Re: Entrevista a Robert Sungenis
Iniciado por
Martin Ant
Entonces habló Josué a Yahveh, el día que Yahveh entregó al amorreo en manos de los israelitas, a los ojos de Israel y dijo: «Deténte, sol, en Gabaón, y tú, luna, en el valle de Ayyalón.»
Y el sol se detuvo y la luna se paró hasta que el pueblo se vengó de sus enemigos. ¿No está esto escrito en el libre del Justo? El sol se paró en medio del cielo y no tuvo prisa en ponerse como un día entero.
[I]No hubo día semejante ni antes ni después, en que obedeciera Yahveh a la voz de un hombre. Es que Yahveh combatía por Israel. [/I](Josué 10, 10-14)
¿Es literal o simbólica? ¿Dijo alguna vez la Iglesia que era solamente simbólico o alegórico? Sugerencia: Galileo dijo que eso en efecto ocurrió en apariencia, pero se debió al cese de la revolución de la Tierra, lo cual implicó el cese de la revolución de la Luna (lo cual es absurdo). Pero el Santo Doctor de la Iglesia, San Bellarmino, el que lo juzgaba, le decía, no amigo, no te puedo consentir que interpretes la Escritura diferente de su sentido primario, y en contradicción con los comentaristas griegos y latinos (Padres de la Iglesia), de lo que no podemos apartarnos tal y como nos lo recuerda el Concilio de Trento que acabamos de celebrar.
Estos fragmentos son los que se suelen afirmar para sostener la imaginaria centralidad de la Tierra. El geocentrismo no es sino una hipótesis que se fundamenta en tales pasajes. Pues bien, como las cosas hay que ponerlas en su justo lugar y términos, digamos que Judea es un país diminuto, pequeñito, donde las distancias más largas apenas superan los 200 kms, es decir, que se puede recorrer en apenas un par de días o tres. ¿Cuál es la distancia que media entre Gabaón y Ayyalón? La cuestión tiene su miga, porque si modificamos la frase nos daremos cuenta de qué va el asunto, por ejemplo:
"Detente, sol, en Torrejón de Ardoz, y tú, Luna, en el valle de Colmenar Viejo."
¿A qué nos suena esto? ¿No es un absurdo en términos? Naturalmente lo es, si lo tomamos con sentido literal. Pero, si hablamos de una alegoría como expresión poética de lo que fue una batalla importante, sin duda, aunque posiblemente se enfrentaron dos ejércitos de dimensiones tribales, pues estamos ante una forma de categorización cultural cognitiva muy de la época en la que se desarrollaron tales acontecimientos bélicos.
Y si hay algo inconcebible, es que se tome a Yavhé como un Dios vengativo, y Cristo demuestra que es justamente lo opuesto, obedeciendo a los hombres y poniendose al frente de un ejército para favorecerlo frente a otro, como si fuera un Napoleón de la Antigüedad. Esto no es más que lenguaje mitificado. Y el mito aunque siempre tiene una base de verdad, siempre está deformado por la retórica de quienes lo reproducen cada vez, generación a generación. ¿Es que yo no creo en estos hechos? Pues considerando que no forman parte del Dogma Católico no tengo porque darle mayor importancia que la que tiene, a diferencia de lo que hacen los protestantes y en otras confesiones herejes que tienen por costumbre interpretar la Biblia literalmente. Lo que es una pena es que no tomen con la misma literalidad la fundación de la Iglesia de Cristo en la persona de Pedro a la que deben obediencia por cuanto, con todos los errores humanos habidos y por haber, es la Única y Verdadera Iglesia desde entonces hasta hoy.
Última edición por Valmadian; 22/11/2013 a las 00:15
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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