Con este Papa vamos de sorpresa en sorpresa
Algunas preocupantes, otras hirientes para quienes creo que no se lo merecen, y que algunos lectores se encargan de protestar, muchas, óptimas. Pero también en las óptimas cabe la sorpresa. Porque no debería sorprender que el Papa dijera cosas muy buenas y muy bien dichas. Parecería que iba en el cargo.
Sería interminable señalar todo lo bueno que ha dicho el Papa Francisco. Muchísimo. Y en algunas cuestiones, muy importantes, con más reincidencia que otros Papas anteriores. Éste no es un Blog pontificio. Hay otras páginas que recogen cuanto el Papa dice. Creo, al menos no es mi intención, que tampoco es un Blog crítico con el Papa. Por mi parte. Que es el Blog. Los comentarios son ya de quienes los hacen. Y bastantes notablemente críticos. Borro lo que me parece impresentable y en lo demás que cada palo aguante su vela. También pienso que no sería labor eclesial eliminar toda crítica a cosas del Papa ocultando una realidad que ahí está. Con razón o sin ella. Por parte de muchos o de pocos.
Hoy me voy a referir solamente a una cuestión seguramente de escasísima importancia. Por segunda vez en su pontificado el Papa se ha referido, positivamente, a un autor que creo que es absolutamente desconocido hoy. Tal vez mis lectores sepan algo de él porque publiqué una recensión de su obra más conocida: El Señor, o el Amo, del mundo.
Me refiero a Benson, hijo de un primado anglicano, converso al catolicismo el hijo, sacerdote y autor leidísimo a comienzos del siglo pasado y del que hoy no se acordaba nadie. Ha habido alguna reedición en España, de la que me hice eco entusiasmado, porque el libro vale la pena, pero lo asombroso, y para mí gratísimo, es que el Santo Padre, ya en dos ocasiones, vamos a una por año de su pontificado, se haga eco, con elogio, de Benson. En novela de doctrina segurísima, ciertamente apocalíptica, y católica a machamartillo.
Ciertamente Francisco es el Papa de las sorpresas. El Benson duplicado es una de ellas. Y no molestará a algunos molestos con el Papa. Aunque lamentablemente la mayoría de ellos no sepan quien es Benson. Leed al inglés y pienso que es posible que a algunos, o a bastantes, les sorprenda la fijación del Papa en él. A los críticos con Francisco pienso que les sorprenderá gratamente. A los entusiastas del Papa, descontando a esa inmensa mayoría de analfabetos eclesiales, tal vez no.