Re: La sentencia de Galileo

Iniciado por
Martin Ant
Valmadian y jasarhez ¡Por el Amor de Dios, no saquemos las cosas de quicio! La razón de este hilo específico era sólo la de reproducir un documento histórico de la Iglesia Católico porque me parecía que resumía bien la historia del caso Galileo, nada más. En este hilo yo no he hablado ni de geocentrismo, ni de heliocentrismo, ni nada de eso. Eso lo estoy desarrollando en otros hilos, pero no en éste (que no es su función). Por mi parte, una vez cumplida la función de este hilo (la reproducción del documento para su difusión pública), no tengo incoveniente en que se cierre para que no se admitan más mensajes.
Sobre el tema específico de la
Reforma del Calendario realizada por el Papa Gregorio XIII, ya abrí un hilo específico. Me remito a allí.
Tan pagano fue en su origen la hipótesis geocentrista como la heliocentrista. No creo estar cometiendo, por tanto, ninguna infracción en ese sentido. Con el paso de la historia el Establishmente científico fue reemplazando el planteamiento estrictamente heliocentrista (es decir, el Sol no se mueve en absoluto y está en el centro del Universo) por el actual modelo acentrista relativista (es decir, no hay centro en el Universo ni se puede detectar el movimiento absoluto o todo está en movimiento y sólo podemos conocer movimientos relativos de unos cuerpos con otros).
Para todo esto, me remito al hilo específico correspondiente que ya abrí en su momento.
Por mi parte, como digo, no voy a poner más mensajes en este hilo (su función ya está cumplida: todo forero que lo desee puede ver en este hilo de aquí en adelante este famoso documento de la Santa Iglesia Católica).
AVISO DE MODERACIÓN: El cierre de un hilo no es algo que le corresponda a usted y queda a la discreción de la Administración o de la moderación y este hilo no va a ser cerrado.
Y ahora le explico por qué no se cierra. En efecto, es un documento histórico, perteneciente a una época de la Iglesia -como Institución-, que mantenía unas determinadas directrices y en medio de un gran confusionismo. Para hablar con precisión, hay que especificar que no es válido hablar de Iglesia para identificar ésta con jerarquía. Ciertamente la jerarquía es la sucesora de los apóstoles, pero la Iglesia viva es la de Cristo formada por todas sus ovejas. Y la Historia nos demuestra que lo de "Dad a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César" , no fue especialmente atendido a partir de Constantino "El Grande", haciendo lo que nunca se debió hacer, que es convertir un mandato de Redención y Salvación, en un foco de intrigas e intereses políticos. ¿Hay alguien que crea que Cristo hubiese autorizado una inquisición? Más aún, Él mismo fue enviado a la Cruz por una inquisición de la época, inquisición judía que se llamaba Sanedrin. Parece que de esto se han olvidado muchos.
En la Inquisición, perdón, sigo hablando con propiedad, en Las Inquisiciones, desde la institución de la Inquisición episcopal en 1215, hasta que Gregorio IX crea la Inquisición papal en 1231, y que se fueron extendiendo primero a Francia y de modo inmediato, donde la herejía se empezó a castigar con la pena de muerte. Ciertamente, en 1215 nació la Orden de los Dominicos, (Ordo Fratrum Predicatorum O.P.) fundada por S. Domingo de Guzmán con la misión específica de combatir la herejía albigense. Y sus métodos para "convertir" poco tuvieron de caritativos y de amor al prójimo. Mientras, y casi simultáneamente, S. Francisco de Asís se proponía llevar a cabo una evangelización basada en el primitivo espíritu cristiano, que finaliza con la fundación de la Orden Franciscana o Minoritas (Ordo Fratrum Minorum, O.F.M), con una misión y un espíritu muy diferente. También de la época son la Cisterciense, la Cartuja, la de Hirsau, la de las Clarisas, o la Orden de los Eremitas Agustinos (Ordo Fratrum Eremitarum Augustini, O.E.A.) Todas, menos la dominica, fueron instituidas para el rezo, la piedad, la evangelización, pero no para ser inquisidores. Y es que los dominicos dieron muchos problemas, algo similar a los jesuitas.
Por supuesto, entre los inquisidores hubo gentes de juicio templado, pero otros no. Una de las muchas acusaciones lanzadas contra España y su leyenda negra han salido de este entramado. Extendido por casi toda Europa, actuando muchas veces en procesos de dudosa legitimidad moral, e incapaz de limpiar la propia casa y detener la herejía de la Reforma, al final los "paganos" fuimos los españoles y, personalmente creo que en buena medida debida a Tomás de Torquemada, Inquisidor General de Castilla y Aragón. Creador de cuatro tribunales subalternos en Sevilla, Jaén, Córdoba y Toledo. Y para unificar la acción de los dominicos en toda España redactó el correspondiente Código promulgado en Sevilla en 1484. Vamos, con más poder que el Papa y que los propios Reyes. Dominico y judío converso.
Mientras tanto, dos siglos antes, Tomás de Aquino fue capaz de combatir la herejía con mucha mayor eficacia a través de sus Summa contra gentiles y Summa Theologica, sin necesidad de ejecutar a nadie. Buscó convencer conciliando lo natural con lo sobrenatural, la razón con la fe, al tiempo que las complementaba con un criterio de subordinación. A la extraordinaria visión de Santo Tomás, los franciscanos opusieron a Alejandro de Hales con su "Summa universae theologiae"; a Duns Scoto con su "Opus Oxoniense" y a S. Buenaventura con su voluntarismo. Mientras otros, en lugar de discutir sobre temas de Filosofía y Teología, aplicaban la hoguera. Sería interesante conocer el número de herejías que debieron darse en las universidades de entonces, pero que no salieron de sus muros.
El caso Galileo fue un asunto político disfrazado de religiosidad, tal como queda de manifiesto en las actitudes de los personajes y las circunstancias que rodearon el caso. De hecho, la teoría heliocéntrica que también estaba equivocada en algunos de sus principios y que, en efecto, también fue formulada por paganos, y llevaba mucho tiempo en vigor desde que Copérnico se dió cuenta de que la Tierra giraba alrededor del Sol. Él era consciente de que la versión oficial, la aceptada por el establisment jerárquico era del modelo ptolemaico. En 1510 empieza a extender sus observaciones; en 1543 ( 33 años más tarde) se publica en forma de libro De revolutionibus orbium coelestium que ya George Joachim von Lauchem, conocido como Rheticus, se había encargado de ir difundiendo. Galileo se adhirió a las tesis copernicanas y publicó en 1632, es decir, ¡89 años más tarde! lo que era de dominio público, bajo el título de Discursos y Demostraciones Matemáticas de Dos Nuevas Ciencias.
Preguntas: ¿por qué no se juzgó a Copérnico? ¿Por qué no se condenaron en su momento las conclusiones de las observaciones copernicanas?
Sólo Dios es infalible, y aquel Tribunal que juzgó a Galileo lo hizo movido por otros intereses ¡ y erraba!. Causa hasta risa la mención en la sentencia de las manchas solares, porque si la comprobación a simple vista de que la Tierra gira sobre si misma es una evidencia hasta para un niño, para comprobar la aparición de las manchas en la superficie del Sol, su evolución a lo largo de los días, el movimiento de su rotación a través de éstas y la desaparición de las mismas, se puede hacer personalmente de dos modos: o por proyección sobre una hoja de papel a través de un prismático, o poniendo a éstos en sus objetivos un filtro Mylar bien sujeto. Aconsejo tomar los prismáticos que se tengan en casa, acercarse a una buena óptica y pedir un polímero solar, muy buena marca alemana es el "Solar Safety Film", que filtra el 99'99 % de la radiación y que es parecido al papel de aluminio, recortar lo que se necesite para cubrir bien cada uno de los dos objetivos, y antes de colocar comprobar que ambos recortes no tengan ni un sólo poro (para ello sujetarlos con los dedos y tapar el Sol, todo ello con extremo cuidado). Una vez instalados (estirados) sobre los objetivos, se puede mirar el Sol directamente. ¡Espectacular! y allí nos encontraremos con las manchas. Aconsejo no estar observando más allá de unos 20 segundos seguidos. Se nota en los ojos una especie de presión que desaparece al cabo de unos minutos cuando se deja de observar. Así pues, descanso y vuelta a otros 15 ó 20 segundos.
¿Se comprende ahora porqué he llamado, y me reafirmo en ello, analfabetos en Cosmología, y en Astrofísica, a aquéllos eminentes doctores en otras disciplinas? ¿Cuál es el Mandato y Misión específicas de la Iglesia? ¿hace falta dar la respuesta o no es necesario? entoinces ¿qué es eso de que fueran "partidarios" de esta o aquella explicación científica y no ajustada a las Escrituras?
Sinceramente, Martin Ant, creo que a usted Galileo le importa un pimiento, a usted lo único que le interesa es sostener una versión de la realidad absolutamente obsoleta a causa de los avances en la tecnología, la cual usted no duda en condenar y al tiempo emplear sin el más mínimo empacho, por alguna pertinaz causa. Pero no se puede ir contra la evidencia y lo que hay que hacer es volver el calcetín del revés, así si un hereje o un anti-Dios descubre algo, hay que cambiar las tornas y ese algo se debe a la omnipotencia divina, incluyendo el método empírico.
Y lo que si conviene es que deje usted de abrir hilos y más hilos sobre el mismo tema. Eso si que es causa de juntarlos, cierre, edición y hasta borrado de los mismos.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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