Los verdaderos católicos no se alejan de la fe por más que puedan presenciar, oir, ver, actos y situaciones que no aceptan como válidas. La prueba es que ahí está la Iglesia viva después de 2000 años y pese a los cismas, herejías, apostasías..., de muchos desde los primeros tiempos.

Se trata de un argumento que los católicos tenemos la obligación moral de rechazar, pues es uno de los que más emplean precisamente los enemigos de Dios y de la Santa Madre Iglesia. También lo usan como "excusa" aquellos débiles que afirmando creer, se apartan porque no pueden hacer lo que les da la gana y se fijan sólo en aquello que les conviene para autojustificarse por sus propios actos y debilidades, el "pero es que..." es puro fariseismo, puro cinismo.

A la fe, como don individual otorgado por Dios, no se le ponen "peros" que valgan, pues es lo mismo que ponérselo al propio Padre, es un regalo de salvación y ese regalo no se puede rechazar bajo ninguna condición o circunstancia, o se tiene o no se tiene y punto y ¡allá cada cual con las consecuencias!

Un saludo en Xto.