Que Pío XI se obsesionó con "pugar" la iglesia a todos los niveles de prelados que fuesen o pareciesen proclives a la Acción Francesa, y que los puestos de los purgados fueron ocupados por clero que resultó ser modernista, es un hecho histórico dificilmente discutible.
No era lo que pretendía Pío XI, pero es lo que consiguió.
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