ORACIÓN A DIOS



POR MARCEL-FRANÇOIS MARIE LEFEBVRE

Cuando el dragón "con su cola arrastró la tercera parte de los astros del cielo y los arrojó a la tierra" (Apocalipsis 12, 4-5) una estrella se mantuvo fija en el firmamento. Su nombre era Marcel François Marie Lefebvre y había sido misionero en África. Casi todas las estrellas se veían apagadas, pero la suya refulgía.

Todos miraban al cielo y decían: "Allí hay una estrella que no ha caído. ¿Es que no es una estrella? Si es una estrella, ¿por qué no cae entonces?". Y se miraban los unos a los otros y se decían: "Todas las estrellas están en la tierra o debajo de la tierra, en los infiernos de la infidelidad... Eso que se ve en el cielo, que todavía sigue ahí fijo alumbrando, no puede ser una estrella: ¿será una luz peligrosa? ¿será una luz perniciosa? ¿será el enemigo de la Iglesia?".

Pero el tiempo está demostrando que Monseñor Lefebvre no era el enemigo de la Iglesia. Al contrario: Monseñor Lefebvre fue, en un tiempo de confusiones, su más firme bastión. Su fe, su integridad y todo lo que sufrió su corazón católico hacen de él una estrella que no fue derribada. Hasta yo -que no soy nadie, que no soy teólogo- puedo barruntar que Monseñor Lefebvre fue Mártir. Hay mártires en el circo romano, hay mártires en el paredón de un cementerio o en una cuneta y hay mártires que, sin derramar visiblemente sangre, sufren un calvario de incomprensión y se desangran en lo invisible. El tiempo le dará la razón y lo veremos en los altares, para que en la tierra alcance tanta gloria como tendrá en el cielo.

Una estrella que guiará a la Iglesia a través del Tercer Milenio.

Alabado sea Dios por habernos dado a Marcel-François Marie Lefebvre, Obispo de su Santa Iglesia.

Señor, escucha nuestra oración.



Inspira, Señor, a tu Iglesia para que reintegre a esos que -frente a todos los obstáculos- se mantuvieron firmes, a todos los que, siguiendo la luz de la Tradición, relumbrarán siempre como purísimos y santos católicos.

Pues ellos sí son nuestros hermanos.


LIBRO DE HORAS Y HORA DE LIBROS