La titular de las Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, consideró que el proyecto que busca despenalizar el consumo de drogas
"es una ley para la vida" y pidió que
"el Parlamento trabaje mucho sobre este tema" para que pueda aprobarse "este año".
De Carlotto aclaró que esta iniciativa,
como la de permitir el aborto, se deben
"explicar con palabras muy claras, sensatas y respetuosas" porque son cosas que
"existen en otros países del mundo y salvan vidas", al tiempo que remarcó que
"no son para la muerte".
"Yo pienso que como salió la ley de matrimonio igualitario va a salir esto. Aquello fue bravo porque trajo rispidez en la Iglesia y algunos sectores ultracatólicos o retrógrados. Hay que explicar bien para qué se quieren estas leyes, para bien, para dar vida, no para matar", precisó en declaraciones formuladas a la revista THC.
Por si esto fuera poco, en la fotografía de arriba la vemos visitando la sede de
La Campaña Nacional por el Derecho al Aborto legal, Seguro y Gratuito, donde firmó
la solicitada de esa entidad por el aborto legal, en compañía de Taty Almeida, otra dulce abuelita que también firmó.
En la solicitada se ve también la firma de su hijo, el diputado Remo Carlotto, impulsor ferviente del aborto y que acompañó a su madre durante el encuentro Papal, como ya dijimos.
A propósito, la diputada Bullrrich contó hace pocos días la forma patotera en que Remo y otros diputados, intentaron forzar el tratamiento del aborto en la Comisión de Legislación Penal. (ver
AQUÍ a 2' 15"):
Pregunta el periodista: "Ud dice que hace poco más de un mes se produjo un intento de sacar casi "manu militari" el dictamen (sobre el aborto); ¿puedo preguntarle quienes fueron... los que propusieron este dictamen el 30 de septiembre pasado?"
Fueron varios diputados de La Cámpora, el diputado Grosso, ..., el diputado Carlotto".
Habrán quedado claro para nuestros lectores, los dientes que muestra esta abuelita y su familia a poco que se lea sobre ella, aunque sea someramente.
La finada defensora del Pueblo:
Los diarios traían la noticia, hace un par de días, del fallecimiento de Alicia Olivieri, quien fue Defensora del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Nueva que fue acompañada unánimemente con la siguiente frase:
"La amiga del Papa".
En principio podría pensarse que era una treta de los períodicos para llevar agua a su molino. Pero según se publica
Aquí:
"el secretario de Protocolo y Ceremoniero del papa Francisco, Guillermo Karcher, dijo que "el papa Francisco reza por el eterno descanso de Alicia Oliveira, quien fuera una gran jueza y defensora del pueblo argentino".
Para más abundamiento L'Osservatore Romano publicaba una necrológica bajo el título:
"È morta Alicia Oliveira", como si hubiera fallecido el presidente de un país; donde se relata la amistad que mantuvieron Alicia y Jorge Mario durante abundantes años.
Claro que toda esa proximidad al padre Jorge, no le sirvió a la difunta para renegar de sus posiciones abortistas, no. Pues en el año 1998, cuando se presentó el caso de una joven mujer demente embarazada por su violador, según ellos decían, y ni el juez quiso emitir un permiso para realizar el aborto, ni el hospital involucrado llevarlo a la práctica, Alicia Oliveira trabajó intensamente para defender el "derecho" de la mujer a matar a su hijo. Según decía
Página 12:
El lunes, dictó una resolución por la cual recomendó al secretario de Salud, Héctor Lombardo, que "instruya a todos los hospitales públicos con servicios de ginecología y obstetricia para que proporcionen los medios materiales y humanos" para realizar los abortos no punibles que pudieran demandar las mujeres o los representantes legales de las víctimas de violaciones o abusos deshonestos contra mujeres incapaces.
Asimismo, Oliveira recomendó que se exceptúe a los médicos y demás profesionales que por razones religiosas o de conciencia no deseen suministrar ese servicio. Pero las resoluciones del ombudsman actúan sólo como recomendaciones. Por eso, Oliveira pretende elaborar un proyecto para que sea una ley la que obligue a los hospitales a realizar estas operaciones.
Tiempo después, en 2001, se produce un hecho similar que relata La Botella al Mar:
Las funcionarias izquierdisto-furiosas, Carmen Storani -Presidente del Consejo Nacional de la Mujer- y Alicia Oliveira -Defensora del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires-, resolvieron hacer de éste un caso piloto, para abrir las puertas al aborto amplio del cual son partidarias. Recomendaron a la señora Silvia X. consultar a la "Fundación Unos con Otros" para ser patrocinada en sus intentos de abortar.
Seguramente se podría seguir con los antecedentes abortistas de Alicia Oliveira. Pero dejémoslo ahí; sugiriendo a nuestros lectores que pidan por ella
la indulgencia plenaria que corresponde a la Conmemoración de los fieles difuntos, y que se puede lucrar hasta el próximo Domingo inclusive.
Nuestro problema no son principalmente ni Carlotto, ni las personas como Oliveira; el problema está en Roma y se llama Francisco.
Es imposible de creer y luego de aceptar, que un Papa le haga la corte a esta runfla de abortistas que abrevaron en el marxismo, enemigo acérrimo de la Cristiandad.
Los que luchan por la vida, no pueden superar el hecho de que desde la cúspide de la Iglesia se ayude a los planes de enemigo, mientras muchas veces se ponen ruedas al accionar amigo.
Bergoglio quiere agradar al mundo porque el mundo contribuyó a que llegara donde está, y es el mundo el que lo mantiene en la cima de la popularidad a través del control que ejercen por los medios.
Pero debería meditar más en las palabras del Apostol San Juan (2 Jn. 1, 7-11), pues si "el que recibe en su casa y saluda a un hereje se hace cómplice de sus acciones perversas", del mismo modo, el que recibe y alaga a un abortista, no puede dejar de ser cómplice de los asesinatos que genera.
Página Católica: Bergoglio, cómplice de los abortistas