Finalmente:
El que aparezca algo escrito que va contra la verdad no significa que es verdad.
Hay que ser muy cautelosos. Aristóteles hablaba de una falacia: la falacia de autoridad.
Esta falacia consiste en confundir la verdad con el que la dice. Se toma a una persona por autoridad, y luego se concluye que todo lo que esa persona dice es verdad, por el mero hecho de ser autoridad.
Es lo que ocurre en el caso de muchos científicos, a quienes se le toma por verdadero cualquier cosa que digan por el mero hecho de ser autoridades de la ciencia.
Hay que saber separar el grano de la paja, como decía Jesucristo.
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