Antes de nada, en el mundo médico ocurre mucho que se lanzan noticias de carácter divulgativo y que la mitad de la información se pierde por el camino. Desde que tal oncogen es responsable de tal cancer, o que han conseguido 'desespecializar' (odio cuando se inventan términos nuevos) celulas madres no embrionarias. O mejor aun, que habían descubierto celulas madres no embrionarias, aun recuerdo la noticia, cuando cualquier persona que haya estudiado aunque sea biología sabe perfectamente que nuestro cuerpo tiene capacidad de regeneración, que reside en la capacidad de reproducirse de las celulas, ergo, si ese tipo de células no se diferencia, debe haber una población de células madres.
Dicho lo cual, y sin tener que recurrir a un manual de propedeútica, cuando un cerebro ha fallecido es 'fácil' de determinar. Lo que este joven investigador de...¿biología? (miedo me da cuando los biólogos empiezan a meterse en las neurociencias) ha 'descubierto' es la utilización de otra técnica más. Ahora bien, no veo a ningún neurólogo dejando a un lado la exploración clásica de los pares craneales o el encefalograma, para empezar a jugar con las notas. Otro asunto es cuando quedan funciones residuales en el cerebelo, etc. bueno, en esos casos un paciente con muerte cerebral puede llegar a hacer estertores, incluso mover algún músculo, pero no es más que el sistema reticular haciendo de las suyas, mas la conciencia hace tiempo que habrá muerto para entonces. Pero vamos, el encefalograma es bien seguro....
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