
Iniciado por
Valmadian
Bueno, realmente hay dos niveles de discusión: el empírico y el teológico-filosófico, que en muchas ocasiones se entrelazan, tanto involuntaria como deliberadamente. Sin embargo deberían mantenerse en sus respectivos niveles. Y es que desde mi punto de vista esto se debe principalmente a la intención del enfoque ateísta que se trate: bien como biologicista, bien como metafísico con incursiones en la biología. El caso Dawkins es paradigmático en aquello de "mezclar las churras con las merinas", según le conviene a su discurso así será, pero esto no es sólo pseudocientífico, sino que es inmoral.
Y no perdamos de vista que estas discusiones adoptan estas formas en discusiones entre teístas y ateístas.
William E. Carroll en el campo cosmológico afirma esto:
Una confusión persistente entre la concepción cosmológica y la filosófica de la nada se hace evidente en estas discusiones. El vacío de la física de partículas moderna, cuya fluctuación trae supuestamente nuestro universo a la existencia, no es la nada absoluta. Puede que no sea algo como nuestro universo actual, pero es todavía algo ¿Cómo, si no, podría "eso" fluctuar? La "nada" de las teorías cosmológicas contemporáneas resulta ser, en realidad, algo. Sin embargo, la noción de "nada", centrada en la concepción teológica y metafísica de creación a partir de la nada, es radicalmente diferente de las diversas versiones de la "nada" empleadas en el discurso de la cosmología contemporánea. La nada discutida en la cosmología contemporánea es sólo aquello acerca de lo cual la teoría particular no dice nada.
(Dios y las cosmologías modernas cap. I "Tomás de Aquino, creación y cosmología contemporánea" p. 10)
Sustituyendo los términos "nada" por "evolución", "vacío" y "fluctuación" por "inicio de la vida", tenemos la extrapolación del mismo discurso, para "creación" del universo y para "surgimiento de la vida y evolución en la Tierra".
Evidentemente, a quienes mantienen un discurso empírico hay que dar respuesta empírica, y a quienes mantienen un discurso filosófico-metafísico o teológico, hay que responder en igualdad de términos, conceptos y campo de discusión, si no se convertirá en un diálogo de sordos, es decir, lo habitual.
Un saludo en Xto.
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