El 26 de mayo de 2021
En esa fecha se producirá una alineación Sol-Tierra-Luna por la cual la sombra de la Tierra teñirá de rojo la superficie de la Luna en el máximo de ocultación de ésta. En principio es un fenómeno astronómico más, por cierto uno de los más espectaculares, perfectamente visible a simple vista y que a través de unos prismáticos debidamente asentados para evitar las vibraciones del pulso, permite ver una Luna en tres dimensiones clarísimas y como suspendida en el aire.
Pero todo esto que es sumamente interesante tiene otras lecturas. De momento a tal fenómeno astronómico se le conoce como Luna de sangre, lo que resulta ya bastante siniestro. Pero es que también hay quienes hacen interpretaciones apocalípticas que circulan por la red y para ello buscan interpretaciones a las palabras contenidas en diversos pasajes de los Evangelios y todo ello de un modo inminente en apariencia. Ciertamente en Hechos 2: 17-21 hay palabras inquietantes:
"Y sucederá en los últimos días dice Dios, que derramaré mi espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas y vuestros jóvenes verán visiones, y vuestros ancianos soñarán sueños.
Y sobre mis siervos y sobre mis siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días y profetizarán.
Y haré prodigios arriba en el cielo, y señales abajo en la tierra, sangre y fuego y nubes de humo. El Sol se tornará en tinieblas y la Luna en sangre, antes que llegue el día del Señor, grande y manifiesto. Y todo el que invocare el nombre del Señor se salvará."
Así, pues, atentos al próximo 26 de mayo.
Última edición por Valmadian; 19/11/2020 a las 20:47
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
Marcadores