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Tema: Creación vs Evolución

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    Creación vs Evolución

    16 febrero, 2014 | Christopher Fleming

    Creación vs Evolución, I

    Cuando hablamos de la teoría de la Evolución se sobreentiende que un ateo se encuentra como un pez en el agua con esta teoría, porque a veces hasta hace de soporte filosófico para su ateísmo. ¿Pero es admisible la teoría de la evolución para un católico? Hoy en día pueden haber muchos católicos que se extrañan de que nos hagamos esta pregunta, ya que en algunos ambientes eclesiales el evolucionismo se defiende con el mismo (o a veces con más) fervor que los dogmas de fe. Ahí está la pregunta del millón: ¿Cómo puede un católico dar por buena una teoría que goza de tanta simpatía entre los ateos? Ellos no sólo creen en el evolucionismo, como los católicos creemos en el Purgatorio o cualquier otro dogma de fe; los ateos hacen del evolucionismo subandera y lo usan para liderar ataques contra la fe cristiana. Si esto no le provoca la menor inquietud a un católico, mala señal.

    Pienso que no soy la persona más indicada para escribir un artículo sobre la Evolución, porque no soy científico, ni tengo grandes conocimientos en la materia. Lo que pasa es que si no lo escribo yo, no sé quien lo va a escribir. Por lo visto en España a los científicos profesionales les ocurre una de tres cosas, o quizá una combinación de las tres: están demasiado ocupados en otras tareas; les trae al fresco el asunto; o frente a la dictadura materialista que se ha instalado en el mundo científico, prefieren guardar silencio antes que perder su reputación e incluso su puesto de trabajo. Escribo esto porque como católico de a pie, me he interesado por el evolucionismo. Me he tomado la molestia de investigar un poquito y documentarme, para saber, por un lado, lo que dice la Iglesia, y por otro lado, lo que dice la Ciencia. Me hice católico porque quería profesar la misma fe que Nuestro Señor entregó a Sus apóstoles, así que poco me importa lo que crea “la mayoría de católicos” o el “consenso de la comunidad científica”, y tengo cero respeto por las opiniones políticamente correctas del momento. Lo único que me importa es la verdad, y ahí es a donde quiero llegar con este artículo.



    Para mayor claridad he querido dividir el artículo en cuatro secciones:


    • la importancia vital de la batalla intelectual y espiritual entre Creación y Evolución;
    • los elementos sospechosos de la teoría de la Evolución;
    • las razones teológicas por las que el evolucionismo no es compatible con la Creación;
    • las razones científicas por las que el evolucionismo es una gran mentira.


    En esta primera parte trataré las dos primeras secciones, dejando para otra entrega las consideraciones teológicas y científicas.


    La importancia de dar la batalla


    Últimamente oigo a bastantes católicos decir que a la gente no hay que darle la tabarra con el tema de la Evolución, que es una batalla perdida. Según ellos, en nuestro apostolado (que ahora algunos llaman proselitismo) habría que ceñirse a los asuntos que atañen directamente la fe, como la moral, la Iglesia, los dogmas, etc. Esta estrategia me parece equivocada, porque ignora la raíz de la apostasía de nuestro tiempo. Si la mentalidad evolucionista fuera un fenómeno marginal les tendría que dar la razón, pero hay que reconocer que el evolucionismo es una filosofía que ha calado hasta el fondo de las almas de prácticamente todos los habitantes de Occidente y gran parte del resto del mundo, con el efecto de erosionar la fe en Dios y convertir a millones de cristianos en ateos.

    Nuestro tiempo es un tiempo de ateísmo, teórico y práctico. Antaño los grandes enemigos de la fe eran herejías cristológicas o eclesiales, como el arrianismo y el luteranismo respectivamente. Ahora no es así. Con perspectiva histórica se puede ver como las herejías cristianas han abonado el terreno donde en nuestro tiempo ha arraigado el ateísmo. Ahora, al menos en España, las personas que se rebotan contra la Iglesia simplemente se largan para caer en el vacío absoluto del hedonismo ateo. No apostatan de su fe católica porque dejan de creer en algún dogma de fe, como la Comunión de los Santos o la Infalibilidad Papal. Apostatan porque dejan de creer en Dios, sin más. Indudablemente su apostasía tendrá mucho que ver con su pecado personal, pero encuentran una excusa en argumentos “científicos”. Los evolucionistas que niegan la existencia de Dios no apelan realmente a la ciencia, sino al cientificismo; la ciencia convertida en religión.

    Muchos se rasgan las vestiduras porque en los colegios (públicos y privados) se imparten clases de “educación” sexual, cuya finalidad es pervertir a los jóvenes. Yo también me indigno. Pero no es de recibo que protesten por esto, y no digan nada sobre el adoctrinamiento anticristiano que se lleva a cabo desde hace décadas en las clases de ciencia.


    Hoy en día en los manuales de ciencia está literalmente prohibido hablar de Dios, porque se parte de la premisa de que Dios (si es que existe) no puede intervenir en el universo físico. Esto se llamanaturalismo, y es una creencia religiosa. A diferencia del cristianismo, es una religión que se permite enseñar en las clases de ciencias, y que se subvenciona masivamente con nuestros impuestos. Resumiendo, lo que estudian los niños es que en el principio nada explotó (sí, suena a chiste, pero es así), causando el Big Bang. Luego estudian que, chocando entre sí por accidente, se formaron las estrellas y los planetas; que un planeta en un rincón insignificante del universo se enfrió y mágicamente la materia inorgánica se convirtió en el primer organismo unicelular. A lo largo de miles de millones de años estos microorganismos evolucionaron; los microbios se convirtieron en bichos invertebrados, que se convirtieron en peces, que a su vez salieron del agua y desarrollaron piernas; los anfibios se convirtieron en reptiles, los reptiles en mamíferos, y finalmente los monos bajaron de los árboles, empezaron a andar a dos patas, y se hicieron hombres. Después de cientos de horas de adoctrinamiento en la religión naturalista en el instituto, ¿es razonable querer que los pobres adolescentes crean las historias que leen en la Biblia?

    No es sólo una manía personal, sino una cuestión de estadísticas. Las encuestas han demostrado una y otra vez que la creencia en la evolución es inversamente proporcional a la práctica de algún tipo de religión organizada, sea católica, protestante, musulmana u otra. En EEUU se hizo un estudio interesante en 2011 sobre las razones por las que tantos adolescentes dejan de ir a la iglesia (aparte de la Iglesia Católica, entiéndase “iglesia” como cualquier secta protestante). Es una tendencia constante: un gran porcentaje de quinceañeros dejan de asistir a los servicios religiosos con sus padres. Luego algunos de ellos se reenganchan y otros muchos no. Las razones que dan por no querer seguir yendo a la iglesia son variopintas. Algunas suenan claramente a excusas adolescentes, como que “es aburrido” o que prefieren quedarse en la cama los domingos por la mañana. Lo que llama la atención es que un 23% dicen que la iglesia es anti-ciencia en relación con la Evolución. Dudo que tuvieran ese problema con la Iglesia Católica, que lamentablemente está arrodillada ante el evolucionismo, pero el fondo de la cuestión es que perciben la incompatibilidad entre la fe cristiana y el evolucionismo, tal y como se presenta desde las autoridades científicas.

    No hay que buscar pactos con el Diablo. Ciertamente es tentador para el católico moderno tirar a la basura el primer libro de la Biblia. El mundo nos dice que si reconocemos que el Génesis es una fábula seremos aceptados por los “sabios” de nuestro tiempo. Podremos mantener nuestra fe católica, pero “adaptada” a las exigencias de la sociedad moderna. Nos advierte que si somos intransigentes, si nos empeñamos en afirmar que la Biblia es literalmente la Palabra de Dios, seremos marginados y vilipendiados. El evolucionismo es una filosofía anti-Dios, no hay otra manera de decirlo, por lo que hay que combatirlo sin tregua. Debemos limitarnos a creer y a proclamar la verdad, “a tiempo y a destiempo”. Cualquier acuerdo al que lleguemos con los enemigos de Dios será para nuestra ruina.



    Los elementos sospechosos del evolucionismo


    Yo, como muchos de mi generación, padecí una educación secular y en materia científica me inculcaron el naturalismo. Así que, como no podía ser de otra manera, daba por hecho que la teoría de la Evolución de Darwin era una verdad objetiva. Recuerdo perfectamente las clases de “conocimiento de medio” con 12 años; nuestro profesor nos explicó con todo lujo de dibujos que veníamos de los monos, y que a lo largo de millones de años habíamos pasado por distintas clases intermediarias de “homínidos”. Había que aprenderlo, igual que se aprenden las fechas de las batallas o la tabla periódica, como si fueran hechos incontestables. Sin embargo, con mi conversión empecé a poner en duda muchas de las cosas que me habían enseñado de pequeño, y pronto le llegó el turno al evolucionismo. Antes de investigar a fondo el tema recuerdo que se despertó en mí la sospecha de que algo fallaba, y esto es lo que quiero compartir con mis lectores. Fundamentalmente tenía que ver con la frase de Nuestro Señor:


    Por sus frutos los conoceréis… Un buen árbol no puede dar malos frutos, ni puede un árbol malo dar buenos frutos. (Mateo 7:16, 18)

    Veamos, ¿cuáles son los frutos del evolucionismo?



    Lo primero que despertó mis sospechas fue la unión tan clara entre el evolucionismo y la cultura de la muerte. En un libro muy recomendable, Arquitectos de la Cultura de la Muerte, los autores, de Marco y Wiker, dedican un capítulo entero a Charles Darwin, uno al primo de éste, Francis Galton, y otro a Ernst Haekel, el “misionero” darwiniano más ferviente de Europa continental. Ahora que se ha convertido en un icono de la cultura moderna se procura por todos los medios olvidar que Darwin fue un racista hasta la médula, convencido de que la raza blanca europea era intrínsicamente superior a todas las demás, por haber alcanzado un nivel evolutivo más avanzado, y que la raza negra apenas se situaba un escalón por encima del mono. Tampoco es muy conocido que el título completo del celebérrimo libro de Darwin fue El Origen de las Especies a través de la Selección Natural o la Preservación de las Razas más dotadas en la Lucha por la Vida. Basta leer el título para entender que no hizo falta mucho tiempo para que, tirando del hilo darwiniano, se llegara a la eugenesia. De hecho, fue el mencionado Galton quien acuñó el término y popularizó la idea de seleccionar a los “más aptos” entre los seres humanos y desechar a los que se consideraban indignos de vivir. En El Origen de las Especies de Darwin yace la mentalidad diabólica de la eugenesia, como atestiguan estas palabras:


    Los hombres civilizados entorpecen el progreso de eliminación: construimos asilos para los imbéciles, para los lisiados y para los enfermos; promulgamos leyes para los menesterosos; y nuestros profesionales de la medicina ejercitan toda su habilidad para salvar la vida de cada persona hasta el último momento.

    Darwin fue mejor hombre que sus principios. Si hubiera aplicado a rajatabla sus ideas eugenísticas, no hubiera permitido que viviera ninguno de sus diez hijos, todos de salud endeble. Quizá porque no tenía ganas de liderar ninguna guerra contra la religión, Darwin no extrajo las consecuencias lógicas de sus teorías. Eso fue tarea de Galton y Haekel. Tanto éxito tuvieron que a principios del siglo XX en EEUU y Alemania la eugenesia se impuso como política de estado. En 1921 Margaret Sanger, una evolucionista fanática, fundó Planned Parenthood (hoy en día la mayor cadena abortista del mundo) basándose en los principios racistas y eugenísticos derivados del darwinismo. Y hoy ningún historiador discute el hilo ideológico que une la teoría de la Evolución y el programaAction T-4, con el que el gobierno nazi esterilizó a unos 400,000 alemanes contra su voluntad, aparte de masacrar a miles de disminuidos físicos y psíquicos. Subvencionada por la Fundación Rockefeller (que tanto bien ha hecho a la Humanidad), la eugenesia alemana de primera mitad del siglo XX se inspiró directamente en las ideas de Darwin.

    La segunda consideración que me hizo sospechar del evolucionismo es que las ideas de Darwin socavan cualquier sistema moral absoluto, por lo que su visión de la moralidad es antitética a la visión cristiana. En lugar de la Ley Natural, instituida por Dios y grabada en el alma de cada ser humano, Darwin propuso que la moral evolucionó según las conveniencias de cada tribu. Esto quiere decir que nuestros valores morales no serían más que una herencia evolutiva que nos ha permitido sobrevivir en las condiciones diversas de la Historia humana. Esta evolución de la moral encontró eco en las teorías de Karl Marx, quien las llevó a su conclusión lógica: si no hay normas morales absolutas significa que todo vale en la lucha por la supervivencia (o por la supremacía de una clase social frente a otra). El comunismo, igual que el nazismo, bebe también de la fuente darwiniana.
    En 1873 Karl Marx envió a Darwin una copia firmada de “El Capital”, con la frase: “de un sincero admirador”

    Por último, la tercera cosa que me hizo sospechar, aparte de su enorme contribución a la cultura de la muerte y la anti-moral del darwinismo, era el entusiasmo con el que siempre lo han acogido los ateos, tanto en sus inicios hace 150 años como hoy en día. Un ejemplo de ello sería esta cita de Aldous Huxley, el autor de Un Mundo Feliz y uno de los evolucionistas ateos más beligerantes de su día:


    Tenía mis motivos por no querer que el mundo tuviera sentido; en consecuencia di por hecho que no lo tenía, y no tuve ninguna dificultad en encontrar razones que justificaran mi idea. El filósofo que no encuentra sentido en el mundo no se preocupa exclusivamente por un problema de metafísica pura; también le interesa demostrar que no existe ninguna buena razón por la que no puede personalmente hacer lo que le da la gana… Para mí, la filosofía del nihilismo fue esencialmente un instrumento de liberación, sexual y política. (“Ends and Means”, 1937)

    Es de apreciar la franqueza de Aldous Huxley. Con toda sinceridad reconoce que su ateísmo es un deseo a priori, que luego tiene que buscar justificación científica. La teoría de la Evolución encaja con su visión nihilista del mundo, y la adopta, no porque es verdad, sino porque le conviene. Desde el principio de la guerra entre religión y Evolución, los dos bandos veían que si uno de los dos lograba convencer al pueblo de su veracidad, sería el final para el adversario. No existía la postura equidistante del hombre conciliador, tan de moda en nuestros días. Era una lucha a muerte entre cristianos y ateos. ¡Qué pena que ahora tantos cristianos hagan el trabajo del enemigo! El abuelo de Aldous, Thomas Huxley, apodado el bulldog de Darwin, fue bastante sincero al hablar de la incompatibilidad entre el evolucionismo y el cristianismo. Sabía perfectamente que si se ponía en duda la historicidad de las Escrituras del Antiguo Testamento al que pertenece el libro del Génesis, toda la religión cristiana caía como un castillo de naipes. Esto es lo que declaró el temible defensor del darwinismo y acérrimo enemigo de Dios:

    Me resulta imposible comprender como alguien pudiera, tan sólo durante un momento, dudar que la teología cristiana depende de la veracidad de las Escrituras judías. El mismo concepto del Mesías o el Cristo, se entrelaza inseparablemente con la Historia de los judíos. La identificación de Jesús de Nazaret con el Mesías descansa sobre la interpretación de los pasajes de las Escrituras judías, y éstas carecen de valor sin el carácter histórico al que se les atribuye. “Science And Hebrew Tradition Essays”, 1897.

    Además de sus frutos podridos, podríamos examinar las raíces del evolucionismo, y preguntarnos: ¿de dónde proviene el evolucionismo?

    Contrario a lo que se cree, Darwin no lo inventó. Esta idea fue formulada ya en el siglo 6 antes de Cristo por filósofos pre-socráticos como Empedocles. Sin embargo, con el auge del cristianismo en Occidente el evolucionismo entró en lo que podríamos llamar un estado de hibernación. No fue hasta el siglo XVIII, el mal-llamado “siglo de las luces”, cuando pensadores y científicos se lo plantearon seriamente otra vez. En 1788 James Hutton formuló el principio del uniformitarismo, que hoy en día domina la geología, por lo que se le suele llamar el fundador de la geología moderna. Su famosa frase, “el presente es la clave del pasado”, define bien el uniformitarismo. Hutton rechazó el Diluvio Universal y afirmó que las formaciones geológicas se debían a cambios graduales a través de grandes periodos de tiempo, oponiéndose directamente al catastrofismo bíblico. Una implicación del uniformitarismo de Hutton es que la Tierra es muchísimo más vieja de los que antes se calculaba. El problema es que Hutton era un deísta; es decir, descartó categóricamente la intervención divina en el mundo. Debido a sus prejuicios anti-cristianos, sus conclusiones geológicas, lejos de basarse en observaciones objetivas, fueron fruto de un compromiso a priori con el naturalismo. Esto se desprende claramente de sus propias palabras:

    La historia de nuestro globo debe ser explicada por lo que vemos que ocurre ahora. Ninguna fuerza se puede emplear que no sean natural en el mundo, ninguna acción se puede admitir excepto las que conocemos.
    La ficticia “columna geológica”

    Las teorías de Hutton tuvieron mucha influencia sobre Charles Lyell, el inventor (uso la palabra con toda la intención) de la columna geológica, ese diagrama con capas rocosas que todos hemos tenido que estudiar en clase de ciencia, pero que no existe en ninguna parte del mundo fuera de los libros de texto. Hay que decir que Lyell no disponía de absolutamente ninguna técnica científica para medir la edad de las rocas, y las edades que atribuyó a cada capa de roca sólo pudieron ser fruto de su fantasía. Sin embargo, debido a la necesidad de afirmar que el mundo tiene miles de millones de años, para dar cabida a la teoría de la Evolución, los geólogos siguen usando su columna geológica como si fuera de inspiración divina, a pesar de todos los problemas que plantea en el mundo real.

    Igual que Hutton, Lyell tenía un odio a la fe cristiana que marcó su línea de investigación. En sus propias palabras, su deseo fue “liberar al mundo de Moisés”. Tenía muy claro que si “demostraba” que el mundo tenía mucho más de 6000 años de edad se pondría en entredicho la fiabilidad de toda la Biblia. Las consecuencias de las ideas de Lyell fueron devastadoras, ya que su obra,Principios de la Geología, fue uno de los tomos que Darwin llevó en su famoso viaje a las islas Galápagos en el Beagle. Al leer la obra de Lyell, Darwin reconoció que perdió definitivamente su fe cristiana, y a partir de ese momento veía el mundo a través de una filosofía materialista.



    Por todas estas razones el evolucionismo me parece una filosofía altamente sospechosa, sin siquiera entrar a considerar sus méritos científicos. Esto lo dejo para la segunda entrega.

    Fuente: TRADICIÓN DIGITAL
    Última edición por Martin Ant; 04/04/2014 a las 19:01
    Alejandro Farnesio y jasarhez dieron el Víctor.

  2. #2
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    Re: Creación vs Evolución

    17 marzo, 2014 | Christopher Fleming

    Creación vs Evolución II


    En esta segunda parte del artículo me dedicaré a considerar los problemas teológicos que plantea la teoría de la evolución.

    Creo que un buen sitio donde empezar es el Commonitorium de San Vicente de Lerins. Este Padre de la Iglesia del siglo V quiso poner por escrito unas cuantas reglas de oro, para que un buen católico, sin necesidad de gran formación teológica, pudiera discernir entre la Verdad y el error. Su tratado ha sido uno de los más citados por los doctores de la Iglesia, y es de enorme utilidad para los confusos tiempos que corren. Dice el santo lo siguiente:

    En la Iglesia Católica hay que poner el mayor cuidado para mantener lo que ha sido creído en todas partes, siempre y por todos. Esto es lo verdadera y propiamente católico, según la idea de universalidad que se encierra en la misma etimología de la palabra. Pero esto se conseguirá si nosotros seguimos la universalidad, la antigüedad, el consenso general. Seguiremos la universalidad, si confesamos como verdadera y única fe la que la Iglesia entera profesa en todo el mundo; la antigüedad, si no nos separamos de ninguna forma de los sentimientos que notoriamente proclamaron nuestros santos predecesores y padres; el consenso general, por último, si, en esta misma antigüedad, abrazamos las definiciones y las doctrinas de todos, o de casi todos, los Obispos y Maestros.


    San Vicente de Lerins
    Con este criterio en mente podemos preguntarnos, ¿qué es lo que se ha creído en todas partes, siempre y por todos respecto a la Creación? Creo que la respuesta es evidente y en esto consiste mi primera objeción teológica a la teoría de la evolución: el pueblo católico siempre ha creído que Dios hizo el Cielo y la Tierra en seis días literales, como narra el primer capítulo del Génesis, y que el hombre y todos los tipos de animales fueron creados en su forma actual por Él durante ese periodo. Hay amplias pruebas de ello, pero citaré tan sólo algunas.

    Primero, veamos la liturgia, es decir la oración oficial de la Iglesia. Hay una hermosa oración, tomada del Martirologio Romano, que durante unos mil años, hasta la reforma del breviario por Pablo VI en 1970, se rezaba cada Noche Buena. Decía esto:



    • El año de la creación del mundo, cuando en el principio creó Dios el cielo y la tierra,cinco mil ciento noventa y nueve;
    • del diluvio, el año dos mil novecientos cincuenta y siete;
    • del nacimiento de Abraham, el año dos mil quince;
    • desde Moisés y la salida del pueblo de Israel de Egipto, el mil quinientos diez;
    • desde que David fue ungido rey, el mil treinta y dos;
    • en la Semana sexagésima quinta, según la profecía de Daniel;
    • en la Olimpíada ciento noventa y cuatro;
    • de la fundación de Roma, el año setecientos cincuenta y dos;
    • del Imperio de Octaviano Augusto, el cuarenta y dos;
    • estando todo el Orbe en paz, en la sexta edad del mundo, Jesucristo, eterno Dios e Hijo del eterno Padre, queriendo consagrar el mundo con su misericordísimo advenimiento, concebido del Espíritu Santo, y pasados nueve meses después de su concepción, nace en Belén de Judá, de la Virgen María, hecho Hombre.
    • La Natividad de Nuestro Señor Jesucristo, según la carne.


    También podríamos considerar la oración de Miércoles de Ceniza: memento homo quia pulvis es et in pulverem reverteris, que en español queda: recuerda hombre que de polvo eres y a polvo volverás. Sería una oración extraña para una Iglesia evolucionista, ya que Darwin predicó la común descendencia de todas las criaturas vivas. Para un evolucionista, lejos de ser creado por Dios a partir del polvo en el sexto día, el hombre desciende del mono, fruto de millones de años de muertes y mutaciones accidentales. En su lugar, una Iglesia que creyera en la evolución del hombre tendría que decir: recuerda hombre que del mono eres y al mono volverás.

    Al hilo del origen del hombre, pensemos en la iconografía cristiana. Durante varios siglos se debatía sobre la idoneidad de representar a Adán con o sin ombligo. La razón de esta polémica, que al hombre moderno le puede parecer absurda, es que se creía firmemente en la literalidad del primer capítulo de Génesis, donde se afirma que Dios creó a Adán directamente del polvo. Una corriente opinaba que si esto ocurrió así y Adán no nació de mujer, como todos los demás hemos nacido, no tendría porqué tener ombligo, que no es otra cosa que el vestigio del cordón umbilical. Los de la teoría omphalos decían que sí tenía ombligo, a pesar de ser creado directamente del polvo, porque Dios le creó como adulto, con la apariencia de edad, igual que tendrían apariencia de edad las plantas y los animales en la primera semana del mundo. Aquí no corresponde entrar en ese debate, que por cierto es interesantísimo; sólo lo saco a colación porque demuestra que siempre se daba por hecho la veracidad histórica de las Sagradas Escrituras.

    También es interesante el testimonio que da en esta materia la traducción inglesa Douay Rheimsde la Biblia. [1] Esta venerable traducción, que a su vez es una traducción de la Vulgata de San Jerónimo, fue la Biblia estándar para el mundo católico anglófono hasta la mitad del siglo XX. Aún hoy en día los católicos tradicionales lo suelen considerar la mejor traducción disponible, por su fidelidad a la Vulgata y su espíritu auténticamente católico, absolutamente libre de errores protestantes y modernistas. Entre 1749 y 1752 Monseñor Richard Challoner revisó el texto de dicha traducción, con el fin de actualizar el idioma, que en su primera versión estaba muy ligado a la sintaxis latina. La Douay-Rheims revisada por Mons. Challoner es de capital importancia, porque durante unos 200 años fue la Biblia que cada familia católica de habla inglesa tenía en su casa.

    Lo interesante para este caso son las anotaciones al texto que hizo este obispo, que no dejan lugar a dudas de que interpretaba de manera literal la Creación. La Biblia entera, especialmente el Antiguo Testamento, tiene una cronología en base al “año del mundo”, en latín anno mundi(abreviado A.M.). Por ejemplo, el relato del Diluvio Universal en Génesis 7:11:

    Cuando Noé contaba seiscientos años de vida, el día diecisiete del segundo mes del año, brotaron todos los manantiales del fondo del mar, mientras se abrían las compuertas del cielo.

    Mons. Challoner indica a pie de página que esto ocurrió en el anno mundi 1656, y añade que fue 2348 años antes de Cristo. Hay muchísimas fechas, pero daré sólo unas cuantas. Según los cálculos de Mons. Challoner, Abraham nació en el año del mundo 2008; Moisés nació en el 2433; Josué, con todo el Pueblo de Israel, cruzó el río Jordán y entró en la Tierra Prometida en el 2553; y David fue ungido rey en el 2957.

    El testimonio de estas anotaciones es tremendo, porque estamos hablando de nada menos que el texto más sagrado para un cristiano, la Biblia, cuyas traducciones la Iglesia antaño vigilaba con un celo extremo. Es impensable que el más mínimo detalle contrario a la fe católica se pudiera incluir en una traducción de la Biblia aprobada por la Iglesia en esa época. Como paréntesis, no creo que haga falta recalcar demasiado el cambio abismal que ha acaecido desde el Concilio Vaticano II, con la disolución del Índice de libros prohibidos, y el relajamiento hasta la total irrelevancia de los requerimientos para conseguir un Imprimatur hoy en día. Evidentemente las anotaciones y notas al texto sagrado no se pueden considerar parte de las Sagradas Escrituras, pero es harto difícil para un católico despreciar el peso de 200 años de tradición, porque estas anotaciones necesariamente reflejan lo que creían los católicos de entonces. De manera que la versión Douay-Rheims de la Biblia es otra prueba más de que el pueblo fiel siempre ha creído en una Creación de seis días; es decir, en una interpretación literal del libro del Génesis.



    Mi segunda objeción teológica a la teoría de la evolución es la opinión de los Padres de la Iglesia. El Concilio de Trento, en su sesión cuarta que trata la interpretación de las Sagradas Escrituras, declara que:


    a nadie le es lícito interpretar la Escritura contra el consenso unánime de los Padres.

    ¿Hay un consenso unánime de los Padres acerca de la Creación? La respuesta es clara: todos los Padres de la Iglesia, sin excepción, interpretan el primer libro de la Biblia como narrativa histórica. Por lo tanto, según la regla que establece Trento, es inadmisible para un católico interpretar el Génesis como una fábula, una especie de cuento mitológico. Es cierto que muchos Padres extraen analogías del Génesis, como por ejemplo la comparación del Arca de Noé con la Iglesia Católica. Esta interpretación tipológica es totalmente válida y de gran valor espiritual para todos los fieles, pero de ninguna manera invalida la interpretación literal; más bien el sentido figurativo o tipológico se asienta sobre el sentido literal. Toda la fuerza hermenéutica se pierde si se dice que la Iglesia Católica es la única Arca de Salvación, como lo fue en su día el Arca de Noé, pero que ésta en realidad nunca existió. ¿Se puede acaso comparar algo real con algo puramente imaginario?

    En la primera parte de este artículo ya hablé del prejuicio anti-diluviano de los geólogos modernos. Su filosofía naturalista les impide aceptar el Diluvio de Noé, porque supone una intervención espectacular de Dios en el mundo, una posibilidad que ellos excluyen de antemano. Los teólogos modernistas tampoco quieren oír hablar del Diluvio Universal, porque pone en entredicho su neo-dogma de la pan-salvación. La exterminación de toda la raza humana, exceptuando a ocho personas en el Arca, nos habla de un Dios que juzga a la Humanidad con severidad. Esto contradice la falsa imagen del Dios indulgente de los modernistas, un dios que nunca se enfada por nada, que le dan igual nuestros pecados. Si Dios ya juzgó y castigó a la Humanidad en los días de Noé, significa que puede volver a hacerlo. La historia de Noé, como ya he señalado, va unido al dogma extra ecclesiam nulla salus (fuera de la Iglesia no hay Salvación). Los modernistas huyen de esta enseñanza infalible como de la peste, porque contradice la falsa doctrina de la Libertad Religiosa. Por estas razones es sumamente importante reafirmar la veracidad histórica del Diluvio Universal en la que creían todos los Padres de la Iglesia.

    Hoy el relato del Diluvio se suele infantilizar, para restar importancia al aspecto “antipático”; es decir, la ira de Dios y el Castigo por los pecados de la Humanidad. Abajo se ve la típica imagen que ilustra la historia de Noé; los animales y la familia de Noé sonriendo y todo muy bonito.

    Lo que raramente se ve es una imagen como ésta:


    Volviendo a los Padre de la Iglesia, en su día la evolución de las especies era una idea comúnmente conocida, pero ellos la rechazaron unánimamente por herética. Los Padres veían claramente la variación entre tipos de animales; la diversidad de razas de perros, o la diferencia entre las razas de seres humanos, por poner sólo dos ejemplos. Pero negaron tajantemente la idea de que todos los seres vivos evolucionaran a partir de un ser original, y que un tipo de animal pueda convertirse en otro. El primer capítulo de Génesis dice sin ambigüedad que Dios ordenó que cada planta y cada animal se reprodujera “según su especie”. El día tercero creó las plantas:



    Dijo Dios: «Produzca la tierra hierba, plantas que den semilla, y árboles frutales que por toda la tierra den fruto con su semilla dentro, cada uno según su especie.» Y así fue.

    El día cuarto hizo los animales marinos y el día quinto los terrestres:

    Dijo Dios: «Produzca la tierra vivientes según sus especies, animales del campo, reptiles y fieras.» Y así fue.

    No hay que confundirse con la palabra “especie”, que en la Biblia tiene un significado más amplio que en la biología moderna. Por ejemplo, hoy en día una cebra y un caballo se consideran dos especies distintas, pero al ser capaces de aparearse entre ellos, según el sentido bíblico serían de la misma especie, y deben tener un ancestro común: algo parecido a un caballo moderno. Los Padres de la Iglesia se opusieron a la idea de que una especie (en el sentido bíblico) pueda convertirse en otra, y que todas las plantas y animales desciendan de microorganismos, porque claramente contradice lo que dice el Génesis. El evolucionismo se basa precisamente en la premisa de la descendencia común de todos los seres vivos, algo que no se puede observar en el mundo natural, pero que muchas personas creen como dogma religioso. La evidencia empírica respalda la visión bíblica de la naturaleza. Los Padres veían lo que ve cualquiera; hay variedad dentro de las especies, pero también hay barreras biológicas que impiden que una especie se convierta en otra.

    A continuación pongo unas citas de Padres de la Iglesia, que demuestran sin lugar a dudas que no creían en la evolución. Primero, San Basilio el Grande escribe lo siguiente en su Hexameron:

    La naturaleza de los objetos existentes, puestos en movimiento por una sola orden, pasa a través de la Creación sin cambio, por generación y destrucción, mientras que se preserva la sucesión de la especie hasta llegar a su fin último. Necesariamente un caballo da a luz un caballo, un león un león, una águila una águila; cada animal se preserva por una sucesión no interrumpida hasta la consumación del universo. Ninguna cantidad de tiempo puede hacer que las características específicas de los animales se corrompan o se extingan, sino que perduran con el tiempo, como si fueran recientemente establecidas.

    San Basilio el Grande, 330-379
    San Gregorio de Nisa defiende la creación de Adán directamente por Dios, no como el resultado de millones de años de evolución, cuando escribe:

    El primer hombre y el hombre nacido de él recibieron su ser de maneras distintas; el segundo por la cópula, el primero fue moldeado por Jesucristo Mismo. Sin embargo, son inseparables en su esencia y no son considerados dos seres diferentes… La idea de la Humanidad en Adán y Abel no varía con la diferencia de su origen, ni la manera de venir a la existencia altera su naturaleza. (Contra Eunomio)

    San Cirilo de Jerusaléntambién escribe a favor de la creación especial de Adán:

    Que los cuerpos conciban otros cuerpos es maravilloso pero posible; que el polvo de la tierra se convierta en un hombre, esto es aún más maravilloso. (Escritos Catequéticos XII)

    San Juan Damascenoescribe:

    La primera formación del hombre se llama creación, no generación; puesto que la creación es la formación directa de las manos de Dios, mientras que la generación es la sucesión de cada uno, que se hizo necesaria debido a la sentencia de muerte impuesta por nuestra transgresión. (Sobre la Fe Ortodoxa)

    Por último, en una cita que debe ser muy incómoda para los católicos que creen en la evolución, San Efrén dice explícitamente que el relato de la Creación hay que entenderlo de forma literal:

    Nadie debe pensar que la Creación de seis días es una alegoría; así mismo no es permisible decir que lo que parece haber sido creado en seis días fue creado en un solo instante, y que algunos nombres presentados en este relato carecen de sentido o significan otra cosa. Al contrario, debemos saber que, igual que el Cielo y la Tierra que fueron creados en el principio son realmente el Cielo y la Tierra, y no otra cosa bajo tales nombres; así todo lo que se menciona que fue creado y llamado al orden tras la creación del Cielo y la Tierra, no son nombres vacíos, sino la misma esencia de dichos nombres. (Comentario sobreGénesis)

    NOTAS

    [1] Esta traducción se hizo desde Francia por el exilio que sufrían los obispos católicos ingleses en la época. El Nuevo Testamento fue completado en 1585 en el seminario inglés de Douay y el Antiguo Testamento en la ciudad de Rheims en 1610.

    Fuente: TRADICIÓN DIGITAL
    Última edición por Martin Ant; 04/04/2014 a las 19:13

  3. #3
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    Re: Creación vs Evolución

    21 marzo, 2014 | Christopher Fleming

    Creación vs Evolución III


    El Magisterio perenne de la Iglesia se opone claramente a la teoría de la evolución, especialmente la enseñanza de los concilios ecuménicos y las encíclicas papales. De éste se derivan cuatro enseñanzas fundamentales que proscriben la evolución para un católico:

    1. la obligación de optar por la interpretación literal de las Escrituras, si no hay razón que lo impide.
    2. la ausencia de cualquier tipo de error en las Sagradas Escrituras.
    3. la creación ex nihilo (de la nada) de los cuerpos celestes, de la Tierra y todos los seres vivos que habitan en ella.
    4. la transmisión por generación del Pecado Original de nuestros primeros padres, Adán y Eva, de los que descendemos todos los seres humanos.



    León XIII
    , en su encíclica Providentissimus deus de 1893, resume el Magisterio anterior sobre la exégesis bíblica. Da una advertencia clara en contra de la “desmitificación” de la Biblia, que llevaban muchos años haciendo los teólogos protestantes liberales, y que al contagiar a algunos teólogos católicos engendró el movimiento modernista:

    Siga religiosamente el sabio precepto dado por San Agustín: «No apartarse en nada del sentido literal y obvio, como no tenga alguna razón que le impida ajustarse a él o que haga necesario abandonarlo»; regla que debe observarse con tanta más firmeza cuanto existe un mayor peligro de engañarse en medio de tanto deseo de novedades y de tal libertad de opiniones.

    Los católicos que creen en la evolución evidentemente piensan que sí hay una razón que les impide interpretar Génesis de manera literal. Dejando de lado por un momento otros argumentos en contra de su posición, tendrían que preguntarse si esta razón consiste en querer conformar la fe con el pensamiento mundano. Fiarse antes de la opinión de científicos ateos que del Magisterio tradicional, o buscar la aprobación a cualquier precio de personas e instituciones que son ostensiblemente hostiles a la fe católica, a mi juicio son señales de que algo falla; que cada uno examine su conciencia. En la misma encíclica, el Papa León XIII se refiere al peligro que esconde el estudio de las ciencias naturales si se emancipan de la “Reina de las ciencias”, la teología:

    Así como las ciencias naturales, con tal de que sean convenientemente enseñadas, son aptas para manifestar la gloria del Artífice supremo, impresa en las criaturas, de igual modo son capaces de arrancar del alma los principios de una sana filosofía y de corromper las costumbres cuando se infiltran con dañadas intenciones en las jóvenes inteligencias.

    La rebelión protestante de Lutero nos enseña que cuando se abre la puerta a la libre interpretación de las Escrituras, la fe se desmorona. Con la libre interpretación es sólo cuestión de tiempo para que hayan tantas versiones del cristianismo como fieles sobre la Tierra, ya que cada cristiano se convierte en su propio Papa con su propio Magisterio. Si vamos a descartar el sentido obvio de las Escrituras para ver alegorías y cuentos mitológicos en cada página, al final cada uno interpretará la Biblia como le da la gana. La respuesta que dio San Roberto Belarmino a Galileo, en su controversia sobre el geocentrismo, trae algo de cordura al espinoso asunto de la exégesis. [1] Creo que las palabras de este Doctor de la Iglesia pueden servir de modelo para los católicos respecto a la evolución.

    Yo digo que si hubiera una verdadera demostración de que el sol está en el centro del universo… entonces podría ser necesario proceder con gran cuidado a explicar los pasajes de la Escritura que parecen contrarios… Pero yo no creo que haya una tal demostración; ninguna me ha sido mostrada… y en caso de duda, uno no puede apartarse de las Escrituras como son explicadas por los santos Padres.


    San Roberto Belarmino

    En el fondo el problema de los evolucionistas católicos es que atribuyen mayor autoridad al consenso de la comunidad científica (un concepto bastante vaporoso) que al consenso de los Padres y Doctores de la Iglesia; se fían más de lo que leen en revistas científicas que de lo que leen en la Biblia; confían más en “expertos” mundanos que en Dios Todopoderoso. Como dice el santo jesuita, yo no creo que haya una demostración de la teoría de la evolución, porque ninguna me ha sido mostrada. El sentido común y lo que observo con mis propios ojos me dice que los animales no evolucionan; no veo que los peces salgan del agua y empiecen a andar, ni veo que los monos se conviertan en seres humanos. Las “pruebas” que presentan los evolucionistas me parecen extremadamente tenues, cuando no claramente falsas. No quiero adelantarme ahora y meterme en cuestiones científicas, porque es lo que trataré en la próxima entrega. Por ahora sólo diré que “en caso de duda uno no puede apartarse de las Escrituras como son explicadas por los santos Padres.” Muchos evolucionistas que se dicen católicos, además de “alegorizar” el libro del Génesis para que quepa la evolución, también suelen usar el siguiente argumento: la Biblia sólo es infalible en cuanto se refiere a la fe; todo lo demás, – datos históricos, geográficos y científicos – son susceptibles de error. Así pretenden mantener “lo esencial”, que sería el mensaje espiritual, mientras desechan todo lo demás. Esto es una herejía que ha sido condenada por la Iglesia en repetidas ocasiones. El Concilio Vaticano I declara que la Escritura es “absolutamente libre de error”, y León XIII, otra vez en Providentissimus deus, escribe lo siguiente:



    Lo que de ninguna manera puede hacerse es limitar la inspiración a solas algunas partes de las Escrituras o conceder que el autor sagrado haya cometido error. Ni se debe tolerar el proceder de los que tratan de evadir estas dificultades concediendo que la divina inspiración se limita a las cosas de fe y costumbres y nada más, porque piensan equivocadamente que, cuando se trata de la verdad de las sentencias, no es preciso buscar principalmente lo que ha dicho Dios, sino examinar más bien el fin para el cual lo ha dicho. En efecto, los libros que la Iglesia ha recibido como sagrados y canónicos, todos e íntegramente, en todas sus partes, han sido escritos bajo la inspiración del Espíritu Santo; y está tan lejos de la divina inspiración el admitir error, que ella por sí misma no solamente lo excluye en absoluto, sino que lo excluye y rechaza con la misma necesidad con que es necesario que Dios, Verdad suma, no sea autor de ningún error.

    La actitud escéptica frente a la Biblia propia del modernismo se extendió rápidamente entre el mundo cristiano a principios del siglo XX. Poco a poco errosionó la confianza en la Palabra de Dios, y el resultado final es la apostasía general que vivimos hoy en día. Este escepticismo, que ahora forma parte de la cultura popular, lo caracteriza bien la conocida canción de George Gershwin, Ain´t Necesssarily So, de 1935, cuyo estribillo dice:

    It ain’t necessarily so. The things that you’re liable to read in the Bible, it ain’t necessarily so. (Traducción: No es necesariamente así; las cosas que leerás en la Biblia; no es necesariamente así)

    La cancioncilla pasa revista a casi todo el Antiguo Testamento, y el último versículo se mete con Matusalén. No sé lo que pensarán de este personaje bíblico los católicos modernistas; quizás para ellos sus 969 años de vida son una alegoría que hasta ahora nadie ha captado; a lo mejor dirán que el dato es fruto de la ignorancia científica de Moisés; o posiblemente es una exageración literaria. Sin embargo, si nos atenemos a la declaración infalible del Concilio Vaticano I sobre la inerrancia de las Escrituras, no hay escapatoria: si dice Génesis que Matusalén vivió 969 años, todos los católicos tenemos que creerlo. Lo que vivió este hombre evidentemente no es muy importante en sí mismo; lo importante es fiarse de la Palabra de Dios, porque si decimos que hay un solo error en las Escrituras llamamos mentiroso al Espíritu Santo y dejamos de ser católicos. La Creación ex nihilo de todo el universo, incluido los seres vivos en la Tierra, es un dogma de fe. El IV Concilio de Letrán de 1215 declaró solemnemente:

    Deus…creator omnium visibilium et invisibilium, spiritualium et corporalium: qui sua omnipotenti virtute simul ab initio temporis utramque de nihilo condidit creaturam, spiritualem et corporalem, angelicam videlicet et mundanam: ac deinde humanam, quasi communem ex spiritu et corpore constitutam. Dios… creador de todas las cosas visibles e invisibles, de lo espiritual y lo corporal; quien por Su poder omnipotente de una vez creó en el principio cada creatura de la nada; las espirituales y las corporales, las angélicas y las mundanas, y finalmente el hombre, constituido de espíritu y cuerpo.

    San Francisco de Asís con Inocencio III, quien convocó el IV Concilio de Letrán.

    Esta declaración deja poco lugar para el evolucionismo (por no decir ninguno), porque dice explícitamente que Dios creó en el principio cada criatura de la nada; en otras palabras, las criaturas no surgieron por causas naturales a lo largo de mucho tiempo, como postula el evolucionismo. El IV Letrán tampoco permite la teoría del Big Bang, que es esencialmente el evolucionismo a nivel químico y estelar, según la cual las estrellas y demás cuerpos celestes se formaron durante miles de millones de años a partir de materia pre-existente. Una obra que no se puede pasar por alto en este tema es la del Cardenal Ruffini [2], La Teoría de la Evolución Juzgada a la Luz de la Razón y la Fe, publicada en su versión inglesa en 1959. Lamentablemente no existe traducción de este clásico en castellano. Que yo sepa, este libro es el único estudio serio y en profundidad sobre el evolucionismo que ha hecho hasta hoy un miembro de la jerarquía eclesial, en este caso todo un Príncipe de la Iglesia. Analiza la evidencia científica disponible en su día, además de examinar el evolucionismo frente al Magisterio. Sus conclusiones no pueden ser más claras:


    A estas autoridades – las Sagradas Escrituras, los Santos Padres – debemos añadir el sentido católico (sensus fidelium, el eco fiel del Magisterio de la Iglesia), tan universal sobre esta cuestión y tan seguro, que cualquiera de los fieles se sorprendería y se escandalizaría si oyera la enseñanza que Adán nació de una bestia, que la sangre que corría por sus venas era sangre animal, que la raza humana, en cuanto a su cuerpo, se relaciona con los brutos animales.

    Por último, el Magisterio prohibe el evolucionismo, porque insiste que todos los seres humanos descendemos de Adán y Eva. Esta doctrina tiene el nombre de monogenismo. Su contrario, elpoligenismo, es lo que requieren los evolucionistas, quienes afirman que un grupo de “homínidos” se aisló genéticamente y a lo largo de varias generaciones se convirtió en la primera población dehomo sapiens. El poligenismo es incompatible con la doctrina del Pecado Original, que toda la especie humana ha heredado de Adán, porque San Pablo dice explícitamente:

    por un hombre entró el pecado en el mundo y por el pecado la muerte. (Romanos 5:12)

    El documento magisterial clave en esta materia es Humani Generis que promulgó Pío XII en 1950. Esta encíclica se escribió expresamente para refutar y condenar errores modernistas, entre ellos el poligenismo que predicaban católicos heterodoxos, como Teillard de Chardin. Pío XII declara:

    Mas, cuando ya se trata de la otra hipótesis, es a saber, la del poligenismo, los hijos de la Iglesia no gozan de la misma libertad, porque los fieles cristianos no pueden abrazar la teoría de que después de Adán hubo en la tierra verdaderos hombres no procedentes del mismo protoparente por natural generación, o bien de que Adán significa el conjunto de muchos primeros padres, pues no se ve claro cómo tal sentencia pueda compaginarse con cuanto las fuentes de la verdad revelada y los documentos del Magisterio de la Iglesia enseñan sobre el pecado original, que procede de un pecado en verdad cometido por un solo Adán individual y moralmente, y que, transmitido a todos los hombres por la generación, es inherente a cada uno de ellos como suyo propio.

    A pesar de este veto tan claro al poligenismo, y aunque las obras de Teillard de Chardin fueran incluidas en el Índice y que se le prohibiera enseñar teología, sus errores se esparcieron como un cáncer entre el clero católico durante los años ´40 y ´50. Los escritos de este campeón de la evolución merecieron este juicio del Cardenal Ottaviani, prefecto del Santo Oficio,en 1958:

    representan ambigüedades e incluso errores tan graves que ofenden a la doctrina católica, por lo que se alerta al clero para defender los espíritus, en particular los de los jóvenes, de los peligros de las obras de P. Teilhard de Chardin y sus discípulos.

    Teillard de Chardin, jesuita heterodoxo, máximo exponente del evolucionismo en la Iglesia.

    Tras el Concilio Vaticano II, la Compañía de Jesús, lejos de renegar de él, lo reclamó como un mártir de la “represión preconciliar”, y su obra ha conocido una rehabilitación extra-oficial. ¡Lástima de Compañía que desprecia la sabiduría de su glorioso hijo San Roberto y ensalza las herejías incoherentes del falso profeta, de Chardin! Como advierte Pío XII, el poligenismo destruye la doctrina del Pecado Original. Sin Pecado Original no hay necesidad de Redención, por lo que la Encarnación y Muerte de Nuestro Señor se vuelven innecesarias, por no hablar del bautismo y los demás sacramentos. Toda la fe cristiana se cae por su propio peso si se admite el error evolucionista del poligenismo. Esto es lo que escribió proféticamente el Cardenal Ruffini respecto al desmoronamiento de la fe en caso de asumir falsas premisas evolucionistas:



    Si en la cuestión de la creación del hombre se abandona el sentido obvio de la Biblia, una interpretación que ha sido recibida y confirmada por la constante Tradición Católica, ¿qué defensa se podrá hacer de la historia del Paraíso terrenal, de la Caída de Adán y sus consecuencias? Si se admite que el cuerpo de un animal por el paso de los siglos se hizo digno de recibir un alma humana, ¿cómo se mantendrá la unidad de la raza humana frente al poligenismo? Y si esta unidad se viene abajo, ¿cuál será la suerte de la doctrina de la Justicia Original y del Pecado Original, que constituyen el fundamento de nuestra sagrada religión?

    Si San Pablo dice que por el hombre entró la muerte en el mundo debemos creer que la muerte no figuraba entre los planes originales de Dios. Él es la Bondad Infinita y no puede desear nada malo, pero por el pecado libremente elegido de nuestros primeros padres, tuvo que “rehacer” Sus planes; pasó al plan B y nos envió un Salvador por quien podríamos tener Vida Eterna. Según la visión cristiana realista, el pasado del hombre es la triste historia de la Caída, seguida de una degeneración física y espiritual continua, tan solo mitigada por la intervención divina en el mundo. Vamos claramente cuesta abajo, sin esperanza alguna de redención si no fuera por la misericordia de Dios. Los evolucionistas dicen exactamente lo contrario: según su teoría, por la muerte entró el hombre en el mundo. Esto es lo que afirma el profeta fundador de su religión, el propio Charles Darwin:

    De la guerra de la naturaleza, de la hambruna y la muerte, surge directamente el hombre.

    Según su visión materialista y utópica, el hombre moderno se erige sobre los cadáveres de las incontables generaciones de homínidos que le han precedido, en una línea ascendente y triunfal. El hombre se basta a sí mismo; tan sólo tiene que atreverse a seguir su destino evolutivo para convertirse en un superhombre. En la primera parte del artículo he explicado los lazos ideológicos entre el evolucionismo y la cultura de la muerte. Ahora quizás se aprecia que esta relación es muy lógica, porque el evolucionismo es básicamente un culto idolátrico a la muerte. Esta religión macabra enseña que sólo la muerte trae el verdadero progreso, que la muerte es el camino que nos llevará al Paraíso (el “punto Omega” diría de Chardin), sin necesidad de la Redención, de la gracia divina, de las virtudes sobrenaturales, e incluso sin necesidad de Dios. El evolucionismo destrona a Nuestro Señor, y en su lugar pone el azar, el sin-sentido, el vacío, la nada. Por ello es, en este sentido, auténticamente diabólico.


    NOTAS


    [1] Para un magnífico análisis del geocentrismo, desde la perspectiva científica y teológica, ver Sin Embargo No Se Mueve, de Juan Carlos Gorostizaga y Milenko Bernadic, Editorial Lulu.com 2013.

    [2] El Cardenal Ernesto Ruffini (1888-1967) fue un aliado importante del Arzobispo Marcel Lefebvre durante el Concilio Vaticano II. Fue miembro del Coetus Internationalis Patrum, el grupo de obispos conservadores que se opusieron a las novedades teológicas de los obispos progresistas, mayoritariamente del norte de Europa.


    Fuente: TRADICIÓN DIGITAL

  4. #4
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    Re: Creación vs Evolución

    3 abril, 2014 | Christopher Fleming

    Creación vs Evolución IV


    Esta cuarta entrega, como modo de introducción a los argumentos científicos a favor de la Creación, consiste en dos entrevistas a científicos. La primera es un extracto corto de una entrevista más larga, que versa sobre la mentalidad naturalista que impera en el ambiente científico. La segunda entra de lleno en el terreno de los datos empíricos, que cuando se interpretan correctamente constituyen un poderoso argumento contra la evolución.

    He preferido dejar que los científicos hablen por sí solos, porque así nadie me puede acusar de falsear los hechos. Yo sólo hago de correa transmisora, traduciendo y presentando las palabras de estos dos hombres de la ciencia. Tengo que agradecer a mi amigo Milenko Bernadic por el permiso de reproducir la entrevista del Dr. Robert Gentry, que figura en su blog sobre geocentrismo y que se puede leer, con un comentario muy interesante del bloguero, aquí.
    ————————————————

    La primera entrevista es con un científico anónimo, que sin duda temía perder su puesto de trabajo si daba su nombre. Apareció el 17 de febrero de 2000 en la revista canadiense, The Ledger. Ofrezco un extracto de la entrevista porque creo que esta discusión sobre la complejidad del código humano destapa el tabú de la hipocresía que se ha instalado en la comunidad científica.
    ENTREVISTA DEL PERIODISTA GEORGE CAYLOR CON UN BIÓLOGO MOLECULAR

    George (G): ¿Cree usted que la información evolucionó?

    Biólogo (B): George, nadie que yo conozca en mi profesión cree que evolucionó. Fue diseñada por un genio más allá de nuestro alcance; no hay otra manera de escribir esa información. ¡El papel y la tinta no escribieron el libro! Con lo que sabemose es ridículo creer otra cosa.

    G: ¿Alguna vez ha dicho esto públicamente en una conferencia o en algún documento escrito?

    J: No, yo sólo digo que evolucionó. Ser biólogo molecular te obliga a mantener dos locuras a la vez. Primero, sería de locos creer en la evolución cuando la verdad es tan evidente. Segundo, sería igualmente disparatado declarar que no crees en la evolución. Todo el trabajo para el gobierno, investigación, grandes conferencias universitarias, todo se acabaría. Sería el paro y malvivir como un marginado, incapaz de ganar un buen sueldo.

    G: Siento decirlo, pero eso suena intelectualmente deshonesto.

    J: El trabajo que yo hago en la investigación genética es honorable. Encontramos curas a muchas de las peores enfermedades del hombre. Sin embargo, tenemos que convivir con un elefante en la sala. [Expresión en inglés, para significar algo muy evidente que nadie quiere ver.]


    G: ¿Qué elefante?

    G: El diseño de la Creación. Es como un elefante en la sala. Se mueve, ocupa sitio, trompetea, choca contra nosotros, tira cosas, come una tonelada de paja, y huele como un elefante. ¡Y tenemos que fingir que no está ahí!

    ——————————————————


    El Dr. Robert Gentry es un experto en radio y geoquímica. Sus estudios sobre los halos radioactivos de polonio en las rocas de granito han sido publicados dos veces (1968 y 1974) enScience, posiblemente la revista científica más prestigiosa del mundo. El Dr. Gentry fue muy astuto al publicar sus primeros artículos en esta revista secular (con un claro prejuicio anti-creacionista), porque deliberadamente evitó extraer conclusiones anti-evolucionistas, limitándose a presentar los resultados de sus experimentos. Luego, al “salir del armario” y declarar que su trabajo demuestra la creación reciente de la Tierra, perdió su puesto de investigador, por lo que gran parte de su investigación lo llevó a cabo en el garage de su casa.

    El Dr. Gentry ha retado a la comunidad científica a falsificar su resultados. En su comunicado dice lo siguiente:

    El experimento que propongo es bastante sencillo. Los elementos básicos del granito, que son muy conocidos, se tienen que fundir, y luego dejar que se enfríen para formar una roca sintética. Si mis colegas hacen este experimento y la roca sintética reproduce la composición mineral y la estructura cristalina del granito, habrán duplicado o sintetizado una pieza de granito. Al hacer esto habrán confirmado una predicción importante del escenario evolucionista – habrán demostrado que los granitos pueden formar a partir de un líquido de acuerdo con las leyes físicas conocidas. Aceptaré este resultado como la falsificación de mi visión de que los granitos precámbricos son las rocas primordiales del Génesis de nuestro planeta. Además, si tienen éxito a la hora de producir un solo halo 218Po en esa pieza de granito sintético, aceptaré que habrán falsificado mi idea de que los halos de polonio en el granito son las huellas de Dios.


    Hasta el día de hoy nadie ha conseguido llevar a cabo con éxito el experimento que propone el Dr. Gentry. La táctica a seguir de los evolucionistas suele ser ignorar su trabajo por completo, o incluso hacerlo desaparecer, al estilo orweliano del “Ministerio de la Verdad” de 1984. El Dr. Gentry ha llevado a juicio la Universidad de Cornell por comprobar que han eliminado las revistas que contenían sus artículos de la biblioteca pública. Creo que si hasta este extremo llega el afán de los evolucionistas por enterrar el trabajo del Dr. Gentry, debe ser de la máxima importancia, y por esta razón ofrezco esta interesante entrevista. Al final la verdad acabará saliendo a la luz.

    ENTREVISTA AL DR. ROBERT GENTRY


    Dr. Gentry, ¿defendía usted siempre su postura actual?

    He nacido en una familia americana liberal y cristiana. No me ocupaba mucho de las evidencias científicas que apoyaban las narraciones bíblicas, sino que era un cristiano al que le importaba que Dios exista, pero no entraba en los detalles de la relación entre la teología la ciencia. Mientras estudiaba física, he observado como algunos estudiantes religiosos se rebelaban cuando el profesor exponía unas supuestas pruebas de la evolución y de Big Bang. El profesor les tranquilizaba con las palabras de que tal vez “Dios haya iniciado el Big Bang y la evolución, y que los días de la Creación son solamente unas representaciones simbólicas de los millones de años de la evolución guiada por Dios”.

    He aceptado esa explicación científica y luego como profesor explicaba a los alumnos “la evolución guiada por Dios”.

    Dr. Robert Gentry

    ¿Qué le hizo cambiar su postura sobre la evolución?


    Un día se me acercó un hombre y me preguntó si creía que los 10 mandamientos de Dios son verdaderos. Le respondí que sí. Entonces me preguntó si creía que los días de la creación son simbólicos y que presentan los millones de años de la evolución. Le dije que sí. Entonces me recordó las palabras de uno de los mandamientos que afirma que debemos trabajar durante seis días, y el día séptimo debemos descansar “porque Dios lo creó todo en seis días, y descansó el día séptimo”. El hombre continuó: “si los días de la Creación representan millones de años, entonces este mandamiento no tiene sentido. Y si este mandamiento no tiene sentido, ¿cómo podemos aceptar que los demás mandamientos tengan sentido?”

    Estaba confundido y no sabía qué contestar. Mi fe en Dios y dedicación a la ciencia entraron en una gran crisis. Sería más que hipócrita seguir explicando a los estudiantes lo que yo mismo ya no era capaz de creer – que son compatibles la evolución y la Biblia.

    ¿Cómo resolvió usted ese problema que le surgió?

    Debido a que creía en la Biblia más que en la teoría de la evolución, decidí investigar la cuestión de la aparición de la Tierra y de su edad. Llegué a unos descubrimientos increíbles que intentaré explicarlos de una forma fácilmente comprensible.

    La mayoría de las personas ha oído hablar sobre la vitamina C. La fabrican ciertas plantas, y el hombre es capaz de producirla en forma de pastillas efervescentes. Si colocamos una pastilla de esta vitamina en un vaso de agua, empezará a disolverse haciendo burbujas en el agua.

    Supongamos que una pastilla necesite un minuto para disolverse liberando burbujas en el agua.


    ¿Qué pasaría si colocásemos una pastilla de la vitamina C en el agua y a continuación dejamos el vaso con agua en el congelador? El congelador necesitaría unos quince minutos para helar el agua. ¿Encontraríamos al cabo de 15 minutos burbujas procedentes de la descomposición de la pastilla?

    Por supuesto que no, porque el proceso de la descomposición de la pastilla es mucho más rápido que el proceso de congelar el agua. Pero, si usted ve el vaso de agua congelada con las burbujas procedentes de la descomposición de la pastilla de la vitamina C, ¿qué concluiría? La única posible conclusión es que se trata de un modelo de congelador que sea capaz de congelar el agua más rápidamente de lo que sea necesario para la disolución de la pastilla – es decir en menos de un minuto.

    Es decir, si tuviéramos delante de nosotros un vaso de agua con las burbujas dentro de hielo, procedentes de la pastilla de la vitamina C, podríamos sacar al menos dos conclusiones:

    1. Alguien ha colocado una pastilla de la vitamina C en el agua.

    2. El agua en el vaso se ha helado en menos de un minuto, porque en el agua se encuentran burbujas procedentes de la pastilla disuelta.

    Le he presentado este ejemplo con agua, vitamina C y congelación para que pueda entender mejor lo que he descubierto.

    Ya hemos dicho que en las plantas ocurren ciertos procesos en los cuales aparecen vitaminas, entre ellas vitamina C. Por otra parte, en las rocas ocurren procesos según los cuales determinados elementos químicos se disuelven y de esa forma crean determinado tipo de “burbujas” en las rocas.

    En concreto, en las rocas encontramos con mucha frecuencia millones de átomos de uranio inestable, agrupados conjuntamente en un punto microscópicamente pequeño, que a su vez se están descomponiendo. Durante su descomposición, ellos expulsan pequeñas partículas en todas las direcciones. De ese modo forman pequeñas incisiones esféricas en la roca en forma de burbujas. Algunos elementos inestables se descomponen en varios pasos, de forma que a menudo encontramos varias burbujas una encima de la otra. Si cortamos la roca justamente por el medio de estas burbujas, en el corte veremos circunferencias concéntricas.



    Algunos elementos no estables se descomponen más de prisa, otros más lentamente, pero sus burbujas de descomposición pueden quedar solamente en una roca firme. Si la roca es líquida, como es el caso de la magma volcánica, entonces no pueden aparecer burbujas – de la misma forma que la pastilla de la vitamina C no puede dejar burbujas en un agua líquida, sino congelada.

    Ahora apliquemos nuestro conocimiento sobre las “burbujas” en el cuestión de la aparición del planeta Tierra. Es conocido que la mayor parte de nuestros continentes está formada por las rocas de granito. Sin embargo, durante muchos años no se sabía cómo apareció el granito, porque en ninguna parte de la naturaleza se puede observar su aparición, ni tampoco es posible obtenerlo en el laboratorio. Muchos científicos han aceptado debido a ello, que la principal roca de nuestros continentes – granito, ha aparecido durante el enfriamiento del magma volcánica durante varios millones de años. También muchas personas se imaginan la aparición de planeta Tierra, viendo un planeta en forma de magma que se va enfriando durante largos periodos de tiempo.

    Sin embargo, yo he descubierto algo totalmente contrario. Es decir, en todos los continentes, en granito, han sido encontradas burbujas de un elemento químico inusual. Se trata de polonio, el cual se descompone en tan solamente unos minutos.

    Se realizaron investigaciones científicas detalladas para comprobar este descubrimiento y los resultados han sido confirmados. De forma que ha sido confirmado que nuestro planeta no ha sido un magma de elevadísima temperatura durante varios millones de años, sino que apareció en un tiempo inusualmente breve – como mucho durante varios minutos.

    Lo que hace que este descubrimiento sea más increíble todavía, es que este tipo de polonio, el que dejó burbujas en granito, no existe en la naturaleza de forma aislada, sino como parte de una cadena mayor de descomposición, como es el caso de la cadena de la descomposición de uranio.

    Es decir, de la misma forma que la vitamina C no aparece en la naturaleza de forma aislada como una pastilla, este tipo de polonio no aparece de forma aislada en ninguna parte en la naturaleza, como un elemento químico independiente.

    En el caso del agua congelada con las burbujas de la vitamina C, hemos podido sacar dos conclusiones:

    1. Alguien ha colocado este tipo de polonio en granito.

    2. Granito se solidificó en tan solamente unos minutos.

    Hay que mencionar que a pesar de muchos intentos, nadie hasta ahora no ha conseguido refutar este descubrimiento.

    Estas conclusiones con claridad indican a Aquel que ha colocado el polonio en el granito y nos dejó pruebas de la creación del planeta Tierra en un tiempo muy breve – precisamente tal y como consta en Su libro – la Biblia. Por eso llamo estos descubrimientos en el granito “huellas de los dedos de Dios”.

    ¿Cómo han influido estos descubrimientos en su trabajo?

    Durante muchos años he trabajado en el almacenamiento de los residuos radiactivos en granito, de forma que he podido observar en detalle las muestras de granito. Además del descubrimiento de polonio en granito, que indica la Tierra fue creada en poco tiempo, he descubierto también grandes cantidades de helio en granito. Es un gas que desaparece muy rápidamente y habría desaparecido por completo del granito si éste tuviera la edad de millones y miles de millones de años. Pero grandes cantidades de helio presentes en las capas más profundas de granito indican una edad muy reciente de nuestra Tierra, apenas unos miles de años – precisamente tal y como lo afirma la Biblia.

    En ese tiempo tuvo lugar el juicio en el estado de Arkansas, porque en ese estado se iba a implantar en los programas escolares, además de la evolución, también la ciencia sobre la Creación bíblica – conocida como creacionismo. Una muy influyente organización no gubernamental, AKLU, denunció al estado de Arkansas por esa decisión, justificando que con esa disposición se infringía la constitución de los EEUU en el que se afirma la separación entre el estado y la religión.

    Los gobernantes de Arkansas habían oído sobre mis descubrimientos y me invitaron a ser testigo de la defensa en el juicio – con el fin de defender el estado de AKLU. El director de Oak Ridge Laboratory, para el que trabajaba entonces, me llamó discretamente la atención sobre la inconveniencia de ser testigo en ese juicio, porque en caso de participar sería rescindido mi contrato con el laboratorio. A pesar de ello, acepté ser testigo en el juicio.

    ¿Cómo se desarrolló el juicio?

    Los primeros siete días de juicio, los científicos evolucionistas más renombrados, contratados para AKLU, expusieron delante del juez las supuestas pruebas de la evolución. Los medios de comunicación más conocidos de América y del mundo informaron sobre “las brillantes pruebas a favor de la evolución presentadas por los testigos de los denunciantes”. Al cabo de los siete días expuse las pruebas a favor de la Tierra joven y de la casi momentánea creación de nuestro planeta. Ninguno de los medios de comunicación más influyentes informaron sobre ello – solamente medios locales informaron mediante breves artículos.


    Después de mi convincente exposición, el juez Overton llamó a declarar a uno de los mayores expertos evolucionistas en el campo de geología, al Dr. Brent Dalrymple, con el fin de que intentase explicar mis descubrimientos. Dr. Dalrymple encogió los hombros y dijo que ahora mismo no era capaz de explicar mis descubrimientos sobre granito y que eso para él ahora mismo era un “misterio”. Pero añadió que no debemos preocuparnos por ello porque la ciencia pronto será capaz de explicar este pequeño misterio de la creación.

    El juez Overton aceptó esta “explicación” y sentenció a favor de AKLU. El estado de Arkansas tuvo que desistir de la introducción del creacionismo en los programas escolares.

    ¿Cómo fue acogido en su trabajo?

    Pronto fui despedido con la justificación de que no era necesario continuar con mi colaboración.

    ¿Qué dirección ha tomado su investigación posterior? ¿Qué implicación tuvo este juicio para su vida?

    Según las palabras del Dr. Dalrymple, “pequeño misterio de la creación”, he escrito el libro “Pequeño misterio de la creación” en el cual he explicado mis razones. También he realizado dos videos con bastante material sobre la Tierra joven y su rápida creación.

    ¿Nos puede decir unas palabras a modo de conclusión?

    Puedo decir que la ciencia, especialmente en los últimos decenios, ha descubierto muchas pruebas que en detalle confirman la autenticidad de la Biblia.

    Fuente: TRADICIÓN DIGITAL

  5. #5
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    Re: Creación vs Evolución

    Vaya, parece que hemos encontrado un nuevo tema del que discutir. Pero antes de empezar con ello quiero aclarar algunas cuestiones:

    1.- Yo soy católico, apostólico, romano.

    2.- Es un error de base, y por ello una falacia, plantear estos debates de origen protestante, en términos "evolucionismo/creacionismo como si no hubiera otras interpretaciones posibles. Yo no soy evolucionista y no necesito serlo para entender el mundo y explicarlo, sin necesidad tampoco de ser literalista bíblico, excepto en lo declarado como dogma por parte de la Iglesia católica.

    3.- Es otro error confundir los pasajes bíblicos que son parte dogmática católica con aquellos otros que no lo son, la mayoría.

    4.- Todo católico por el hecho de serlo, es creacionista, aunque no necesariamente literalista, habiendo quedado manifiesto ya en otros hilos como los propios Papas anteriores al CVII que la interpretación o lectura de los días de la Creación son válidas tanto la postura creacionista, como la que no lo es. Entonces llegaremos a la conclusión de que una vez más y para no perder la costumbre habrá que estar repitiendo las mismas citas o enlazando de nuevo a aquellos hilos en los que ya se especificó, lo que ya es cansino y aburrido.

    5.- La opinión de algunos Padres de la Iglesia, que no de todos, será muy interesante, pero en orden a un conocimiento de la Geología, o de la Física, o la Biología, es cuando menos curioso pero intrascendente a los efectos de esta inacabable y permanente discusión.

    6.- Los días de la Creación no son historia, como tampoco son un cuento. El Hexameron, fue escrito por Moisés inspirado por Dios que le habló de si mismo. Y el hecho del calendario de la semana se ajusta al calendario judío. No deja de ser algo inconcebible la cuestión de que Dios al 7º día descansó. ¡Ah! ¿acaso es que Dios se cansa? Resulta más que evidente que se trata de algo alegórico, como lo son los 6 días de la Creación. Y es que el señor GENTRY será un experto en polonio y seguro que ya entonces, hace 5 milenios hubiese podido explicar en sus mismos términos actuales sus teorías, que no axiomas ni dogmas, a aquellos hombres de antaño. Por cierto, el Dr. GENTRY es un creacionista literal: www.creation.org/es/Robert_Gentry

    7.- Después de leerme con paciencia el contenido de todos estos mensajes escritos por un señor llamado Christopher Fleming, y no por quien los cuelga con lo que llegamos al punto de siempre, que uno cuelga y otro tiene que trabajar, he podido detectar diversas falacias, cuando no abusos personales, o sea licencias particulares para descalificar a aquellos que no ven las cosas del mismo modo. Así que ahora, y como no tengo nada mejor en qué entretenerme, me veré en la tesitura de ir respondiendo a cada una de tales afirmaciones y manipulaciones de las ideas a través del lenguaje...¡fantástico!

    8.- Limitar la Creación a la lectura literalista del Génesis, es limitar igualmente la potencia y acto objetivo de Dios. Y es que en materia de Filosofía, Ontología y Teología, estos literalistas suelen andar siempre un tanto flojos.

    9.- Como ya me veo otra batallita en curso, pues al señor GENTRY le daremos una primera respuesta, más que nada porque habría que verlo defender su interpretación del polonio frente a estos otros argumentos que lo refutan, y es que cuando uno ha visto de primera mano, con sus propios ojos, estratos geológicos cuajaditos de fósiles que uno no podía ni tocar, ya pueden venir a relatarnos el cuentito de los 6.000 años todos los Fleming, Gentrys, que quieran, o usted mismo Sr. Martin Ant. Le sugiero que en lo sucesivo sea usted personalmente quien redacte, que sea usted con sus propios argumentos quien pierda su tiempo en desarrollarlos, porque si el hilo va a versar sobre quien cuelga más enlaces, habrá que cerrarlo como ya se procedió en una ocasión anterior.


    Introducción
    La s la creación / evolución debate continúa, ha habido una creciente sofisticación de ciertos argumentos y publicaciones creacionistas. Puede ser un reto especialmente difícil cuando el autor creacionista tiene credenciales profesionales y ha publicado en las principales revistas científicas. Uno de estos individuos es Robert Gentry, quien posee un Máster en Física (y un doctorado honorario de la fundamentalista Columbia Union College). Por más de trece años que ocupó la posición de un investigador asociado en el Laboratorio Nacional de Oak Ridge, donde fue parte de un equipo que investigó la manera de inmovilizar residuos nucleares. Gentry ha pasado la mayor parte de su vida profesional a estudiar la naturaleza de muy pequeñas características de decoloración en la mica y otros minerales, y llegado a la conclusión de que son la prueba de una Tierra joven.

    Acerca de las Rocas
    Los geólogos clasifican las rocas en tres categorías principales - sedimentarias, ígneas y metamórficas - basado en la manera en que se forman. Las rocas sedimentarias son secundarios en la formación, siendo el producto de rocas precursoras (de cualquier tipo).

    Las rocas ígneas se forman a partir de material fundido, y se subdividen en dos categorías principales, las rocas volcánicas que se forman a partir de lava extruido en o cerca de la superficie; y las rocas plutónicas que forman a partir del magma, en lo profundo de la corteza terrestre. Ambos tipos de rocas ígneas comprenden una mezcla de diferentes minerales. Como las rocas ígneas se enfrían, cristales minerales se forman siguiendo una secuencia específica. Los cristales de desarrollar una textura de enclavamiento con algunos de los minerales traza convertirse completamente rodeado por más tarde formar cristales. Las rocas volcánicas, ya que son capaces de enfriar y cristalizar rápidamente, tienen una textura de grano muy fino; los granos minerales individuales son demasiado pequeños para verlos fácilmente a simple vista. Las rocas plutónicas, por otro lado se enfrían muy lentamente, del orden de un millón de años o más para algunos magmas profundamente enterrados y aislados. Los granos minerales de estas rocas pueden crecer mucho y se distinguen fácilmente en muestras de mano.

    El granito es un tipo bien conocido de roca ígnea plutónica, pero hay muchos otros también. Los geólogos distinguen estos tipos de rocas en función de su composición química y mineralógica. Granitos, por ejemplo, tienen más de 10% de cuarzo y feldespato potásico abundante. Otros rocas plutónicas tienen menos de cuarzo y de potasio, y diferentes relaciones de calcio y sodio minerales de feldespato. Los verdaderos granitos son recién llegados a la escena geológica, ya que requiere una serie de reciclajes de material de la corteza de diferenciar y concentrar potasio. En una edición anterior de informes NCSE, Lorence Collins (marzo / abril de 1999) proporcionó una visión completa del origen y la naturaleza de las rocas graníticas.

    Las rocas metamórficas representan alteraciones del precursor sedimentaria, ígnea, o de otras rocas metamórficas. A través de los ciclos de la sepultura, el doblar, fallamiento y la subducción de las placas de la corteza terrestre, las rocas son empujados y arrastrados hasta profundidades donde - bajo calor y presión - Los cambios tienen lugar. En las rocas metamórficas, forman nuevos minerales que son más estables a altas temperaturas y presiones. A veces, los minerales se segregan en bandas distintas. Cuando las presiones de enterramiento y las temperaturas son muy grandes, las rocas se funden por completo, convirtiéndose en nuevas rocas ígneas.

    Figura 1. Halos daño de la radiación alrededor de inclusiones de circón en piroxeno (aumento 160X). Colección del autor.
    DAÑO Halos porción Radiación

    Para comprender plenamente la hipótesis de Gentry una base de fondo en geología, mineralogía y física de la radiación es útil. Los cuadros de las páginas siguientes presentan un breve tutorial en las rocas, los minerales y la radiactividad. Algunos minerales, como el circón y monacita, que forman como los oligoelementos comunes en rocas ígneas, tienen estructuras de cristal con capacidad para distintas cantidades de los elementos radiactivos de origen natural, el uranio y el torio. Cuando estos minerales se producen como inclusiones en algunos otros minerales, en particular la familia mica, que a menudo se observa la aparición de decoloración o halos "pleocroicos". Los halos son causadas por daño de la radiación a la estructura cristalina del mineral de acogida. Figura 1 muestra un halo decoloración típica alrededor de una inclusión de minerales radiactivos en el mineral piroxeno. La zona de daño es más o menos esférica alrededor de una inclusión de minerales central o fuente radiactiva. Tenga en cuenta que el halo tiene la mayor intensidad de la decoloración cerca de la fuente, desvaneciéndose gradualmente con la distancia en el mineral de acogida a un borde "difusa".

    Halos de daño de la radiación alrededor de inclusiones minerales son bien conocidos de la literatura geológica. Halos de decoloración en las rocas más jóvenes tienden a ser más pequeños y menos intensa que en las rocas de mayor edad, lo que indica que la zona de daño de cristal aumenta con el tiempo. A partir de estas observaciones se hicieron los primeros intentos de utilizar las dimensiones de halos como una técnica de datación. Esto nunca fue totalmente exitoso como el tamaño / la intensidad de un halo de daño observado fue también una función de la abundancia de los radionúclidos presentes en la inclusión, y la estructura cristalina del mineral de acogida.

    La tesis de Gentry tiene varios componentes. En primer lugar es su afirmación de que las rocas graníticas de las extracciones informa, vinieron constituyen la corteza "primordial" de la Tierra. Dentro de estas rocas son biotita (una forma de hierro que soporta de mica) y cristales de fluorita que llevan una clase relativamente poco frecuente de pequeñas, decoloración concéntrica "halos" ( figura 2 ). Estos halos fueron considerados como el resultado de daños en la estructura cristalina de los minerales huésped causadas por partículas alfa de alta energía. En numerosos artículos publicados en revistas científicas en los años 1970 y 1980, Gentry construyó el caso de que las diferentes energías de desintegración alfa de varios isótopos radiactivos de origen natural como resultado claramente diferentes diámetros de halo. Por lo tanto, Gentry llegó a la conclusión de que podía distinguir halos resultantes únicamente de la desintegración radiactiva de varios isótopos del elemento polonio. El polonio, parte de la cadena de desintegración de uranio natural y el torio, tiene una vida media muy corta - medido en microsegundos a días, dependiendo del isótopo específico. Halos concéntricos asociados con la caries polonio - pero sin ningún tipo de anillos que corresponden a otros isótopos de series de desintegración del uranio fueron tomados como evidencia de que la roca madre se había formado casi al instante en lugar de por el lento enfriamiento de un magma original a lo largo de millones de años. Gentry extrapola que todos los granitos precámbricos - la roca de la corteza primordial - deben haberse formado en menos de tres minutos, y que los halos de polonio son, por tanto, la prueba de la joven modelo de la creación de la Tierra según el Génesis.

    Radioactividad
    La radiactividad es un fenómeno del núcleo de los átomos. Usted puede recordar de la clase de química de la escuela secundaria que los átomos están compuestos de protones, que llevan una carga positiva; neutrones, sin carga; y los electrones cargados negativamente. Los protones y los neutrones forman el núcleo del átomo, rodeado por un enjambre de electrones en órbitas distintas. En los átomos neutros, el número de protones y electrones siempre coinciden, las penalizaciones por desbalance. Es el número de protones (y por tanto el número de electrones) que dan un elemento sus características químicas únicas.

    Los átomos, sin embargo, pueden tener diferentes números de neutrones sin cambiar su comportamiento químico. Por ejemplo, el átomo más simple, de hidrógeno, tiene un protón y un electrón. Existen dos variedades adicionales de hidrógeno: uno que tiene un neutrón además del protón (llamado de deuterio); y una con dos neutrones (conocidos como tritio). Las diferentes variedades de un mismo elemento se conocen como isótopos. El uranio tiene 92 protones, pero tiene diferentes isótopos con 141, 142, 143, 144, 145, y 146 neutrones.

    La radiactividad es un fenómeno complejo, pero se puede considerar simplemente como la consecuencia del desequilibrio causado en un núcleo atómico por una abundancia excesiva de neutrones. Los isótopos que tienen demasiados neutrones tratan de ser más estable mediante la eliminación de neutrones a través de una serie de medios, siendo la más común la emisión de partículas alfa de alta energía y la beta. Una partícula alfa comprende dos protones y dos neutrones, y es indistinguible químicamente a partir de un núcleo de helio [como una cuestión de hecho, todo el gas de helio se venden comercialmente viene de la desintegración radiactiva de uranio, de vez en cuando el gas está atrapado en los depósitos de petróleo que recubren uranio cuerpos de mineral]. La emisión de una partícula alfa se crea un nuevo elemento químico con dos menos protones que su átomo padre. El isótopo radiactivo del uranio-238 (92 protones) se desintegra emitiendo una partícula alfa para convertirse en un átomo de torio-234 (90 protones).

    Las partículas beta se crean cuando un neutrón se descompone en un protón y un electrón - por lo tanto la partícula beta es un electrón, sólo en este caso se trata del núcleo. En la desintegración beta, el protón permanece en el núcleo, causando también el átomo al adoptar una nueva identidad química. Rubidio-87 (37 protones) se descompone para convertirse en estroncio-87 (38 protones). Se conocen otros tipos de esquemas de desintegración radiactiva de existir, pero son mucho menos comunes que los alfa y partículas beta de emisiones - y no juegan realmente en el tema en cuestión.

    Un último punto - la radiactividad es un fenómeno estadístico. No todos los átomos radiactivos dentro de una muerte masiva al mismo tiempo. Por ejemplo, una cantidad de uranio-238 se desintegra a una velocidad tal que después de 4500 millones años medio de la masa original se ha convertido a otros átomos. Varios de los átomos "hijas" de la serie de desintegración del uranio-238 son en sí mismos y el decaimiento radiactivo en sus propias tasas de estadística hasta que finalmente se alcanza el isótopo estable, no radiactivo de plomo-206.

    Para esta hipótesis sea aceptada, debe ser comprobable. Afortunadamente, la tesis de Gentry nos permite plantear varias preguntas que pueden ser respondidas por mirar la evidencia del mundo natural. Una respuesta afirmativa a todas las preguntas fortalecería considerablemente los argumentos de la burguesía alta.

    1) ¿Las rocas de las que Gentry dibujó sus muestras representan los "primordiales" rocas del basamento de la Tierra creó originalmente?
    Gentry es un físico, no un geólogo. Él no mantiene una práctica aceptada de informes geológicos y consistentemente no proporciona la información que un tercero tendría que recoger muestras comparables para las pruebas. Para su investigación, Gentry utilizó microscopio secciones delgadas de rocas de las muestras enviadas a él por otros de diferentes lugares de todo el mundo. Por lo tanto, es incapaz de decir cómo sus muestras encajan con las características geológicas locales o regionales (s). También no proporciona información descriptiva sobre las muestras de rocas individuales que conforman sus estudios - es decir, la abundancia y la distribución de los principales, accesorios y oligoelementos; las características de textura, tamaño del cristal y de alteración de las rocas; y la presencia o ausencia de fracturas y discontinuidades.

    Gentry no reconoce que el período de tiempo Precámbrico representa plenamente 7/8 de la historia de la Tierra según lo determinado por décadas de campo intensivo y las investigaciones de laboratorio por miles de geólogos. En consecuencia, no reconoce la gran diversidad de terrenos geológicos que vino y se fue en ese periodo de tiempo enorme. Su afirmación de que sus muestras representan "primordiales" rocas del basamento es evidentemente incorrecta. En el modelo de Gentry, cualquier roca mirando vagamente como un granito y llevar la etiqueta Precámbrico es considerado como una roca "primordial". Los verdaderos granitos son en sí mismas pruebas de reciclaje de la corteza significativa y diferenciación elemental (véase, por ejemplo, Taylor y McLennan, 1996 ), y no pueden considerarse primordial. Un poco de trabajo de detective por Wakefield (1988) mostró que al menos un conjunto de muestras de rocas estudiadas por Gentry no son de granito en todo, pero fueron tomados de una variedad de pequeños rocas metamórficas del Precámbrico y las venas de pegmatita en la región cerca de Bancroft, Ontario. Algunas de estas unidades de roca cortada o se superponen a mayor, sedimentarias y hasta las rocas portadoras de fósiles.

    Gentry ofrece ninguna explicación de cómo el polonio solo encuentra su camino en biotita y fluorita, o por qué los halos de daño por radiación en estos minerales son comunes en las zonas de enriquecimiento de uranio conocido, pero rara donde la abundancia de uranio es baja. La hipótesis de Gentry parecería sugerir que debe haber una distribución uniforme de todos los isótopos de polonio en las rocas primordiales, o por lo menos ninguna asociación espacial particular con el uranio. Gentry (1974) , él mismo, señala que los halos no se han encontrado en meteoritos o muestras lunares , las rocas se sabe que son muy bajos en abundancia de uranio. Lorence Collins (1997) ha señalado estas y varias otras situaciones contradictorias entre el halo hipótesis polonio y el observado relaciones geológicas en el campo.

    Halos de polonio en mica se encuentran sólo en graníticas o de tipo granítico rocas, y no en la mica de las rocas adyacentes de otras composiciones

    Halos de polonio sólo se encuentran en las rocas que contienen myrmekite, un intercrecimiento mineral de reemplazo - una clara indicación de que el rock no es "primordial".

    2) ¿Los halos concéntricos observados por Gentry en realidad causados ​​por el daño de partículas alfa de la estructura cristalina de acogida?
    Volviendo a las primeras investigaciones de Gentry ( Gentry, 1968 , 1971 ; . Gentry, et al, 1973 ), es evidente que la asociación de los halos de colores concéntricos con el polonio es en realidad especulativa. Gentry establece y desarrolla en el trabajo de Joly (1917) que los isótopos de polonio fueron la causa más probable de las características observadas. Joly hizo la mayor parte de su trabajo con halos de decoloración en la primera década del siglo XX, una época en que sólo estaba siendo descubierto la estructura del átomo, y antes de que la estructura cristalina de los minerales se había desenredado. Este fue también el período en que estaba siendo descubierto la naturaleza de la radiactividad. Joly hizo la suposición muy especulativa que si las partículas alfa pueden viajar 3-7 centímetros en el aire, entonces sería sólo recorra 1/2000, de esa distancia en la mica biotita. De esta generalización, y sin tener en cuenta la variabilidad en la densidad y la estructura cristalina de la mica de acogida (o incluso la densidad variable de aire), Joly intentado correlacionar el tamaño radial de los halos de anillos concéntricos con las partículas alfa de isótopos específicos ( él fue el primero en sugerir el polonio). También trató de desarrollar una técnica de datación basado en el diámetro de las características de halo - cuanto mayor sea el halo, la más larga que la radiación había estado afectando el grano mineral host. Henderson (1939) llevó a la obra de Joly además, el desarrollo de un esquema de clasificación para la diferentes patrones de halos de decoloración que observó, y las hipótesis que se derivan de cómo el polonio de corta duración podría encontrar su camino en la estructura cristalina de acogida.

    Figura 2. Halos concéntricos en la mica biotita considerado por Gentry a ser causada por el polonio isótopo decaimiento ( Gentry, 1992 ).
    Los halos de la mica biotita

    En su investigación, Gentry siguió el enfoque de Joly de definir un modelo idealizado basado en la distancia promedio recorrida en el aire por partículas alfa de energía diferente. Luego mide halos anillos concéntricos en la mica (o fluorita, o cordierita) para ver cuáles acertaron su modelo. Por supuesto, la gran suposición aquí es que su modelo es correcto.

    ¿Cómo pueden provocar la emisión de partículas alfa en anillos de colores discretos? Gentry (1992) provee la explicación "que las partículas alfa hacer el mayor daño posible al final de su camino." Esta parece ser una referencia a la "Efecto Bragg", el fenómeno por el cual las partículas cargadas pierden energía durante la penetración de los diferentes medios de comunicación. Cuando las partículas cargadas (un protón o una partícula alfa) pasan a través de la materia, pierden energía principalmente ionizando los átomos del material que está siendo pasado a través. La cantidad de energía necesaria para ionizar un átomo depende del elemento específico involucrado. En general, cuanto menor la energía de la partícula cargada impacto, más rápido se pierde energía. Otra forma de ver esto es - como la partícula pierde energía, se ralentiza, ya medida que se desacelera, interacciona más fuertemente con los átomos circundantes, haciendo que se desacelere aún más rápidamente. Por último, la partícula pierde toda su energía cinética y viene a descansar, momento en el que puede capturar electrones y convertirse en un átomo neutro ( Knoll, 1979 ). En un medio uniforme, la cantidad de pérdida de energía - y por lo tanto el grado de interrupción - es mayor en el extremo de la trayectoria de la partícula de viajes (aunque la energía habrá sido abandonado, y la ionización de los átomos circundantes se han producido, a lo largo de la entera ruta). Para protones, con una sola carga y masa relativamente baja, este efecto es muy pronunciado, y es la base para el tratamiento de haz de protones de diversos tumores. Los haces de protones de alta energía se puede ajustar para tener casi totalidad de su pérdida de energía (el pico de Bragg) ocurrir dentro de un pequeño volumen de tejido canceroso, con casi ninguna deposición de energía en el tejido sano más allá. El efecto de las partículas alfa en los materiales cristalinos, cuyas propiedades físicas varían dependiendo de la orientación, es menos sencillo. Propios intentos de la burguesía alta de duplicar el daño de partículas alfa en minerales usando un haz de iones de helio, ilustra este problema. Un haz de iones irradia un "área" y tiene luminosidades (partículas por sección transversal del haz por unidad de tiempo), muchos órdenes de magnitud más alta que la "esférica" ​​emisión volumétrica de partículas alfa de centros radiactivos en granos minerales. La exposición breve a un haz de iones puede crear patrones de daño equivalente a millones de años de exposición natural alfa de bajo nivel. Gentry (1974) señala el problema de la intensidad del haz requerido para alcanzar un determinado nivel de decoloración. En estos experimentos, la intensidad del haz de iones se ajustó para producir un patrón de decoloración en el mineral irradiado, con la medida (o profundidad) de la decoloración a continuación, siendo comparado con los diámetros de halo mide en sus muestras de sección constante. El patrón producido por Gentry través de bombardeo por haz de iones era una zona de decoloración, más remota cerca de la fuente, y el aumento de la intensidad hasta una terminación relativamente agudo. Trabajo por haz de ion de Gentry, sin embargo, no fue capaz de producir múltiples bandas o la estructura de anillo concéntrico claramente definida de ciertos halos. Es probable que intenso bombardeo de partículas alfa altera la cristalinidad del mineral de destino (un efecto de la radiación natural bien conocido), el cambio de sus propiedades físicas a lo largo de la trayectoria de partículas. Esto tendería a ampliar el efecto Bragg en lugar de crear una zona estrecha de la interrupción (es decir, un "anillo").

    Gentry (1970 , 1974 ), él mismo, señala una serie de aspectos sobre los halos concéntricos que no se puede explicar por la hipótesis de la desintegración alfa. Halos enanos y gigantes no pueden conciliarse con las energías de desintegración alfa conocidos. Gentry postula que estos halos tamaño anómala representan nuevos elementos o nuevas formas de desintegración alfa. Ni explicación parece probable dado el estado actual del conocimiento de los elementos radiactivos ( ICRP, 1983 ; . Parrington, et al, 1996 ). Otros halos muestran anillos "fantasmas" que no corresponden a ninguna energía de desintegración alfa medido, y que siguen sin explicación. Por último, hay halos "invertido" de coloración, halos de uranio supuestos en los que la gradación de la intensidad del color en la banda circular es opuesta a, y los diámetros del anillo de compensación de, las de un patrón de uranio "normal". Otras excepciones a la energía modelo de diámetro del anillo frente de Gentry se han observado por Odom y Pista (1989) y Moazed et al. (1973) . Gentry especula sobre la causa (s) de algunas de estas características anómalas, pero no proporciona datos empíricos para apoyar cualquier explicación. De hecho, Gentry parece estar más dispuestos a cuestionar las pruebas presentadas por las muestras físicas que poner en duda la validez de su modelo.

    Quizás el reto más perjudicial para la hipótesis de Gentry no proviene de lo que se ha observado, sino de lo que falta. De los tres grandes, que ocurre de forma natural elementos radiactivos, uranio, torio y potasio, dos - de uranio y torio - están marcados por la serie de desintegración que implica la emisión de partículas alfa. Halos de polonio de Gentry se atribuyen a la descomposición de las partículas alfa del polonio isótopos Po-210, Po-214 y Po-218, todos parte de la cadena de desintegración del uranio-238. Torio-232 decae a plomo-208 estable a través de una serie de pasos que incluyen dos isótopos de polonio adicionales, Po-212 y Po-216. El torio tiene una abundancia elemental entre tres y cuatro veces mayor que la de uranio en la corteza terrestre. Además, en las áreas de enriquecimiento de uranio, como los de las extracciones de halo de Gentry, aparentemente, han llegado, torio también se enriquece. Estos isótopos de polonio serie de desintegración del torio tienen energías de desintegración alfa dentro del rango documentado para el uranio-series polonio decadencia. Por lo tanto, los isótopos de polonio que resultan de la descomposición de origen natural torio-232 también deben producir halos característicos. De hecho, según el modelo de Gentry, todos los isótopos de polonio deben estar representados por igual. Sin embargo, como Collins (1997) señala, Gentry ha identificado sólo halos de esos isótopos de polonio asociados con la desintegración del uranio-238; halos atribuibles a polonio-212 y el polonio-216 no se encuentran. Además, halos atribuibles a los dos isótopos de polonio en las series de desintegración del uranio-235 (Po-211 y Po-215) también están desaparecidos. El uranio-235 se compone actualmente de 0,71% del uranio natural (uranio-238 representa el 99,3%); Hace 3 mil millones de votos afirmativos, uranio-235 representó mayor que 3% de isótopos de uranio naturales.

    Si los anillos concéntricos halos no son causados ​​por las partículas alfa, lo que los causa? Tanto Joly (1917) y Gentry (1992) descartaron la posibilidad de que las partículas beta pueden jugar un papel en los cambios de coloración dentro de los minerales; sin embargo, ni el autor da una base para este rechazo más allá de la afirmación errónea de que las energías de las partículas beta son demasiado bajas para tener algún efecto. Partículas beta de alta energía tienen la capacidad documentada para romper los enlaces moleculares. Las combinaciones de alfa y beta de desintegración partículas, partículas beta por sí solos, o algún proceso completamente no radiactivos pueden ser la causa de los halos de decoloración minerales observados.

    Odom y Pista (1989) examinaron radiohaloes gigantes en mica y propusieron una hipótesis alternativa para su formación. Ellos comparan las estructuras de halo circular en mica con halos de color inducidos por la radiación (richs) en cuarzo. En la estructura cristalina de cuarzo, de aluminio de vez en cuando puede sustituir a un átomo de silicio, creando un desequilibrio ligera carga. Las partículas alfa de desintegración del uranio crean centros de los agujeros que atrapan alrededor de los átomos de aluminio. Esto a su vez crea una zona semi-conductora donde las partículas beta (también como resultado de la descomposición de uranio) pueden causar la difusión y la decoloración sobre un área bastante grande. La anchura del halo resultante puede ser correlacionada con la migración de los agujeros de valencia de banda a lo largo de un potencial de carga inducida por la radiación en el cristal hospedante. Si bien esta es una hipótesis atractiva, Odom y patines en cuenta con cautela que las estructuras cristalinas y la composición química del cuarzo y la mica son significativamente diferentes. Cuarzo se sabe que tiene propiedades piezoeléctricas naturales que faltan en los minerales del grupo de mica. Sin más investigación, halos causados ​​por la migración de los centros de captura de agujero es especulativa de minerales distintos de cuarzo.

    Claramente, se requiere más trabajo para resolver todas estas preguntas. La asociación de los halos de tipo anillo con toda la energía específica de la desintegración alfa debe considerarse especulativa.

    3) Si los halos concéntricos son realmente causados ​​por el daño por radiación alfa, es la caries polonio la única causa posible?
    Mismos Incluso si asumimos que los halos de anillos concéntricos en realidad se deben a daños por radiación alfa, un problema inmediato surge con la corta vida media del polonio isótopos. Con el fin de dejar un halo de daño de la radiación visible, la mica afectado o granos de fluorita tendrían cristalizar antes de que el polonio decaído a niveles de fondo - cerca de 10 vidas y media. Para isótopos de polonio, esto se correlaciona a entre una fracción de un segundo (Po-212, Po-214, Po-215) y 138,4 días (Po-210). Hipótesis de Gentry llama para pura, polonio concentrada en el centro de cada anillo. El modelo no hace ninguna distinción entre los que los isótopos de polonio deben estar presentes - por lo tanto, no debe haber la misma probabilidad para todos. Señala que no existe un proceso geoquímico conocida por el cual pueden ocurrir tales concentraciones durante la cristalización de un magma, llegando a la conclusión, por tanto, que los halos de polonio son indicativos de alguna ocurrencia no natural o sobrenatural.

    Ampliando la idea de la migración Radón
    Mientras que Gentry no proporciona un argumento concluyente para demostrar la relación entre los halos concéntricos y decadencia polonio, la contribución de desintegración alfa para el desarrollo de halo no se puede descartar del todo bien. Collins (1997) informa de que las estructuras de halo anillo concéntrico comúnmente se alinean a lo largo de micro visible -Fracturas en los granos minerales de acogida, lo que implica cierta asociación de los halos con las fracturas. Un argumento interesante puede ser desarrollado para apoyar la idea de que los halos de anillos concéntricos se crean a raíz de la migración de gas radón a lo largo de fracturas minerales y explican los halos que faltan de Gentry.

    Isótopos de polonio se producen en la cadena de desintegración radiactiva de origen natural de uranio-238, torio-232, y el uranio-235.

    Serie Decay

    Los isótopos de polonio / Particle Energía (MeV)

    El uranio-238

    Po-218/6.00
    Po-214/7.69
    Po-210/5.3

    El uranio-235

    Po-215/7.38
    Po-211/7.45

    Torio-232

    Po-216/6.78
    Po-212/8.78

    Estudios de Gentry identifican estructuras de anillos concéntricos correlacionados con cada uno de los tres isótopos de polonio en la serie de desintegración del uranio-238. Halos Anillo correlacionados con isótopos de polonio del uranio-235 o la serie de desintegración del torio-232 no se informa, a pesar de que tendrían que estar presentes bajo primordial hipótesis del origen de Gentry.

    El primer isótopo polonio en cada serie de desintegración es la hija de un átomo de radón diferente; estos precursores de radón tienen en gran medida diferentes vidas medias.

    Serie Decay Radon Isótopos La vida media del radón
    El uranio-238 Rn-222 3,823 días
    El uranio-235 Rn-219 3,92 segundos
    Torio-232 Rn-220 51,5 segundos
    Si estructuras de anillo polonio son el resultado de la migración de radón a lo largo de microfracturas (hipótesis de Collins), a continuación, la vida media del precursor de radón específica es importante. Claramente, el radón-222 puede migrar más lejos que las otras dos especies de radón antes de que decae lejos. También, debido a su vida media significativamente más larga, el radón-222 se puede acumular en concentraciones más significativas en trampas estructurales a lo largo de las superficies de micro-fractura. Bajo estas circunstancias, se podría esperar a ver muchos más halos anillo radiogénica asociados con el uranio-238 de la serie isótopos de polonio que los de las otras dos cadenas de desintegración.

    Esta explicación es más coherente con lo que se observa que la hipótesis de Gentry, y es totalmente compatible con el modelo geológico estándar para la formación rocosa.

    Una posibilidad alternativa es explorado por Brawley (1992) y Collins (1997) . Señalan que muchos halos de anillos concéntricos se alinean a lo largo de fracturas visibles dentro de la mica de acogida. Estas fracturas son muy frecuentes en los cristales de mica. Los micro-fracturas podrían proporcionar conductos para el movimiento rápido y la concentración de radón-222, un producto hija gaseosa de uranio-238 que forma parte del camino a lo largo de la cadena de desintegración que lleva a polonio. El radón-222, en sí mismo un emisor alfa, tiene una vida media de 3,82 días y se produce continuamente en la desintegración de la matriz de uranio. La migración de radón a lo largo de fracturas con puntos de atraco en pequeñas trampas estructurales resultarían tener exactamente el mismo patrón de anillos concéntricos asignado por Gentry a polonio solos (porque el polonio es un isótopo hijo de decadencia radón). Asignación de un diámetro de halo al radón es difícil ya que el radón alfa energía de desintegración es muy cercana a la de polonio-210; las dos estructuras de anillo comúnmente no se pueden distinguir ( Moazed, et al., 1973 ).

    Se ha producido el desarrollo de fracturas en los granos de mica después de la cristalización, y la migración de radón a lo largo de estas fracturas a lo largo de milenios, es mucho más acorde con los actuales modelos geológicos de la formación rocosa. Por lo tanto, la hipótesis de radón es más atractivo que el modelo de Gentry ya que se ajusta la evidencia observada y no requiere ocurrencias sobrenaturales.

    Es la hipótesis de Gentry consistente con, o explicar el resto de pruebas que apuntan a una gran edad para la Tierra?
    La hipótesis de Gentry se queda rápidamente en problemas con toda la evidencia acumulada en muchos campos de la ciencia de la tierra que apuntan de manera concluyente a una gran edad para la Tierra. No es la menor de estas evidencias es la edad la datación radiométrica. Para reconciliar su presunta edad de la Tierra con las fechas de edad isotópicos reportados para las rocas de todo el mundo, Gentry (1992) argumenta que las tasas de desintegración radiactiva han variado con el tiempo. Se ve obligado a concluir que las tasas de descomposición de sus isótopos de polonio elegidos se han mantenido constantes, mientras que las de docenas de otros isótopos radiactivos eran muchos órdenes de magnitud mayor hace 6.000 a 10.000 años. Por supuesto, esto da lugar a muchas inconsistencias importantes:

    muchas rocas han sido fechado por una variedad de técnicas que utilizan diferentes pares de isótopos que tienen muy diferentes mecanismos de degradación, los resultados que muestran una notable consistencia en las edades medidos. La hipótesis de Gentry requeriría que todos los diferentes esquemas de desintegración de los diferentes isótopos radiactivos deben haber sido acelerada por sólo los exactos - pero muy diferentes - cantidades para dar las fechas de edad consistentes que encontramos para las rocas en la actualidad. Por ejemplo, la tasa de desintegración del uranio-238 (vida media = 4,5 por) tendría que ser acelerado por casi cuatro veces la tasa para el potasio-40 (vida media = 1,25 por). Dado el gran número de diferentes isótopos radiactivos y esquemas de desintegración que se han utilizado en la datación de rocas, la posibilidad de que esto toma coincidencia lugar es esencialmente cero.

    un principio general de la desintegración radiactiva es que cuanto más rápida sea la tasa de caída, más la energía que se libera. La desintegración radiactiva lenta de uranio, torio y potasio-40 ha sido identificada como una fuente primaria de calor interno de la Tierra. La aceleración de las tasas de desintegración radiactiva de estos isótopos en muchos órdenes de magnitud para ser consistente con un 6,000 - 10,000 años de edad para la Tierra requiere que las energías de desintegración hace 10.000 años habrían sido extremas, manteniendo a la Tierra en un estado fundido a la actualidad. Obviamente, esto no ha ocurrido.

    si uno va a proponer que las tasas de desintegración radiactiva variada, y variado de forma diferente para cada isótopo en el tiempo, no hay ninguna razón por la cual las tasas de descomposición de numerosos isótopos de polonio no deberían también han variado. Bajo un modelo de tasa de atenuación variable, incluso se puede proponer que las tasas de descomposición de polonio fueron mucho más largo que los de hoy. De hecho, una vez que se introdujo la idea de las tasas de descomposición de variables, es imposible asignar los halos de decoloración de cualquier isótopo específico o una serie isotópica, y la hipótesis de Gentry se deshaga por completo.

    La tasa de descomposición y la energía de las partículas alfa emitidas están ambos relacionados con el desequilibrio de los neutrones y protones en un núcleo atómico, y son controlados por la fuerza nuclear fuerte y la energía de enlace para el nucleido particular. Cualquier cosa más que una variación relativa de la tasa de descomposición con el tiempo requeriría variación de las fuerzas fundamentales de la naturaleza y la relación de la materia y la energía. No hay evidencia de que ha ocurrido alguna vez algo por el estilo.

    Hay muchas líneas independientes de razonamiento junto radiométrica edad de citas para llegar a la conclusión de que la Tierra es mucho más antigua de 6.000 años. Otros procesos geológicos, con mecanismos completamente independientes, que demuestran un largo período de la historia de la Tierra son:

    la lenta cristalización y la deposición de grandes espesores de calizas que ocurren una y otra vez en el registro geológico;

    el crecimiento de las minas de sal de la región de la costa del golfo de los EE.UU. y por debajo de los desiertos de Irán por la deformación lenta, plástico largo de millones de años de una cama de sal profundamente enterrados en respuesta a la lenta acumulación de sedimentos suprayacentes;

    la difusión de las cuencas oceánicas del mundo, registrado en los patrones simétricos de magnetización de los basaltos de cada lado de las dorsales oceánicas. La tasa de medición actual de difundir los resultados de una estimación de la edad para el margen occidental de la cuenca del Pacífico de aproximadamente 170 millones años - una edad en la que ha sido confirmada por la datación radiométrica.

    Literalmente, cientos de otros ejemplos también podrían presentarse.

    Gentry reconoce esto como un problema y, además de su concepto de tasa de atenuación variables, hace un llamamiento a otras líneas de razonamiento y "evidencia" en un intento de apoyar su modelo joven de la tierra. Una de estas líneas de razonamiento consiste en la desintegración de isótopos naturales de uranio (U-238 y U-235) en el circón mineral en su hija definitiva conducen isótopos (Pb-206 y Pb-207). Gentry postula que el plomo se pierde fácilmente con el tiempo ya que se ajusta mal en la estructura de cristal de circón. Gentry, et al., 1982, circones analizados de granito (en realidad una granodiorita) de fecha en 1.5 mil millones de años. Aplicaron un modelo de difusión generalizada y, usando los valores de medición, mostraron que el plomo debe ser altamente retenida en cristales de circón en un rango de temperaturas de 100 -313 ° C. En su artículo de Po-halo, Gentry parece referirse a este estudio anterior cuando afirma: "... los cálculos muestran que 50 circones micras de tamaño tomadas desde el fondo de la perforación (313 ° C) deberían haber perdido un 1% de su contenido de plomo en unos 300.000 años." De este cálculo se concluye que si el granito es realmente tan antigua como 1,5 bilion años, casi todo el plomo radiogénica debería haber desaparecido por el momento. En lugar de ello, los análisis de laboratorio en realidad mostró un alto grado de retención de plomo en la muestra de circón. Por lo tanto, Gentry concluye que el granito de acogida debe realmente ser de una edad muy joven.

    Polonio hipótesis el halo de Gentry para una Tierra joven falla, o no es concluyente para todas las pruebas.Toda la tesis de Gentry se basa en un conjunto compuesto de supuestos. Él no es capaz de demostrar que los halos concéntricos en la mica son causados ​​únicamente por las partículas alfa que resultan de la descomposición de los isótopos de polonio. Sus muestras no son de piezas "primordiales" de la corteza original de la Tierra, pero a partir de rocas que se han vuelto a trabajar extensivamente. Por último, la hipótesis no puede dar cabida a las muchas líneas alternativas de pruebas que demuestran una gran edad para la Tierra. Gentry racionaliza cualquier evidencia que contradice su hipótesis al proponer tres "singularidades" - Intervenciones divinas una vez - en los últimos 6000 años. Por supuesto, los eventos y procesos sobrenaturales caen fuera del ámbito de la investigación científica para abordar. Al igual que con la idea de las tasas de desintegración radiactiva variables, una vez Gentry se mueve más allá del ámbito de las leyes físicas, sus argumentos dejar de tener alguna utilidad científica. Si la acción divina es necesario para adaptarse a la hipótesis de halo en algún modelo coherente de la historia de la Tierra, ¿por qué perder todo ese tiempo tratando de discutir sobre los orígenes de los halos basados ​​en la teoría científica actual? Aquí es donde la mayoría de los argumentos creacionistas se descomponen cuando tratan de adoptar el lenguaje y la parafernalia de la ciencia. Tratando de demostrar una premisa religiosa es en sí mismo un acto de fe, no de ciencia.

    Al final, la propuesta de la Tierra joven de Gentry, basada en años de medición de los halos de decoloración, no es más que una versión de alta tecnología del argumento creacionista "Omphalos". Esta es la última propuesta del siglo XIX que, si bien Dios creó la Tierra hace unos 6.000 años de acuerdo con el relato del Génesis, Él hizo todo parece viejo. Desafortunadamente, debido a Gentry ha publicado su trabajo original sobre halos en revistas científicas de renombre, una serie de geología básica y los libros de texto de mineralogía todavía afirman que los halos de decoloración microscópicos en la mica son el resultado de la desintegración del polonio.

    Nota al pie: Omphalos significa ombligo, y es el título de un libro escrito por Phillip Grosse. Sostuvo que Dios creó a Adán y Eva con ombligos a pesar de que no se habían desarrollado en un útero.

    [ Regreso al polonio de Halo FAQs ]

    Referencias:
    Brawley, John, 1992, "Violencias Diminuto de la evolución: El Misterio Po-Halo: Un aficionado Científico Examina pegmatitic Biotita Mica", talk.origins Archive, Evolution's Tiny Violences: The Po-Halo Mystery

    Collins, Lorence G., 1997, "El polonio Halos y Myrmekite en Pegmatite y Granito," California State University, Northridge ~ vcgeo005/revised8.htm , 9 pgs.

    Collins, Lorence G., 1999, "Equal Time para el origen de granito - un milagro" Informes del Centro Nacional para la Educación Científica, Volumen 19, No. 2, pp 20-28.

    Dalrymple, G. Brent, 1991, La Edad de la Tierra de prensa de la Universidad de Stanford.

    Gentry, Robert V., 1968, "Fossil Análisis Alpha-Recoil de ciertas variantes halos radiactivos" Science, vol. 160, p. 1228-1230.

    Gentry, Robert V., 1970, "Gigante Radioactive Halos: Indicadores de Desconocido radiactividad", Science, vol. 169, pp 670-673

    Gentry, Robert V., 1971, "halos: Algunas razones de isótopos de plomo únicos y desconocidos Alfa radiactividad", Science, vol. 173, p. 727-731.

    Gentry, Robert V., SS Christy, JF McLaughlin, JA McHugh, 1973, Nature, vol. 244, p. 282.

    Gentry, Robert V., 1974, "Radioactive Halos en una Perspectiva Radiochronological y cosmológico", Science, vol. 184, pp 62-66.

    Gentry, Robert V., Warner H. Christie, David H. Smith, JF Emery, SA Reynolds, y Raymond Walker, 1976, "halos en Coalified madera: nuevas pruebas relacionadas con los tiempos del uranio Introducción y carbonificación", Science, Vol. . 194, pp.315-318

    Gentry, Robert V., TJ Sworski, HS McKown, DH Smith, RE Eby, WH Christie, 1982, "La retención diferencial de plomo en circones: Implicaciones para la basura nuclear de Contención", Science, vol. 216, p. 296-298.

    Gentry, Robert V., 1992, El Misterio de la Creación Tiny, Earth Science Associates, Knowville, TN, tercera edición.

    Henderson, GH 1939, un estudio quantitatve de halos pleocroicos, V. la génesis de halos, Real Sociedad de Londres, Proceedings, de la Serie A, v 173, p. 250-264.

    Hyndman, Donald W., 1985, Petrología de rocas ígneas y metamórficas, 2 ª edición, McGraw-Hill, Nueva York, p. 75.

    CIPR, 1983, radionúclidos Transformaciones, Comisión Internacional de Protección Radiológica, Publicación 38, Pergamon Press, Nueva York, NY, 1250P.

    Joly, J., 1917, La génesis de halos pleocroicos, Philosophical Transactions de la Royal Society de Londres, la Serie A, v 217, p. 51.

    Knoll, Glenn F., 1979, Detección y Medición de Radiación, John Wiley and Sons, Nueva York, NY

    Lee, James K, Ian S. Williams, y David J. Ellis, 1997, "Pb, U y Th difusión en circón natural", Nature, vol. 390, pp 159-162.

    Moazed, Cyrus; Richard M. Spector; Richard F. Ward, 1973, polonio halos: Una Interpretación alternativo, Science, vol. 180, pp 1272-1274.

    Odom, LA, y Rink, WJ, 1989, "Gigante radiación inducida color Halos en Quartz: solución a un enigma," Ciencia, v 246, pp 107-109.

    Parrington, Josef R., Harold D. Knox, Susan L. Breneman, Edward M. Baum, Frank Feiner, 1996, nucleidos y Isótopos: Gráfico de los nucleidos, 15 ª edición, General Electric Co. y KAPL, Inc.

    Taylor, S. Ross y McLennan, Scott, 1996, "La evolución de la corteza continental," Scientific American, enero de 1996.

    Wakefield, J. Richard, 1988, Geología de "Mystery Tiny" de Gentry, Revista de Educación Geológica, mayo de 1988.

    [ Regreso al polonio de Halo FAQs ]



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    "He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.

    <<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>

    Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.

    Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."

    En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47


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  6. #6
    Christopher Fleming está desconectado Miembro novel
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    Re: Creación vs Evolución

    En respuesta a Valmadian:

    Soy el autor de los artículos colgados arriba, originalmente publicados en Tradición Digital.

    Sólo diré que su crítica al Dr. Gentry es algo que me esperaba. Es adventista del séptimo día, según lo que he podido averiguar. Sin embargo, el hecho de que sea hereje protestante no invalida para nada sus conclusiones científicas. Criticar su trabajo científico por esta razón es como hablar mal de un cirujano porque es ateo; ¡si me tiene que operar sinceramente me daría lo mismo las creencias que tenga! Hay que fijarse en LO QUE DICE, no en quien lo dice.

    Yo no soy científico, como aclaro en mis artículos, pero he consultado a bastantes científicos quienes han confirmado que el trabajo de Gentry es impecable. A los hechos me remito: si nadie ha logrado refutar públicamente sus tesis, será porque no son capaces de hacerlo. Por falta de ganas no será...

    En fin, es la primera vez que entro a este foro. Espero que podamos mantener un buen debate, y que los católicos tradicionales (es decir, los que son católicos DE VERDAD) se convenzan de que el evolucionismo es una gran mentira del Demonio.
    raotespi dio el Víctor.

  7. #7
    Martin Ant está desconectado Miembro Respetado
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    Re: Creación vs Evolución

    Valmadian. Conozco la regla de no poner enlaces sino desarrollar en textos personales los propios argumentos. Me lo dejó usted bien claro y no se me ha olvidado. Lo que pasa es que pensaba que esa regla sólo la tenía que aplicar para el caso del debate geocentrismo vs. a-centrismo, no para el caso de creación vs. evolución. Yo pensaba que no existía problemas con la crítica católica de la teoría del evolucionismo y por eso puse los enlaces, pero ya veo que también en este asunto hay que "trabajárselo" uno mismo, sin tener que acudir a la ayuda de las citas ya elaboradas en otros sitios.
    Última edición por Martin Ant; 06/04/2014 a las 13:35

  8. #8
    jasarhez está desconectado Proscrito
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    Re: Creación vs Evolución

    Cita Iniciado por Martin Ant Ver mensaje
    ...Conozco la regla de no poner enlaces sino desarrollar en textos personales los propios argumentos.
    En todos los hilos se pegan enlaces... ¿qué tontería es esa?.

    Juan Pablo II, el Papa que perdonó a Charles Darwin | ESPECIALES | elmundo.es

    «Un ateo blasfemo»
    por JOSÉ MANUEL VIDAL



    Cuando, en 1859, Charles Darwin acuñó el evolucionismo, la Iglesia puso el grito en el cielo y tachó su teoría de «quimera de un ateo blasfemo». El evolucionismo fue tajantemente rechazado por la Iglesia hasta el pontificado de Pío XII, el primer Papa que dejó entrever la posibilidad de que no fuese absolutamente incompatible con la fe. Pero la rehabilitación del darwinismo tardó en llegar.

    El Pontífice que tuvo el arrojo de pedir perdón y rehabilitar a Darwin fue Juan Pablo II, el Papa perdonador. El 24 de octubre de 1996 Wojtyla reconocía públicamente que el evolucionismo «es ya más que una sola hipótesis». Todavía entonces, algunos fundamentalistas católicos se escandalizaron. Y es que, durante muchos siglos, la Iglesia había sostenido y explicado el origen del Universo y de la especie humana ateniéndose literalmente al relato bíblico del Génesis, en el que Dios crea el mundo en siete días y al hombre del barro de la tierra.

    Aunque también es cierto que, en el último cuarto del siglo XIX, un colectivo de clérigos y científicos católicos había apostado por conciliar el evolucionismo con la fe. Era el darwinismo católico. Con eximios representantes también en España, como el sacerdote Juan González de Arintero (1860-1928) o el cardenal Primado de Toledo, Ceferino González y Díaz Tuñón (1831-1894).

    Estos y otros importantes eclesiásticos del evolucionismo cristiano tuvieron que hacer frente a las duras críticas de sus adversarios. Por ejemplo, la escritora Emilia Pardo Bazán, lanzaba, en 1877, una soflama contra ellos en la revista católica 'Ciencia Cristiana'. Pero los conciliadores se fueron imponiendo también en el seno de la Iglesia y esta tendencia alcanzó su culmen en la obra del jesuita francés Teilhard de Chardin. Y la consiguiente 'bendición' por parte de Roma.

    De hecho, a partir del Concilio Vaticano II (1962-1965) y sobre todo de la explicitación del Papa Wojtyla, la fe cristiana no tiene dificultad en asumir el evolucionismo. Con una condición: que se admita una acción peculiar de Dios que determina el paso de lo que es animal o lo que es persona mediante la infusión del alma humana. Lo que en ningún caso puede admitir un cristiano es un evolucionismo puramente materialista, que no explique la diferencia esencial entre el hombre y los demás seres inferiores.

  9. #9
    jasarhez está desconectado Proscrito
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    Re: Creación vs Evolución

    Y EL MONO SE CONVIRTIÓ EN HOMBRE…
    http://www.buenastareas.com/ensayos/...n/3417964.html




    Las distintas Posturas.

    Por un lado están aquellos que sostienen enfáticamente que no existe, ni puede existir el mas mínimo conflicto entre ciencia y fe, y más precisamente entre el evolucionismo y el Cristianismo. La verdadera razón por la cual no puede existir un conflicto entre la fe y la ciencia, es que la verdad no se puede contradecir a sí misma.

    Existen también los que sostienen que no existe el más mínimo conflicto entre el evolucionismo y el Cristianismo, sino que la evolución sería el mismísimo plan salvífico de Dios. Sino que gracias a la evolución, el Dios cósmico nos va llevando a todos, creyentes, y no creyentes, justos e injustos, a la consumación final del punto Omega cosmogenesis y Cristogenesis, se incorpora al humano en la plenitud del mundo tecnificado y socializado.


    El Mito de los Dos Evolucionismos

    Existirían dos tipos de evolucionismos: uno radical, materialista, es decir que sería incompatible con la fe cristiana. Y existiría otro, que sería; el evolucionismo, que sería no solo compatible con la fe cristiana sino, mucho más revelador que la magnificencia y sabiduría divinas, que esa postura llamada creacionismo, propia tan solo de protestantes fundamentalistas y católicos subdesarrollados intelectualmente.

    El evolucionismo moderado se distinguía del radical en tres aspectos:

    1.- El proceso evolutivo habría tenido un fin querido por Dios; la aparición del hombre.
    2.- Todos los seres humanos se habrían originado de un solo par.
    3.- Solamente el cuerpo del hombre habría sido producto de la evolución y no su alma, la cual sería creada inmediatamente por Dios.

    Todo es cuestión de depurar al evolucionismo de sus contaminaciones materialistas, que serían producto de circunstancias históricas y personales, pero de ninguna manera un elemento estructural de esta hipótesis.




    Evolución y Finalidad.

    Dios habría dispuesto las leyes de la naturaleza de manera tal, que la materia inanimada pudiera producir una bacteria, digamos, y que esta bacteria habría podido a través de toda la variedad de seres intermedios evolucionar hasta mono y finalmente hasta el hombre.

    Dios, al disponer las leyes de la naturaleza, tenía ya en su mente la idea del hombre. Objetivo final de la evolución.
    George Gaylord Simpson, se encarga de esclarecer el punto a los evolucionistas confundidos, con estas palabras;
    La evolución no es finalista… El hombre es el resultado impensado de un proceso materialista carente de objetivos; no fue planeado. El hombre no era, evidentemente, el objetivo de la evolución. No podía estar planeando, en una operación totalmente desprovista del planes.

    Stephen Jay Gould;
    Consideramos al Homo Sapiens como un minúsculo e impredecible vástago del copiosamente ramificado árbol de la vida; un feliz accidente del último instante geológico, sumamente improbable de aparecer otra vez, si pudiéramos hacer crecer nuevamente el árbol de la semilla.

    Jaques Monod;
    El hombre sabe al fin que está solo en la inmensidad indiferente del universo, de donde ha emergido por azar.

    Julian Huxley;
    Darwin demostró que no era necesario ningún planificador sobrenatural; no había espacio para ninguna acción sobrenatural en su evolución.

    Ernst Mayr;
    El nuevo modelo explicativo reemplazó la teología planificada, por el proceso fortuito de la selección natural. Esto requirió un nuevo concepto de Dios y una nueva base para la religión.
    Algunos sostienen que si bien las modificaciones son al azar, la selección natural, actuando en una segunda etapa, filtraría ese azar, dando dirección al proceso.

    Ahora bien, finalidad y azar son diferentes conceptos, contradictorios y excluyentes; si hay azar no hay finalidad, y si no hay finalidad no hay azar; pero al no haber azar, no hay evolucionismo.

    Además al no haber forma sustancial, lo único que queda es la materia extensa, solo susceptible de modificaciones puramente mecánicas. Como las mutaciones.

    La finalidad universal o extrínseca, no se puede demostrar científicamente, ya que es un postulado filosófico, pero tampoco se puede negar.

    La negación de la forma sustancial lleva necesariamente a la negación de la causa final. Y por consiguiente todo es producto del azar. El ¿para qué? No se puede separar del ¿cómo? De manera que si no hay fin tampoco puede haber acción. Y si no podemos establecer el principio de causalidad caemos otra vez en el azar como explicación de los fenómenos.




    Evolucionismo y Monogenismo.

    El monofiletismo es aceptado universalmente por todos los científicos, evolucionistas, o no evolucionistas. No así que el monogenismo no es aceptado por los evolucionistas.

    De acuerdo con el dogma Darwinista, el hombre desciende del mono. En contexto la hipótesis Darwinista, el supuesto antecesor común no es, ni puede ser otra cosa que un mono.

    En ningún momento un mono, o un mono y una mona se habrían transformado en seres humanos, sino que manadas de monos en distintas partes del mundo, habrían dado origen a seres humanos.




    Esto destruye de raíz el monogenismo.

    El pecado original, si no hubo una primera humana, como pretende el Darwinismo, se hace insostenible el dogma del pecado original. La creación de Eva a partir de Adán significa únicamente la igualdad de los sexos, en fin, que todo es simbólico.
    Pero en fin, esto nos indica que el evolucionismo y el pecado original no se pueden conciliar. Si desde el punto de vista teológico se puede compatibilizar el dogma del pecado original con el poligenismo, entonces se puede también a nivel especulativo, y claro plantear la posibilidad de armonizar evolucionismo y Cristianismo en este punto, si no se puede la discusión queda cerrada. Para que exista un símbolo tiene que haber una semejanza o correspondencia.

    Evolucionismo e Hilomorfismo.

    Ningún ser viviente inferior puede producir, por su propia virtud, el cuerpo humano. Afirmar lo contrario sería lo mismo que negar la necesaria proporción que debe existir entre la causa y el efecto. Proporción que imposibilita que un ser rebase los límites de su propia causalidad, produciendo efectos de un orden superior al de su propia forma.

    El origen evolutivo del cuerpo humano sería aceptable únicamente en el caso de que la evolución fuese finalista. Pues en este caso Dios estaría actuando de forma inmanente.

    Sostener que el cuerpo del hombre se habría originado a partir de una forma viviente inferior, por la sola acción de las fuerzas naturales. Equivale a renunciar al principio de causalidad y a los principios del ser, que son los mismos que los de la recta razón.

    Julian Huxley.
    El cuerpo humano, la mente, el alma, y todo lo que se ha producido… es enteramente resultado de la evolución… No hubo un momento súbito, durante la historia evolutiva, en que el espíritu fue infundido en la vida, de la misma manera que no hubo un momento particular en que fue infundido en usted.

    Stephen Jay Gould.
    La única alternativa honrada es admitir la existencia de una estricta continuidad cualitativa entre nosotros y los chimpancés.
    Wallace llegó a la conclusión de que las facultades intelectuales de los miembros de esas tribus primitivas, se habían desarrollado con anticipación a cualquier eventual aplicación o necesidad utilitaria de supervivencia.
    El génesis dice que al serle infundida el alma a la arcilla, el hombre se transformó en un ser vivo. Antes no era un ser viviente, en cuyo caso el mono ese en el que los evolucionistas cristianos ven simbolizado como barro, tendría que haber estado muerto…

    Por el principio hilemórfico de la necesaria proporción que debe existir entre materia y forma, no puede haber alma de hombre en cuerpo de mono. Tendría que haber transformado el cuerpo del mono en el cuerpo de un hombre, para que hubiese una materia capaz de recibir su forma adecuada.

    Desde el punto de vista evolucionista esto es inaceptable. La única razón para introducir al mono en este contexto, sería de orden supuestamente científico, basado en la aceptación incondicional del dogma Darwinista.




    Los evolucionistas contra la evolución.

    Una cosa es la aproximidad estática aparente basada en una comparación y otra, muy distinta, es la proximidad biológica dinámica real resultante de una derivación.

    Una constata un parecido, la otra indica un parentesco. Dos cosas perfectamente distintas. Las grandes diferencias que existen entre el cuerpo del hombre y el cuerpo de un mono, es cierto que uno y otro, efectivamente, se parecen. Y se diferencian como ideas también.

    Toda su materia desde su configuración externa, hasta la especificidad de sus moléculas constituidas, está determinada por la forma sustancial. De la misma que el hombre posee también una altísima diferenciación biológica, determinada por la forma sustancial. Es una ley biológica establecida, que ningún ser diferenciado, se puede transformar en otro ser diferenciado, en forma directa.

    Sería mucho más lógico, concebir la información del cuerpo de un hombre a partir de los elementos químicos que lo constituyen, que a partir del cuerpo de un animal preexistente. Y es un hecho científico universalmente aceptado que todos los fenómenos en la naturaleza se realizan de manera tal, que el tiempo y la energía involucrados son siempre el mínimo.


    El sofisma del tiempo.

    El nudo del problema no pasa por el tiempo, sino por otro tipo de cuestiones que hacen a lo propiamente biológico, como el problema de la especialización.

    El hombre necesita tiempo para hacer una obra precisamente por nuestra materialidad estamos sujetos a leyes del tiempo. De manera que cuanto mayor es la inteligencia involucrada en la realización de un proceso, menos será el tiempo necesario para su compleción.

    El tiempo no es la cuestión fundamental, la cuestión fundamental es la dirección del proceso. Que un fenómeno incomprensible nos parezca menos incomprensible si se desarrolla lentamente, es solo una ilusión, producto de la estructura de nuestra mente.




    La falacia de los organismos intermedios

    Se confirma ahora con los estudios basados en la comparación de las secuencias de aminoácidos de las proteínas de distintas especies. Desde el punto de vista de la biología molecular comparada, tampoco existen organismos intermedios.

    Ahora bien es decir polifiletismo significa, hablando claro, que las especies se originaron cada una por separado, esto es, independientemente unas de otras. Y si esto fue así, entonces no hay otra salida que postular que se originaron a partir de la materialidad preexistente del cosmos. Es decir, de la materia no viviente.

    Es la visión cristiana de la cuestión, esto no plantea problemas especulativos, porque Dios puede ciertamente formar el cuerpo de un hombre al igual que el de las demás especies o grupos básicos en forma directa a partir del polvo de la tierra es decir a partir de la materia inanimada.

    Dificultad especulativa, o dificultad imaginativa, esto es de la dificultad para aceptar la racionalidad de un fenómeno y no de la dificultad para visualizar o comprender como habría ocurrido este fenómeno.

    La embriología describe los sucesivos estadios de este desarrollo, pero no puede en absoluto dar la explicación del ¿cómo? ni del ¿por qué?.

    Este proceso de la morfogénesis del embrión, es decir, de la generación de la forma a partir de la materia informe, ocurre en última instancia gracias a la información inscripta en el código genético del cigoto. Más allá de lo que no comprendemos como se realiza este proceso.

    Ahora bien, una información es un mensaje, y como tal, producto de una inteligencia.

    En otras palabras; la estructura del protoplasma del cigoto no tiene absolutamente nada que ver con la estructura del organismo a término.

    El problema del origen del hombre dada su naturaleza, no puede ser abordado a través del método científico, que supone la observación y reproducción experimental de los fenómenos.

    En esta cuestión, nuestro conocimiento solo puede ser de naturaleza especulativa, y esto de dos modos:

    1) Directo o negativo; demostrando que de acuerdo a las leyes científicas, el hombre no pudo haberse formado a partir de una forma viviente inferior.
    2) Indirecto o analógico; mostrando cómo se forma un ser humano en la actualidad y a través de una relación de semejanza, inferior cómo habría sido posible la formación del primer hombre.




    ¿Perfección y luego pecado, o pecado y por ende perfección?

    Jacques Monod, el científico de mayor nivel intelectual con que ha contado el evolucionismo en toda su historia, y que solo decía disparates cuando su ateísmo lo obligaba a ello, expresó lo siguiente;

    "La selección natural es el medio más ciego y más cruel de desarrollar nuevas especies… La lucha por la existencia y la eliminación de los más débiles, es un proceso horrible… Me sorprende que un cristiano quiera defender la idea de que esté es el proceso que Dios, poco más o menos estableció para realizar la evolución".

    Es justamente sobre estas cosas que debe escribir un teólogo en referencia a este tema, y no dedicarse a hacer acrobacias dialécticas para tratar de mitigar el evolucionismo, o a escribir tonterías de manual sobre el tema, para aparecer moderno y científico.

    Pareciera haber ciertamente mas religiosidad y desde luego muchísimo mayor rigor intelectual en Monod, que en muchos autores católicos evolucionistas, que al parecer solo saben decir boberías.

    Según los evolucionistas católicos, la evolución habría sido el método del cual se habría valido Dios para producir la creación.
    En la concepción evolucionista, la inteligencia aparece al final del proceso evolutivo, es decir, con la aparición del hombre. No que aparezca la inteligencia humana, lo cual es obvio sino la inteligencia a secas, o como ellos prefieren decir, la conciencia. Y esto a nivel cósmico.

    Gaylord Simpson dice:
    Muestra que no hubo ninguna anticipación de la llegada del hombre. El no responde a ningún plan ni cumple ningún propósito sobrenatural. Esta solo en el universo; es un producto único de un largo proceso material, inconsciente, impersonal, con singular entendimiento y capacidades. Estas, a nadie las debe sino a si mismas, y ante sí mismo que es responsable.

    Monod;
    El Hombre sabe al fin que esta solo en la inmensidad indiferente del universo de donde ha emergido por azar. Igual que su destino, su deber no está escrito en ninguna parte.

    Teodosius Dobzhansky;
    La filosofía materialista, mecanicista, compartida por la mayoría del actual establishment en las ciencias biológicas.



    ¿Teoría científica o cosmovisión?

    La verdadera ciencia no tiene una sola palabra que decir, respecto a los orígenes de nada: universo, vida, hombre, excepto por la negativa. Es decir, mostrando que la materia y las leyes que la rigen no pueden explicar jamás el origen del hombre, la vida o el cosmos.

    El empecinamiento de los autores evolucionistas en pretender explicar los orígenes, es la demostración más contundente del carácter de pseudocienca de la hipótesis de la evolución.

    La así llamada teoría de la evolución es esencialmente una filosofía, elaborada específicamente para negar la creación, y adornada con ropaje científico. Y una filosofía anti creacionista en el sentido amplio de la palabra. Esto es, que niega, no solo la creación directa o especial del hombre y de todas las especies, sino también una eventual creación evolutiva, ya que niega categóricamente el principio de finalidad.

    Evolucionismo y Cristianismo no se pueden armonizar. Porque no se trata de un supuesto conflicto entre la ciencia y la fe, sino de dos cosmovisiones contradictorias.

    Desde el punto de vista evolucionista, la idea de Dios queda relegada a la categoría de una hipótesis innecesaria a todos los fines prácticos.


    Lo que esta finalmente en juego.

    Porque el concepto de pecado original es absolutamente inconcebible, en la visión evolucionista de la vida, según la cual, el hombre ascendió obviamente desde el nivel del mono. Y si el movimiento espontáneo de la naturaleza es hacia arriba.
    Evolucionismo y nueva era.

    El problema es que el hombre es un animal incurablemente religioso, y en una atmósfera crudamente materialista, simplemente no puede sobrevivir. Es necesario entonces proporcionarle un sustituto pseudo - religioso. Alguna forma de espiritualidad, que sin cuestionar los fundamentos de la cosmovisión materialista le brinde, en cierta forma, la visión de conjunto, de totalidad, de sentido, e incluso la práctica de ritos cultuales propios de la religión tradicional.



    _____________________________________________
    Y EL MONO SE CONVIRTIÓ EN HOMBRE…

    Xiomara Rangel Glz.
    Lic. en Psicología
    Universidad Autónoma de Guadalajara
    Última edición por jasarhez; 07/04/2014 a las 00:08

  10. #10
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    Re: Creación vs Evolución

    Cita Iniciado por Valmadian Ver mensaje
    Es la hipótesis de Gentry consistente con, o explicar el resto de pruebas que apuntan a una gran edad para la Tierra?
    La hipótesis de Gentry se queda rápidamente en problemas con toda la evidencia acumulada en muchos campos de la ciencia de la tierra que apuntan de manera concluyente a una gran edad para la Tierra. No es la menor de estas evidencias es la edad la datación radiométrica. Para reconciliar su presunta edad de la Tierra con las fechas de edad isotópicos reportados para las rocas de todo el mundo, Gentry (1992) argumenta que las tasas de desintegración radiactiva han variado con el tiempo. Se ve obligado a concluir que las tasas de descomposición de sus isótopos de polonio elegidos se han mantenido constantes, mientras que las de docenas de otros isótopos radiactivos eran muchos órdenes de magnitud mayor hace 6.000 a 10.000 años. Por supuesto, esto da lugar a muchas inconsistencias importantes:

    muchas rocas han sido fechado por una variedad de técnicas que utilizan diferentes pares de isótopos que tienen muy diferentes mecanismos de degradación, los resultados que muestran una notable consistencia en las edades medidos. La hipótesis de Gentry requeriría que todos los diferentes esquemas de desintegración de los diferentes isótopos radiactivos deben haber sido acelerada por sólo los exactos - pero muy diferentes - cantidades para dar las fechas de edad consistentes que encontramos para las rocas en la actualidad. Por ejemplo, la tasa de desintegración del uranio-238 (vida media = 4,5 por) tendría que ser acelerado por casi cuatro veces la tasa para el potasio-40 (vida media = 1,25 por). Dado el gran número de diferentes isótopos radiactivos y esquemas de desintegración que se han utilizado en la datación de rocas, la posibilidad de que esto toma coincidencia lugar es esencialmente cero.

    un principio general de la desintegración radiactiva es que cuanto más rápida sea la tasa de caída, más la energía que se libera. La desintegración radiactiva lenta de uranio, torio y potasio-40 ha sido identificada como una fuente primaria de calor interno de la Tierra. La aceleración de las tasas de desintegración radiactiva de estos isótopos en muchos órdenes de magnitud para ser consistente con un 6,000 - 10,000 años de edad para la Tierra requiere que las energías de desintegración hace 10.000 años habrían sido extremas, manteniendo a la Tierra en un estado fundido a la actualidad. Obviamente, esto no ha ocurrido.

    si uno va a proponer que las tasas de desintegración radiactiva variada, y variado de forma diferente para cada isótopo en el tiempo, no hay ninguna razón por la cual las tasas de descomposición de numerosos isótopos de polonio no deberían también han variado. Bajo un modelo de tasa de atenuación variable, incluso se puede proponer que las tasas de descomposición de polonio fueron mucho más largo que los de hoy. De hecho, una vez que se introdujo la idea de las tasas de descomposición de variables, es imposible asignar los halos de decoloración de cualquier isótopo específico o una serie isotópica, y la hipótesis de Gentry se deshaga por completo.

    La tasa de descomposición y la energía de las partículas alfa emitidas están ambos relacionados con el desequilibrio de los neutrones y protones en un núcleo atómico, y son controlados por la fuerza nuclear fuerte y la energía de enlace para el nucleido particular. Cualquier cosa más que una variación relativa de la tasa de descomposición con el tiempo requeriría variación de las fuerzas fundamentales de la naturaleza y la relación de la materia y la energía. No hay evidencia de que ha ocurrido alguna vez algo por el estilo.

    Hay muchas líneas independientes de razonamiento junto radiométrica edad de citas para llegar a la conclusión de que la Tierra es mucho más antigua de 6.000 años. Otros procesos geológicos, con mecanismos completamente independientes, que demuestran un largo período de la historia de la Tierra son:

    la lenta cristalización y la deposición de grandes espesores de calizas que ocurren una y otra vez en el registro geológico;

    el crecimiento de las minas de sal de la región de la costa del golfo de los EE.UU. y por debajo de los desiertos de Irán por la deformación lenta, plástico largo de millones de años de una cama de sal profundamente enterrados en respuesta a la lenta acumulación de sedimentos suprayacentes;

    la difusión de las cuencas oceánicas del mundo, registrado en los patrones simétricos de magnetización de los basaltos de cada lado de las dorsales oceánicas. La tasa de medición actual de difundir los resultados de una estimación de la edad para el margen occidental de la cuenca del Pacífico de aproximadamente 170 millones años - una edad en la que ha sido confirmada por la datación radiométrica.

    Literalmente, cientos de otros ejemplos también podrían presentarse.

    Gentry reconoce esto como un problema y, además de su concepto de tasa de atenuación variables, hace un llamamiento a otras líneas de razonamiento y "evidencia" en un intento de apoyar su modelo joven de la tierra. Una de estas líneas de razonamiento consiste en la desintegración de isótopos naturales de uranio (U-238 y U-235) en el circón mineral en su hija definitiva conducen isótopos (Pb-206 y Pb-207). Gentry postula que el plomo se pierde fácilmente con el tiempo ya que se ajusta mal en la estructura de cristal de circón. Gentry, et al., 1982, circones analizados de granito (en realidad una granodiorita) de fecha en 1.5 mil millones de años. Aplicaron un modelo de difusión generalizada y, usando los valores de medición, mostraron que el plomo debe ser altamente retenida en cristales de circón en un rango de temperaturas de 100 -313 ° C. En su artículo de Po-halo, Gentry parece referirse a este estudio anterior cuando afirma: "... los cálculos muestran que 50 circones micras de tamaño tomadas desde el fondo de la perforación (313 ° C) deberían haber perdido un 1% de su contenido de plomo en unos 300.000 años." De este cálculo se concluye que si el granito es realmente tan antigua como 1,5 bilion años, casi todo el plomo radiogénica debería haber desaparecido por el momento. En lugar de ello, los análisis de laboratorio en realidad mostró un alto grado de retención de plomo en la muestra de circón. Por lo tanto, Gentry concluye que el granito de acogida debe realmente ser de una edad muy joven.

    Polonio hipótesis el halo de Gentry para una Tierra joven falla, o no es concluyente para todas las pruebas.Toda la tesis de Gentry se basa en un conjunto compuesto de supuestos. Él no es capaz de demostrar que los halos concéntricos en la mica son causados ​​únicamente por las partículas alfa que resultan de la descomposición de los isótopos de polonio. Sus muestras no son de piezas "primordiales" de la corteza original de la Tierra, pero a partir de rocas que se han vuelto a trabajar extensivamente. Por último, la hipótesis no puede dar cabida a las muchas líneas alternativas de pruebas que demuestran una gran edad para la Tierra. Gentry racionaliza cualquier evidencia que contradice su hipótesis al proponer tres "singularidades" - Intervenciones divinas una vez - en los últimos 6000 años. Por supuesto, los eventos y procesos sobrenaturales caen fuera del ámbito de la investigación científica para abordar. Al igual que con la idea de las tasas de desintegración radiactiva variables, una vez Gentry se mueve más allá del ámbito de las leyes físicas, sus argumentos dejar de tener alguna utilidad científica. Si la acción divina es necesario para adaptarse a la hipótesis de halo en algún modelo coherente de la historia de la Tierra, ¿por qué perder todo ese tiempo tratando de discutir sobre los orígenes de los halos basados ​​en la teoría científica actual? Aquí es donde la mayoría de los argumentos creacionistas se descomponen cuando tratan de adoptar el lenguaje y la parafernalia de la ciencia. Tratando de demostrar una premisa religiosa es en sí mismo un acto de fe, no de ciencia.

    Al final, la propuesta de la Tierra joven de Gentry, basada en años de medición de los halos de decoloración, no es más que una versión de alta tecnología del argumento creacionista "Omphalos". Esta es la última propuesta del siglo XIX que, si bien Dios creó la Tierra hace unos 6.000 años de acuerdo con el relato del Génesis, Él hizo todo parece viejo. Desafortunadamente, debido a Gentry ha publicado su trabajo original sobre halos en revistas científicas de renombre, una serie de geología básica y los libros de texto de mineralogía todavía afirman que los halos de decoloración microscópicos en la mica son el resultado de la desintegración del polonio.
    Primero y antes que otra cuestión, le doy la bienvenida al sitio para, a continuación pasar a exponer un argumento de peso.




    Cita Iniciado por Christopher Fleming Ver mensaje
    En respuesta a Valmadian:

    Soy el autor de los artículos colgados arriba, originalmente publicados en Tradición Digital.

    1.- Sólo diré que su crítica al Dr. Gentry es algo que me esperaba. Es adventista del séptimo día, según lo que he podido averiguar. Sin embargo, el hecho de que sea hereje protestante no invalida para nada sus conclusiones científicas. Criticar su trabajo científico por esta razón es como hablar mal de un cirujano porque es ateo; ¡si me tiene que operar sinceramente me daría lo mismo las creencias que tenga! Hay que fijarse en LO QUE DICE, no en quien lo dice.

    Pues ahí empieza precisamente el problema. Si nos atenemos a las propias explicaciones del Sr. Gentry podemos comprobar la debilidad de sus propias hipótesis al ceder con suma facilidad a una pregunta de un creacionista, pregunta que tiene una respuesta elemental. No se preocupe, he tenido unos días intensos que me han impedido siquiera hacer un seguimiento de lo que aquí se ha respondido, pero a partir de hoy ya ofreceré las oportunas respuestas.


    Yo no soy científico, como aclaro en mis artículos, pero he consultado a bastantes científicos quienes han confirmado que el trabajo de Gentry es impecable. A los hechos me remito: si nadie ha logrado refutar públicamente sus tesis, será porque no son capaces de hacerlo. Por falta de ganas no será...
    Esa precisión es precisamente el inicio de la clave de muchas cuestiones que se suelen plantear, discutir, etc., y es que si no se controla lo que se dice, no se puede ser crítico con lo que se expone y me explico. Si sus conocimientos, o los míos, o los de los demás, sobre la química molecular del polonio son escasos, por no decir nulos, ¿ya me dirá usted de que está hablando? Lo que sucede es que usted, y otros, se fían de lo que se afirma aquí o allá por razones de conveniencia para sus argumentos. Es entonces cuando el creacionismo se convierte en una ideología enfrentada al evolucionismo convertido en otra ideología, y no como una forma de trabajo. Respecto a que nadie a conseguido refutar las tesis del Sr. Gentry es una opinión, una convicción moral que usted afirma, pero para la cual le faltan a usted esos elementos empíricos necesarios que le permitan identificar cualquier respuesta al nivel requerido dentro de la disciplina en la que se trata de esa química inorgánica a nivel molecular. O sea, que no está usted en condiciones de afirmar ni negar nada al respecto, según su propia confesión de que no es "científico", al menos en este campo de conocimiento empírico, pues como ya he dicho hasta la saciedad en otros temas, hay dos mil ciencias catalogadas.

    En fin, es la primera vez que entro a este foro. Espero que podamos mantener un buen debate, y que los católicos tradicionales (es decir, los que son católicos DE VERDAD) se convenzan de que el evolucionismo es una gran mentira del Demonio.
    Y me gustaría compartir con usted lo relativo al "buen debate", pero no basado en falacias argumentales o en generalizaciones basadas en juicios temerarios. Un católico lo es DE VERDAD no porque conozca a fondo la Tradición, sino porque cumpla con los Mandamientos, obedezca a Dios en Los Evangelios, no incurra en herejía de forma consciente y ame a su prójimo, el UNDÉCIMO MANDAMIENTO que al parecer hay CATÓLICOS DE VERDAD que lo olvidan con una continuada frecuencia. Y ya que hablamos de conocimiento e ignorancia, habrá que volver a repetir una enésima vez cual es la postura de la Jerarquía de La Iglesia sobre el tema, desde S.S. LEÓN XIII, porque se la ignora deliberadamente, o es que no se la acepta. Por último, yo no sigo los argumentos de los herejes, para mi están descalificados por el hecho de serlo y, particularmente, porque el argumento de la Tierra joven es ridículo.

    No hay nada peor que un científico cuando se pone una sotana sin estar ordenado, o un clérigo cuando pretende explicar ciencia sin haberse preparado adecuadamente para ello. Y es que el primero usará una bola de cristal, el tarot y hará predicciones en base a sus personales creencias materialistas, mientras que el segundo usará La Biblia como un arma arrojadiza.

    Saludos.
    "He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.

    <<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>

    Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.

    Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."

    En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47


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  11. #11
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    Re: Creación vs Evolución

    Cita Iniciado por jasarhez Ver mensaje
    En todos los hilos se pegan enlaces... ¿qué tontería es esa?.

    No es una tontería, se trata de que los mensajes no sean exclusivamente un "corto-pego". Siendo este un Foro a la Ciencia debe respetar las normas de la misma, o sea, se participa, se construye el mensaje y las respuestas con el propio esfuerzo..., la opinión o el parecer se apoya con enlaces o con el "corto-pego", vamos es lo que se llaman "citas requeridas" que se exigen hasta en los trabajos serios, hasta en los de Secundaria cuando el docente de turno también lo es. Lo que no es de recibo es abrir temas habiéndolos localizado antes por ahí, por la Red, y ¡hala, pegarlos! y que los demás se molesten en replicar, ¿cómo, a base de más enlaces, de más "corto-pego"? Pues menuda inutilidad, ya que para leer lo que apetezca en un momento dado no hace falta estar aquí. Y, por último, es absurdo contestar a lo que han escrito otros, incluidas figuras del pensamiento, las artes, las letras, las ciencias, si ya ni existen, o ignorando la existencia de Hispanismo jamás van a replicar.
    "He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.

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  12. #12
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    Re: Creación vs Evolución

    En el enlace del mensaje # 8, colocado por Jasarhez, se dice:

    El evolucionismo fue tajantemente rechazado por la Iglesia hasta el Pontificado de Pío XII.
    Las verdades y mentiras de esta frase. La verdad es que, en efecto, S.S. Pío XII en la encíclica Humani Generis de 12 de agosto de 1950, admite la posibilidad del concurso de la Paleontología como explicación posible sobre el origen del hombre.

    Pero, no es verdad que hubiese sido necesario esperar a S.S. Pío XII, pues en realidad la postura de la Iglesia fue variando a lo largo del s. XIX en función de lo que se iba sabiendo de la nueva hipótesis que, inicialmente, prescindió primero del texto del Génesis para, a continuación convertirse en un arma de destrucción de la fe. Por tanto, y aunque se sobreentienda, el problema es reciente y no se puede afirmar que La Iglesia -a lo largo de toda su Historia- siempre rechazó el evolucionismo. Es en 1860, en el Concilio particular de Colonia, cuando se declara por primera vez a la hipótesis darwinista como contraria a las Sagradas Escrituras, como algo casual y materialista ya que por entonces estaba en boga, pero no se realizó más que un análisis superficial del mismo. Y no es hasta 1909 cuando la Comisión Bíblica declaró qué se deben entender, según el sentido literal e histórico los siguientes puntos del relato del Génesis:

    1.- Creación especial del hombre.

    2.- La formación de la primera mujer.

    3.- La monogénesis del género humano.

    4.- La felicidad primitiva de los primeros padres en estado de justicia, de integridad y de inmortalidad.

    Recogido todo ello en el Denzinger, n. 2123

    Y esto no es sino el comienzo de la discusión, pues a continuación se expone cuál es la postura de la Iglesia respecto a qué es el evolucionismo:

    Se limita a afirmar sólo un vínculo físico, una continuación genética entre las diversas especies, y prescinde del modo como esta continuación genética ha tenido lugar. Si la razón exige esa intervención de Dios para que sea posible la evolución,no combate todo género de evolución, sino sólo la monística y atea.

    Los orígenes del Hombre. Según la Ciencia, la Filosofía y la Religión V. MARCOZZI S. J. de la Pontificia Universidad Gregoriana. Edic. STUDIUM., Madrid 1958. pág., 165
    Conceditur facultas edendi librum: P.J. Confalonieri S.J. "Vice-Praepositus Provinciae Venet-Mediolanensis.

    Nihil obstat: Dr. Salvador Múñoz Iglesias. Censor.ç

    Imprimatur: José María, Ob. Aux. y Vic. Gral. Madrid 1957


    Este y otros serán los textos que emplearé para desmontar algunas falacias.


    Saludos.
    Última edición por Valmadian; 11/04/2014 a las 00:09
    "He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.

    <<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>

    Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.

    Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."

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  13. #13
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    Re: Creación vs Evolución

    Cita Iniciado por Martin Ant Ver mensaje
    Valmadian. Conozco la regla de no poner enlaces sino desarrollar en textos personales los propios argumentos. Me lo dejó usted bien claro y no se me ha olvidado. Lo que pasa es que pensaba que esa regla sólo la tenía que aplicar para el caso del debate geocentrismo vs. a-centrismo, no para el caso de creación vs. evolución. Yo pensaba que no existía problemas con la crítica católica de la teoría del evolucionismo y por eso puse los enlaces, pero ya veo que también en este asunto hay que "trabajárselo" uno mismo, sin tener que acudir a la ayuda de las citas ya elaboradas en otros sitios.
    Creo que la respuesta que he dado a Jasarhez es clarificadora al respecto. Por otro lado, me veo en la penosa obligación de tener que decirle que su planteamiento es falaz, pues de entrada si se aceptase un creacionismo literal basado en esos imaginarios 6000 años calculados en su día por un monje medio analfabeto, habría que admitir el geocentrismo ya que ambas ideas están indisolublemente unidas. Así pues, lo siento, pero no cuela. En cuanto a la crítica de la Iglesia a la "teóría", más bien conjunto de hipótesis" evolucionistas, ni hay tal crítica unánime, ni la cuestión está cerrada, sino que desde 1909 ya se empezó a admitir como posible si es que sirve para explicar la actividad creadora de Dios, y si es que no se trata de una versión materialista y monística, tal como acabo de recoger en el anterior mensaje. Lo interesante es discutir sobre las particulares opiniones, no sobre lo que se dice aquí, allá y acuyá. Y también he comentado que se pueden aportar enlaces, pero no que éstos sean los contenidos exclusivos de los mensajes.
    "He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.

    <<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>

    Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.

    Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."

    En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47


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  14. #14
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    Re: Creación vs Evolución

    Siguiendo mi propia norma (no escrita) de trabajar los mensajes de verdadero modo personal, y aplicando la literalidad del texto del Génesis, veremos con facilidad que los 6.000 años de la supuesta edad de la Tierra no es algo coherente.

    1.- En la Creación del Hexamerón está incluido el Paraíso. Entonces, ¿cuánto tiempo real transcurre entre el momento de la creación del mismo y su habitación por Adán y Eva?

    2.- Considerando que se supone que todo lo creado surge de una Creación que prácticamente es simultánea, ello implica necesariamente la inexistencia del "tiempo". Aceptando esta interpretación, surgen a continuación otras preguntas.

    3.- ¿Había tiempo en el Paraíso? Y si lo hubo ¿cuánto duró la estancia de nuestros primeros padres en tal sitio, estado o situación? Todo ello suponiendo que tal "estancia" no se redujese al sexto día de Creación.

    4.- Pero tal suposición no puede ser cierta por cuanto en el segundo día creó "cielo y hubo tarde y mañana" (Gén., 8), es decir, "tiempo".

    5.- Luego, tomemos el listado de los patriarcas. Consta literalmente la edad que tenía cada uno al engendrar a su hijo primogénito y los años que vivieron después. Si a los años de existencia de cada uno restamos la edad en la que engendraron a cada primogénito, es fácil comprobar que suman un tiempo de 6569 años. Hay que recordar que se trata de un linaje patrilineal. Y a la cifra habría que añadir a Noé, que engendró a los 500 años, siendo 950 la cifra de sus años totales en la Tierra. Su padre Lamec, lo engendró a los 182 años y vivió 777, lo que significa que entre el nacimiento de Noé y el de su primogénito transcurrieron 595 + 500 = 1095. Sumada esta cifra a la anterior de 6595 + 1095 = 7690 años. Además, hay un dato deducible cuando menos curioso. Es padre de Sem a los 500 años, vive 950 pero tenía 350 cuando finalizó el Diluvio (Gén. 9, 28-29)) y me faltan 100 años. ¿Ese siglo entero es lo que se traduce como 40 días? Habría que sumarlos a la cifra total anterior: 7690 + 100 = 7790 años.

    6.- Continuando el mismo procedimiento, y yendo al Génesis 11, 10,26, podemos realizar un cálculo de la descendencia de Noé hasta Abraham. Se nos indica que Sem fue padre de Arfaxad a los dos años de finalizar el Diluvio y, a continuación se relatan las 9 generaciones habidas hasta Abraham sin que, finalmente, se especifique la edad en que Teraj fue padre de aquél. Aun así, la cifra total es de 2141 años que sumados a los ya calculados 7790 resultan ser 9931.

    7.- A continuación ¿cuántos años transcurrieron desde Abraham hasta que los hebreos penetraron en Palestina? Se estima que dicha llegada se produjo hacia el 1500 a.C. Faltándonos muchos datos, siquiera aproximados, se comprueba que la cifra de 6000 queda muy atrás ya en el tiempo, pues 9931 + 1500 = 11431.

    7.- Como es lógico, también habrá que sumar los 2014 años de nuestro calendario lo que nos da una cifra de 11431 + 2014 = 13445 años. Estos son muchos más años que la cifra manifestada por los partidarios literalistas de la Tierra joven, hablamos de más del doble.

    La conclusión a la que se llega es que fallando la cifra de 6000, lógicamente todas las ajustadas a ella son falsas. Sin embargo, si el lenguaje literario e histórico -en sentido de secuencia diacrónica- del Génesis, lo traducimos al lenguaje históriográfico (sin entrar en lo que pueden decir otras disciplinas científicas), estamos ante los tiempos reales transcurridos y que se miden en eones para la Tierra y decenas de miles para el Hombre. De estos aspectos y su concurrencia con lo aportado por las ciencias que tratan de ello, se puede ver que si existe esa correspondencia y todo ello sin necesidad de hablar de Darwin, darwinistas ni evolución materialista.
    Última edición por Valmadian; 12/04/2014 a las 13:58
    "He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.

    <<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>

    Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.

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  15. #15
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    Re: Creación vs Evolución

    .
    Última edición por ReynoDeGranada; 25/03/2017 a las 11:31 Razón: repetido
    «¿Cómo no vamos a ser católicos? Pues ¿no nos decimos titulares del alma nacional española, que ha dado precisamente al catolicismo lo más entrañable de ella: su salvación histórica y su imperio? La historia de la fe católica en Occidente, su esplendor y sus fatigas, se ha realizado con alma misma de España; es la historia de España.»
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  16. #16
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    Re: Creación vs Evolución

    *Ciencia y FE": Evolución y Creación son Compatibles. Creacionismo Evolutivo, Encíclica de Pio XII. Lecciones de Mariano Artigas-Universidad de Navarra (508)



    ***DIOS Creador, Infinito y Eterno.
    Reflexiones sobre la Compatibidad
    de la Creación (FE) y del Bigbang (Ciencia)
    a la luz del Espíritu Santo y de la Razón
    Hipótesis para la Conjugación de FE y CIENCIA
    1. Creación y Evolución
    2. Edades de la Evolución
    3. Evolución Discontinua y Creacionismo Evolutivo
    4. Creación del Hombre (Catecismo)
    5. La Creación en 6 días (Génesis)

    6. EVOLUCIONISMO (Encíclica Pio XII)
    7. DIOS y el Universo (P. Manuel Carreira)
    8. Monogenismo y Poligenismo (Doctrina Católica)
    9. Darwin: Fraude científico (Guillermo Buhigas)
    10. Ciencia y FE (P. Mariano Artigas)
    11. Las cuatro Evoluciones (José María Macarulla)
    12. Encontrando el diseño en la Naturaleza (Card. Schönborn)
    13. Todo lo hiciste con sabiduría (Daniel Iglesias)
    14. Origen de las RAZAS Humanas (Santiago Clavijo)
    15. Homo sapiens sapiens, Eva mitocondrial y Adán genético
    16. EVOLUCIÓN de las ESPECIES (Antonio Pardo)
    17. Vida Humana EXTRATERRESTRE (Santiago Clavijo)
    18. Evolucionismo teísta, diseño inteligente y fe católica
    19. Apocalipsis Magnético: Inversión Polar y Tormenta Solar
    20. EVOLUCIONISMO: La bioquímica, callejón sin salida


    1. Creación y Evolución

    Hipótesis para Conjugación de Fe y Ciencia
    Hace unos 13.700 millones de años, DIOS Todopoderoso, Infinito y Eterno creó el Universo desde Nada-Cero, a la vez que las Leyes de la Evolución de la Materia y de la Vida. Antes del Bigbang no existía el Tiempo ni el Espacio ni la Energía ni la Materia. La Creación se inicia con la explosión de una partícula infinitesimal de energía superconcentrada. Todos los días o etapas de la Creación se realizan en un instante de Dios, que está fuera el tiempo. La existencia de todos los hombres fue prevista por Dios desde el principio de los tiempos. Todas las almas de la humanidad, pasado, presente y futuro, están en la mente de Dios hasta la concepción.
    Azar

    El Azar es el Efecto-Suma de todas las Causas cuyas Leyes Naturales, Físicas, Químicas y Biológicas, creadas por Dios, desconoce todavía la Ciencia. No existe el Azar sino la Ignorancia del Hombre y la Omnipotencia de Dios.
    Cosmología

    El Universo tiene un número de Planetas del orden de mil trillones (21 ceros) en base a mil millones de Galaxias, cien mil millones de Estrellas por galaxia y diez Planetas por estrella (sistema solar).
    Linaje Humano

    La voluntad omnipotente, infinita y eterna de Dios Creador completó su obra con la Creación del Hombre a su imagen y semejanza. El alma no puede ser consecuencia de una super-mutación, la probabilidad de que eso suceda es cero. Adán y Eva fueron creados hace unos 25.000 aC., al final de la IV glaciación, cuando DIOS concedió el alma a una pareja especialmente evolucionada de "Homo Sapiens Sapiens". El resto de los homínidos (animales superiores sin alma) se extinguió poco después. Los científicos nunca podrán encontrar pruebas de la existencia de alma en los restos arqueológicos de homínidos que tienen inteligencia y algunos sentimientos elementales superiores, tal es el caso de simios o perros.
    Los primeros humanos pudieron unirse excepcionalmente con algunos de los últimos homínidos de su especie con el fin de evitar la extinción del género humano a causa de las enfermedades contagiadas por animales después de la expulsión del Paraiso. Los frutos de esas uniones habrían sido humanos, si Dios les hubiera concedido el Alma en el instante de la concepción, heredando el pecado original de Adán; en esta hipótesis ¿monogenismo o unigenismo?, todos los humanos descendemos de Adán pero no todos de Eva.
    Genética

    El Genoma humano está organizados en 23 cromosomas; uno de los pares es el determinante del sexo: dos cromosomas X en mujeres, un X más un Y en varones. Los cromosomas contienen aproximadamente igual cantidad de proteinas y ADN (Ácido Desoxirribo Nucleico).El tamaño del Genoma humano es de unos 3.200 millones de pares de bases de ADN (3.200 Mb) en 20-25.000 genes .
    Vida Humana Extraterrestre

    La inmensidad de un Universo con unos 1.000 trillones de planetas y la complejidad del Hombre, cuyos genes contienen una información superior a 3.000 Megabites, demuestran por la ley de probabilidades que la Creación no es producto del Azar sino de un DIOS eterno fuera del tiempo, todopoderoso e infinito, capaz de concebir y organizar las Galaxias y el Genoma Humano.
    El Universo con sus leyes de Evolución, fue creado para el Hombre a mayor gloria de DIOS (principio antrópico) con el fín de hacer posible la Encarnación de Jesucristo, soberano de Cielo y Tierra (cristocentrismo). La Redención de la Humanidad en el planeta Tierra, apoya la hipótesis de que el género humano está sólo en el Universo.
    Nota: El editor acepta rectificar errores contra el Magisterio de la Iglesia o inexactitudes científicas. Se solicitan correcciones en cada párrafo más que una crítica teológica, filosófica o científica: clavijoespana@gmail.com

    Fuentes principales

    1. Antonio Pardo. Origen de la Vida y Evolución de las Especies. UNAV(2007)
    2. Mariano Artigas-Daniel Turbón. Origen del Hombre, Ciencia-Filosofía-Religión. EUNSA-UNAV (2007)
    3. Nicolás Jouve de la Barreda. Explorando los Genes, del Big-bang a la Nueva Biología. Encuentro (2008)
    4. Manuel Guerra Gómez. La Evolución del Universo, de la Vida y del Hombre. Homolegens (2009)
    5. José María Macarulla. Las cuatro evoluciones del Universo. EUNSA (2011)



    2. Etapas de la Evolución
    (Ma=Inicio de Etapa en Millones de Años)

    1. Luz, Firmamento y Astros (15.000 Ma)
    2. Tierras y Mares (5.000 Ma)
    3. Vida Unicelular (4.000 Ma)
    4. Vida Pluricelular (3.000 Ma)
    5. Eucariotas (2.000 Ma)
    6. Plantas, Hongos, Artrópodos (500 Ma)
    7. Anfibios (300 Ma)
    8. Mamíferos (200 Ma)
    9. Reptiles, Dinosaurios Aves (100 Ma)
    10. Primates (275 cc.cerebro): Simio-Gorila-Chimpancé-Orangután (50 Ma)
    11. Pre-Homínido (450 cc-5Ma.): Australopitecus africanus "Lucy"
    12. Homo Habilis (600 cc.-2 Ma)
    13. Homo Erectus (900 cc.-1 Ma)
    14. Homo Sapiens (1.200 cc.-500.000 años)
    15. Eva Mitocondrial (200.000 años)
    16. Homo Neanderthalis (100.000 años).
    17. Homo Sapiens Sapiens (75.000 años): Durante la 4ª glaciación salió de África y se dispersó, primero por Asia y desde allí por todos los continentes e islas. Las diferentes sub-especies (Neandertal, Cromañón, etc) no fueron compatibles para la procreación. La catástrofe del volcán Toba en el norte de Sumatra cambió el curso de la historia al producir la casi extinción de los homínidos. Sobrevieron unos mil individuos que repoblaron el planeta hasta su extinción hacia 20.000 aC.
    18. Fin de la Creación: ADÁN y Eva (25.000 aC)


    3. Evolución Discontinua
    La BIBLIA complementa a la Ciencia
    cuando no ha confirmado sus hipótesis

    1. Big-bang
    2. Evolución de Materia a Vida unicelular
    3. Evolución entre Especies
    4. Evolución de Animal a Humano
    5. Origen de las Razas Humanas.

    Nota: El autor acepta rectificar errores contra el Magisterio de la Iglesia o inexactitudes científicas. Se solicitan correcciones en cada párrafo más que una crítica teológica, filosófica o científica.

    Planetas con VIDA
    Juego probabilístico sobre Extraterrestres

    Hipótesis para cada Etapa



    Número de Planetas en cada Etapa

    1. Sin Vida ..............................1.000 trillones
    2. Vida elemental*.................1.000 billones
    3. Mamíferos**..............................1 billón
    4. Simios..................................1.000 millones
    5. Homínidos...................................1 millón
    6. Homo Sapiens Sapiens................1.000
    7. Vida Humana***...............Planeta TierraTierra




    *La probabilidad de Vida a partir de Materia es nula por lo que fue necesaria la intervención divina
    **La Ciencia actual encuentra improbable la Evolución de una a otra Especie, por lo que habrá que volver al Génesis
    ***La probabilidad de Vida Humana a partir de un Homínido es cero







    Creacionismo Evolutivo
    P. Manuel Guerra
    La creación evolutiva se basa en la existencia de un Dios Creador personal que interviene dando el ser a lo que luego va a evolucionar. El proceso evolutivo, iniciado en el Big Bang, parte de una substancia real creada de nada (no de la nada, como si “la nada” fuera una especie de materia).

    Dios, además de trascendente, es inmanente: actúa en y desde dentro de las cosas y seres. La evolución no se contrapone a la creación sino a la emanación, es un proceso progresivo desde lo más perfecto a lo menos. La emanación es un proceso de dirección inversa: de lo divino en sentido panteísta (hinduista, budista, gnóstico, "new age") procedería lo sensorial (inconsciente, material). La Creación es el impulso inicial (creación del universo) o un corte (creación del hombre) en el proceso evolutivo. A la creación no se opone la evolución sino el evolucionismo (naturalismo, materialismo cientifista). La evolución sería el mecanismo escogido por Dios para la realización del diseño inteligente de la Creación que crea, no por necesidad de algo (compañía, gloria), sino por amor y gratuidad. Antes de la existencia de “algo” creado sólo existía Dios, ser sobrenatural y puramente espiritual, que supera totalmente el alcance de la ciencia.
    Algunos científicos actuales, en funciones de filósofos, especulan sobre la posibilidad de la creación de universos (en plural). A partir de fluctuaciones en un vacío cuántico (sin materia ni energía ni espacio ni tiempo), pero lleno de “partículas virtuales” que habrían traspasado al lado opuesto del estado no- vacío. Hawking afirma que el universo se origina a partir de una nada absoluta mediante un proceso de tunelización cuántica.
    El misterio de la creación del universo, de la vida y del hombre puede ser descodificado y comprendido por el “logos” (pensamiento, palabra, mente, inteligencia) humano. La clave está en el Génesis (“Y dijo Dios…”) y en el inicio del evangelio de San Lucas “En el principio existía el Verbo y el Verbo era Dios”.
    Más que un corte o interrupción externa en el proceso evolutivo, la creación del hombre es una elevación desde dentro al estado sobrenatural mediante la participación de la naturaleza divina en el alma en gracia.
    El “dios-relojero” de Voltaire que pone en marcha un universo que seguirá funcionando hasta que se acabe la cuerda no es compatible con el Dios de la revelación cristiana. Tampoco lo es la teoría del “diseño sin diseñador”, ni la creencia en un dios inactivo que no interviene en el universo ni en la historia de la humanidad. El hombre no es una equivocación, ha sido diseñado, es parte del amor de Dios Creador.
    Las leyes de la evolución no existen por azar ni por necesidad. El discurso científico desde los tiempos de la masónica Royal Society se basa en el empirismo científico bajo patronazgo de la herejía anglicana y de la corona británica.
    Los científicos iluministas tienen como dogma infalible que la única forma de conocer la realidad de todo lo que existe es la verificación empírica. En el arte, la obra no es la cárcel del autor, entre la obra y el autor siempre existe una distancia irreductible porque son de naturaleza substancialmente diferente. La verificación empírica no es el único modo de conocer ciertas realidades como la intimidad del hombre o el sentido de su existencia.
    El joven Sócrates decepcionado de los charlatanes sofistas buscaba un maestro que le enseñara la verdadera causa de las cosas. Le hablaron de Anaxágoras pero descubrió que era sólo un empírico. La amistad y el amor no es un cóctel bioquímico, mitad azar mitad necesidad.
    Muchos científicos actuales, no han tenido tiempo de leer a los clásicos. Ciertos neurólogos niegan la existencia del alma espiritual porque no la encuentran dentro del cerebro. Algo parecido sucede con la controversia sobre la existencia de Dios. Ahora resulta que el universo es demasiado colosal y la mente humana del científico ateo prefiere suponerlo fruto del azar y la necesidad.
    Esto es lo que propone Lucifer: un dios fabricado por el hombre a su medida, una religión universal (Nueva Era) aceptable para profanos, herejes y ateos al servicio de una elite de poderosos plutócratas que utilizan la financiación de Fundaciones y Universidades para “comprar” científicos, economistas y políticos. Así caminamos hacia un “Nuevo Orden Mundial” sin identificar al enemigo causante de nuestra enfermedad social, asesina de valores.





    4. Creación del Hombre
    Génesis

    7 Entonces el Señor Dios modeló al hombre con arcilla (*5) del suelo y sopló en su nariz un aliento de vida. Así el hombre se convirtió en un ser (*6) viviente.
    18 Después dijo el Señor Dios: «No conviene que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada».
    21-22 Entonces el Señor Dios hizo caer sobre el hombre un profundo sueño, y cuando este se durmió, tomó una de sus costillas (*7 ) y cerró con carne el lugar vacío. Luego, con la costilla que había sacado del hombre, el Señor Dios formó una mujer y se la presentó al hombre.
    Notas (Santiago Clavijo):
    (*1) Todo lo visible: Materia, Energía y Vida con sus Leyes de Evolución Física, Química y Biológica.
    (*2) Todo lo invisible: Ángeles y Almas de todos los Humanos desde Adán y Eva hasta el Fin de los Tiempos.
    (*3) Al comienzo del tiempo: El "Big-bang" es el instante de la Creación.
    (*4) Creó a la vez de la nada: Lo visible -Universo de materia y vida- y lo invisible -Ángeles y Almas-. Las Almas permanecen en la mente de Dios hasta la Concepción de cada Ser Humano.
    (*5) La arcilla es la materia primigenia evolucionada de que están hechos los homínidos (animales).
    (*6) Ser viviente (Humano) es el homínido que recibió el Alma por el soplo de Dios
    (*7) La costilla representa la misma naturaleza genética del hombre.
    Catecismo

    325 El Símbolo de los Apóstoles profesa que Dios es "el Creador del cielo y de la tierra", y el Símbolo Niceno-Constantinopolitano explicita:...de todo lo visible (*1) y lo invisible (*2).
    327 La profesión de fe del IV Concilio de Letrán afirma que Dios, "al comienzo del tiempo (*3), creó a la vez de la nada (*4) una y otra criatura, la espiritual y la corporal, es decir, la angélica y la mundana; luego, la criatura humana, que participa de las dos realidades, pues está compuesta de espíritu y de cuerpo".

    355 "Dios creó al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó, hombre y mujer los creó" (Gn1,27). El hombre ocupa un lugar único en la creación: "está hecho a imagen de Dios" (I); en su propia naturaleza une el mundo espiritual y el mundo material (II); es creado "hombre y mujer" (III); Dios lo estableció en la amistad con él (IV).
    I "A imagen de Dios"
    356 De todas las criaturas visibles sólo el hombre es "capaz de conocer y amar a su Creador" (GS12,3); es la "única criatura en la tierra a la que Dios ha amado por sí misma" (GS 24,3); sólo él está llamado a participar, por el conocimiento y el amor, en la vida de Dios. Para este fin ha sido creado y ésta es la razón fundamental de su dignidad: «¿Qué cosa, o quién, fue el motivo de que establecieras al hombre en semejante dignidad? Ciertamente, nada que no fuera el amor inextinguible con el que contemplaste a tu criatura en ti mismo y te dejaste cautivar de amor por ella; por amor lo creaste, por amor le diste un ser capaz de gustar tu Bien eterno» (Santa Catalina de Siena, Il dialogo della Divina providenza, 13).
    357 Por haber sido hecho a imagen de Dios, el ser humano tiene la dignidad de persona; no es solamente algo, sino alguien. Es capaz de conocerse, de poseerse y de darse libremente y entrar en comunión con otras personas; y es llamado, por la gracia, a una alianza con su Creador, a ofrecerle una respuesta de fe y de amor que ningún otro ser puede dar en su lugar.
    358 Dios creó todo para el hombre (cf. GS 12,1; 24,3; 39,1), pero el hombre fue creado para servir y amar a Dios y para ofrecerle toda la creación: «¿Cuál es, pues, el ser que va a venir a la existencia rodeado de semejante consideración? Es el hombre, grande y admirable figura viviente, más precioso a los ojos de Dios que la creación entera; es el hombre, para él existen el cielo y la tierra y el mar y la totalidad de la creación, y Dios ha dado tanta importancia a su salvación que no ha perdonado a su Hijo único por él. Porque Dios no ha cesado de hacer todo lo posible para que el hombre subiera hasta él y se sentara a su derecha» (San Juan Crisóstomo, Sermones in Genesim, 2,1: PG 54, 587D - 588A).
    359 "Realmente, el el misterio del hombre sólo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado" (GS 22,1): «San Pablo nos dice que dos hombres dieron origen al género humano, a saber, Adán y Cristo [...] El primer hombre, Adán, fue un ser animado; el último Adán, un espíritu que da vida. Aquel primer Adán fue creado por el segundo, de quien recibió el alma con la cual empezó a vivir [...] El segundo Adán es aquel que, cuando creó al primero, colocó en él su divina imagen. De aquí que recibiera su naturaleza y adoptara su mismo nombre, para que aquel a quien había formado a su misma imagen no pereciera. El primer Adán es, en realidad, el nuevo Adán; aquel primer Adán tuvo principio, pero este último Adán no tiene fin. Por lo cual, este último es, realmente, el primero, como él mismo afirma: "Yo soy el primero y yo soy el último"». (San Pedro Crisólogo, Sermones, 117: PL 52, 520B).
    360 Debido a la comunidad de origen, el género humano forma una unidad. Porque Dios "creó [...] de un solo principio, todo el linaje humano" (Hch 17,26; cf. Tb 8,6): «Maravillosa visión que nos hace contemplar el género humano en la unidad de su origen en Dios [...]; en la unidad de su naturaleza, compuesta de igual modo en todos de un cuerpo material y un alma espiritual; en la unidad de su fin inmediato y de su misión en el mundo; en la unidad de su morada: la tierra, cuyos bienes todos los hombres, por derecho natural, pueden usar para sostener y desarrollar la vida; en la unidad de su fin sobrenatural: Dios mismo a quien todos deben tender; en la unidad de los medios para alcanzar este fin; [...] en la unidad de su Redención realizada para todos por Cristo (Pío XII, Enc. Summi Pontificatus, 3; cf. Concilio Vaticano II,Nostra aetate, 1).
    361 "Esta ley de solidaridad humana y de caridad (ibíd.), sin excluir la rica variedad de las personas, las culturas y los pueblos, nos asegura que todos los hombres son verdaderamente hermanos.
    II “Corpore et anima unus”
    362 La persona humana, creada a imagen de Dios, es un ser a la vez corporal y espiritual. El relato bíblico expresa esta realidad con un lenguaje simbólico cuando afirma que "Dios formó al hombre con polvo del suelo e insufló en sus narices aliento de vida y resultó el hombre un ser viviente" (Gn2,7). Por tanto, el hombre en su totalidad es querido por Dios.
    363 A menudo, el término alma designa en la Sagrada Escritura la vida humana (cf. Mt 16,25-26;Jn 15,13) o toda la persona humana (cf. Hch 2,41). Pero designa también lo que hay de más íntimo en el hombre (cf. Mt 26,38; Jn 12,27) y de más valor en él (cf. Mt 10,28; 2M 6,30), aquello por lo que es particularmente imagen de Dios: "alma" significa el principio espiritual en el hombre.
    364 El cuerpo del hombre participa de la dignidad de la "imagen de Dios": es cuerpo humano precisamente porque está animado por el alma espiritual, y es toda la persona humana la que está destinada a ser, en el Cuerpo de Cristo, el templo del Espíritu (cf. 1 Co 6,19-20; 15,44-45): «Uno en cuerpo y alma, el hombre, por su misma condición corporal, reúne en sí los elementos del mundo material, de tal modo que, por medio de él, éstos alcanzan su cima y elevan la voz para la libre alabanza del Creador. Por consiguiente, no es lícito al hombre despreciar la vida corporal, sino que, por el contrario, tiene que considerar su cuerpo bueno y digno de honra, ya que ha sido creado por Dios y que ha de resucitar en el último día» (GS 14,1).
    365 La unidad del alma y del cuerpo es tan profunda que se debe considerar al alma como la "forma" del cuerpo (cf. Concilio de Vienne, año 1312, DS 902); es decir, gracias al alma espiritual, la materia que integra el cuerpo es un cuerpo humano y viviente; en el hombre, el espíritu y la materia no son dos naturalezas unidas, sino que su unión constituye una única naturaleza.
    366 La Iglesia enseña que cada alma espiritual es directamente creada por Dios (cf. Pío XII, Enc.Humani generis, 1950: DS 3896; Pablo VI, Credo del Pueblo de Dios, 8) —no es "producida" por los padres—, y que es inmortal (cf. Concilio de Letrán V, año 1513: DS 1440): no perece cuando se separa del cuerpo en la muerte, y se unirá de nuevo al cuerpo en la resurrección final.
    367 A veces se acostumbra a distinguir entre alma y espíritu. Así san Pablo ruega para que nuestro "ser entero, el espíritu [...], el alma y el cuerpo" sea conservado sin mancha hasta la venida del Señor (1 Ts 5,23). La Iglesia enseña que esta distinción no introduce una dualidad en el alma (Concilio de Constantinopla IV, año 870: DS 657). "Espíritu" significa que el hombre está ordenado desde su creación a su fin sobrenatural (Concilio Vaticano I: DS 3005; cf. GS 22,5), y que su alma es capaz de ser sobreelevada gratuitamente a la comunión con Dios (cf. Pío XII,Humani generis, año 1950: DS 3891).
    5. La Creación en 6 días

    Génesis

    1-2-3-4-5 Al principio Dios creó el cielo y la tierra. La tierra era algo informe y vacío, las tinieblas cubrían el abismo, y el soplo de Dios se cernía sobre las aguas. Entonces Dios dijo: «Que exista la luz». Y la luz existió. Dios vio que la luz era buena, y separó la luz de las tinieblas; y llamó Día a la luz y Noche a las tinieblas. Así hubo una tarde y una mañana: este fue el primer día
    .6-7-8 Dios dijo: «Que haya un firmamento en medio de las aguas, para que establezca una separación entre ellas». Y así sucedió: Dios hizo el firmamento, y este separó las aguas que están debajo de él, de las que están encima de él; y Dios llamó Cielo al firmamento. Así hubo una tarde y una mañana: este fue el segundo día.

    9-10-11-12-13 Dios dijo: «Que se reúnan en un solo lugar las aguas que están bajo el cielo, y que aparezca el suelo firme». Y así sucedió. Dios llamó Tierra al suelo firme y Mar al conjunto de las aguas. Y Dios vio que esto era bueno. Entonces dijo: «Que la tierra produzca vegetales, hierbas que den semilla y árboles frutales, que den sobre la tierra frutos de su misma especie con su semilla adentro». Y así sucedió. La tierra hizo brotar vegetales, hierba que da semilla según su especie y árboles que dan fruto de su misma especie con su semilla adentro. Y Dios vio que esto era bueno.

    13 Así hubo una tarde y una mañana: este fue el tercer día.
    14-15-16-17-1-19 Dios dijo: «Que haya astros en el firmamento del cielo para distinguir el día de la noche; que ellos señalen las fiestas, los días y los años, y que estén como lámparas en el firmamento del cielo para iluminar la tierra». Y así sucedió. Dios hizo que dos grandes astros –el astro mayor para presidir el día y el menor para presidir la noche– y también hizo las estrellas. Y los puso en el firmamento del cielo para iluminar la tierra, para presidir el día y la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y Dios vio que esto era bueno. Así hubo una tarde y una mañana: este fue el cuarto día.

    20-21-22.23 Dios dijo: «Que las aguas se llenen de una multitud de seres vivientes y que vuelen pájaros sobre la tierra, por el firmamento del cielo». Dios creó los grandes monstruos marinos, las diversas clases de seres vivientes que llenan las aguas deslizándose en ellas y todas las especies de animales con alas. Y Dios vio que esto era bueno. Entonces los bendijo, diciendo: «Sean fecundos y multiplíquense; llenen las aguas de los mares y que las aves se multipliquen sobre la tierra». Así hubo una tarde y una mañana: este fue el quinto día.

    24-25-26-27-28-29-30-31 Dios dijo: «Que la tierra produzca toda clase de seres vivientes: ganado, reptiles y animales salvajes de toda especie». Y así sucedió. Dios hizo las diversas clases de animales del campo, las diversas clases de ganado y todos los reptiles de la tierra, cualquiera sea su especie. Y Dios vio que esto era bueno. Dios dijo: «Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza; y que le estén sometidos los peces del mar y las aves del cielo, el ganado, las fieras de la tierra, y todos los animales que se arrastran por el suelo». Y Dios creó al hombre a su imagen; lo creó a imagen de Dios, los creó varón y mujer. Y los bendijo, diciéndoles: «Sean fecundos, multiplíquense, llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar, a las aves del cielo y a todos los vivientes que se mueven sobre la tierra». Y continuó diciendo: «Yo les doy todas las plantas que producen semilla sobre la tierra, y todos los árboles que dan frutos con semilla: ellos les servirán de alimento. Y a todas la fieras de la tierra, a todos los pájaros del cielo y a todos los vivientes que se arrastran por el suelo, les doy como alimento el pasto verde». Y así sucedió.

    31 Dios miró todo lo que había hecho, y vio que era muy bueno. Así hubo una tarde y unamañana: este fue el sexto día.

    6. Evolucionismo


    Encíclica Pio XII
    7. DIOS y el Universo
    Entre Ciencia y Fe no hay contradicción
    El Deber del Creyente es Ensanchar la Razón
    P. Manuel Carreira







    El Origen del Hombre

    8. Poligenismo y Monogenismo



    Doctrina Católica
    San Pablo (Carta a los romanos 5,18): Por consiguiente, así como la falta de uno sólo (Adán) causó la condenación de todos, también el acto de justicia de uno sólo (NSJ) producirá para todos los hombres la justificación que conduce a la Vida.
    Catecismo de la Iglesia Católica (390): El relato de la caída (Gn 3) utiliza un lenguaje hecho de imágenes, pero afirma un acontecimiento primordial, un hecho que tuvo lugar al comienzo de la historia del hombre (cf. GS13,1). La Revelación nos da la certeza de fe de que toda la historia humana está marcada por el pecado original libremente cometido por nuestros primeros padres (cf. Concilio de Trento: DS 1513; Pío XII, enc. Humani generis: ibíd, 3897; Pablo VI, discurso 11 de julio de 1966).
    Papa Francisco (a Pontificia Comisión Bíblica): «La interpretación de las Sagradas Escrituras debe ser siempre confrontada y autentificada por la Tradición viva de la Iglesia». Los cristianos gozan de una gran libertad para acercarse a la Biblia y discernir a través de ella la voluntad de Dios para sus vidas, que es en definitiva lo que importa. Una regla de interpretación, atribuida a diferentes santos dice “En lo esencial, unidad; en lo accesorio, libertad; en todo, caridad".
    Pío XII (Humani generis):
    29. Magisterio de la Iglesia: no prohíbe el que —según el estado actual de las ciencias y la teología— en las investigaciones y disputas, entre los hombres más competentes de entrambos campos, sea objeto de estudio la doctrina del evolucionismo, en cuanto busca el origen del cuerpo humano en una materia viva preexistente —pero la fe católica manda defender que las almas son creadas por Dios.
    30. Hipótesis del Poligenismo: los fieles cristianos no pueden abrazar la teoría de que después de Adán hubo en la tierra verdaderos hombres no procedentes del mismo protoparente por natural generación.
    32. Divina inspiración de las narraciones populares incluidas en la Sagrada Escritura: en modo alguno pueden compararse con las mitologías u otras narraciones semejantes, las cuales más bien proceden de una encendida imaginación que de aquel amor a la verdad y a la sencillez que tanto resplandece en la Sagrada Biblia.
    9. Darwinismo

    Fraude Científico
    “El dogma darwinista, heredero del gnosticismo, es básico en el proceso de dominación mundial ideado por unos pocos poderosos que se creen los “elegidos” por razón de herencia, raza o riqueza. El darwinismo era necesario para la implantación definitiva de un poder fundamentado en el dinero e inspirado por el relativismo luciferino-masónico. Es un siniestro movimiento pseudocientífico” .
    Charles Darwin (1809-1882) no estudió Biología, fue declarado incapaz para la Medicina por lo que cursó Teología en Cambridge sin conseguir la graduación. Según el propio Charles su célebre Teoría fue más una cuestión de “iluminación” que de imaginación, inventada ocho años después de su viaje en el Beagle. Su padre lo consideraba un chico muy corriente por debajo del promedio.
    La afición del joven Charles por la Biología y su descreimiento religioso le vino por su abuelo Erasmus, biólogo y médico, tan libertino como masón, que plagió y manipuló los estudios de los misioneros españoles en América. Erasmus fue el fundador de la secta gnóstica, masónica y esotérica “Círculo Lunar” que practicaba ritos luciferinos. Erasmus dejó en herencia a su nieto sus investigaciones que plasmó en la obra “Leyes de la vida orgánica” (1796), en la que se basó Charles para la tesis “El origen de las especies por medio de la selección natural, o la preservación de las razas más favorecidas en la lucha por la vida” (1859).
    Darwin reconocía en su obra la imposibilidad de demostrar su Teoría, pedía un acto de fe (actitud nada científica) y se fue a la tumba veintitrés años después sin cumplir esa promesa.
    Transcurridos ciento cincuenta años, los dogmáticos darwinistas no han sido capaces de “reencontrar” esos hechos aludidos por Darwin en los que supuestamente fundaba sus conclusiones.
    La tesis fundamental del teólogo aprendiz metido a naturalista es que la naturaleza de cada especie varía mediante la lucha por la existencia entre los individuos de esa especie. Darwin habla de variación, nunca de evolución. La variación es cambio, la evolución es desarrollo. La evolución es evidencia natural, sea por azar, por la acción de Dios u otro agente.

    Resultan reveladoras las palabras de Benedicto XVI (2007): asistimos a un encendido debate entre el creacionismo y el evolucionismo, presentados como alternativas excluyentes. Esta contraposición es absurda porque existen muchas pruebas científicas a favor de la evolución. Pero la doctrina de la evolución no responde a todos los interrogantes, especialmente al gran interrogante filosófico: ¿de dónde viene todo esto y cómo todo toma un camino que desemboca finalmente en el hombre? Hay una razón anterior a todo, nosotros somos un reflejo de la Razón creadora. Somos pensados y queridos, es la idea que nos precede, que debemos descubrir para dar significado a nuestra vida.

    El variacionismo selectivo de Darwin se fundamenta en lo que denomina “selección natural” que determinaría la supervivencia de los más aptos: es la ley del más fuerte. Las variedades dentro de una especie con alguna mínima ventaja sobre las otras, serían las supervivientes. Esta ley de la lucha por la existencia, según el criterio de Darwin, sería también aplicable a las relaciones entre las diversas especies.
    Este determinismo, de raíz orientalista, es una visión violenta y catastrofista, un utopismo naturalista fascistoide pues la hipótesis de Darwin, además de terrible, no se corresponde con la realidad ¡gracias a Dios! Las relaciones de los seres vivos no son sólo de competencia y de lucha: se asocian y trabajan en conjunto para nacer y sobrevivir. La depredación, excepto por el hombre, se rige por un equilibrio natural de interdependencia, ya que el depredador no pretende destruir la especie que le alimenta. En la naturaleza es mucho más frecuente la madre protectora que la abeja reina. El felino caza sólo cuando tiene hambre; la inmensa mayoría de las aves depredadas no lo son por el color de sus plumas, ni por su astucia, ni por su competencia para volar; se topan con su destino para sobrevivir por algo tan aleatorio y circunstancial como la relación en el espacio y en el tiempo con sus depredadores. Darwin no investigó las especies para conocerlas mejor, se limitó a buscar ejemplos para demostrar la tesis utópica de su abuelo: fundamentar la existencia de la “Gran Primera Causa”, es decir, el “Gran Arquitecto del Universo” (el dios impersonal de la masonería).
    La obra de Darwin es una elucubración dogmática más que una teoría científica. A partir de Locke, todos los darwinistas han buscado en la naturaleza la fórmula mágica que explique el dilema del ser o no ser, emulando a los primitivos filósofos que llegaron a creer que todo nacía del agua, el fuego o el aire. Locke pretendió suprimir del pensamiento la necesaria metafísica para la comprensión de lo humano más allá de lo material. Sentó las bases del relativismo materialista, el imperio de la opinión que se opone al racionalismo.
    Las elucubraciones de los darwinistas no son más que ciencia-ficción, han asentado en el subconsciente colectivo la idea del transformismo de las especies como algo existente en la naturaleza. La hipótesis darwinista es la base “científica” para la creación de semihumanos en la moda, comics y cine. La serie “The Matrix” (1999) es emblemática y, curiosamente, su director Larry Wachowski se ha hecho una operación de cambio de sexo. El paleontólogo Colin Patterson (1933-1998), director del Museo Británico de Historia Natural, ateo confeso y militante darwinista, aclaró que no existen pruebas fósiles que apoyen la Teoría (variacionista) de Darwin.
    Fuente:
    Guillermo Buhigas. Eugenesia y Eutanasia. Sekotia (2009)



    Universidad de Navarra
    Mariano Artigas dejó grabadas algunas clases con fines de divulgación. Algunas de ellas fueron descargadas en YouTube. Para mayor comodidad, ponemos en esta página enlaces directos a dichas clases:
    Ciencia y fe, 1
    El caso Galileo Galilei
    Galileo y el Papa
    Galileo NO fue ejecutado pero Lavoisier SI
    Evolucionismo
    Big Bang, Lemaître y Einstein
    Los límites de la ciencia
    Ciencia y fe, 1, completa

    Ciencia y fe, 2
    Cosmovisión científica actual
    Genética
    Quinta vía tomista
    Gobierno divino del mundo
    Richard Dawkins
    Large Hadron Collider

    Qué es el hombre
    Vida extraterrestre, ángeles, evolución, plan divino
    y Santo Tomás. Creación y evolución
    El hombre es aquel que busca la verdad
    11. Las cuatro Evoluciones


    Física, Química, Biológica y Humana
    José María Macarulla
    ÍNDICE
    1.- Clases de Evoluciones

    2.- Prolegómenos

    3.- Evolución física

    4.- Pruebas del Big Bang

    5.- Más sobre Evolución física

    6.- Evolución química

    7.- Teoría unificada red-ox y ácido-base

    8.- Salinidad de los mares

    9.- Evolución biológica

    10.- Historia de la vida en el planeta Tierra

    11.- Escalas de tiempos

    12.- Generación del oxígeno atmosférico

    13.- La Evolución se debe a las mutaciones

    14.- Relojes moleculares

    15.- Evolución humana o cultural

    16.- Homo antecessor

    17.- Por fin, el Adán de la Biblia (35.000 aC)

    18.- El Diluvio

    19.- La Humanidad ante el futuro

    20.- Recapitulación: Principio Antrópico
    1. Clases de Evolución

    - ¡Papá! Yo me considero más formado y maduro que mi hermana por lo que te agradecería profundizaras un poco en las explicaciones que me des. Incluso no creo necesario que me repitas los razonamientos que le hiciste a ella en “EXPLÍCAME LA VIDA” ¿Vale? Me figuro que el Universo no tiene una estructura estática, sino que está sumido en una serie de cambios continuos. Pero ¡no me digas que ha habido cuatro Evoluciones diferentes! ¿No se creará un caos intelectual al intentar disecarlas y estudiarlas por separado?
    - ¡En absoluto! Yo las distingo perfectamente. Además, en vez de caos hay un orden perfecto: ¡fíjate que el Universo se denomina COSMOS y esta palabra griega significa ORDEN! Hoy a los herederos de los astrónomos les llamamos cosmólogos.
    - ¿Me podrías enunciar, por lo menos, cuáles son esas Evoluciones?
    - ¡De mil amores! Si bien no todas empezaron a la vez, hoy sí, continúan bien activas en diversos puntos del Cosmos.
    Leer Texto Completo...Aquí


    12. Encontrando el diseño en la Naturaleza
    Evolucionismo: ¿más que una "hipótesis"?
    Javier Olivera Ravasi (22.10.15)
    Card. Christoph Schönborn-Viena: Desde 1996, cuando el Papa Juan Pablo II dijo que la evolución (un término que él no definió) era “algo más que una hipótesis”, los defensores del dogma neo-darwinista han invocado a menudo la supuesta aceptación - o al menos la aquiescencia - de la Iglesia Católica Romana cuando defienden su teoría como algo compatible con la fe cristiana.
    Pero esto no es cierto. La Iglesia Católica, mientras deja a la ciencia muchos detalles sobre la historia de la vida en la tierra, proclama a su vez que por la luz de la razón el intelecto humano puede fácil y claramente discernir el propósito y diseño en el mundo natural, incluyendo el mundo de los seres vivos.
    La evolución, en el sentido de procedencia de un ancestro común podría ser cierta, pero la evolución en el sentido neodarwinista – o sea, un proceso no guiado, no planificado de variación aleatoria y selección natural - no lo es. Cualquier sistema de pensamiento que niegue o trate de minimizar la abrumadora evidencia de diseño en biología es ideología, no ciencia.. Leer Texto Completo...AQUÍ
    Todos los hombres de cualquier raza están actualmente clasificados por antropólogos y biólogos como pertenecientes a una sola especie "Homo sapiens sapiens", por lo que pueden cruzarse.
    Están reconocidas mayoritariamente 3 razas de HUMANOS: Negroide, Caucásica (Australoide) y Mongoloide (Amerindio). Las diferencias más significativas entre estas razas -Lenguaje, Cabello/Cara y Color de la piel- son casi siempre hereditarias, En el color de la piel hay de 2 a 4 pares de genes que están relacionados.
    Todos los hombres son descendientes de ADÁN (45.000-30.000 aC), el primer hombre creado. Todos los humanos descienden de Noé, sus hijos y sus mujeres, que sobrevivieron al DILUVIO universal (Génesis 7,21).
    Dios ordenó a Noé y su familia multiplicase y llenar la Tierra (Génesis 9,1-18-19). Pero los hombres desobedecieron el mandato divino y fundaron una ciudad donde construyeron la Torre de Babel para estar más cerca de Dios. Y Dios castigó esta desobediencia mediante la imposición de diferentes idiomas. (Génesis 11,8-9). Al no entenderse se dispersaron a lo largo de la superficie de toda la Tierra como Dios les había mandado.
    La Biblia menciona variaciones genéticas antes del Diluvio (3.000 aC), tales como la altura del hombre. Por eso es muy probable que las variaciones en la coloración de la piel también existieran en la familia de Noé. Noé y su familia poseían genes oscuros como claros. Genes lo suficientemente oscuros como para protegerlos, y genes lo suficientemente claros como para garantizar la cantidad suficiente de vitamina D. La proporción final de genes oscuros a genes claros en cualquier grupo será el equilibrio más útil para ese entorno. Tanto el ojo de raza caucásica como el ojo chino tienen grasa, pero el ojo chino tiene simplemente más grasa.
    15. Homo sapiens sapiens
    También llamado hombre de Cro-Magnon
    Antecesor directo del hombre actual
    Eva mitocondrial y Adán genético
    El Homo sapiens sapiens es una subespecie del Homo sapiens, única que aún sobrevive de todo el género Homo y de los homínidos. Por lo tanto, sus parientes vivos más cercanos son los grandes simios (a los que pertenece), como el gorila, el chimpancé o el orangután. Los restos más antiguos de Homo sapiens son los llamados "hombres de Kibish" (Etiopía) con 195 000 años.
    El Homo sapiens sapiens es una subespecie de origen africano, aparecida hace unos 45.000-100.000 años, que se ha extendido por todo el mundo, incluyendo la Antártida. Su expansión por Europa coincide con la extinción de su coetáneo (el hombre de Neanderthal).
    Los descubrimientos en el yacimiento de Atapuerca (España) pueden modificar de manera importante la cronología de la Prehistoria en Europa. Estos fósiles presentan una combinación de rasgos que han permitido atribuirlo a una nueva especie humana, el Homo antecessor, antepasado común del neandertal y el cromañón.
    Al seguir la línea genealógica por vía materna de cada persona en el árbol genealógico de toda la humanidad, la Eva mitocondrial correspondería a un antepasado femenino común que comparte toda la población actual de seres humanos (Homo sapiens).
    Basándose en la técnica de reloj molecular, investigaciones recientes (2009) estiman que este ancestro vivió hace aproximadamente hace 200 000 años. La región más probable en que se originó es el África Oriental.
    El ADN mitocondrial de distintas etnias de diferentes regiones sugiere que todas las secuencias de este ADN tienen envoltura molecular en una secuencia ancestral común.
    Estudios nucleares de ADN indican que el tamaño de la población humana antigua nunca cayó por debajo de algunas decenas de miles de individuos, y por lo tanto habría otras "evas" con descendientes vivos hoy.


    Un equipo de investigación la Universidad de Stanford, secuenció los cromosomas "Y" de 69 hombres de todo el mundo y descubrió cerca de 9.000 hasta ahora desconocidas variaciones de la secuencia de ADN. Utilizaron estas variaciones para crear un reloj molecular más confiable y encontraron que el Adán genético vivió hace 120.000-150.000años. Se estima que mientras la existencia del Adán cromosómico habría tenido lugar en el África centro-occidental, Eva habría vivido en el África sur-oriental.

    16. EVOLUCIÓN de las ESPECIES

    Como acabamos de mencionar, el darwinismo no es aceptable como tesis científica, ¿cómo explicar la evolución? En estas últimas décadas, ya van siendo bastantes los autores que se han replanteado la cuestión. Las respuestas que se han esbozado apuntan siempre en la misma dirección: si intentamos ver cómo cambia la forma de los seres vivos, tenemos que dirigirnos a estudiar el desarrollo de los seres vivos, pues la forma final del ser vivo se construye durante su desarrollo. Se trataría de un estudio metodológicamente coherente, pues estudiaría un fenómeno analizando cuestiones que suceden a su mismo nivel. No es de extrañar, por tanto, que haya embriólogos en este terreno 25, aunque también ha merecido comentarios de biólogos de distintas especialidades 26 y de físicos teóricos 27. El motivo del interés desde distintas disciplinas se debe a que dicho estudio muestra la complejidad del ser viviente en las múltiples interacciones internas, de todo tipo, que se dan en el interior del ser vivo, y que pueden ser vistas desde numerosos puntos de vista. Resumiendo muy abruptamente los esbozos de explicación que existen actualmente, cabría decir que los organismos pluricelulares permiten una serie de interacciones internas según la complejidad de las células a partir de las cuales se construye el organismo. Está demostrado que dicha complejidad aumenta con las épocas geológicas, por lo que, según ha avanzado ésta, se han podido dar más interacciones. La aparición de nuevas interacciones hace aparecer nuevas manifestaciones morfológicas macroscópicas, que aparecen de modo repentino y organizado, tal como muestra la observación de la evolución: no es por grados suaves, sino a saltos, con explosiones de nuevas formas en ocasiones. Se produciría, por tanto, una emergencia de nuevas formas estables a partir del aumento de complejidad progresivo de las células de los seres vivos. Posteriormente, estas nuevas especies sobrevivirían o desaparecerían por azar, dependiendo de las variables circunstancias ambientales. Sería, por tanto, una evolución direccional, teleológica, porque su origen es una génesis de nuevas formas que posee una finalidad intrínseca. No es necesario hacer equilibrios para mantener la finalidad del proceso evolutivo mientras se sostiene a la vez su aleatoriedad, com
    Aquí hay todavía un enorme campo de estudio e investigación, por lo que aún no se puede afirmar casi nada de modo definitivo. Pero, aunque ni siquiera la hipótesis esté todavía bien construida, este enfoque, más realista que el darwinista, no cierra campos a la investigación. Por contra, el darwinismo, al afirmar que el azar es la causa de las nuevas formas, agostaba en su raíz todo intento de investigación.
    Fuente: "Replantear el problema" (3.7). Antonio PARDO Departamento de Humanidades Biomédicas. Facultad de Medicina-Universidad de Navarra.

    17. Vida Humana EXTRATERRESTRE

    Santiago Clavijo

    18. Evolucionismo teísta,
    diseño inteligente y fe católica
    Ing. Daniel Iglesias Grèzes
    ¿Qué es el evolucionismo teísta?
    Desde un punto de vista puramente terminológico, la expresión “evolucionismo teísta” debería designar simplemente la forma de pensamiento que combina “evolucionismo” y “teísmo”. Si “evolucionismo” se define en sentido amplio, como la doctrina que sostiene la mutabilidad y el origen interdependiente de las especies, que provienen las unas de las otras por transformación, a partir de un ancestro común; y si “teísmo” se define como un monoteísmo compatible con la teología natural católica, entonces, a mi juicio, en principio no habría nada que objetar al “evolucionismo teísta”.
    Sin embargo, en la práctica la expresión “evolucionismo teísta” suele tener otro significado más cuestionable. Históricamente, el “evolucionismo teísta” ha surgido principalmente del intento de combinar una forma específica de evolucionismo (la teoría darwinista de la evolución) con la fe cristiana. A continuación trataré de mostrar que esa corriente principal del evolucionismo teísta (que debería llamarse en realidad “darwinismo cristiano”), debido a sus concesiones injustificadas a los adversarios de la fe cristiana, generalmente defiende diversas posturas contrarias a la fe o a una sana filosofía.
    El evolucionismo teísta y el diseño inteligente divino
    Muchos evolucionistas teístas sostienen una visión que podría describirse como “creación sin diseño inteligente” (o con diseño inteligente parcial). Veámoslo con más detalle. La tesis principal de esa corriente es que, aunque Dios es el creador de todos los seres vivos, no es su diseñador en un sentido propio y auténtico, porque los ha creado a través de un proceso evolutivo en el que desempeñan un rol primordial los fenómenos aleatorios: sobre todo las mutaciones genéticas aleatorias (según el mecanismo evolutivo postulado por el neodarwinismo), pero también el indeterminismo cuántico (según la teoría cuántica, interpretando la relación de Heisenberg como un principio de indeterminación física u ontológica).
    En general, los autores de esta corriente niegan que la evolución biológica sea guiada inteligentemente por Dios. Más bien, Dios se habría limitado a crear un universo con leyes naturales (físicas y químicas) finamente sintonizadas para producir un ambiente capaz de soportar la vida biológica y la vida humana. Después de crear el primer ser vivo, Dios habría dejado que el mecanismo darwinista (mutación-selección), actuando autónomamente, produjera de un modo aleatorio las distintas especies, con sus diversas características anatómicas y fisiológicas.
    Esta forma de concebir la creación de los seres vivos contradice el dogma cristiano. La Divina Revelación (transmitida en la Sagrada Escritura y en la Tradición de la Iglesia) enseña sin lugar a dudas que Dios no sólo ha creado todas las cosas visibles e invisibles, sino que lo ha hecho según un designio sapientísimo; y también que la Providencia de Dios gobierna todos los acontecimientos de este mundo, grandes y pequeños. La fe cristiana es totalmente incompatible con cualquier limitación del diseño inteligente o del gobierno inteligente del mundo y de la vida por parte de Dios. Esto es tan evidente que no me tomaré el trabajo de documentarlo aquí.
    El evolucionismo teísta y el multiverso
    La visión de una “creación sin diseño inteligente” es llevada a un extremo por algunos autores que intentan una justificación teológica del multiverso. La idea del multiverso ha sido propuesta y sostenida principalmente por motivos anti-teológicos. Dado que el diseño inteligente de nuestro universo y de sus seres vivos es casi evidente, para negarlo se suele recurrir hoy a un postulado audaz: hay un número inmenso o infinito de universos, de modo que el nuestro (que parece tan bien diseñado) es un mero resultado del azar. Según los evolucionistas teístas que defienden el multiverso (por ejemplo, Francis Collins), el uso del azar por parte de Dios juega un rol estelar no sólo en la evolución biológica, sino también en la evolución cósmica. Dios habría creado muchísimos o infinitos universos y en cada uno de ellos las cosas evolucionan sin intervención de Dios de tal modo que en uno de ellos, por puro azar, se ha producido una evolución biológica darwinista que dio lugar a la existencia del ser humano.
    Esto es mala ciencia, porque no hay la menor evidencia científica del multiverso. Pero también es mala teología: Dios no necesita crear infinitos universos para ver si, de ese "juego de azar", resulta por casualidad algún universo que sirva a sus propósitos. Si Dios puede crear el universo de la nada, también puede diseñarlo inteligentemente según sus fines, empleando para ello (como medios o causas segundas) una combinación apropiada de fenómenos determinísticos o aleatorios. Para Dios no hay azar ni probabilidad. Dios conoce todas las cosas con certeza, en su eterno presente. Como Einstein, tiendo a pensar que Dios no juega a los dados; pero, y esto es lo decisivo, si Dios jugara a los dados, ningún resultado lo sorprendería, porque ninguno sería independiente de su inteligencia y su voluntad. Esto vale como argumento contra todos los evolucionismos teístas que defienden una creación sin diseño inteligente, tanto los más moderados (que niegan sólo el diseño inteligente de los seres vivos), como los más radicales (que niegan también el diseño inteligente del universo y de las leyes naturales).
    El evolucionismo teísta y el darwinismo
    Los evolucionistas teístas suelen pensar: a) que el darwinismo es una buena teoría científica, con una buena base experimental (los casos comprobados de microevolución); b) que no es un evolucionismo aleatorio; y c) que no favorece el ateísmo.
    Estos pensadores no tienen en cuenta que la extrapolación de la microevolución a la macroevolución es infundada. Que el mecanismo darwinista (mutación-selección) pueda modificar las proporciones de las variantes de una especie presentes en una población local no prueba que sea capaz de crear el ojo o el ala, o de transformar un pez en un anfibio. Tampoco tienen en cuenta el peso abrumador de las objeciones contra el darwinismo que provienen de la paleontología, de la biología molecular y de la teoría de la información. He presentado con algún detalle esas formidables objeciones en el Capítulo 4 de mi libro Todo lo hiciste con sabiduría.
    Los evolucionistas teístas suelen insistir en que la evolución darwinista no es aleatoria porque uno de sus factores (la selección natural) no lo es. No tienen en cuenta que, de los dos factores del mecanismo darwinista (mutación-selección) sólo el primero (las mutaciones) juega un rol creativo, mientras que el segundo (la selección natural) juega un rol meramente destructivo. En la teoría darwinista de la evolución, todas las nuevas variantes biológicas son generadas por las mutaciones genéticas aleatorias, que no son otra cosa que errores aleatorios en la copia de la información genética. Vale decir que, según la síntesis neodarwinista, una afortunadísima sucesión de errores de copia ha transformado al ancestro común primigenio (digamos, una bacteria) en un elefante o un ser humano; mejor dicho, lo ha transformado en ambas cosas y en muchísimas otras cosas más, a través de muchísimas y afortunadísimas sucesiones de errores.
    Por otra parte, desde la misma época de Darwin, muchos cristianos y no cristianos han estado persuadidos de que el darwinismo era esencialmente una teoría atea. Ésa fue la razón principal por la que Darwin propuso su teoría, por la que Haeckel, Huxley y el Club X la difundieron, y por la que Wallace (co-descubridor de la selección natural, pero partidario del diseño inteligente) cayó en el olvido. Esto fue lo que captó inmediatamente Engels al leer la primera edición de El Origen de las Especies, escribiendo a Karl Marx: “La teleología todavía no estaba destruida. Y eso es lo que ha ocurrido ahora.” Además, es innegable que hoy (habiendo caído en desgracia el marxismo y el freudismo), el darwinismo es el principal sostén intelectual del ateísmo cientificista.
    El evolucionismo teísta y el problema del mal
    Muchos “evolucionistas teístas” cristianos, indebidamente impresionados por los argumentos ateos, piensan que es necesario recurrir a la indeterminación cuántica y al azar darwinista para poder resolver el problema del mal físico en general, y el problema de la “imperfección” de los organismos vivientes en particular. Así rechazan implícitamente las soluciones de la teología cristiana clásica al problema del mal, porque ésta no tuvo en cuenta en absoluto esos dos fenómenos, descubiertos recién en los siglos XIX y XX.
    En realidad, ambos argumentos ateos son falaces: se basan en la falsa premisa de que un Dios infinitamente sabio y bueno no puede crear un mundo en el que exista el mal físico o un ser vivo con una determinada y supuesta imperfección. Pero los cristianos en cuestión dan por buenos estos argumentos falaces y por eso, para “disculpar” a Dios de la existencia de los males físicos o de las imperfecciones de los seres vivos, defienden una idea (incompatible con la fe cristiana) de creación sin diseño inteligente, en la que dichos males e imperfecciones son el resultado de procesos aleatorios no diseñados ni guiados por Dios.
    En verdad, Dios no necesita de esas “disculpas” nuestras; pero si las necesitara, tampoco servirían, por dos razones: a) el azar no existe para Dios; b) incluso si (por el absurdo) el azar fuera algo incontrolable para Dios, Dios seguiría siendo responsable de las consecuencias del mecanismo aleatorio puesto en marcha por Él. Con perdón del ejemplo (pero no se me ocurre otro mejor): análogamente, es tan responsable de su propia muerte quien se suicida de un disparo a la cabeza que quien muere jugando a la ruleta rusa. En otras palabras, si se rechazan las respuestas cristianas clásicas a las objeciones ateas, ni la indeterminación cuántica ni el azar darwinista permiten resolver de veras el problema del mal. Dios es siempre responsable de su obra creadora, tanto si la lleva a cabo por medios determinísticos o por medios azarosos.
    El evolucionismo teísta y el libre albedrío
    Muchos evolucionistas teístas piensan que es necesario recurrir a la indeterminación cuántica para poder sostener el libre albedrío porque –dicen– en un mundo donde todos los cuerpos (incluso las neuronas cerebrales) siguen las leyes de la mecánica de Newton todos los movimientos están determinados por las leyes naturales, y entonces un ser humano no podría mover un brazo a la derecha o a la izquierda, según su libre elección. Un ente con suficiente capacidad de cálculo (como el ficticio “demonio de Laplace”) que conociera la posición inicial y la velocidad inicial de todas las partículas en el instante del Big Bang podría conocer anticipadamente toda la historia cósmica, hasta en sus menores detalles. No habría espacio alguno para el libre albedrío.
    Los “teístas” que piensan así rechazan implícitamente las respuestas de la teología cristiana clásica a las objeciones del mecanicismo, porque la teoría cuántica surgió recién en el siglo XX. Pero si se rechazan las respuestas cristianas clásicas al mecanicismo, la indeterminación cuántica no permite resolver de veras la cuestión del libre albedrío. Si el alma humana espiritual es incapaz de mover un brazo en un mundo donde vale la física newtoniana, ¿por qué sería capaz de mover un electrón en un mundo donde vale la física cuántica? Y a la inversa, si el espíritu es capaz de mover un electrón en un marco cuántico, ¿por qué no sería capaz de mover un brazo en un marco newtoniano?
    La postura aquí criticada (que en realidad es una especie de mecanicismo) se basa en una extrapolación de la física más allá de su ámbito de validez. Para explicar esto me referiré, a modo de ejemplo, a dos leyes de la física que no se aplican sin más a los seres humanos.
    El primer ejemplo se refiere a la primera ley de Newton (o ley de inercia). Esta ley fundamental de la mecánica dice que las partículas y los cuerpos rígidos no sometidos a ninguna fuerza se comportan de la siguiente manera: si están en reposo, continuarán en reposo; y si están en movimiento, continuarán moviéndose con un movimiento rectilíneo y uniforme. Ahora bien, considerando el caso estático (el de un cuerpo rígido en reposo), es evidente que la validez de la ley de inercia se restringe a los cuerpos sin vida, que por esa razón se llaman cuerpos inertes o materia inerte. Un ser vivo en reposo, aunque no esté sometido a ninguna fuerza externa, puede comenzar a moverse por sí mismo en cualquier momento. Simplemente, el modelo físico de “cuerpo rígido” (que por definición no tiene fuerzas internas) no se aplica a los organismos vivos.
    El segundo ejemplo se refiere al segundo principio de la termodinámica. Este principio puede enunciarse aproximadamente así: en un sistema termodinámico cerrado, la variación de la entropía entre dos estados de equilibrio será positiva o nula. Otro enunciado del mismo principio dice que la entropía total del universo tiende a aumentar con el tiempo. La entropía es una magnitud física asociada al desorden molecular, el cual a su vez se relaciona con el desorden a nivel macroscópico. El principio en cuestión permite justificar la irreversibilidad de ciertos procesos físicos. Por ejemplo, si una botella de vidrio cae al suelo, probablemente se rompa en muchos pedazos; pero jamás sucede que, a través de procesos físicos, los distintos fragmentos de vidrio asciendan del suelo por sí mismos y se ensamblen perfectamente entre sí para volver a adquirir la forma perfecta de la botella completa. Algo análogo ocurre en la muerte. Ningún proceso físico logrará resucitar un cadáver en estado de descomposición avanzada.
    Es claro que el segundo principio de la termodinámica no se aplica a sistemas cerrados que incluyen seres inteligentes. Si una casa se mantiene cerrada y deshabitada durante un año, al cabo de ese tiempo mostrará claros signos de su entropía (o desorden) creciente. Si en cambio, la misma casa se mantiene cerrada durante un año, pero habitada por un ser humano hábil, trabajador y con suficientes provisiones y recursos, es probable que el ser humano, debido a su inteligencia, evite que la entropía (o desorden) crezca.
    Algo parecido podría decirse de la vida en general. Si bien la tendencia general del universo material es hacia una entropía creciente, la evolución biológica se ha movido en el sentido contrario, hacia un orden cada vez mayor y más complejo.
    El evolucionismo teísta y la física cuántica
    En síntesis aproximada, el principio de Heisenberg, uno de los pilares de la física cuántica, dice que no podemos conocer, con exactitud y a la vez, la posición y la velocidad de una partícula subatómica. En mi opinión, esto debe ser interpretado como un mero principio de incertidumbre gnoseológica, no como un principio de indeterminación física u ontológica, como hacen los evolucionistas teístas en cuestión. Tratar de resolver el problema del libre albedrío de esa forma es un poco como matar a un mosquito con una bomba atómica, porque son muchos más los problemas que se crean que los que se resuelven.
    Si la posición y la velocidad de un electrón no están determinadas por leyes naturales, ¿entonces por qué razón el electrón tiene tal posición y tal velocidad, y no otras? A mi entender, en esencia sólo hay tres respuestas posibles:
    a) No hay ninguna razón. Esta respuesta implica nada menos que la negación del principio de razón suficiente, principio metafísico evidente y fundamental para toda recta filosofía. Por ejemplo, sin principio de razón suficiente cae el principio metafísico de causalidad, y sin este último pierden validez todas las pruebas filosóficas de la existencia de Dios.
    b) El electrón se ubica y se mueve así porque quiere. Esto implica una absurda personificación de un ente irracional.
    c) El electrón (mejor dicho, todos los electrones, siempre y en todo lugar) es movido por seres espirituales (Dios, los ángeles o los hombres). Esto da lugar a una filosofía insensata, que niega la legítima autonomía de las realidades terrenas.
    La teoría científica del diseño inteligente y la doctrina cristiana del diseño inteligente
    La teoría científica del diseño inteligente (en adelante TCDI) da los siguientes pasos básicos:
    1. Define a los sistemas con información compleja y especificada (en adelante ICE) como aquellos sistemas cuya información es a la vez compleja (es decir, con probabilidad menor que 10-150, el umbral de probabilidad universal) y especificada (es decir, conforme con un patrón independiente).
    2. Comprueba que, según la experiencia humana universal, todos los sistemas con ICE con causa conocida son resultados de un diseño inteligente, es decir de la acción de un agente inteligente con un plan inteligente.
    3. Infiere, mediante una abducción (o inferencia con base en la mejor explicación) que la ICE es causada siempre por un diseño inteligente. Llamemos LDI-ICE (ley del diseño inteligente de la ICE) a esta ley. En otras palabras, la LDI-ICE sostiene que tanto el azar, como la necesidad (o leyes naturales), como cualquier combinación de azar y necesidad (sin diseño inteligente), son incapaces de producir ICE. El test de la ICE para detectar diseño inteligente no da falsos positivos, pero puede dar falsos negativos. Hay sistemas con diseño inteligente y sin ICE; pero no hay sistemas sin diseño inteligente y con ICE.
    4. Demuestra que tanto los organismos vivientes completos como muchos de sus componentes (tanto a nivel molecular como a nivel macroscópico) son sistemas con ICE. (La TCDI puede aplicarse también a sistemas no biológicos, pero aquí dejaré eso de lado).
    5. Infiere, mediante la LDI-ICE, que esos organismos y componentes han sido diseñados por un agente inteligente.
    6. Define a los sistemas con complejidad irreducible (SCI) como aquellos sistemas complejos con una función determinada, compuestos por cierto número de partes que interaccionan entre sí, tales que, si se quita una cualquiera de esas partes, el sistema cesa de funcionar.
    7. Formula la siguiente hipótesis razonable (o regla heurística), que debe verificarse caso a caso: todos los SCI tienen ICE.
    8. Demuestra que hay muchos SCI en los organismos vivientes, tanto a nivel molecular como a nivel macroscópico.
    Veamos un ejemplo de inferencia de diseño. Alguien que camina por la playa se encuentra junto al mar con una roca que reproduce de forma minuciosa y magnífica la forma de un caballo rampante. El caminante infiere inmediatamente y con certeza plena que la roca ha sido esculpida por un agente inteligente. Ésta no es la única explicación posible, pero es (con enorme diferencia) la mejor explicación. La hipótesis de una formación natural (por medio del movimiento aleatorio de las olas, la erosión del agua sobre la roca, etc.) es metafísicamente posible, pero casi infinitamente improbable, por lo cual todo observador humano la descartaría.
    Por su parte, la doctrina cristiana del diseño inteligente (en adelante DCDI) afirma que Dios no sólo es el Creador de todas las cosas visibles e invisibles (incluso todos los organismos vivos y cada una de sus partes), sino también su inteligentísimo diseñador, porque Dios crea y gobierna todas las cosas mediante su sabiduría, bondad y poder infinitos.
    Relaciones entre TCDI y DCDI, cristianismo y evolucionismo
    Consideremos ahora las relaciones entre estas dos teorías o doctrinas (TCDI y DCDI) con la fe cristiana, con el evolucionismo y entre sí.
    Por un lado, la TCDI, por sí misma, no identifica al diseñador inteligente de los seres vivos, si bien una reflexión filosófica correcta que parta de la TCDI puede llegar a esa identificación. Por lo tanto, entre los partidarios de la TCDI hay personas de casi todas las posturas religiosas posibles: católicos (como Michael Behe), protestantes (como William Dembski), judíos (como David Berlinski), miembros de otras religiones no cristianas (como Jonathan Wells) o agnósticos (como Michael Denton).
    Por otra parte, la TCDI, en cuanto tal, no defiende ningún mecanismo concreto por el cual el diseñador no identificado habría llevado a cabo su plan inteligente. Por lo tanto, al menos en teoría o en principio, la TCDI es compatible tanto con el fijismo como con el evolucionismo, y en este segundo caso, es compatible tanto con el evolucionismo saltacionista como con el evolucionismo gradualista. Es incompatible, en cambio, con las formas de evolucionismo que niegan el diseño inteligente y afirman que el azar y la necesidad (sin diseño inteligente) permiten explicar toda la complejidad y la diversidad de la vida.
    Por último, desde el punto de vista de la fe católica, la TCDI es una cuestión opinable. La doctrina católica no se pronuncia ni a favor ni en contra de la TCDI; y de hecho hay católicos a favor y católicos en contra de esa teoría.
    En cuanto a la DCDI, es una parte integral e irrenunciable de la doctrina cristiana. En otras palabras, la fe cristiana exige creer en la DCDI. De hecho, algunos católicos aceptan la DCDI y otros la niegan, pero los segundos cometen un grave error doctrinal. En general estos últimos limitan en mayor o menor medida el diseño inteligente divino y la providencia divina, postulando que Dios interviene sólo dando algunas directrices generales y deja librado todo lo demás al mero juego del azar y la necesidad, de tal modo que no se puede decir que Dios es el diseñador inteligente de todas las cosas. Esta postura del diseño inteligente parcial y la providencia divina parcial es contraria a la fe cristiana.
    En cuanto a la relación entre TCDI y DCDI, se deduce de lo dicho hasta aquí. De por sí, la TCDI no implica la DCDI; y a la inversa, la DCDI no implica la TCDI. Pero un cristiano que defiende la TCDI debe defender también la DCDI. Sin embargo, un cristiano que defiende la DCDI no está obligado a abrazar la TCDI.
    Ahora bien, consideremos dos católicos ortodoxos, A y B; A rechaza la TCDI y B la defiende.
    A deduce la DCDI por medios filosóficos y teológicos. B, partiendo de la TCDI, concluye que los seres vivos han sido diseñados por un agente inteligente. Luego, por los mismos medios filosóficos y teológicos que A, deduce la misma DCDI que A. En otras palabras, el diseño inteligente divino de los seres vivos (según la fe católica) es exactamente la misma cosa para A y B; y en principio también las formas en que Dios pone en práctica su plan inteligente. No hay un “diseño inteligente divino verdadero” (el de la DCDI) y un “diseño inteligente divino falso” (el de la TCDI interpretada católicamente). En ambos casos se trata exactamente del mismo concepto, que, vuelvo a subrayar, es exigido formalmente por el dogma católico. Por supuesto, B puede equivocarse al hacer filosofía o teología; pero también A se puede equivocar. Además, si B es un científico del movimiento del diseño inteligente y su filosofía o teología es defectuosa, no cabe achacarle sus errores filosóficos o teológicos a la TCDI. De un modo análogo, no cabe achacar a la metafísica aristotélica los errores de Aristóteles en física; como tampoco cabe achacar a la teología o la filosofía tomistas las deficiencias de Tomás de Aquino en su conocimiento de la embriología o la cosmología.
    Objeciones del evolucionismo teísta a la teoría científica del diseño inteligente
    Muchos evolucionistas teístas consideran “pseudo-científica” a la TCDI. Así agravian sin razón a notables científicos y filósofos de la ciencia, como Michael Behe, William Dembski, Stephen Meyer, Michael Denton y muchos otros. Los representantes del movimiento del diseño inteligente han llevado a cabo estudios científicos serios y han publicado muchos libros interesantísimos y muchos artículos revisados por pares en revistas científicas.
    La acusación de pseudo-cientificidad a la TCDI se basa en el supuesto “naturalismo metodológico de la ciencia”. Éste consiste en definir la ciencia como una actividad humana con una regla fundamental, a la que todo científico debería adherirse estrictamente: “procede siempre como si el naturalismo filosófico fuera verdadero”. Y el naturalismo filosófico es la doctrina que sostiene que lo sobrenatural no existe o no interviene en nuestro mundo. El naturalismo está tan ligado al ateísmo que algunos autores hablan del “ateísmo metodológico de la ciencia”. He criticado con algún detalle el naturalismo metodológico de la ciencia en el Capítulo 1 de mi libro Todo lo hiciste con sabiduría. Aquí me limitaré a decir, apelando a un refrán del mundo del fútbol, que el naturalismo metodológico de la ciencia es como intentar ganar “en la Liga” un partido que no se pudo ganar “en la cancha”. En otras palabras, es un intento de ganar una discusión por medio de una mera definición que de entrada excluye la consideración de otras alternativas racionales.
    Los mismos evolucionistas teístas acusan a la TCDI de ser una nueva versión de la vieja e inútil teología del «Dios de los huecos». Sin embargo, la TCDI no defiende a un “Dios de los huecos”, porque no se basa en lo que no sabemos, sino en lo que sabemos: sólo los agentes inteligentes pueden producir información compleja y especificada.
    En cambio el neodarwinismo se vuelve cada vez más un “ateísmo de los huecos”, porque en esa teoría los cambios sustanciales (entre una especie y otra) suceden de tal forma que siempre escapan a toda posible detección. En el fondo los darwinistas se conforman con un conjunto de conjeturas sobre cómo podría haber ocurrido la evolución, sin poder demostrar de un modo científicamente riguroso y detallado toda la cadena de transformaciones necesarias para generar ni siquiera una nueva especie. A veces parecen conformarse con que su teoría sea metafísicamente posible, aunque sea improbabilísima. Pero usan un doble estándar, porque exigen una certeza metafísica a las teorías alternativas.
    Por último, estos evolucionistas teístas acusan a los partidarios de la TCDI de no dar una respuesta alternativa al modelo evolucionista estándar o de procurar ocultar su solución alternativa, que consistiría en un regreso al fijismo. A esta última objeción se puede dar una respuesta doble. Primero, para refutar una teoría científica falsa no es imprescindible proponer otra mejor. Las graves debilidades del neodarwinismo ameritan que cese de ser el paradigma científico reinante acerca de la evolución biológica. Segundo, la gran mayoría de los partidarios de la TCDI no son fijistas.
    Personalmente, no he escondido lo esencial de mi visión alternativa. Defiendo un evolucionismo teleológico. Incluso me he arriesgado a opinar que el próximo paradigma de la evolución (que yo veo ya en génesis en la TCDI) se caracterizará por proponer un evolucionismo teleológico “cuasi-fijista” (saltacionista) y por reducir drásticamente el rol de las mutaciones genéticas aleatorias en la macroevolución, considerando a éstas a lo sumo como meras ocasiones (no causas) de la manifestación de transformaciones pre-programadas.





    19. Apocalipsis Magnético
    Inversión Polar y Tormenta Solar

    20. EVOLUCIONISMO
    Complejidades irreducibles
    La bioquímica como callejón sin salida del evolucionismo
    Javier Olivera Ravasi

    Píldoras Anti-Masonería: *Ciencia y FE": Evolución y Creación son Compatibles. Creacionismo Evolutivo, Encíclica de Pio XII. Lecciones de Mariano Artigas-Universidad de Navarra (508)
    Valmadian y Ennego Ximenis dieron el Víctor.
    «¿Cómo no vamos a ser católicos? Pues ¿no nos decimos titulares del alma nacional española, que ha dado precisamente al catolicismo lo más entrañable de ella: su salvación histórica y su imperio? La historia de la fe católica en Occidente, su esplendor y sus fatigas, se ha realizado con alma misma de España; es la historia de España.»
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    Re: Creación vs Evolución

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    Creación y Evolución

    por Arsenio Alonso Rodríguez

    Un tema de Razón y Fe en la tradición de la fe cristiana


    1. Noción de creación.
    Al hablar de mundo como creación de Dios, estamos entendiendo por ese término todo lo que existe fuera de Dios: Dios como creador ha de extenderse a todo ser distinto y realmente existente.
    La definición clásica de creación dice así: la creación es la producción de algo a partir de la nada. La creación de todo se produce de la nada (“ex nihilo”), es decir, no de la substancia de Dios (“ex nihilo sui”) y por consiguiente el mundo no emana de Dios: Plotino. Y tampoco se produce de algo preexistente (“ex nihilo subjecti”), ni por tanto, de la ordenación de una materia eterna previa: Platón. La fórmula que se convertirá en canónica dice así: la creación es “productio rei ex nihilo sui et subjecti”.
    Esta noción corresponde a un universo entendido en clave fijista, estático. La nueva concepción evolutiva y dinámica de la vida (Darwin) y después del cosmos, hizo que la noción clásica de creación experimentara una revisión. Una revisión que trajo consigo un ahondamiento enriquecedor de la idea de creación hasta entonces ensayada. La nueva lectura de la creación a la luz de la teoría científica de la creación suponía que “tal hecho está implicando que se da en la historia del cosmos un permanente plus-devenir; los seres se autotrascienden, rebasan su umbral ontológico, van de menos a más. ¿cómo es posible? ¿Cómo lo más puede salir de lo menos, siendo así que nadie da lo que no tiene? La respuesta no puede hallarse en la sola causalidad creada; tiene que estar en la causalidad divina; una causalidad no inferior en rango ontológico a la de productio ex nihilo y que, por tanto, ha de ser llamada creación. Esa causalidad creativa es de orden transcendental; Dios opera desde dentro de la causalidad creada informándola, potenciándola, para hacer factible que ella misma traspase su límite. La acción divina no interrumpe la secuencia de las causas intramundanas, no se intercala en la cadena como un eslabón más; de hacerlo así, Dios se degradaría, pasando a ser él mismo una causa intramundana entre otras. La acción de Dios no es perceptible fenomenológicamente, no puede serlo; Dios no es una causa junto a otras en una serie homogénea. Sin embargo, la suya es una causalidad hasta tal punto efectiva que es ella la que posibilita el proceso de plusdevenir de lo real, que de otra manera restaría inexplicado a falta de razón suficiente.
    Es esta interpretación de la causalidad creativa de Dios , las ideas de causa eficiente y causa final se acercan hasta coincidir prácticamente. En efecto. El Dios creador no es sólo el que está en el origen de la criatura (causa eficiente); es además el que “tira” de la creación hacia adelante, el que la “atrae” o la “mueve” (causa final) al suscitar en ella una incesante dinámica de autotranscendimiento. Que Dios sea creador significa, pues, que: a) da a la criatura el ser; b) introyecta en la criatura una pulsión hacia ser-más”. [1] Por tanto “además de esa productio ex nihilo, hay otra modalidad de creación, esto es, de acción exclusiva y absolutamente divina para dar el ser a las cosas. Allí donde surge algo inédito, cualitativamente distinto, mejor y mayor que lo anterior, allí está surgiendo algo que, por hipótesis, supera la capacidad operativa d elo ya existente y, consiguientemente, demanda otro factor causal, amén del empíricamente detectable: la acción creadora de Dios”. [2]
    La cosmovisión subyacente a esta noción de creación es la propugnada por el evolucionismo emergentista, compatible con la idea de creación.
    Cabe, naturalmente otra lectura del fenómeno evolutivo, la del monismo fisicalista que niega que se den “rupturas cualitativas entre ser y ser, afirmando que toda entidad mundana es reducible al nivel físico. En este marco, la evolución no supondría la emergencia de novedad ontológica, sino la aparición de simples variaciones sobre el único tema de la física. La idea de creación resulta aquí perfectamente inútil: la materia autogenerada, autosuficiente y eterna sería el único factor causal de la realidad mundana. El fisicalismo se configura así como la forma más compacta del monismo materialista” [3]
    2. Dualismo, panteísmo y deísmo. Soluciones equivocadas al problema del origen y en contradicción con la idea cristiana de creación .
    * Frente al dualismo: hay que afirmar que todo procede de Dios y en cuanto tal todo es bueno. Se rechaza la devaluación del mundo material como mal absoluto. El mundo es un valor, pero relativo. Más aún, porque nada queda al margen de la acción creadora, nada hay realmente existente que no resulte alcanzado por la acción salvadora; al nada del concepto de creación responde el todo del concepto de salvación.
    * Frente al panteísmo: Dios transciende infinitamente el mundo; el mundo posee una realidad propia distinta de la de Dios. Se rechaza la valoración del mundo como bien absoluto. Sólo Dios , y no el mundo, es absoluto.
    Se salvaguarda en ambos casos la dignidad de los seres mundanos, alejándose del pesimismo dualista y del ilusorio optimismo panteísta (apariencia, “maya”). El cristianismo elige, pues, un término medio, absolutamente original, entre el dualismo y el panteísmo.
    * Frente al Deísmo: Dios no crea el mundo y se desentiende de él, sino que lo conserva, gobierna y lo sostiene impulsándolo a su plenitud.
    3. Creación y evolución: un tema de razón y fe.
    3.1. Ciencia, filosofía y teología. Relación y diferencias.
    3.1.1.- La Razón: Ciencia y filosofía:
    - Ciencia y filosofía son investigaciones complementarias que se exigen mutuamente.
    “Mientras las ciencias investigan cómo son y cómo acontecen las cosas reales, la filosofía investiga que es ser real (es la investigación de en qué consiste ser real). Ciencia y filosofía aunque distintas, no son independientes. Es menester no olvidarlo”.
    “Toda filosofía necesita de las ciencias. Toda ciencia necesita de una filosofía.
    Filosofía y ciencia son dos momentos unitarios de la investigación. Pero como momentos no son idénticos”. [4]
    - Ciencia y filosofía son órdenes de conocimiento distinto y por tanto no puede haber conflicto entre ellas.
    - Los dos saberes constituyen la razón y tienen su fundamento en la misma.
    - Ambos saberes se necesitan , se implican y explican mutuamente y hay entre ellos una conexión bidireccional. “La ciencia sin la religión está coja y la religión sin ciencia está ciega” (A. Einstein).
    - Esquema orientativo sobre las diferencias entre filosofía y ciencia según Ortega y Zubiri:


    Ciencia
    (Ciencias de la naturaleza y humanas)



    Orden talitativo
    (contenido)

    Cómo son y cómo acontecen las cosas reales
    (orden del aparecer o fenoménico)



    Saber regional

    Saber penúltimo: saber con supuestos previos.



    Filosofía
    (Metafísica)



    Orden trascendental
    (formalidad de realidad)
    (Zubiri)


    Qué es o en que consiste ser real.
    (orden ontológico o del ser )
    (Zubiri)

    Saber totalizante o universal (pantonomía; el filósofo un especialista en universos,, un especialista en descubrir lo universal en cada cosa. (Ortega) [5]

    Saber último: saber sin supuestos.
    Saber radical (de raíz).
    (autonomía, ciencia sin suposiciones, método ascético o de renuncia.(Ortega)
    3.1.2.- La Fe: Teología:
    - La teología es “la inteligencia de la revelación”. La verdad revelada “hay que investigarla y exponerla según las exigencias de nuestro tiempo” (FR 92). [6]
    - Es otro tipo de saber (conocimiento por la fe).
    - Este saber no procede de la razón sino de la Palabra de Dios (Revelación) y se acoge mediante la obediencia de la fe razonable. El origen es Dios mismo.
    - “El objetivo fundamental al que tiende la teología consiste en presentar la inteligencia de la revelación y el contenido de la fe. Por tanto, el verdadero centro de su reflexión será la contemplación del misterio mismo de Dios Trino” (FR 93). El objeto de su investigación es “la Verdad, el Dios vivo y su designio de salvación revelado en Jesucristo” (FR 92).
    - También toda teología presupone una filosofía y desde luego, esta filosofía necesita de las ciencias. ”La gracia no destruye la naturaleza, sino que la perfecciona”. Así, pues, “la teología necesita la aportación de una filosofía del ser, que permita ante todo a la teología dogmática desarrollar de manera adecuada sus funciones” (FR 97).
    - Esta filosofía debe estar concebida no como filosofía “separada” que reivindica una autosuficiencia del pensamiento, sino en unión vital con la fe. Una filosofia que sin contradecir la fe (cristiana) pretenda abarcar todos los progresos importantes del pensamiento filosófico que no se hubieran realizado sin la aportación, directa o indirecta, de la fe cristiana. “Estos temas amplían de hecho el ámbito de lo racional” (FR 76). [7]
    - Una filosofía que reconozca sus límites y desde sí misma, se autotrascienda en apertura constitutiva a una acción que venga de afuera, la fundamente y le de sentido último. Esta acción posibilitadora y fundante es la Palabra de Dios, Dios mismo. [8]
    - Tipo de relación entre filosofía y teología.
    Esta relación debe estar marcada por la circularidad. Efectivamente, “ya que la Palabra de Dios es Verdad…la razón está como alertada, y en cierto modo guiada, para evitar caminos que la podrían conducir fuera de la Verdad revelada y, en definitiva fuera de la verdad pura y simple; más aún es animada a explorar vías que por sí sola no habría si quiera sospechado poder recorrer. De esta relación de circularidad con la Palabra de Dios la filosofía sale enriquecida, porque la razón descubre nuevos e inesperados horizontes”. (FR 73).
    3.1.3.- Razón y fe: binomio inseparable.-
    - Razón y fe constituyen dos tipos de conocimiento. “Una está dentro de la otra y cada una tiene su propio espacio de realización” (FR 17).
    - “Hay una profunda e inseparable unidad entre el conocimiento de la razón y de la fe” (FR 16).
    - Creo para comprender y comprendo para creer: “Credo ut intelligam, intelligo ut credam” (San Agustín).
    - “La fe y la razón (Fides et ratio) son como las dos alas con las cuales el espíritu humano se eleva a la contemplación de la verdad” (FR 1).
    - Sin embargo la Fides et ratio nos advierte de la “frontera” y el “escollo” entre la fe y la razón y de todo intento de diluir la fe en la sola razón (Cfr. FR 23).
    3.2. Deslinde nítido de los términos creación y evolución.-
    a) La evolución es un hecho científico. Que hay una cosmogénesis, una biogénesis y una antropogénesis nos lo dice la ciencia; son teorías científicas. Esto quiere decir que su cuestionamiento debe hacerse desde el método propio de las ciencias naturales. La astrofísica, la paleontología, la genética, la biología molecular y otras ciencias empíricas son las únicas llamadas a pronunciarse sobre el hecho evolutivo. Su campo propio de estudio versa sobre el aparecer, sobre el cómo descriptivo y cuándo aparece la realidad física, la vida, lo humano. La descripción fenomenológica del hecho empírico es el ámbito propio de la ciencia y marca al mismo tiempo sus propios límites.
    Al hablar de límites de la ciencia no nos referimos aun déficit temporal de nuestros conocimientos sino a una imposibilidad connatural o constitutiva de la ciencia para dar cuenta de todo lo real; pues, como decía Popper “hemos de hacernos a la idea de que (para la ciencia) casi todo lo que es verdaderamente importante ha de quedar esencialmente inexplicado”.
    b) La creación.
    Es en primer lugar, una interpretación filosófica, y en concreto, metafísica, acerca de lo real. La creación responde a preguntas del tipo “ por qué es algo y no más bien la nada” (Leibniz, Heidegger) o “quién soy yo y qué será de mí” (J. Marías). Se trata de preguntas que la razón humana profiere acerca del ser de lo real (metafísica) y no meramente acerca del aparecer del cosmos (la ciencia); esto es, preguntas de corte interpretativo o explicativo y no meramente descriptivo como en la ciencia.
    En segundo lugar, la creación es también un misterio de fe. La creación es una interpretación teológica acerca de lo real. La creación, como categoría teológica, responde también aquí a la pregunta que el hombre es para sí mismo, por su origen y destino absolutos. Pero pretende dar un paso más dejándose iluminar por la revelación de Dios en la atenta escucha de la fe. La Revelación le dice al hombre que el mismo Dios que “habita en una luz inaccesible” se ha comunicado al hombre y le ha dado a conocer su intimidad y los designios que para él tiene. Efectivamente, “Dios quiso, con su bondad y sabiduría, revelarse a Sí mismo y manifestar el misterio de su voluntad… En esta revelación, Dios invisible movido de amor, habla a los hombres como amigos, trata con ellos para invitarlos y recibirlos en su compañía”. [9] Esta revelación de Dios debe ser acogida en la obediencia de la fe razonable. En este sentido la revelación de Dios es gracia , luz y verdad en la que debe dejarse iluminar la finita razón humana, pues “ la fe es la gran amiga de la inteligencia”. [10] La razón humana, en este encuentro de la razón y la fe, lejos de ser negada es enriquecida y elevada por la Palabra de Dios que siendo la Verdad misma, es la fuente de toda verdad.
    La pregunta acerca del origen de la materia, de la vida y del hombre, y correlativamente de su destino último, constituye desde siempre una cuestión fronteriza. Efectivamente, a la ciencia, como a la filosofía y como a la teología les interesa lo mismo, el origen y destino de todo lo real, pero no de igual modo. Preguntan sobre lo mismo pero de distinta manera, desde distintos métodos y modelos de racionalidad llegando a respuestas también distintas pero necesariamente conexionadas y complementarias. Así la fe y la razón, la teología y la ciencia se exigen e implican mutuamente y “no pueden dejar de encontrarse”, ya que buscan lo mismo, la verdad que es única. [11]
    3.3. Dos maneras equivocadas de interpretar esta relación creación y evolución:
    a) Por el lado creyente, el llamado “creacionismo científico” y b) por el lado increyente el que podríamos llamar “monismo fisicalista o cientifismo”. Detengámosnos brevemente en cada uno de ellos.
    a) El llamado “creacionismo científico”: Pretende defender la creación como si fuera una teoría científica y ve en el evolucionismo una amenaza para la fe en la creación. En nombre de la palabra de Dios hay que negar la evolución. Esta posición “presenta el creacionismo como una teoría alternativa tan válida como cualquier otra”. Esto es “una equivocación grave”. Pues de este modo “puede terminar desprestigiando la doctrina de la creación en lugar de ensalzarla”. [12] ¿Por qué? Porque hace, en primer lugar, una interpretación literalista y por ende deficiente de la Biblia (fundamentalismo bíblico) al pretender defender como vinculante para la fe el llamado fijismo desde el que se escribieron los textos Sagrados.¡La Biblia no enseña el fijismo ni el evolucionismo!; y, en segundo lugar, y esto es lo más grave y el problema de raíz, por invadir el campo epistemológico de la ciencia (la legítima autonomía de la ciencia) al presentar como hecho científico lo que es objeto de construcción filosófica y dato de fe (la creación).
    b) El monismo materialista (cientifismo): Es la postura increyente, secularista o atea. La creación es una hipótesis inútil. De este modo se pretende hacer pasar como científica lo que sólo es una interpretación metafísica de la evolución, el llamado monismo materialista ( fisicalista o biologicista), con lo que también –una vez más los extremos se tocan- se está invadiendo el campo epistemológico de la ciencia. Detrás dicho monismo está como es obvio, la filosofía positivista de la ciencia, el cientifismo. Pero esto es no hacer ciencia, sino metafísica, filosofía e incurrir así en una lamentable confusión de campos epistemológicos distintos.
    El cientifismo no es ciencia sino una filosofía positivista de lo real y una interpretación metafísica (inmanente, atea) sobre la ciencia. Parte de los siguiente postulados: a) Un reduccionismo ontológico: todo lo real es materia y sólo la materia es real; b) Un reduccionismo epistemológico pues sólo se puede conocer lo verificable o falsable por contrastación empírica, y c) la creencia del poder ilimitado de la ciencia pues ésta llegará a explicarlo todo desentrañando la ultima urdimbre de lo real agotando así todos sus misterios (todo un “un materialismo prometedor”, en palabras de K.Popper).
    Se configura así un tipo de ateísmo en nombre de la “ciencia” (cientifismo). A este tipo de ateísmo se refiere el Concilio Vaticano II cuando afirma que “muchos rebasando indebidamente los límites de las ciencias positivas, pretenden explicarlo todo sobre esta base puramente científica” (GS). [13]
    4. Conclusión.
    Ciencia y religión se complementan y se necesitan mutuamente. La evolución no se enfrenta a la creación sino al fijismo. La creación no se opone a la evolución sino a una interpretación o explicación filosófica de la evolución: el monismo materialista (fisicalismo).
    La creación puede sostenerse desde una concepción fijista (así fue durante siglos hasta ayer) como desde una concepción evolucionista. La interpretación filosófica de la evolución del llamado emergentismo exige una explicación creacionista para dar razón suficiente de lo real. [14] Esto prueba por enésima vez que la creación no se opone a la ciencia sino a una determinada interpretación metafísica (filosofica) de la evolución. La teología, en línea de mínimos” declararía el nihil obstat para la fe de una concepción evolucionista del cosmos y de la vida como la que ofrece la ciencia. [15]
    ·- ·-· -······-·
    Arsenio Alonso Rodríguez

    [1] RUIZ DE LA PEÑA, J.L: Teología de la creación, Sal Terrae, Santander, 1986, pp. 120-121. Las reflexiones anteriores se deben a RAHNER,K., y reciben actualmente un amplísimo consenso. (Cfr. ID: Escritos de Teología V, Madrid, 1964, pp.188ss; ID: El problema de la hominización. Sobre el origen biológico del hombre, Cristiandad, Madrid, 1973 (original alemán de 1965).
    [2] Ibidem, p. 120
    [3] Ibidem. p. 121.
    [4] ZUBIRI, X.: Escritos menores, Alianza Editorial, Madrid, 2006, pp. 323-324.
    [5] ORTEGA, J.: Qué es filosofía, Espasa Calpe, Madrid, 1995, pp. 107 ss.
    [6] Fides et ratio (=FR): Carta encíclica de Juan Pablo II, 1998.
    [7] Aspecto subjetivo: la purificación de la razón por la fe. Contra el pecado de presunción. Aspecto objetivo que afecta a los contenidos: 1) Dios personal, libre y creador; 2) la realidad del pecado y del pecado original la cual ayuda a plantear filosóficamente de modo adecuado el problema del mal; 3) la concepción de la persona como ser espiritual; 4) la dignidad, igualdad y libertad de los hombres;5) el descubrimiento de la importancia del hecho histórico; 6) la posibilidad de una vocación sobrenatural;
    [8] Esta intuición ya la encontramos en la misma Escuela de Frankfurt. Horhkeimer dirá que “el pensamiento que no se decapita a sí mismo desemboca en la trascendencia”.
    [9] CONCILIO VATICANO II: Dei Verbum, n. 1
    [10] CONCILIO VATICANO II: Mensaje a los hombres de pensamiento y de la ciencia.
    [11] Ibidem
    [12] Rowan WILLIANS, Arzobispo de Canterbury y Primado de la Iglesia Anglicana (Diario El Mundo, 22-03-2006, p. 30). Cfr. VVAA: Creación y evolución. Un encuentro con el Papa Benedicto XVI. Claret, Barcelona, 2008. La bibliografía sobre el tema es ingente y constituye un tema estrella hoy en los Estados Unidos de América. En Europa está llegando la ola sobre todo a partir de la conmemoración del bicentenario del nacimiento de Darwin (1809) y el 150 aniversario de su obra La evolución de las especies (1859).
    [13] Como botón de muestra de la actualidad del tema véanse dos noticias en la prensa nacional de cientifismo resistente y defensores de la postura del conflicto entre creación y evolución, fe y razón, Dios y la ciencia. Richard DAWKINS, etólogo, profesor de la Universidad de Oxford (Cfr. Diario El Mundo de 7 febrero de 2009, p. 18) y David ALVARGONZÁLEZ, profesor de filosofía de la Religión en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Oviedo (Cfr. Diario La Nueva España, de 7 de febrero de 2009, p. 41).
    [14] Es lo que han hecho por ejemplo Maurice Blondel, Teilhard de Chardin y K. Rahner tanto en filosofía como en teología.
    [15] Para los diversos modelos de interacción entre Teología y ciencia véase: POLKINGHORNE, J.: Ciencia y teología. Una introducción. Sal Terrae, Santander, 2000; BARBOUR, Ian G.: El encuentro entre ciencia y religión. ¿Rivales, desconocidas o compañeras de viaje? Sal Terrae, Santander, 2004.
    Barbour recoge cuatro formas posibles de relacionarse la ciencia y la religión: 1) Conflicto, 2)independencia, 3) diálogo y 4) integración. La primera forma, como es de suponer, sería incompatible con la teología católica. Esta clasificación de Barbour se va haciendo canónica entre los especialistas del tema.

    http://www.arbil.org/120arse.htm
    Valmadian dio el Víctor.
    «¿Cómo no vamos a ser católicos? Pues ¿no nos decimos titulares del alma nacional española, que ha dado precisamente al catolicismo lo más entrañable de ella: su salvación histórica y su imperio? La historia de la fe católica en Occidente, su esplendor y sus fatigas, se ha realizado con alma misma de España; es la historia de España.»
    𝕽𝖆𝖒𝖎𝖗𝖔 𝕷𝖊𝖉𝖊𝖘𝖒𝖆 𝕽𝖆𝖒𝖔𝖘

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