemigo de España y la Hispanidad, se gasta alrededor de un millón de dólares en impuestos de los españoles en promover en nuestro Ecuador el “bilingüismo” entre el español y más de 13 lenguas indígenas, no por motivos de generosidad hacia ellos, sino por absoluto desprecio racista que pretende dejarlos en la selva: Carod es a los indígenas lo que Hitler a los judíos
Caray, ningún plutócrata de aquí podría mejorar esta prosa, que contiene elementos de refinada crueldad, como la de recordarle a nuestro aborigen su ascendencia picoleta, ascendencia que en los tiempos de su nacimiento todavía imprimía carácter.
¿Y qué decir del análisis que hace del partido indigenista ERC?
«Esquerra Republicana de Cataluña», pero no se dejen engañar por lo de «esquerra», se trata de un grupo pequeñoburgués, nacionalista étnico, racista, hispanófobo y procapitalismo del bienestar keynesiano
No cabe duda que bajo la luz de la doctrina leninista-estalinista todo indigenismo está potenciado por la burguesía, pero ello no obsta para que lo de pequeñoburgués se nos antoje exagerado, pues un pequeñoburgués no puede exhibir, como solo sabe hacerlo un granburgués, el glamour de nuestros indigenistas, demostrado por sus conocimientos en el mundo de los automóviles de gama alta, de la náutica de altura y de los hoteles de gran lujo, a no ser que lo de pequeño sea una maligna alusión a la estatura de nuestro aborigen.
No será nada agradable para el socialista estadoespanyolés, que el articulista abuse en su autocrítica a Pérez Carod de elementos del más rancio espanyolimo, al afirmar que “Carod odia a España (se odia a sí mismo) y odia a la Hispanidad” o que bajo su liderazgo “se amenaza y persigue a aquellos catalanes que defienden la Hispanidad”. También detectamos en el escrito elementos del deleznable liberalismo, cuando reprocha a nuestro Pérez Carod el dispendio que hace de los impuestos que pagan los estadoespanyoleses. Camaradas de la séptima generación de izquierdas, eso sí que no: aquí en el estado espanyol, hasta los mencheviques saben que el dinero público no es de nadie y que por tanto se puede disponer de él como le pete al jerarca de turno.
¿Qué conclusión debe sacar de este artículo el militante del MSV? La que diga el politburó, y el politburó dice que el socialismo es tan perfecto que para él todo es relativo; que la percepción del pasado, del presente y del futuro son variables dependiendo de las necesidades que tiene el partido en cada momento; que el socialismo es la única ideología que puede manifestar a la vez una proposición y la contraria sin que pase nada. Por tanto el politburó ha decidido que es perfectamente ortodoxo y coherente aplaudir (por ahora) a Pérez Carod aquí, y sumarse a la autocrítica que le hacen los camaradas trasatlánticos de allí. Es más, como prueba de amistad y hermanamiento con ellos hemos sancionado preventivamente al tal Pérez Carod a encabezar una de esas oscurantistas ceremonias llamadas procesiones, con las que el rancio clericalismo celebra el puente de Semana Santa. Además la vestimenta del sancionado y los elementos que portará serán de marcado simbolismo espanyolés para mayor oprobio.
Carod Rovira: un colonialista depredador. Publicado por El Revolucionario el 14-03-09.
Tags: Carod, nacionalismo
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