Bailando y aplaudiendo mientras nos hundimos (y dialogamos)
El hundimiento del Titanic - todo el mundo lo sabe - fue exquisitamente amenizado por la orquesta del magnífico trasatlántico, que no paró de tocar animadas piezas de salón hasta que los propios músicos (y su director) se vieron con el agua al cuello. Es famosa aquella última pieza 'espiritual', que se fue agotando en los violines mientras los pasajeros se helaban en las lanchas salvavidas o se iban ahogando en el sereno océano. Las estrellas en el azul profundo ponían un contrapunto de nítida y remota luz celestial. ¡Qué bonito!...Pero la escena era terrible, no amable.
El grueso cardenal amazónico (un clamoroso mal-nombramiento benedictino) parece que entiende la actualidad de las congregaciones religiosas católicas con esa nota de inconsciencia y entusiasmo satisfecho característica del postconcilio: ¡Qué alegría porque nos hundimos! ¡Celebrémoslo y brindemos todos!
"..Braz de Aviz recordó la alegría de los superiores de las Congregaciones religiosas cuando en su encuentro con el Papa , a fines de Noviembre, Francisco les anunció su voluntad de mantener esta iniciativa: -"Recuerdo la explosión de alegría de todos los que estaban presentes, y también recuerdo que uno de los superiores generales lo dijo: -' El Papa nos ha unido como hermanos de una misma familia y nos dijo las cosas como si estuviéramos en casa ". Una forma muy bonita de expresar la confianza y todo lo que sentimos en aquel momento. "Vuelve, pues, el triunfalismo de los mejores tiempos juanpablistas, y tendremos un 2015 monopolizado por el entusiasmo desbordante de los religiosos y las religiosas de la Iglesia Católica. Los religiosos y las religiosas que son una de las llagas infectas y supurantes de la Iglesia Católica, quizá la parte más enferma y descompuesta de la Iglesia Católica post-conciliar, que se afirma en esa extraña y demente forma de vivir la 'alegría cristiana': A más decrepitud, más exultación.
Mientras tanto, entre el jolgorio frívolo de los consagrados, el leitmotiv vuelve a ser el diálogo con el mundo, como el Vat.2º quiso y la actual Jerarquía sigue insistiendo y promoviendo a todos los niveles (y desniveles), la actualidad golpea terca con la realidad de los hechos. Por ejemplo, este que afecta muy particularmente a la 'vida religiosa': La ONU exige al Vaticano que entregue a la justicia a los curas pederastas .
Discúlpenme por poner el enlace al artículo canalla de la prensa impía y blasfema, pero a veces es preferible que sea el enemigo quien nos abofetee el rostro, con más irreverente impacto, para que nos hagamos cargo y sintamos cuánto duele lo que nos debe doler.
Así, el rostro de la Iglesia post-conciliar, en plena borrachera del colocón francisquista, es una rostro golpeado, abofeteado, herido, escupido, mancillado...pero sonriente, que rie sin parar a carcajadas y enseña la boca partida, deforme, una mueca grotesca con los dientes rotos. Y escupe sangre cuando ríe. Pero aplaude, salta y brinca como una patética caricatura burlesca de sí misma, preparándose para un gran baile de máscaras religiosas, el próximo 2015, Deo volente.
Cuando los religiosos, en los tiempos de la verdadera religión, reflexionaban gravemente sobre la vida consagrada, postulaban reforma de vida. Y la reforma significaba conversión. Y la conversión quería decir penitencia. Y la penitencia - por gracia de Dios - tenía como fruto la santidad. Así, con este proceso, se reformaron en su momento las congregaciones religiosas.
Pero la vida religiosa consagrada post-conciliar no es penitente, sino dialogante. Se han abierto al mundo y el mundo ha inundado la vida espiritual de las congregaciones, que han perdido su identidad y se han conformado con la actualidad más común. Según la voluntad del V.2º se han 'aggiornato', se han puesto al día. Con todas las consecuencias. La consecuencia mayor ha sido la pérdida de la esencia religiosa.
Bajo un Papa que vivió su vocación religiosa en una de las congregaciones más descompuestas e infectantes del post-concilio (la más pionera, la más vanguardista, la más profundamente desidentificada, la más influyente), ¿podemos esperar una gloriosa penitencia reformadora? ¿O sufriremos otra ola de dialoguismo, con aventuras a periferias y extra-radios?
Hace poco nos advertían en una circular de Vicaría General de los riesgos de la 'terapia reiki'. Como el yoga, el eneagrama y otros recursos y medios extravagantes de pseudo-espiritualidad, ya pueden Uds. suponer quienes han sido los propagadores de todo eso. De ser especialistas en marxismo (años '60), los reverendos pp de la S.I. han pasado a ser expertos en orientalismos (desde los '80 al presente).
Vean este Programa de actividades en el Centro Arrupe
Es del año 2006. Ofrece, además del reiki, otros fascinantes 'ejercicios espirituales' como la danzaterapia, el análisis transaccional, la asertividad y el focusing. Si esa era la oferta de la Compañía en los años de Benedicto, me pregunto estremecido cual será la propuesta ahora, viviendo en pleno furor francisquista.
Pronto se cumplirá un año de francisquismo. Desde entonces vivimos un régimen de entusiasmo que tiende a perpetuarse en 'estado', con permanencia.
Personalmente, no veo signos efectivos de reparación. Todo lo contrario: Asistimos a un derrumbe con banda sonora de risas y aplausos. En la vida religiosa, muy particularmente. Con el barrunto de que el año de los religiosos, el 2015, traerá más de lo mismo. Más ruina, es decir.
p.s. Los ultra-cretino-católicos sedevacantistas y demás fenómenos de la monstruosidad degenerada del extremo opuesto, también aplauden, también ríen, también hacen fiesta, y se imaginan que en el cómic apocalíptico que les emboba ellos son los lectores y no están en la página. Además de ilusos perplejos, tontos de baba maliciosos. Otro cuadro.
+T.
EX ORBE
Una "felicidad" boba, ciega; una "alegría" histérica, inconciente e ignorante. Es increíble semejante espectáculo, la Iglesia de Cristo aplaude feliz mientras es despedazada por el enemigo; tan denigrante imagen como la del borrachín que idiotizado por el alcohol bate palmas arrítmicamente y canturrea incoherencias mientras bailotea sobre su propia orina y excrecencias. ¿dónde quedó la dignidad del fraile, del monje, del sacerdotes, aquél benigno orgullo de saberse escogido y llamado por su nombre por el creador del universo para cumplir su obra de salvación?
¡Viva la Nueva España! ¡Viva la madre patria Española! ¡Viva la santísima virgen de Guadalupe!
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