La Iglesia, una gran aliada en la colonización islámica


 CUANDO LOS PASTORES FAVORECEN A LOS LOBOS ANTES QUE A LAS OVEJAS… ¡POBRE REBAÑO! La “cristianofobia” sigue campando a sus anchas por Europa. Leo que han aparecido profanadas varias tumbas en Buxy, pero que la prensa apenas se hizo eco de la noticia. A quién le importa lo que suceda a los cristianos, ya lo vemos en Egipto, Indonesia, Pakistán, Irán, Arabia Saudí… La noticia no es el odio a lo cristiano- desgraciadamente eso ya no es noticia- sino el doble rasero de prensa, políticos e incluso gente normal y corriente que ve completamente normal que esto suceda en un cementerio cristiano. No hubo condenas. No se reunieron concejales y alcalde para expresar su más enérgico rechazo. No hubo ningún intento de desagravio. Nadie fue a rezar al cementerio, todo quedó en una simple nota de prensa sin mucha trascendencia fuera de la zona donde sucedieron los hechos. Alguno ya estará pensando “seguro que si hubiera sido en un cementerio musulmán la cosa habría sido distinta”. Pues vamos a verlo. Una semana después hubo una profanación en un cementerio musulmán. Y ¿qué pensáis que pasó en este caso? ¿Lo mismo que en el cementerio cristiano, es decir, nada? No.
De hecho, el doble rasero de la prensa y los políticos es también una característica francesa, nos dicen en el mismo blog:
Y siempre el doble rasero en los medios de comunicación y la política y las asociaciones. El sábado siguiente, 28 tumbas musulmanas fueron profanadas con términos racistas en el cementerio de Saint-Michel en Carcassonne. Y hubo una avalancha de noticias en los medios de comunicación sobre el evento (obviamente mal hecho), condenas de líderes de asociaciones, ceremonias ecuménicas, y condenas también de políticos (tal vez encantados de encontrar un público) de todo el espectro político, finalmente unidos en una causa común.
Obviamente la profanación de tumbas es un hecho abyecto y abominable, pero cuando sólo se califica de tal en unos casos y en otros no, la justicia está fallando.

Quizá sea porque, como nos dicen aquí, el número de mezquitas es ya mayor que el de iglesias en Francia. Se prevé, además, la construcción de 4000 mezquitas más en la próxima década. Terrible noticia para la libertad religiosa. La de los no musulmanes, por supuesto. Aunque como dice Aldeeb en un artículo de opinión, la Iglesia ha sido la gran aliada de la islamización de Europa. Y qué queréis que os diga, estoy de acuerdo con él:
Llamadas recurrentes para abrir las fronteras de Europa, apoyo a la construcción de mezquitas, incluso si son wahabíes, la descripción del islam como una religión de respeto a la persona humana, el Vaticano es una de las instituciones más avanzadas en el negocio de la “des-demonización” del islam, según la expresión de la portavoz de los obispos de Francia, el obispo Podvin, llamando a “no demonizar” lo que él considera simplemente una religión, mientras que justifica la ocupación de las calles para los rezos. Así, hemos visto sucesivamente al Arzobispo de Milán, Tettamanzi, apoyar el proyecto de una gran mezquita en su ciudad a pesar de los vínculos del imán con el terrorismo islámico , siguiendo el ejemplo de Juan Pablo II, que sugirió al alcalde de Roma que ofreciera terrenos para la construcción de la Gran Mezquita financiada por Arabia Saudita (que se llevó a cabo). Vimos el cardenal secretario de Estado Tarcisio Bertone en abril denunciar “la falta de solidaridad” (sic) de la Unión Europea con los inmigrantes que llegaban desde el norte de África, en la línea de Benedicto XVI, que unos días antes (el 26 de abril) reclamó la apertura de las fronteras a los tunecinos que llegaban por miles: “Que los hombres de buena voluntad sean iluminados para abrir sus corazones a la acogida, de modo que solidaria y organizadamente sea posible satisfacer las necesidades urgentes de tantos hermanos”. En mayo, el obispo Mariano Crociata, secretario general de la Conferencia Episcopal Italiana, anunció que el Vaticano apoyaba la construcción de nuevas mezquitas en Europa. Un mes más tarde, los obispos europeos se reunieron con los musulmanes europeos en Turín (el cardenal Tauran también estaba presente) para proclamar la necesidad de “inculturación progresiva Islam en Europa”.
El obispo portavoz de la Conferencia Episcopal dijo a Europa 1 de abril no se debe “demonizar el Islam” (sic),justificando la ocupación musulmana de las calles para las oraciones musulmanas como la de las procesiones católicas.
(Obviando el hecho de que unas tienen autorización oficial y otras no).
(…) El punto culminante de la lógica irresponsable y cobarde de la Iglesia de Francia fue su posición en contra de la prohibición del burka, haciéndose un aliado objetivo de los salafistas. Vimos el obispo Ricard mostrar su amistad con el imán Tareq Oubrou, el cual nos ha demostrado su cercanía a posiciones radicales, venerando a Hassan Al-Banna, fundador de los Hermanos Musulmanes, cuyo objetivo es la restauración las fronteras del califato. Del mismo modo Mons. Barbarin de Lyon dijo ser amigo de un miembro de la organización islamista UOIF, rama de los Hermanos Musulmanes en Francia, cuyo líder oficial Al-Qaradawi ordenó el asesinato de apóstatas, judíos y homosexuales, y justifica la violación de las mujeres que no llevan velo. El cardenal Jean-Louis Tauran, al frente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligoso, es la autoridad que define la línea del Vaticano II sobre las relaciones con el islam. En un comunicado de 19 de mayo 2011 que escribió en un texto conjunto con las autoridades religiosas jordanas, comenzó con una mentira flagrante: “Cristianos y musulmanes comparten valores fundamentales como la sacralidad de la vida, la dignidad y sus derechos inalienables”.
O no conoce en absoluto el islam, o… .
Pero el caso es que poco después, reincide:
El cardenal reincidió en una conferencia el 20 de agosto en la abadía de Belloc , en los Pirineos, sobre el tema: “¿Debemos tener miedo al Islam?”. Como era de esperar, la respuesta fue “no”, y todavía dice que el respeto por la vida humana es compartido por el islam…
El último acto de colaboración hasta la fecha, el centro para el diálogo interreligoso del que hablé aquí
Fuente, aquí.

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