La política actual, presuntamente apoyada en la ciencia, viene considerando la fe religiosa como falsa porque no puede ser demostrada siguiendo el método científico de: observación-experimentación-comprobación.

Sin embargo, los científicos que han hecho las aportaciones más valiosas no se han ceñido, inflexiblemente, a ese método. Frecuentemente han creído en lo que no podían percibir sus sentidos, tuvieron certeza sobre lo que no podían medir, se guiaban por su intuición.

Fue preciso creer, ilógicamente, en que algo más pesado que el aire podría volar, o algo más pesado que el agua flotar. También se necesitó creer, antes de poder verlo, que algo invisible era la causa de las enfermedades infecciosas.

En la mayoría de inventos interviene la intuición, una creencia antes de realizarlo.

Paradójicamente así ha avanzado la ciencia y así es como ha obtenido sus mejores logros.

El sabio y matemático Descartes siguió un riguroso camino para encontrar verdades. Partió de poner todo en duda, todos sus conocimientos y los de sus contemporáneos. Así llegó al principio: "Pienso, luego existo". Desde esta base y avanzando de concepto en concepto (como despejando incógnitas de un planteamiento matemático) llegó a la certeza de que el hombre es dual: compuesto de materia y espíritu.

Luego afirmó que la existencia de Dios es percibida con argumentos ontológicos: "la idea de un Ser infinito prueba que éste existe, pues sólo Él puede poner tal idea en la naturaleza de una mente finita".

Los que se empeñan en cerrarse a ese mensaje en nombre de un conocimiento científico, experimentado y comprobado, no son congruentes, ya que la misma ciencia usa la intuición para hallar sus caminos.

La auténtica ciencia no pretende saberlo todo, ni tener bases para negar la fe. Únicamente un dogma político es el que asume esa actitud, disfrazado de "sabiduría científica".

El científico Sullivan hace notar que, al perseguir su objetivo, la ciencia se ha mostrado "más flexible" ... materia, electricidad, energía, ... todo descompuesto en átomos y sub átomos, en partes o paquetes sin fracciones. Es posible que ocurra lo mismo con el espacio y el tiempo. Que no sean continuos sino fragmentos agregados. En el presente el Universo científico es más misterioso y tiene más interrogantes que nunca antes en la historia del pensamiento.

Aunque el conocimiento es mucho mayor que nunca a la vez es más insatisfactorio.

La ciencia aún es una aventura y todas sus "verdades" son provisionales ... La ciencia ha llegado a tener conciencia de sí misma y a ser comparativamente humilde. Muchos científicos aceptan que la Ciencia nos da un conocimiento parcial de la realidad y pide que no consideremos ilusorio todo lo que la misma ciencia se ve obligada a ignorar. La Ciencia no obliga a creer en nuestra esencial futileza, como cuando algunos dicen que la única realidad es la materia y el movimiento ... No hay razón para suponer que todo lo que la ciencia ignora es menos real que lo que acepta (Las Limitaciones de la Ciencia, Sullivan)

Es un punto de vista fundamental. El dogma de que sólo es real "la materia y el movimiento" ya no es aceptado por los auténticos científicos. Esto devuelve al hombre, desde el ángulo de la Ciencia, una dimensión de dignidad y trascendencia que algunos científicos y muchos políticos e ideológos se empeñaban en negarle.

La afirmación de que el hombre es únicamente materia, que surgió por azar como un reptil marino, sin alma, y por consiguiente, libre de responsabilidad moral, es la enseñanza IMPUESTA a la juventud en todo el mundo, pero no es una enseñanza científica sino un DOGMA POLÍTICO.

El científico inglés Paul Davies dice que la cosmología moderna reconoce que:
1º.- el Universo no ha existido siempre, aún hay vestigios cósmicos del instante de su creación.
2º.- la muerte del Universo es inexorable, ya sea por un equilibrio oscuro y fatal, o por una implosión que acabe con la materia y hasta con el espacio-tiempo.
3º.- la amenaza más inmediata para la humanidad no es la inevitable catástrofe cósmica, sino la DESINTEGRACIÓN SOCIAL Y POLÍTICA ahora en marcha (de su libro: El Universo Desbocado).

Otro famoso científico inglés: Fred Hoyle afirma que la vida NO surgió por azar, como falsamente se enseña en las aulas actualmente. "Han hecho del darwinismo un dogma" para suprimir toda finalidad trascendente de la vida. No soy cristiano, ni creo que lo vaya a ser, pero "creo que una sociedad guiada por esa teoría fácilmente nos llevará al camino de la autodestrucción" (de su obra: El Universo Inteligente, 1984).


PLANIFICACIÓN GUBERNAMENTAL
Lo que la política tiene de ciencia y arte lo pierde cuando recurre al dogma ideológico, como en el caso de las políticas promarxistas. Entonces se convierte en un método de múltiples controles, sobre las áreas políticas, ideológicas, económicas, religiosas y científicas.

Uno de los objetivos comunes de estos controles es el de dominar FÍSICA y MENTALMENTE a los pueblos a los que sojuzga bajo promesas de justicia y libertad.

Cuando se estableció el marxismo en la URSS se emprendió un profundo movimiento de "reestructuración del sistema científico" a cargo, entre otros, de Nikolai Bujarin (íntimo de Lenin) miembro del Comité Central del Partido Comunista y autor de varios libros (Comunismo Científico; Teoría del Materialismo Histórico; La Revolución Proletaria y la Cultura, etc.).
Proclamó que la ciencia debe ser conducida por el Estado, como todas las actividades humanas, sin excepción. Pero al planificarse también la ciencia, como la economía, se pierde su apego a la verdad para convertirse en otro mecanismo más de control.

La economía estatalizada es un control físico, y su complemento es el control de las ciencias para condicionar el pensamiento en todos los niveles sociales.
El móvil político de la instrucción se disfrazaba y desprestigiaba bajo el lema de que era una enseñanza "científica".

La reestructuración del sistema científico implica dos etapas:
1ª.- someter y adecuar la ciencia a los dictados de los dogmas ideológicos.
2ª.- acreditar dicha "ciencia" como la máxima autoridad, el único recurso para resolver todos los problemas, el medio exclusivo de llenar cualquier aspiración de progreso, suprimiendo lo espiritual y religioso, que pasa a ser tratado como superstición enajenante (y a los practicantes internarlos en sanatorios psiquiátricos y fármacos).

Así la ciencia se prostituye en su misión de buscar la verdad para apuntalar lo falso y cambiar su función de mejorar la sociedad por la de controlarla.
La ciencia marxista se deforma hasta convertirse en una pseudoreligión. El dogma tiene cabida en el ámbito religioso porque éste se orienta hacia la divinidad, infinita, que no puede abarcar el conocimiento común y requiere el auxilio del dogma y la luz de la Fe instrumentos del alma para acercarse a un conocimiento superior.

La "reestructuración" de la URSS fue vista con simpatía por ciertos círculos afines en Inglaterra y EEUU, aunque minoritarios muy influyentes. Aunque no podían hacer lo mismo que en la URSS empezaron a poner los cimientos para una gradual y sutil reestructuración en el mundo occidental.
En Inglaterra uno de los pioneros en dicha tarea fue Julián Sorel Huxley.
Luego esa corriente cientificista (que no científica) fue adoptada sorpresivamente por la ONU, a nivel mundial, y por su dependencia UNESCO.

En EEUU ese movimiento ya contaba con el behaviorismo (conductismo o comportamientismo) de Juan Broadus Watson, luego secundado por Gilbert Ryle autor de El Concepto de la Mente, y más radicalmente por Federico Skinner (neoconductista) autor de Más Allá de la Libertad y la Dignidad.

Un elemento indispensable del conductismo que tiende a dominar la mente de los pueblos consiste en hacer que el público reciba únicamente un determinado patrón de ideas, censurándose las opuestas, para que así no pueda cotejar ni dudar entre lo falso y verdadero o poner a prueba lo capcioso frente a lo sincero. Así controlaron en la URSS la información de cualquier índole.

Y lo mismo, más sutilmente realiza la UNESCO en Occidente, su influencia sobre los medios se disfraza con diversos términos a los que se da "prestigio". Por ejemplo, se dice que la noticia debe basarse en las ciencias de la información (vitalizadas con las matemáticas a lo que denominan: matematización) y así resulta la informetría que afirman es precisa, objetiva, racional y óptima.
En el fondo, como persigue la UNESCO, es información censurada por los intereses políticos y siempre impregnada de dogmatismo ateísta.

Dicha técnica de propaganda (denominada ciencia) es muy sutil alterando, matizando, minimizando, etc. el sentido y significado de los vocablos, es todo un arte de manipulación de la semántica (como por ejemplo se observa en todo el nuevo neolenguaje de la ideología de género).

Y esta influencia de la UNESCO es decisiva en la educación pública (y privada) y en los mass media.

El "conductismo" aplicado a la ciencia presenta como científicas muchas afirmaciones anticientíficas pero con tanta habilidad (omisión de datos) que está atrayendo y deformando a la juventud. Uno de sus principales objetivos, que está conseguiendo, es ateizar a las nuevas generaciones.

Mientras la auténtica ciencia estudia, analiza, rectifica y va librándose del lastre de falsedades, la política y la ideología han seguido un camino intolerante e inflexible.
Bajo la pretensión de fundamentarse en una posición "científica" y "no oscurantista" ni "reaccionaria" (como se dice desde la época de la Revolución "francesa") es precisamente eso anticientífica y oscurantista.

En tanto que las ramas de la ciencia pueden ofrecer logros a favor del hombre, la política ha creado tiranías gubernamentales en los cinco continentes: ha sojuzgado decenas de países, amenaza sojuzgar más y en el mejor de los casos se muestra indiferente, sino cómplice, ante el dolor de pueblos masacrados.

Una "ciencia" política que cada día menosprecia más al hombre al que considera un animal modelable a voluntad, al que restringe derechos, y se torna más dogmática y carente de libertad, y ante el creciente malestar y amargura de sus consecuencias se niega a rectificar.

El dogma político básico, del que se desprenden los demás, afirma que Dios no existe y que tampoco hay un "más allá" para la efímera existencia humana, la cual es considerada una aventura errante hacia la nada ...

Si bien parece que muchos admiten la existencia de Dios por la contumacia de su combatividad, soberbia y odio. Si para la política contemporánea el hombre es sólo una combinación de sustancias químicas, eslabonadas por el azar, convertida en infusorio, en reptil anfibio, en mono y luego en hombre ¿por qué no disponer de ese subproducto a su antojo? ¿por qué no domesticarlo y conducirlo hacia el corral comunitario del Estado marxista? ¿incluso por qué no matarlo en serie? ¿por qué no eliminarlo en el vientre de su madre?

El sentir de los gobernados, por diferente que sea al camino que se les asigna, no ejerce suficiente fuerza para modificar los hechos pues está desorientado, desmoralizado, sin fe y hasta sin ganas de luchar.

El historiador inglés Arnold Toynbee considera que la civilización occidental ha sufrido profundas transformaciones desde 1914. Una mala conducción política ha alterado la mente y el corazón de las sociedades contemporáneas, sumida en una oscura REVOLUCIÓN ESPIRITUAL.
La inmensa mayoría de los occidentales habían creído en la Iglesia y en la vida ultraterrena de forma que cada uno se consideraba abocado a participar en un futuro eterno, no únicamente en el "efímero destello en que transcurre su fugaz y atribulada vida sobre la tierra".
Creencia que reforzaba el sentimiento innato de responsabilidad, más si la acompañaba la convicción de que habrá un juicio después de la muerte, pero ese equilibrio ha sido roto. En los últimos 80 años ha descendido el número de creyentes en la vida eterna y en la resurrección. Nada ha llenado, nada puede llenar, el vacío espiritual de tal escepticismo.
Decía: "el desconsuelo y la consternación de los actuales herederos de la civilización cristiana bastan y sobran como testimonio de la crisis padecida hoy día por el mundo occidental" (El Interés del Hombre en la Vida Después de la Muerte, Arnold Toynbee, 1975).

Indudablemente el debilitamiento de la Fe es un fenómeno interno de las conciencias pero en el que ha sido decisiva la acción política contra el sentimiento religioso. Fenómeno que ocurre en todo el mundo y regímenes, así está prohibido rezar en las escuelas de EEUU, pero se legaliza el aborto como un derecho de la libertad individual.

El dogma anticristiano es de dimensión mundial, con diversos matices, y en distintos grados, lo mismo en naciones comunistas como en democracias avanzadas o países subdesarrollados.
Y la acción física. Cada 5 minutos, ayer, hoy (mientras escribo el hilo), mañana es ASESINADO un cristiano en algún lugar del mundo por razón de su fe. No es noticia que abra telediarios, ni hay documentales sobre el tema, pero es una realidad con la que convivimos por mucho que intenten taparla.

Gracias a la presión de ciertos poderosos grupos Wilson (en Tratado de Versalles, en su punto sexto, negaba apoyo y armas a los nacionalistas rusos pero se le facilitaban ambas, a espuertas, a los bolcheviques).

Esos mismos poderes hicieron de la URSS una amenaza mundial pero recibió apoyo constante (pagado por los contribuyentes occidentales) y el dogma político que sustentaba Roosvelt: "no hay enemigo de izquierda" en su política exterior.

Los brotes de desmoronamiento social de las sociedades occidentales: drogadicciones, sectas, aborto, homosexualidad, divorcios masivos, excesivas consideraciones garantistas con los delincuentes, culpabilidad de las víctimas, etc. son NORMAS IMPUESTAS desde ocultos círculos de poder con influencia mundial.

De ahí surge la fuerza que sostiene el dogma de Engels: "toda palabrería sobre la inmortalidad del alma ha perdido su sentido". Con el mismo apoyo se extendió el dogma de Lenin de: "que el proletario moderno se adhiere al socialismo, que combate con la ciencia los humos de la religión, organiza al obrero en la lucha verdadera por una mejor condición terrestre y le libera de la creencia en la vida futura".

Las mismas fuerzas que promueven la Teología de la Liberación (que ni es teología ni libera de nada excepto de la tradición católica) poderoso instrumento marxista infiltrado en la Iglesia, especialmente la hispanoamericana.

Toda esta situación sólo puede revertirse con el restablecimiento pleno de la Fe, nexo entre el hombre y su Creador. Este cambio, por sí solo, renovará la vida de las naciones al inspirar unas normas de conducta ascendentes.
El poderío de EEUU cesaría de estar al servicio de los anticristianos, la infiltración se bloquearía, terminaría el libre apoyo al avance anticristiano en todo el mundo.

Sin ese padrinaje la conjura internacional naufragaría en su propio odio y su ineficacia económica y los países del tercer mundo dejarían de ser explotados pudiendo alcanzar su propio rumbo.

Los "dogmas científicos" se irían desplomando sucesivamente. La educación pública prescindiría del prejuicio de que la ciencia niega la existencia del espíritu y reconocería que el espíritu se manifiesta en todos los actos de la vida. Tras todo logro humano está la potencia del alma, para el bien si se cree en él, para el mal si no se cree en nada. En las aulas ya no se combatiría a Dios ni se ensalzaría a Marx.
Podrían recuperarse las escalas de los valores morales, ante la conciencia cobraría su sentido la responsabilidad, la devoción, la nobleza, la honradez, la lealtad, la valentía, la consideración al prójimo, el orden social, el idealismo en sus múltiples formas.
Se frenaría la disolución moral y social, mucho más eficazmente que las inútiles campañas contra la delincuencia, corrupción y drogas.
La conquista del espíritu subiría del individuo a la familia, de la familia a la nación y de éstas al mundo.