Excelente artículo. Sólo falla en lo de Galileo, que no fue perseguido por sus enemigos. Fue perseguido, no por lo que dijo, sino por como lo dijo. De hecho, era amigo del Papa y le había dedicado su libro. No olvidemos (y en esto volvemos al tema del artículo) que las teorías de Copérnico se enseñaban en la Universidad de Salamanca. Ni el canónico Copérnico, ni un siglo antes el cardenal Nicolás de Cusa ni un siglo antes de Cusa el obispo Nicolás de Oresme (la astronomía heliocéntrica se fue desarrollando poco a poco, no la inventó Galileo) tuvieron problemas con la Inquisición ni con la Iglesia. Lo tuvo Galileo (laico) por su actitud más bien insolente al presentar sus ideas.